viernes, 20 de julio de 2012

CARTA DEL DEPARTAMENTO DE JUSTICIA Y PAZ DEL OBISPADO DE QUILMES


El Departamento de Justicia y Paz del Obispado de Quilmes en el marco del 11º aniversario de fallecimiento del Padre Obispo Jorge Novak elaboró una carta que acercó a toda la prensa y los feligreses católicos. En ella se realiza una exhortación para que aquellos que conozcan el destino de algunos desaparecidos o niños apropiados brinden información a las autoridades.

Algunos fariseos que se encontraban entre la multitud le dijeron: 
«Maestro, reprende a tus discípulos». Pero él respondió: 
«Les aseguro que si ellos callan, gritarán las piedras». (Lc. 19; 39-40) 
Quilmes, julio de 2012

 En el mes en el que se cumple un nuevo aniversario de la pascua de nuestro Padre Obispo Jorge Novak, incansable defensor de los derechos humanos, en un tiempo en el que la sociedad interpela no pocas veces los distintos roles que ha asumido la Iglesia frente al terrorismo de Estado y sus consecuencias que hasta hoy perduran, queremos honrar la memoria de nuestro primer Obispo con una reflexión que compartimos con ustedes.
Como pueblo de Dios que camina en Quilmes no podemos quedarnos callados ante las situaciones de público conocimiento, en donde surgen de ciertos documentos presentados ante la Justicia , que la entonces Conferencia Episcopal Argentina, por los menos desde 1978, tenía conocimiento que el Gobierno de facto, asesinaba a los detenidos - desparecidos, (entre otros ver http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-194987-2012-05-27.html), a ello hay que sumar que uno de los máximos exponentes de la última dictadura cívico militar como lo es el nuevamente condenado Jorge R. Videla ha calificado su relación con la Iglesia como excelente. Y en esta misma línea se ve con sospecha el accionar de distintas organizaciones y personas pertenecientes a nuestra Iglesia en el marco del plan sistemático de apropiación de menores, como por ejemplo en las pruebas aportadas en el caso de la apropiación de Catalina de Sanctis, entre otros graves casos.
La insistente obsesión por sopesar una y otra vez moralmente situaciones de intimidad entre dos personas adultas sean Católicas o no, y la liviandad y en no pocos casos, la omisión por aplicar el mismo tamiz a situaciones de gravedad por actos como los señalados, además de ser contrarias a las opciones concretas de Jesús, son por su contradicción al mensaje cristiano, fuertes inmunizadores contra la fe. Es claro que el silencio en estos casos no es salud y ante delitos de lesa humanidad no puede más que significar una infame complicidad con los responsables de cometerlo.
La primera expresión que surge es de dolor. Nos duele como laicos y laicas, cristianos/as comprometidos/as, después de tantos años, que ese silencio, de parte de pastores y otros miembros de la Iglesia, que acompañaron el genocidio siga vigente en nuestros días. Sabemos que quienes representaban la máxima autoridad eclesiástica en la dictadura ya no ocupan esos lugares. También sabemos que la Iglesia, una institución de dos mil años, registra su vida, casi desde los inicios. (Cfr. Código de Derecho Canónico; 484-490)
Hoy hay otros pastores, y a ellos nos dirigimos para decirles:
Este silencio es un silencio dañino, ¿Cómo puede ser que pudiendo hacer el bien, existan discípulos de Jesús que no lo hagan? ¿Cuántas familias aún esperan saber qué fue de su ser querido, de su hijo/a, nieto/a, de su esposo/a, pareja, padre, madre? ¿Hasta cuándo se esconderá la verdad? Si la única Verdad , esa que Jesús afirma, nos hace libres (Jn. 8; 32). Esa verdad que Jesús asume como parte esencial de su propia existencia: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida (Jn 14; 6). Por ello, en nuestra Iglesia de Quilmes no podemos callar, si lo hacemos "hablarán las piedras" (Lc. 19; 40), ya que hemos tenido el privilegio, la gracia que quien nos abrió camino en el compromiso por la dignidad humana fue nuestro primer pastor Jorge Novak. El padre obispo Jorge señaló el camino, en medio de la noche oscura de la dictadura, jugándose y gastándose la vida en la defensa de los derechos humanos avasallados, violados, en tantos hermanos/as. Con su testimonio nos enseñó que la Iglesia es realmente servidora si ejerce su poder (real y concreto) al servicio de los que más sufren, de las víctimas, de los pobres: "les aseguro que cuando lo hicieron con el más pequeño de los míos, a mí me lo hicieron" (Mt. 25; 40).
