En memoria de Constructores Zito Hnos.
Marcelo
Traversi fue un hombre multifacético. Nació en Quilmes donde transcurrió toda
su vida. Como su padre, de origen genovés, fue constructor y además gran
guitarrista, escritor y poeta. Era un hombre afable, amiguero, gran contador de
historias y memorioso de todo lo que se relacionara con su pueblo natal.
Estudió en la Escuela Nº 1. Cuando esta Institución cumplió 100 años en 1963
interpretó el himno nacional en un solo de guitarra. Escribió
un elocuente libro del pasado quilmeño, “Estampas de antaño”, ilustrado con
grabados del artista Gerónimo Narizzano. El
trabajo que se transcribe a continuación fue publicado en un número extraordinario
del periódico “La Verdad” en 1960 (circa). Algunas de las fechas que da
Traversi no son muy fiables, sin embargo son un recurso para investigaciones
posteriores. El texto fue modificado en parte: dándole actualidad temporal,
esclareciendo el vocabulario y la estructura sintáctica para hacer más ligera
la lectura. Además, se agregaron nuevos datos de trabajos de la arquitecta Marta Oliva y se corrigieron algunos otros
que quedaban desactualizados por nuevas revelaciones históricas.
Este trabajo es la prolongación de notas anteriores, publicadas en este blog. [1] (Chalo Agnelli)
Este trabajo es la prolongación de notas anteriores, publicadas en este blog. [1] (Chalo Agnelli)
LAS DISTINTAS
ETAPAS DE LA EDIFICACIÓN Y LA ARQUITECTURA EN QUILMES
Por Marcelo Traversi
Fracasada
la adaptación al lugar, de los indios Quilmes: “Declárase al pueblo de los Quilmes libro para todas clases de personas”,
el día 14 de agosto de 1812. De inmediato se resuelve la división de su terreno
y en marzo 1818 el piloto agrimensor Francisco Mesura entrega el plano e
interviene en el sorteo de los 554 solares, 12 quintas y 7 suertes de chacra
que lo componen entre los ya posesionados y los peticionantes de donación que
se obligan a construir en la cesión: la casa, el pozo y el cercado, dentro del
plazo de un año.
Los
primeros edificios, fueron casi en su totalidad ranchos de dos piezas, de
quincho, con techo de paja a dos aguas, piso de tierra y un parral haciendo de
galería. Uno de ellos estaba en el año 1885 en Videla y Sarmiento (propiedad
del carrero Santiago Segura). En igual formato se hace después con pared de
ladrillo, un rancho en Belgrano y Olavarría; a pocos metros de la esquina NE.
con techo de paja, las chapas sobre el mismo y la cocina se agregó después;
propiedad de la familia Azpitia.
1.- Casa de la
familia Azpitia en Belgrano y Olavarría, a pocos metros de la esquina NE. Techo
de paja; las chapas sobre el mismo y la cocina se agregaron después.
2.- Casa de
chacra, con la cocina adosada a la construcción original posteriormente.
Por
último, se hace igual con techo de tejas otro en el año 1827 (circa), en la
esquina de Lavalle y 25 de Mayo (Figura 3)
3.- Lavalle, casi
25 de Mayo.
Ninguna
tenía galería ni cocina. En algunas se prolongaba el alero del lado de las
puertas. Suplía a la cocina una estufa o un cobertizo hecho lejos de la casa. La casa de la figura 2 está construida en una chacra, fue edificada en año
1830. Este tipo de obras, realizadas durante un poco más de cincuenta años en solares
y chacras de Quilmes y del actual partido de Florencio Varela, han sido las
primeras manifestaciones de la arquitectura que luego se estiló en toda la
aldea. Una de las últimas casas hecha en 1885, que estaba en la calle Alem 129
ya tenía galería y cocina.Durante
el gobierno de Rosas se hacen muchas viviendas con techo de azotea con tirantes de
madera dura o troncos de palmera, que toman proporciones mayores que las ya
citadas; las construidas en esquina no tenían ochava, salvo
raras excepciones. Después de techada la casa, los últimos detalles eran poner
las aberturas, hacer los pisos y revocar en bosta el interior y en cal el
exterior.
