“Quilmes, Capital futura de la Provincia” de Luis V. Varela
(1881), dividido en 10 notas consecutivas. La primera es una transcripción de “Quilmes a través de los años” del Dr.
Craviotto. Las dos siguientes, corresponden a “los antecedentes”, la biografía
de Varela, seguidas por 6 que presentan los 12 capítulos, la última con la
carta sobre la vegetación y la higiene del Dr. Carlos D. Spegazzini y el plano
y estudio del terreno por don José Benites. A continuación se desarrolla la SEPTIMA PARTE con la carta de
Spegazzini y el plano de Benites (Chalo
Agnelli)
CARTA SOBRE VEJETACIÓN E
HIJIENE (sic)
Estimado Dr. Benavente
Muy señor mío:
Habiéndome usted demostrado deseo de
tener algunas noticias sobre la flora del risueño pueblo de Quilmes, con
muchísimo gusto voy á satisfacerle espresándole (sic) así mismo mi sentimiento
por haber todavía estudiado muy poco aquella localidad, y por haberla visitado
simplemente en la estación de invierno, muy poco favorable á tales
investigaciones; sin embargo acepte lo poco que le puedo ofrecer, corno anuncio
de un trabajo más vasto sobre este punto tan interesante de la Provincia Bonaerense.
En general la flora de los alrededores
de Buenos Aires es muy pobre y de una monotonía desagradable para el botánico,
perteneciendo toda al tipo de la región pampanea, es decir predominio de unas
cuantas gramináceas á las cuales se pueden adjuntar algunas compuestas, variando
y enriqueciéndose algo en los lugares paludosos (palúdicos) y en las cercanías
del río, notándose siempre la falla de esencia arbórea, solo representada por
el sauce colorado (Salix
Humboldtiana) por el ceibo (Erythrina
Cristagalli), por unos raros talas (Celtis tala), la
esencia arbustiva tiene por base el añapindá (ñapindá) (Acacia bonaerensis),
la Mata negra (Cassia
corymbosa), el palo lechero (Excaecaria
biglandulosa), y el Lantana
Camara.
Desde el tiempo
que vivo en Buenos Aires hasta ahora solo había encontrado un lugar que
presentara una vejetacion (sic) algo diferente, y fue la localidad llamada Las
Conchas, cerca de San Fernando, donde como árbol se encuentra la Excaecaria biglandulosa y
corno arbustos el clarandí (Cepalanthus
Sarandí), el espinillo (Acacia
cavenia), la multa (Eugenia
uniflora), el Chenopodium
Tiveedii, á las cuales se deben adjuntar varias enredaderas de
los géneros Mossenia,
Metastelma, Durvillea, Cardiospermum, un Smilax y entre las
herbáceas dos Cleomes.
Es este invierno encontré otro punto
dotado de una flora muy rica y absolutamente diferente de las de Buenos Aires
y de las Conchas y que en verdad casi se acerca á la de las Provincias al Norte
del Paraná y del Uruguay. Este punto dichoso fue el hermoso pueblo de Quilmes.
Ya varias veces había pasado á lo largo
de su territorio pero para detenerme solamente pocos minutos y mí atención
había quedado particularmente impresionada por la presencia bastante notable, á
lo largo del ferrocarril, de algunas plantas raras en otras partes, como la
Turnera hispida, la Wilbrandia sailttifolia, el Evolvalus sericeus.
No obstante juzgaba que allí hubiera una flora de mucho interés, sin embargo
determiné hacer una excursión, y la efectué en el día que tuve el honor de
hacer su amable conocimiento.
No le puedo esplicar (sic) mi sorpresa y
placer cuando en dicho día poco después de haber empezado, mis investigaciones
en el terreno cuaternario de las lomas altas, mas ó menos 14 metros sobre el
nivel del agua, encontré parásita en un añapindá una diga-liga (Lovauthus cuneifolius),
planta hasta ahora solo encontrada en las provincias más al norte de Buenos
Aires.