Porque la justicia no es un invento de cristianos/as progresistas, la justicia es lo que persiguen las sociedades que buscan vivir con dignidad. La justicia, en los Evangelios, va unida estrechamente por el servicio a la vida y especialmente a la vida amenazada: "porque tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber,... preso y me visitaron". (Mt. 25; 36-37) Bienaventurados los justos... (Lc. 6; 20-26) Claramente en el Nuevo Testamento, en los Evangelios, la misericordia se traduce como justicia, como solidaridad con los que sufren, no para resignarse a la injusticia, sino como exigencia de justicia.
Así, a la luz de la Palabra de Dios, reflexionamos para pedir a quienes, en el seno de la Iglesia, o identificándose con ella: desde autoridades o ex autoridades políticas, civiles, judiciales, militares, empresariales, hasta laicos/as, movimientos eclesiales, congregaciones religiosas, diáconos, sacerdotes, religiosas/as, obispos, arzobispos y cardenales que posean información que pueda aliviar el dolor de tantas familias que siguen esperando datos de sus seres queridos desaparecidos, que en nombre de la iglesia que todos los bautizados/as conformamos, que en nombre de todos los mártires que abrieron el camino con su sangre para que el proyecto de Jesús llegue hasta nosotros y el Reino siga acaeciendo, que en nombre de todos/as los/as perseguidos/as por la causa del Evangelio, por defender la vida, que en nombre de los pastores que han entregado vida para que la fe en Jesús sea un móvil esencial para nuestras vidas, y que especialmente en nombre de este santo pastor del que hoy hacemos memoria: Jorge Novak, y que, por último, en nombre del pueblo sufrido y de las víctimas a las que abrazamos y acompañamos, en nombre de Dios; les pedimos, los urgimos a que toda información documental o testimonial que posean sobre aquellos años aberrantes de nuestra historia y que sirva para atribuir o esclarecer responsabilidades penales, para conocer y encontrar el destino de los desaparecidos y para recuperar a los 400 niños, víctimas del plan sistemático de apropiación de menores, sea expresada en forma eficaz a las autoridades correspondientes y a la sociedad en su conjunto.
Es por la gravedad de esos hechos que pedimos también a todos los nombrados, que se sumen a este pedido en forma expresa, exhortando a sus pares, a sus superiores, a sus fieles, a sus hermanos/as a expresar cuanto conocen sobre los puntos señalados en el mismo sentido, para que la exigencia del accionar conforme a la justicia como camino hacia la paz, sea un testimonio claro que Iglesia y Derechos Humanos no se han cruzado azarosamente en algunas Diócesis, sino que “la Iglesia asume la defensa de los derechos humanos y se hace solidaria con quienes los propugnan.” (Cfr. CELAM, Documento de Puebla, Conclusiones 146) Reiterando una vez más que NO HABRÁ JUSTICIA SIN VERDAD y NO HABRÁ PAZ SIN JUSTICIA ya que como dice el salmista “El Amor y la Verdad se encontrarán, la Justicia y la Paz se abrazarán; la Verdad brotará de la tierra y la Justicia mirará desde el cielo. El mismo Señor nos dará sus bienes y nuestra tierra producirá sus frutos. La Justicia irá delante de él, y la Paz , sobre la huella de sus pasos.” (Salmo 85) 

Nicolás Mirabet Secretaría de Comunicación - Obispado de Quilmes
C. Pellegrini 3280 (1879) Quilmes · Provincia de Buenos Aires · República Argentina
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Departamento de Justicia y Paz
Vicaría de Solidaridad
Obispado de Quilmes
Av. Calchaquí 1371 (B1879ETA) Quilmes Oeste
justiciaypaz@obisquil.org.ar