LOS ALTOS DE ESPECHE
En
el año 1839, Inocencio González Espeche, cordobés, procedió a abrir los
cimientos de una casa de dos pisos en Rivadavia y Mitre, que fue la primera de
"altos" que se construyó en Quilmes (ambas de la figuras 4) Luego fue propiedad de
las señoritas Córdoba. Allí estuvo la panadería Panificadora como se ve en la segunda foto a continuación. (Ver en este Blog
del lunes, 8 de julio de 2019 “Lupercia María Córdova – El Hotel La
Amistad”)
4.- Rivadavia
y Mitre, esquina SO. Propiedad de las señoritas Córdoba.
LA CASONA DE ANDRÉS BARANDA
En
1849, se levanta la residencia del cura párroco Andrés Ramos, esquina NO de Rivadavia y
Sarmiento, frente a la actual plaza San Martín (figura 5); luego adquirida por don
Andrés Baranda, quien la legó a su hija Cruz Baranda de Risso, la cual, a su
vez, la testó a favor de su hija del corazón doña Águeda Nicholson de Barrera y
pasó a un hijo de esta el Dr. Antonio Barrera Nicholson. Era una casona suntuosa
para esa época de estilo neo-renacimiento italiano. Se demolió en 1972 para
levantar el actual edificio (figuras 5 y 6)
5.- La casa
del párroco Ramos, luego de Baranda y finalmente de la familia Barrera
Nicholson.
Superposición de imágenes, la casa de Baranda inserta en la arquitectura actual
de la esquina NO de Rivadavia y Sarmiento (Composición fotográfica de Sergio Gustavo D' Onofrio, marzo 2015)
CASAS CON AZOTEA
Después
de la caída de Rosas, separado el partido de Quilmes del actual Avellaneda
(1852), tomó impulso la edificación. Se hace en 1858, en el suburbio de ese
entonces, una casa con techo de azotea (figura 6) al lado de la más primitiva
(Figura 3). Era el tipo de casa propio de gente pudiente. Allí vivió su larga
vida doña Águeda Ponce de León de Navarro.
6.- Lavalle y 25 de Mayo, esquina SO;
casa de doña Águeda Ponce de León de Navarro. Sin ochava (Foto Alcibíades Rodríguez del libro de Fernando San Martín)
Casa con azotea similar a la de la figura 6, sin
ochava (Foto Domingo Araujo)
Casa similar a la anterior, pero con techo de tejas, en la esquina de San Martín y Colón, propiedad de la familia Bianchetti. Pintura del Sr. Pérez Basualdo. Se derribó 1987. (gentileza Beatriz Bianchetti)
Casa similar a la anterior, pero con techo de tejas, en la esquina de San Martín y Colón, propiedad de la familia Bianchetti. Pintura del Sr. Pérez Basualdo. Se derribó 1987. (gentileza Beatriz Bianchetti)
Entre
los pocos maestros de obra de ese tiempo, el más afamado fue don Santiago
Laurnaga, quien con su socio y primo Santiago Goñi, en 1863, comenzó la construcción de la iglesia y después de un
gran número de edificios comprendidos entre los mejores de ese tiempo.
En todo el partido de Quilmes en 1869, había 1156 edificios, de los cuales 783 entre ranchos y casas de los tipos de las figuras 1 y 2; diez casas de azotea de tres cuerpos; 24 iguales de dos cuerpos; 265 de un cuerpo; y 76 casas de madera.
LA INMIGRACIÓNEn todo el partido de Quilmes en 1869, había 1156 edificios, de los cuales 783 entre ranchos y casas de los tipos de las figuras 1 y 2; diez casas de azotea de tres cuerpos; 24 iguales de dos cuerpos; 265 de un cuerpo; y 76 casas de madera.
Entre 1863 y 1900, la población de origen italiano y español, en su mayoría, adopta
para sus viviendas los estilos de su país de origen. Predominaron: el toscano, dórico,
corintio y renacimiento, aunque interpretados en forma rudimentaria.
A continuación, la
figura 8, presenta en su acera SE de la calle Garibaldi entre Mitre y Sarmiento
un grupo de casas hechas entre el
año 1871 y 1885. En la esquina la casa de electricidad Ponce con un cartel de neumáticos
Firestone y la surtidor de nafta en la vereda (antes la panadería de Tassano)
8.- Casas de
la acera SE de la calle Garibaldi esquina Mitre hacía Sarmiento (Foto 1920)
CASAS QUINTAS
La
población era estable. Pero las familias más pudientes tenían casas para su
residencia tanto en Quilmes como en la Capital Federal. Los malos caminos y
primitivos medios de transportes, hacían preferible permanecer en Quilmes
durante el verano y en la ciudad en invierno; quedando al cuidado de caseros las
viviendas.
