al Prof. Juan Carlos Lombán y a
mi hermana María Victoria Agnelli
No todo está en Internet y lo que está no siempre es riguroso y acertado, por eso recurrimos al inefable Cutolo con su fenomenal Nuevo Diccionario Biográfico Argentino que hoy sólo se puede hallar en algunas Bibliotecas y en poder de quienes lo heredamos como bien de familia.
Si bien Cutolo, también comete errores históricos, sus biografías en papel se pueden cotejar con las que fluyen por el cyberespacio y sacar las propias conclusiones por criteriosidad de análisis, asociaciones y desde fuentes varias. Don
Vicente Osvaldo Cutolo, tan olvidado y desconocido, creó en 7 tomos una diccionario biográfico que no tiene parangón.
La biografía que transcribimos del General Manuel Guillermo Pinto está tomada de Cutolo, advertidos que la Wilkipedia es escasa y con algunos desaciertos e imprecisiones.
Pero... ¿Por qué este Manuel Guillermo Pinto, mereció el homenaje de una plaza? La respuesta está en los primeros libros de actas del primer Juzgado de Paz de Quilmes inaugurado en 1852, por don Andrés Baranda que, lamentablemente, junto con las siguientes actas de la primera administración municipal, estrenada por don Tomás Flores en 1856, fueron hurtados de la Biblioteca Pública Municipal Domingo Faustino Sarmiento. Pero sí alcanzaron a recorrer asiduamente esas actas el Dr. Craviotto, don César Barrera Nicholson y el profesor Lombán, quien en los últimos tiempo me había pedido que recuperara la memoria del Gral. Pinto para, algún día, recuperar la plaza que vergonzosamente una administración municipal de la democracia nos arrebató a los quilmeños. Craviotto había empezado una cronología de los hechos que se asentaron en esas actas, la cual, tras su muerte, prosiguió Barrera Nicholson, pero nuevamente la muerte cercenó vida y proyecto y no todos le dan a los "borradores" el valor documental que contienen.
En la página de EL QUILMERO "La Plaza que siempre fue plaza", se narran los vericuetos del "arrebato" y ahora se incorpora a Internet, para los quilmeños, las circunstancias de vida de un Prócer y su vínculo con Quilmes que le mereció una plaza.
ANTECEDENTE
Si bien López y Planes ejercía el ejecutivo de la Provincia cuando se decretó y promulgó la Tercera Fundación de Quilmes, el funcionario que prácticamente acompañó el proceso de institucionalización del nuevo juzgado de paz por
licencias del titular fue el General Manuel Guillermo Pinto, gobernador interino desde el 31 de mayo hasta el 14 de junio de 1852, primero, y desde el 22 de junio hasta la revolución del 11 de setiembre de ese mismo año, como gobernador propietario y luego de esta última fecha continuó en el cargo como gobernador provisorio hasta el 25 de junio de 1853, en que renunció por problemas de salud.
LA TERCERA FUNDACIÓN
El 19 de marzo de 1852, cuando Quilmes tenía 186 años desde el arribo compulsivo de Quilmes y Acalianos, a pedido del juez
de paz don Martín de La Serna, el gobernador de Buenos Aires Dr. Vicente López y Planes
decretó la división del extenso partido, según su constitución original, en dos y lo promulgó
el 7 de abril de 1852, quedando escindido en: Quilmes y Barracas al Sud - que desde 1904 se nombra Avellaneda -. Martín de La Serna continuó
como juez de paz de Barracas al Sur y don Andrés Baranda fue designado al
frente del partido de Quilmes. Para más datos ver en este blog: “Las Tres Fundaciones de Quilmes – A los 345 Años de
Existencia”.
ACONTECERES DE UNA VIDA
Manuel
Guillermo Pinto fue militar. Nació en Buenos Aires, el 25 de junio de 1783.
Era hijo de don Joaquín Pinto y González, y de doña Rita Lobo una familia
medianamente acomodada. Comenzó los estudios en el Colegio de San Carlos y la
capacidad manifestada incentivó a su padre a que los completara en España.