A este
descubrimiento tuve muy pronto que adjuntar otros varios no menos importantes,
entre los que no son de olvidar un sesurium,
y el Mieranthemum
orbiculatum (géneros nuevos para la República Argentina) y estoy
cierto que muchos tesoros aun me han quedado escondidos por la mala estación,
cosa que me hace esperar con gran deseo a la vecina primavera para poderlos revelar
todos. Pero esto era nada en comparación á lo
que me esperaba; en efecto, bajando de las lomas y llegado al terreno
aluvional moderno, que forma la orilla del Rio, en lugar de encontrar como
creía la vejetación (sic) de Palermo ó de la Boca, me encontré transportado á
las cercanías de Concordia ó fácilmente más arriba todavía.
Los sauces ordinarios habían casi, por
completo, desaparecido para dar lugar á majetuosos (sic) Coronillos blancos (Strychnodaphne Spc),
los ceibos á los Laureles (Nectandra
Spc), los talas á los hermosos Mata ojos (Lúcuma mercifolia) á
los Coronillos colorados (Sentia
Buxifolia) y a numerosas especies de Myrtaceas (ocho especies más ó menos)
que son conocidas bajo el solo nombre general de Charchal, á la sombra de estas
plantas vejetaba vigorosamente la Monodora
interifoglia, y la verdadera Rosa
centifolia, mientras numerosas enredaderas verdadera enredaderas como el Cordios permum velutinum (nuevo para la República Argentina),
dos Smilas, varias asclepiades una bignoniácea, la Maneatis Hilarii, colgaban de todas las ramas entrecruzándose.
Tal es el pequeño
bosquejo que le puedo ofrecer sobre la vejetación (sic) del bello Pueblo de
Quilmes, y aquí podría estenderme (sic) en consideraciones
muy largas á su favor, pero creo que será bastante decir que el estudio de la
vejetación (sic) es el mejor método para determinar las condiciones hijiénicas
(sic), meteorolójicas y geolójicas de un país siendo que á la constitución de
su carácter especial concurren particularmente y muchas veces casi únicamente
la temperatura constante, la igroscopicidad de la atmósfera y las condiciones
del suelo.
Siento mucho que por el momento
no le pueda dar un cuadro más estenso (sic), pero no es mía la culpa y fiando
en su suma bondad espero que usted querrá siempre considerarme.
Saluda á V. atentamente.
Carlos Spegazzini
Buenos
Aires, 28 de Julio de
1881
PLANO Y ESTUDIO DEL TERRENO POR
DON JOSÉ BENITES
Buenos Aires,
Julio de 1881 Al señor Presidente de la Comisión que trabaja para llevar la Capital de la Provincia á Quilmes.
Dr. D. Doroteo Benavente
Señor:
La Comisión
que tan dignamente preside Vd. me encomendó el relevamiento de un plano, en el
partido de QUILMES, el cual sirviera para
ilustrarla cuestión de Capital que se ajita (sic) en ese mismo centro.
Cumpliendo con la Comisión que se me confiara,
tengo el honor de acompañar
el plano adjunto, el
cual ha sido levantado, no solo de las barrancas que limitan el
pueblo QUILMES
en su frente al Río de la Plata, sino también de aquel terreno
que he creído,
más apropiado para la fundación de una gran ciudad.
Por este plano verá el señor Presidente
que se ha medido una superficie de terreno, compuesta de cinco mil setecientos veinte y ocho hectáreas, once áreas y cinco centiáreas,
superficie
que se encuentra determinada por las líneas HM., MO., OP., PQ. y QH. y que á mi
juicio es más que suficiente, para poder en ella proyectar el trazado de
cualquier ciudad, en las mejores condiciones
que para estos casos exijen (sic) los adelantos modernos y que cualesquiera que
sean sus exijencias (sic) de desenvolvimiento futuro, siempre tendrá ancho
espacio donde desarrollarse con facilidad.