Esa costumbre hizo de Quilmes un pueblo de veraneo. Razón por lo que se edificaron aquí muchas casas-quintas; todas de tres cuerpos, distribuidas en forma de H (Figura 9), propiedad de don Domingo Cichero en la esquina SO de Brandsen e Hipólito Yrigoyen. En parte de esa propiedad se fundó la Escuela Nº 9, donde permaneció hasta que se trasladó a su actual sede en Moreno entre Brandsen y Matienzo. La casona contaba con un amplio salón central que unía el frente con los fondos, con una importante claraboya con vidrios de colores que mantenía iluminado el ambiente durante todo el día y en las noches de luna. En torno a este salón estaban las habitaciones. El patio posterior estaba embaldosado y tenía en el centro un aljibe, seguía un amplio parque con senderos, estatuas y una glorieta que daba a las vías del ferrocarril, de manera que los viajantes entre Buenos Aires y La Plata podían contemplar por las tardes a las damas merendando en el cenador entrelazado con plantas trepadoras. [2]
Esa costumbre hizo de Quilmes un pueblo de veraneo. Razón por lo que se edificaron aquí muchas casas-quintas; todas de tres cuerpos, distribuidas en forma de H (Figura 9), propiedad de don Domingo Cichero en la esquina SO de Brandsen e Hipólito Yrigoyen. En parte de esa propiedad se fundó la Escuela Nº 9, donde permaneció hasta que se trasladó a su actual sede en Moreno entre Brandsen y Matienzo. La casona contaba con un amplio salón central que unía el frente con los fondos, con una importante claraboya con vidrios de colores que mantenía iluminado el ambiente durante todo el día y en las noches de luna. En torno a este salón estaban las habitaciones. El patio posterior estaba embaldosado y tenía en el centro un aljibe, seguía un amplio parque con senderos, estatuas y una glorieta que daba a las vías del ferrocarril, de manera que los viajantes entre Buenos Aires y La Plata podían contemplar por las tardes a las damas merendando en el cenador entrelazado con plantas trepadoras. [2]
El
Chateau Parry, según debe haber sido en 1890. Recreación trazada por
el Arq. Daniel Hurrell según descripciones realizadas por don Luis
Otamendi, don Manuel Ales, don Pedro Mergassi y don Armando Agnelli. Aún
en 1960, el compilador de esta página lo conoció, ya en estado ruinoso,
una de las torres había caído y no estaban las rejas ni las puertas. El
pretencioso "castillo" estaba rodeado por una zanja que se comunicaba
con un arroyo cercano, aún existente, para drenar el agua de las
crecientes. Frente a la puerta principal había un ancho puente de madera
que atravesaba dicho foso.
9.- Arriba: casa-quinta de la familia de Domingo Cichero en Hipólito Yrigoyen y Brandsen (vereda oeste) La distribución de esta casona es la del plano arriba presentad. Abajo, residencia tipo quinta de la familia Bryce en la esquina de 12 de Octubre y Andrés Baranda, en La Colonia. En parte del parque lateral que poseía esta casona, se levanta hoy la Escuela Nº 13.
"La Victoria", residencia del Dr. José Antonio Wilde, en la calle 25 de Mayo entre Paz y Pringles (1878) Dibujo del Arq. Daniel Hurrell
Las casas quintas más importantes que tuvo Quilmes - según cuenta don Manuel Ales - fueron "El Dorado" de la familia Dorado, luego de don Carlos Hillner Decoud, actual Escuela Agropecuaria; el "Chateau Parry" de Mr. Parry (Cevallos, Alem, Av. Cervantes y Olavarría);"La Regina" de la familia de Fortunato Cichero, actual Hogar Sanford (Guido, Primera Junta, Pringles y Mozart); "La Atalaya" construida por Horacio Bossi Cásares, luego residencia de verano del presidente José Evaristo Uriburu y más tarde de Antonio Cambaceres, que cambió su nombre por "La Elisa" (Allison Bell, Humberto Primo, Olavarría y Uriburu) actual Hospital de Quilmes.