Colaboración de “Persectiva Sur”,
publicado el jueves 19 de junio de 2012

LOS ESCUDOS QUE FIGURAN EN EL FRONTIS DE LA EUSKAL ETCHEA (colaboración)


Colaboración del Sr. Armando Velasco
 En el frontis de la ochava de la antigua sede de la Euskal Etchea (Casa Vasca) en la esquina NE de 25 de Mayo y Brown hay tres escudos que labraron allí los fundadores de esta institución difusora de la cultura vascongada. El señor Armando Velasco Yubero [1] nos envió la descripción de esos escudos y su simbología heráldica.  
 El más pequeño, entre medio de los dos de abajo dice: “AÑO 1901 - ENERO 6. Fecha de fundación este Centro Vasco que es una de los más antiguos de la República Argentina.
Detrás del mismo hay una cinta que corona los dos escudos que tiene inscripto: sobre el escudo de la izquierda: “EUSKAL HERRIA (País Vasco en euskera, lengua vasca) y sobre el de la derecha: “REPÚBLICA ARGENTINA”.
EL ESCUDO DE LA DERECHA
visto de frente, El escudo de la derecha tiene en el centro una alegoría que representa las actividades principales del pueblo vasco y la fe. EL ÁRBOL DE GERNIKA (Gernikako Arbola) - árbol que simboliza las libertades tradicionales (fueros) de Vizcaya y los vizcaínos, por extensión de todos los vascos -; [2] además contiene un “SOL” que es dios, una “VACA”, un “CABALLO”, una “BALLENA” - este animal recuerda que en tiempos no demasiado lejanos se practicaba la caza de ballenas en toda la costa y varias ciudades tienen en su emblema una lancha con sus remeros persiguiendo esos cetáceos -,  un “ANCLA” recordando los pequeños astilleros donde se construían naves pesqueras. Rodeando todos estos símbolos están los nombres de las siete provincias vascas: “ALABA, GIPUZKOA, NABARRA, BIZKAYA” - dentro del Reino de España – “LAPURDI” (Labourt en francés), “BENABARRA” (Basse-Navarre en francés), “SUBEROA” (Soule en francés) – dentro de la República Francesa - . Abajo del escudo, el lema, “ZAZPIA-AK-BAT” (Las Siete Una)

La distancia desde donde fueron tomadas las fotos y el deterioro del tiempo hace confusas las imágenes. Para distinguir mejor los elementos que contiene cada escudo cliquear sobre los mismo y aumentar el tamaño de la fotografía
EL ESCUDO DE LA IZQUIERDA
El escudo de la izquierda  representa la “CASA DE JUNTAS DE GERNIKA”, con el roble tradicional, al pie del cual está “EL LIBRO DE LOS FUEROS”, sobre el cual  los Señores de Bizcaya estaban obligados a jurar para poder ser reconocidos como tales. El árbol está rodeado por los “JUNTEROS” cuidando que las libertades, que amparaban absolutamente a todos los vizcaínos por igual, no fueran transgredidas. Abajo del escudo, el lema, “DENAK-BAT” (Todos Uno).
Los nombres vascos figuran escritos con ortografía vasca.
 
Texto extraído del estudio heráldico realizado por el Sr. Armando Velasco
Fotografías Chalo Agnelli





[1] Don Armando Velasco Yubero, inmigrante vasco, nació en Bilbao en 1933. Llegó a la Argentina en 1951 desde Bayona. Don Armando poseeé una riquísima historia nutrida con los recuerdos y experiencias en su tierra natal, donde creció, y en las tierras de los afectos como él las define a Bilbao, Bayona y Buenos Aires, en donde se integró a la colectividad vasca desde su arribo a este país, hasta ocupar el cargo de presidente de Laurak Bat, la institución más antigua de los vascos en Argentina y ser cofundador de la Asociación de Niños de la Guerra Civil Española, con la conducción de Claudio Avruj.
[2] Después del bombardeo por la aviación franquista, Picasso plasmó una pintura sobre Gernika y su árbol.