Se comprenderá más fácilmente la verdad
de esta aserción, si se tiene en cuenta, que nuestra gran metrópoli sólo
cuenta, a pesar de esos años transcurridos desde su fundación, solo cuenta
decía, alrededor de dos mil
quinientas hectáreas de población, que puede llamarse densa y
que pasará aun mucho tiempo para que una edificación continua abarque la zona
que se ha medido en QUILMES.
El terreno comprendido entre las
barrancas y las diferentes líneas medidas en los costados Sud Este, Sud Oeste
y Nord-Oeste del plano, es terreno alto, sumamente ondulado, llegando en
algunos parajes estas ondulaciones, á causar una diferencia de nivel de 12 y 15
%.
No escapará á la
penetración del señor Presidente la inmensa ventaja que estas diferencias de
nivel ofrecen, pues en un terreno de estas condiciones las obras higiénicas y
de salubridad que demanda imperiosamente una ciudad, son fácilmente
practicables, no sucediendo esto en Barracas al Sud, donde la normal de las
diferencias del nivel solo alcanza á un 3%, punto mínimum y aun discutible que
se necesita para la construcción de cloacas, etc., etc.
Estas ondulaciones ó colinas,
obedecen todas ellas á un arrumbamiento especial y según constantemente
paralelas el trazado del pueblo de QUILMES á medios rumbos, ofreciendo por este
hecho una gran ventaja sobre el trazado de pueblo antiguo, en que por regla
general ese trazado ha sido verificado de Norte á Sur y de Este
á
Oeste.
Sabido es, y son conocidas de
todas las influencias benéficas que entre nosotros ejerce el viento del
Sud-Oeste (pampero) y una ciudad trazada siguiendo las ondulaciones que rodean
el
pueblo de QUILMES, gozaría ampliamente de
estas buenas condiciones, constituyéndola este hecho en una ciudad bien aireada
y seca.
El agua del sub-suelo se
encuentra á igual distancia que en Buenos Aires 13 metros por regla general, y
es sumamente potable, no ofreciendo su composición química diferencia, con la
de Buenos Aires.
Quilmes, como todos los pueblos ribereños tienen un terreno que arrancando
las barrancas llega hasta el Río de la Plata, terreno conocido con el nombre de
bañado.
La Municipalidad ha hecho
alambrar perfectamente este terreno y lo alquila para el pastoreo, sacando de
él una renta. Este hecho demuestra que el bañado se encuentra en buenas
condicione y que el difiere notablemente de
otros terrenos de la misma especie que constantemente conservan agua,
haciéndose por este hecho inesplotables (sic) durante una gran parte del año.
Actualmente funciona un tramway entre el
Río y la estación del ferro-carril y recorre una distancia de tres
mil doscientos veinte y cinco
metros,
de los cuales dos mil metros de trocha están construidos en el terreno bañado.
Esta construcción según datos que se me han suministrado no cuesta ni un solo
peso más que lo verificado en el terreno alto, demostrando este hecho qué la
capa superior del bañado
se adapta fácilmente á esta clase de construcciones.
Dato importante es este, si se tiene en
cuenta que una gran ciudad fundada en QUILMES
necesita un puerto, y que este se encontrará cruzado por infinidad de vías
férreas que faciliten las operaciones de su comercio marítimo.
La situación ventajosísima, para la
fácil y rápida comunicación con el exterior, interior, y capital de la Nación,
está demostrada por sí sola y no creo deber insistir sobre este punto, que es
un axioma para el que tenga las más ligeras ideas geográficas de nuestro país.
Otra gran necesidad de una ciudad á
fundarse, es la fácil previsión de aguas sanas y permanentes en cantidad
suficiente para sus necesidades y este punto como el anterior no ofrece tampoco
duda de que QUILMES
llena la condiciones. Tierra buena para la agricultura, es también otra necesidad.
Y bien, para probar la bondad.de la
tierra en QUILMES,
bastará tener presente, el hecho altamente significativo de que los chacareros
que pueden llamarse los peritos prácticos en la materia, prefieren pagar en QUILMES un 10 y 15
% más de alquiler, por los terrenos, que en cualquiera de los otros partidos
limítrofes.