"La Quintana", fondos de la casa de la familia Agnelli en San Luis y Manuel Quintana, La Colonia (1930) Dibujo del Arq. Daniel Hurrell
INQUILINATOSComo
la tierra poco o nada costaba, la casa ocupaba gran parte del solar (1/4 de
manzana). La distribución no era problema; se hacían numerosas y amplias
habitaciones, anchas galerías y grandes patios. En estas como en las casas de
gente pudiente, siempre se hacía la cochera al fondo, con una planta alta y
unida a ella una letrina. No
había cuarto de baño. Los pisos eran de baldosas. Generalmente era común verlas desocupadas en invierno o alquiladas hasta fines de
noviembre. El automóvil y los buenos caminos modificaron ese uso. El
formato de distribución en L, era común para todas las casas hechas en esquina, con una hilera de piezas a la calle en cada frente, la cocina al final, un
zaguán entre dos piezas comunicadas entre sí y la galería a lo largo de toda
la casa. Las de mitad de cuadra eran en igual formato; edificando todo a lo largo del
frente y una hilera de piezas en la medianera. Algunas casas de esta arquitectura se transformaron en inquilinatos, que el común bautizó "conventillos", por lo general para familias de inmigrantes, llegadas
a Quilmes cuando se produce el incremento industrial y comercial. Aparte
de las casas de negocio, casi todas en las calles Mitre y después Rivadavia,
las de familias adineradas y las casas quintas, el resto de las construcciones
eran, en casi su totalidad, del formato de las casas de las figuras 1, 2 y 7 (casas
de azotea) solo algunas un poco más grandes. Y hasta el año 1885, la casi
totalidad de la edificación del pueblo estaba en los solares comprendidos
entre las avenidas Brandsen, Yrigoyen, Alberdi y parte alta de la Barranca.Hasta 1873, fecha en que el agrimensor Paulino Silva la dividió en manzanas, había
un horno de ladrillos en la quinta entre las calles Brandsen, Libertad, Guido y
Pringles denominado “de la Virgen”,
lugar en el que a profundidad mayor de un metro se halló hace poco la bóveda
de un horno de cuatro metros de diámetro dividido en dos secciones, conteniendo
gran número de huesos de animales y algunos humanos (según versiones, que
también afirman que no era su destino la cocción del ladrillo, sino que allí se
pudo haber quemado la ropa y enseres de enfermos de cólera y luego de fiebre
amarilla según lo había dispuesto el Dr. Wilde en 1868 y en 1871, y que se continuó
usándolo para quemar los desechos que empleados municipales recogían de las
calles del pueblo, pero también para cocción de ladrillos y tejas) Poco
valor tenía la tierra, en 1889, hubo casos de donación de solares a terceros
ajenos a la familia; dueño que los abandonaron y quienes cedieron sus casas en
ocupación gratuita con la sola obligación de pagar el alumbrado y la
contribución directa. No era todavía momento para colocar capital en edificio
para renta, por lo que poco podía construirse. Fue un largo período de lento
progreso. Por obligación del convenio de cesión se hacían cuatro casas en cada
manzana; en muchos solares había dos y tres edificios, hechos en su mayoría
como el de la figura 2, por lo que es de suponer se construían para uso de familias
emparentadas con el dueño del solar.
Entre los años 1880 y 1890, en que el presidente Roca fomentó la inmigración, llegaron al país muchas personas con capital y espíritu de iniciativa. Terminada la donación de los solares, el aumento de la población y del trabajo, dieron valor a la casa-habitación, y a la tierra.
LOTEOSEntre los años 1880 y 1890, en que el presidente Roca fomentó la inmigración, llegaron al país muchas personas con capital y espíritu de iniciativa. Terminada la donación de los solares, el aumento de la población y del trabajo, dieron valor a la casa-habitación, y a la tierra.
En
1890, se comienza a subdividir en lotes las quintas del lado NO de los solares
(hacia Bernal). La iniciativa tuvo poco éxito. Siete años después, aún se podía
cazar al vuelo una perdiz en los lotes de Paso y Brown. En 1900, vuelve a
ponerse en venta lotes en ese lugar, esta vez con mayor éxito.
Hecha
sistema esa forma de enajenación de la tierra a pagarse en largos plazas, fue adquirida por personas de escasos recursos, a las que el alza en los valores del
alquiler, motiva a procurarse casa propia, aunque humildes en su mayoría. Así aumentó notoriamente la población local. Aún, hoy se ven casas con los frentes sin
revoque, esto se debió a que los propietarios de recursos limitados privilegiaban el confort interior relegando la estética del exterior hasta que esto se hizo definitivo.