EN LAS INVASIONES INGLESAS
Al
producirse las Invasiones Inglesas se hallaba ya en Buenos Aires, enrolándose
en el Cuerpo de Artillería de Patriotas
de la Unión, el 26 de mayo de 1807, en clase de capitán agregado sin goce
de sueldo. Se encontró en la Defensa de la ciudad, en las jornadas del 2 al 7
de julio de 1807.
Rechazada
la segunda invasión, Pinto, que había sido ascendido a teniente coronel
graduado, concurrió al Cabildo pidiendo un certificado de los servicios
prestados, y el 21 de diciembre de 1808, se le dio las gracias reconociéndosele
como buen patriota. Confirmado en su grado por Real Orden, el 6 de octubre de
1809, el Virrey Cisneros le confió el mando de una compañía de artillería.
PINTO Y LA REVOLUCIÓN DE MAYO
Participó
en el Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810, donde
votó conforme a la opinión
manifestada por Manuel Belgrado, o sea, porque el Virrey cesara en el cargo y
el Cabildo reasumiera la autoridad delegada por el pueblo.
Incorporado
al Ejército Auxiliar marchó en la expedición que a las órdenes de Francisco
Ortiz de Ocampo sofocó el movimiento sedicioso encabezado en Córdoba por
Liniers, Victoriano Rodríguez y Gutiérrez de la Concha.
Se
halló en las batallas de Cotagaita y Suipacha, y en el avance ulterior hasta el
Desaguadero; asistió a la derrota de Huaqui, el 20 de junio de 1811. Participó
en el repliegue de los restos del Ejército Auxiliar hasta Jujuy, y el
Triunvirato con fecha 6 de noviembre dispuso su regreso a Buenos Aires, el que
se produjo en marzo de 1812.
CARRERA MILITAR
Ascendido
por el Triunvirato a sargento mayor, y a teniente coronel en 1813, integró las
fuerzas que sitiaban Montevideo hasta lograr el triunfo de las armas patriotas.
El 14 de enero de 1815, el Director Alvear le otorgó el grado de coronel,
dándole efectividad el general Álvarez Thomas. Tuvo a su mando el Regimiento de
Artillería de la Patria y la Brigada Cívica de Buenos Aires.
LA LOGIA LAUTARO
Según
el general Tomás de Iriarte en 1818 era “Venerable
Maestro de la Gran Logia de los Lautaro” en Buenos Aires; así figura en el libro de Lappas. [1]
Como tal participó de la reunión del 13 de junio de 1818, con asistencia del
general San Martín y del Director Pueyrredón en la que trató el punto de que
una vez lograda la independencia de Chile, el Ejército de los Andes debería
proseguir su campaña al Perú, votando por la afirmativa. El 28 de mayo de 1819,
se lo ascendió a coronel mayor, y en un rasgo de modestia renunció
inmediatamente. Formó parte de una comisión con Balcarce y Viamonte para
estudiar un proyecto de establecimiento de fortines desde el Arroyo del Medio
hasta el Fortín Mercedes. Perteneció a la Logia directorial que actuó en ese
año.
EL FEDERALISMO
La firma del Tratado
del Pilar, el 23 de febrero de 1820, significó el origen del régimen
federal nacional. Rubricado en la primitiva capilla Del Pilar, puso fin a los
enfrentamientos entre las provincias de entre Ríos y Santa Fe contra Buenos
Aires. En la Constitución Nacional se lo incluye como "Pacto Preexistente".
Sarratea, Ramírez y Estanislao López firmaron el tratado del Pilar
el 23 de febrero. Buenos Aires figuraba en el mismo como provincia autónoma, en
igualdad de condiciones con las demás. A
todo esto, el ejército de José G. de Artigas
había sido vencido en Tacuarembó por los portugueses el 20 de enero de 1820 y
este hecho se hizo sentir en el tratado; si bien se disponía la reunión del Congreso de San Lorenzo y se mencionaba
el reclamo del jefe oriental respecto al auxilio ante el invasor, Artigas era
desplazado políticamente y ello condujo a su posterior choque con Ramírez y,
tras su derrota, a su exilio en el Paraguay. El tratado sentaba las bases para
un régimen federal. Buenos Aires perdía temporariamente el dominio político
pero, de hecho, conservaba sus privilegios económicos.