Esto por una parle y por otra el gran
desarrollo agrícola que ha tomado QUILMES desde que funciona el ferro-carril
demuestran de una manera evidente la singular predilección que los sembradores
dan á los terrenos de este partido, donde su tierra es proverbialmente conocida
como una de las más
fértiles. Se piden también para establecer una ciudad condiciones hijiénicas
(sic) buenas.
Y bien, para concluir, lo haré con
palabras que he oído del Dr. Wilde: “Hacen
veinte años que ejerzo la
medicina en QUILMES y estoy pobre”.
Hay que tener presente que el Dr. Wilde
ha tenido toda su vida hábitos ahorrativos. Con lo espuesto (sic) creo dejar
concluida mi misión y si ello no satisface á los honorables miembros de esa
comisión, cúlpese mi pobre intelijencia (sic) y no la falta de mi buen deseo.
Saludo al señor Presidente con mi mayor
aprecio y respeto.
JOSÉ BENITES
Digitalización, escaneo
y configuración Prof. Chalo Agnelli
Gentileza del Prof. Claudio Schbib
Asociación Historiadores Los Quilmeros
Biblioteca Popular Pedro Goyena
Quilmes, agosto 2016.
Gentileza del Prof. Claudio Schbib
Asociación Historiadores Los Quilmeros
Biblioteca Popular Pedro Goyena
Quilmes, agosto 2016.
BIBLIOGRAFÍA PARA CONSULTAR
Craviotto, José A. (1966) “Quilmes a través de los años” Ed. Municipal. Pp. 241 y 242
Salmerón, Luis Arturo. “La gran hambruna irlandesa, 1845-1849”. https://relatosehistorias.mx
Trujillo, Juana. “Breve historia de Antoine Augustin Parmentier y la patata” https://www.directoalpaladar.com
Varela, Luis V.: (1877) “Debates de la Convención constituyente de Buenos Aires 1870-1873”. Publicación Oficial. Hecha bajo la dirección del convencional Luis V. Varela. Bs. As., La Tribuna, 1877. 2 Tomos
Ver en EL QUILMERO del lunes, 17 de octubre de 2011, “William Wheelwright y una excursión fluvial por el Rio de La Plata hasta Ensenada”
NOTAS
Craviotto, José A. (1966) “Quilmes a través de los años” Ed. Municipal. Pp. 241 y 242
Salmerón, Luis Arturo. “La gran hambruna irlandesa, 1845-1849”. https://relatosehistorias.mx
Trujillo, Juana. “Breve historia de Antoine Augustin Parmentier y la patata” https://www.directoalpaladar.com
Varela, Luis V.: (1877) “Debates de la Convención constituyente de Buenos Aires 1870-1873”. Publicación Oficial. Hecha bajo la dirección del convencional Luis V. Varela. Bs. As., La Tribuna, 1877. 2 Tomos
Ver en EL QUILMERO del lunes, 17 de octubre de 2011, “William Wheelwright y una excursión fluvial por el Rio de La Plata hasta Ensenada”
NOTAS
[1] Carlos Luis Spegazzini nació en
Bairo, Italia, el 20 de abril de 1958. En 1879 desembarcó en nuestro país,
después de formarse académicamente en la península y bajo la tutela del
renombrado micólogo Pietro Andrea Saccardo. En el verano de 1881-2, Spegazzini
visitó Patagonia y Tierra del Fuego como miembro de la expedición del Teniente
Bové, en la goleta malograda Golden West. En 1884, al
regresar de la expedición, Spegazzini se trasladó a La Plata, y ganó el puesto
de Catedrático de Botánica de la Universidad de Buenos Aires.
Spegazzini
murió el 1° de Julio de 1927 en La Plata. Durante 45 años, escribió una
cantidad enorme de estudios sobre hongos argentinos, moviéndose en áreas
inexploradas, describiéndo las espécies una por una. En total, publicó más de
150 monografías, no solamente sobre hongos, sino también sobre plantas
florecientes, y le fue otorgado el título de Doctor de Ciencias.