El éxito alcanzado más tarde en esas ventas, entusiasmó a los grandes propietarios y se hicieron extensivas al resto de los solares como también a las chacras ubicadas al SO del pueblo. [3] Puede afirmarse que desde ese momento comenzó a extenderse el radio de la población, edificándose en forma ininterrumpida. Mucho contribuyó a ese adelanto, la pavimentación de las calles. El número de casas edificadas por año, fue mayor en los terrenos vendidos por mensualidades que las construidas en los solares del antiguo pueblo.
El éxito alcanzado más tarde en esas ventas, entusiasmó a los grandes propietarios y se hicieron extensivas al resto de los solares como también a las chacras ubicadas al SO del pueblo. [3] Puede afirmarse que desde ese momento comenzó a extenderse el radio de la población, edificándose en forma ininterrumpida. Mucho contribuyó a ese adelanto, la pavimentación de las calles. El número de casas edificadas por año, fue mayor en los terrenos vendidos por mensualidades que las construidas en los solares del antiguo pueblo.
Importante loteo de 4 manzanas y 2 medias manzanas en La Colonia, límitando con Bernal. Propiedad de una de las hijas del presidente Julio A. Roca. Las calles aún figuran con los mismos nombres que las del lado este de las vías del ferrocarril. Figura en el folleto la importancia que tenía tener una propiedad cercana al tranvía. Junto a este loteo se observan 6 manzanas que aún no se habían loteado ni abierto sus calles.
La
subdivisión de la tierra, y el progreso alcanzado en el arte de construir, hizo
necesario abolir la vieja forma de distribuir, como también del formato de la
vivienda. En la distribución se crean nuevos loteos y se cambia el trazado de
forma tal que se hace posible tener en poco terreno, todo lo necesario para la
vida cómoda; sin que por ello falte buena aireación, sol y la higiene
que hace posible las obras sanitarias en servicio.
El enriquecimiento rápido, propio del momento, se traduce en edificios confortables. El extranjero, añorando quizás a su patria, habrá querido tener en ésta, la adoptiva, un retazo de su país representado con la casa típica de su, tierra. Sólo lo dicho podría explicar la gran diversidad de estilos de arquitectura que desde 1900, hasta hoy, sin mayor análisis se han realizado en Quilmes. Un cotage inglés, un chalet francés o uno suizo construidos en lotes de 10 varas de ancho, entre dos casas, producen la presión de cosa puesta fuera de su sitio. Cuando esas obras alcanzan regulares proporciones, dado el valor alcanzado hasta hoy por la tierra, no puede una razón financiera justificar el privarlas del mínimo de terreno que exige el estilo elegido.
El enriquecimiento rápido, propio del momento, se traduce en edificios confortables. El extranjero, añorando quizás a su patria, habrá querido tener en ésta, la adoptiva, un retazo de su país representado con la casa típica de su, tierra. Sólo lo dicho podría explicar la gran diversidad de estilos de arquitectura que desde 1900, hasta hoy, sin mayor análisis se han realizado en Quilmes. Un cotage inglés, un chalet francés o uno suizo construidos en lotes de 10 varas de ancho, entre dos casas, producen la presión de cosa puesta fuera de su sitio. Cuando esas obras alcanzan regulares proporciones, dado el valor alcanzado hasta hoy por la tierra, no puede una razón financiera justificar el privarlas del mínimo de terreno que exige el estilo elegido.
Los
elementos de cada lugar, condición de clima, costumbres, riqueza y gusto
artístico de la gente, determinan un conjunto de materiales y formas, bien
definidos, por responder cada detalle a una función necesaria. Eso es lo que a
todos conviene y todos usan. El tiempo lo hace estilo del lugar. Cada país o pueblo
lo tiene, Quilmes no. Se da la exagerada pendiente que conocemos del techo
suizo para que resbale la nieve, y no para que sea bonito. Si la pendiente
fuera menor, se detiene la nieve y lo hunde. ¡Aquí no cae nieve, pero se hace
techo suizo!