Envuelto
en los acontecimientos de 1820, el Coronel Pinto fue procesado y se lo confinó,
para más tarde, durante el gobierno del general Martín Rodríguez, resultar
electo representante por Buenos Aires y vicepresidente de la Legislatura.
FUNCIÓN POLÍTICA
En
1821, se lo eligió presidente del cuerpo. Obtuvo su reforma militar en 1822.
Resultó electo miembro del Congreso General Constituyente por Misiones, cargo
que desempeñó hasta la disolución del mismo en 1827. En tal carácter, firmó la Constitución unitaria en 1826.
Fue
nombrado Inspector y Comandante General de Armas en 1829, y cesó al año
siguiente, por disposición de Rosas. Resultó electo diputado a la Legislatura,
llegando por reelección hasta 1836, tras desempeñar la presidencia y vice de la
misma. Integró la Junta de Administración de Billetes de Banco (1830-32), del
Crédito Público (1834) y la Sala de Comercio Argentina de las que fue
presidente. En su gestión legislativa fue uno de los que proyectaron y firmaron
la nota elevada a Rosas, ante la insistencia de éste de no aceptar el gobierno
de Buenos Aires por segunda vez.
En
su carácter de vicepresidente firmó la ley del 7 de marzo de 1835, nombrándole
gobernador y capitán general de la provincia, en cuya circunstancia pronunció
una arenga notable.
GOBERNADOR INTERINO
Alejado
de la escena pública, se retiró a la vida privada. Vivió precariamente y con
dificultades en el resto del período rosista. Después de Caseros, fue elegido
diputado el 11 de abril de 1852, y luego presidente de la Legislatura. Por
delegación del doctor Vicente López que concurrió al Acuerdo de San Nicolás, asumió el gobierno de la provincia desde el
31 de mayo hasta el 14 de junio. En
las sesiones del 21 y 22 de ese mes, al renunciar el doctor López, volvió a asumir la gobernación, pero al
clausurarse la Legislatura por orden de Urquiza, y producirse la revolución del
11 de setiembre de 1852, se reunió nuevamente la Sala, entregándole el gobierno
provisorio de la provincia hasta el 31de octubre de ese mismo año en que asumió el Dr. Valentín Alsina.
GOBERNADOR
PROPIETARIO
Incansable,
volvió Pinto a ejercer la presidencia de la Sala de Representantes, que le
otorgó la jerarquía de brigadier general. Al
renunciar Alsina, quedó nuevamente al frente del gobierno, electo en propiedad.
Designó sus ministros, y le tocó cumplir sus tareas en momentos difíciles, con
la ciudad sitiada por las fuerzas rebeldes del coronel Hilario Lagos, hasta la firma del tratado de paz, que
suscribió el 9 de marzo de 1853, y
ratificó la Legislatura poco después. Sintiéndose enfermo, delegó el mando el
25 de junio de ese año, en sus tres ministros. Falleció
en Buenos Aires, el 28 de junio de 1853. Sus exequias fueron realizadas con
gran solemnidad, debidas a su alto rango de capitán general y gobernador en
ejercicio, y los restos descansan en la Iglesia Catedral Metropolitana.
Se había casado en primeras nupcias con Juana García y en segundas con Clarisa Laprida, hija del
presidente del Congreso de Tucumán, con la cual tuvo un hijo, Álvaro, nacido el
18 de mayo de 1841, quien fue político, periodista y legislador.
Según
Ramón J. Cárcano, Manuel Guillermo Pinto era un hombre, “frío, impasible y
prudente, mantenía el respeto y confianza de todos, aunque no ocultaba sus
tendencias políticas”.