10.- Casa pintoresquista de Belgrano 631
11.- Arriba casas pintoresquistas. Abajo, del mismo estilo, la actual Cultural Inglesa, Alsina y Alvear (Fotos Arq. Marta Oliva)
11.- Casa pintoresquista que fuera de la historiadora Palmira Sagrario Bollo Cabrios (Fotos Arq. Marta Oliva)
PINTORESQUISMO
Hacia 1880 nuestro país inicia un período
de crecimiento y transformación a partir del modelo agroexportador, al que se
conoció como la generación del 80. Si bien la aristocracia porteño de fines de
siglo XIX toma como modelo la cultura francesa, la influencia británica también
fue muy importante en nuestro país y desempeñó un papel fundamental en el
desarrollo argentino. El término “pintoresquista” se aplicó primero a la
arquitectura de jardines y luego a las casas de campo, donde la relación
arquitectura-naturaleza es muy fuerte, entendida en términos de paisaje. El
pintoresquismo invita a habitar fuera de la ciudad y en contacto con la
naturaleza, el campo, las playas, las sierras o los suburbios. Este repertorio
fue introducido por los ingleses que llegaban a nuestro país ¡unto con el
ferrocarril. Estas viviendas aisladas o gemelas siempre están rodeadas de
jardines, con cubiertas inclinadas de chapa ondulada o tejas francesas, con
grandes chimeneas y la utilización de bay windows acompañados por una marcada
ruptura de la simetría. (Arq. Marta Oliva)
De
los muchos estilos aplicados en Quilmes, unos fueron más, y otros menos usados.
El Luis XV, que despertó gran entusiasmo, decayó al poco tiempo de aplicarse.
Igual fin ha tenido el art-nouveau. En cambio, el bungalow inglés, y el chalet
francés, (figuras 10 y 11), son los estilos más usados hasta hoy, aunque no
siempre interpretados en forma acertada.
La paralización de capitales que a consecuencia de la guerra se produjo durante una década, aquí aminoró en forma tan extremada el adelanto de la edificación, que obligó a muchos contratistas de obras a cambiar de oficio.
LA TONEZZA La paralización de capitales que a consecuencia de la guerra se produjo durante una década, aquí aminoró en forma tan extremada el adelanto de la edificación, que obligó a muchos contratistas de obras a cambiar de oficio.
Y Quilmes
tuvo en 1921, una casa de tres pisos, “La Tonezza”, un diminuto rascacielos para
la antigua aldea, aun ubicado en la calle S. Martín entre Olavarría y
Garibaldi, constuida por Luis Boscato.
12.- La
Tonezza primera casa de tres plantas. 1921 (Foto Néstor Arias)
MODERNISMO
La
post guerra, impuso un problema en arquitectura, el mayor aprovechamiento del
espacio, y la disminución del costo de obra. De su solución surgió un nuevo
estilo usado en Rusia y Alemania. Del mismo se han construido ya varias casas
en Quilmes. Esos edificios con grandes ventanales, amplios balcones y terrazas
a la calle, que les dan un algo de aspecto de barco, permiten al ocupante
aprovechar del ambiente interior como del exterior. Pero la monotonía
resultante de la repetición de sus invariables motivos, que responden al
principio igualitario, puede motivar su decadencia pasado el interés de
novedad, si a tiempo no se le diera algún toque de arte.
Muy
usado fue el denominado estilo moderno o futurista; no bien definido, pero el
cual permite a cualquier albañil, sentirse artista. Lo más difícil en arquitectura
es el crear estilo. No siempre resulta arte, por consiguiente, la revelación
del genio improvisado. Algunas creaciones de ése carácter que por largos años estarán
en la fachada de muchas casas de Quilmes, cuando e1 estilo, si subsiste, haya
llegado a la pureza y definición de sus formas, podremos apreciar si es arte o
no lo es.
13.- Vista panorámica de Quilmes hacia el SO. En el fondo se ven las chimeneas de la Cervecería Quilmes.
Los
datos estadísticos proporcionados por la Municipalidad y que a continuación se
detallan, del movimiento de la edificación en éste partido, demuestran, qué a
pesar de la incertidumbre del ambiente, consecuencia en parte, de la crisis
mundial producida por la Segunda Guerra, Quilmes ha progresado en forma
ascendente. Movimiento de edificación hasta la mitad del siglo XX.
14.- Casa de la calle L. N. Alem N° 279, proyecto del Ing. Juan Pollak, constructores Broeders y Braga. |
14 bis.- Casa de la calle
Alvear N°653 esq. Alem, proyecto del arquitecto, Germán Zundt, constructor Cairoli
Hnos. Casa de la calle Alem 303, proyecto del arquitecto N. Álvarez, constructor Mateo Dessio;
Alem N° 323, proyecto de los señores Carlos y Edmundo Homps, constructor
Alfredo Fossati.