Prilidiano Pueyrredón realizó su retrato. Una
calle de la Capital Federal, una partido al noroeste de la provincia de Buenos Aires y una plaza de la ciudad de Quilmes - por ahora incautada - llevan su nombre.
Área urbana del plano trazado por el agrimensor Francisco Mesura donde ya en 1818, figuraban las cinco plazas, con el número 5 la Gral. Manuel Guillermo Pinto.
CONCLUSIÓN
Conjeturamos, después de esta extensa información y tras el robo de los libros de los años en cuestión, que don
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Las cienco plazas del área urbana. |
Andrés Baranda y quienes le sucedieron en el período entre 1852 a 1854, creyeron que la plaza Nº 5, según la diagramó el agrimensor Mesura en 1818, llamada de Los Labradores y apodada "de Marcelo", circundada por las calles Nº 18; 19; 20 y 21, hoy Humberto Primo, Lavalle, Olvarría y Moreno, se la bautizara Gral. Manuel Guillermo Pinto; nombre que nunca se le quitó y la confusión empezó cuando se levantó allí el Mercado Municipal o Feria Franca inaugurado por el gobernador Aloe en 1952, con locales en todo su entorno y un amplio espacio de jardines y arboleda, pero luego se pensó instalar el Departamento Judicial, lo que no se concretó y entre los años 1995 y 1999, las autoridades municipales, sin recavar ningún tipo de información y aludiendo a una falsa "herencia vacante" la entregaron a una empresa comercial en comodato por 30 años; a cambio que dicha empresa construyera el actual edificio municipal en la calle Alberdi, por cierto muy mal ubicado considerando que los quilmeños que habitan en San Francisco Solano para realizar un trámite en el Municipio deben cruzar todo el Partido de Quilmes, y no porque no hubiera en ese entonces espacios suficientemente amplios en puntos equidistantes de todas las localidades quimeñas.
Atestiguaron que el nombre de esta plaza era Gral Pinto, dos historiadores de fuste, el Dr. Craviotto y el Prof. Manuel Ales, entre otros de ilustres investigadores de nuestra hisotoria.
La Plaza Gral. Pinto en la década del `40, vista aérea tomada por Alcibíades Rodríguez.
El Mercado Municipal inaugurado por el gobernador Aloe en 1952. (esquina de las calles Lavalle y Olavarría)
Otra vista del viejo Mercado, esquina Moreno y Olavarría donde estaba la Biblioteca Popular Pedro Goyena.
El actual centro comercial y de cines.
Plaza principal de la localidad de Gral. Pinto
Investigación y compaginación Prof. Chalo Agnelli
Datos Prof. Juan Carlos Lombán
2004/2014
REFERENCIAS
FUENTES
Cutolo, Vicente Osvaldo. "Nuevo Diccionario Biográfico Argentino" Editorial
ELCHE Bs. As. 1978. Tomo V Pp. 511 a 512
Ferrari. "Amonedación de la Provincia de
Buenos Aires", p. 77
Frías. "De dónde venimos y con quien nos
vinculamos", p. 307
Ibarguren, Carlos (h.) "Manuel Guillermo
Pinto", en Genealogía. Hombres de Mayo, Revista del Instituto Argentino de Ciencias
Genealógicas. 383 Pp. Bs. As., 1961, p. 283 -284).
Yaben, Jacinto. "Biografías Argentinas y Sudamericanas"
Ediciones Históricas Argentinas. Cit., T. IV, Pp. 648-654,
se reproduce su retrato
Zinny,
Antonio. "Historia De Los Gobernadores de las Provincias Argentinas": Buenos
Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes. Ed. Vaccaro 1920 Pág.
169
Ver en EL QUILMERO del sábado, 27 de noviembre de 2010 “LA PLAZA QUE SIEMPRE FUE PLAZA - UNA PÉRDIDA DEL
PATRIMONIO” http://elquilmero.blogspot.com.ar/2010/11/la-plaza-que-siempre-fue-plaza.html/
Ver fotos de la localidad de Grtal Pinto en http://www.conocelaprovincia.com.ar/buenos_aires/general_pinto.htm