Año
|
Obras
hechas
|
M2. de SUp. cubierta
|
Valor aproximado
|
1932
|
599
|
48,061
|
3.780.448
|
1933
|
586
|
46.615
|
2.941.595
|
1934
|
622
|
52.135
|
3.502.990
|
15.- Casa Torre-Otamendi. en la esquina de Rivadavia y Paz, proyecto del arquitecto German Zundt, constructores Cairoli Hnos. Propiedad del Dr. Emilio Torre y su esposa Ernestina Otamendi. Hoy allí hay un centro comercial.
16. En la foto superior detrás de la residencia Torre-Otamendi se levanta la casa de la familia de Francisco Labourt, Rivadavia 430, proyecto del ingeniero Ricardo A. González, constructor Alfredo Fossati.
A
pesar de que la ciudad de Quilmes, como todos los pueblos antiguos adelantó
con mayor dificultad que los de creación posterior, debido a los edificios viejos
que persistieron, la vista panorámica tomada de su lado SO, desde la plaza
principal puede dar idea de la extensión ya alcanzada por su edificación
(Figura 13). Otras vistas (figuras 14, 15, 16 y 17) tomadas de algunas calles céntricas,
pueden demostrar el cambio que se ha operado desde los primeros edificios que
hicieron estilo en el pueblo de los Quilmes, hasta los más modernos --- de la
hoy ciudad — en los que se interpretan estilos y se aplican materiales, de lo
más perfeccionado hoy en el arte de construir.
17.- Casa
Deyá (vereda derecha), proyecto y administración por Marcelo Traversi, San Martín 601 al 629 y
Rivadavia, proyecto del arquitecto M. Siquier (h), constructores Trovato
Hnos. Banco de Avellaneda, proyecto de modificación y administración! por el
Ingeniero Oscar Fattorini
ARQUITECTURA DOMÉSTICA
A
partir de 1914, con el estallido de la 1ª Guerra Mundial, se interrumpe la
importación y comienza un crecimiento importante de la industria nacional. Esto
permitió b consolidación de la clase media argentina conformada por
comerciantes y empresarios de la incipiente industria local, en su mayoría
descendientes de la primera gran inmigración europea. Mientras la aristocracia
seguía inspirándose en modelos académicos, esta clase media construía sus
viviendas en los suburbios tomando como modelo la arquitectura doméstica de las
distintas regiones de Europa, principalmente la anglonormanda, a la que
conocemos como “corriente” o “estilo pintoresquista”. Si bien en un principio
la corriente pintoresquista, además del estilo Inglés y el Normando, incluyó el
Tudor, el Jacobean, el Elizabethan y el Georgian, pronto se sumaron también a
este repertorio el Vasco, el Californiano, el Mediterráneo y finalmente el
Neocolonial. Cabe aclarar que la mayoría de estas obras carece de una pureza
estilística. (Arq. Marta Oliva)
CRÉDITOS BEMBERG
En 1917, la empresa Bemberg, procurando que los trabajadores
calificados que no residían en Quilmes establecieran domicilio en el lugar, por
la convicción empresarial de que el trabajador debe vivir próximo a su lugar de
trabajo, lanzó una línea de créditos hipotecarios para la adquisición de
terrenos en la flamante ciudad (el año anterior Quilmes había sido declarada
Ciudad) y levantar vivienda. Simultáneamente se generalizaron los loteos en las zonas sur, suroeste y oeste; barrios Villa Margarita, La Colonia, y barrio Los Hornos, (hoy Bernal Oeste) Muchos trabajadores que viajaban cotidianamente
desde la Capital Federal y desde La Plata tomaron esos créditos y se construyeron
varias casas con un estilo conocido como “colonial inglés”. A partir de 1923 comienza la construcción de la Villa Argentina con el mismo objetivo que los créditos (Chalo Agnelli)
Casa Agnelli-Llopart, en la esquina SO de Lavalle y Matienzo, estilo colonial inglés del plan de créditos Bemberg, levantada en 1919.
Villa Argentina (circa 1949, foto Ítalo Nonna)
LAS EMPRESAS CONSTRUCTORAS El
acertado sistema de construcciones con que don Victorio Cairoli, contribuyó en
tiempos pasados al mejoramiento de la edificación
local, hizo escuela en sus
hijos, Martín Y Luis Cairoli,
quienes en común esfuerzo se dedicaron durante muchos años al ramo de la edificación,
en el que obtuvieron renovados éxitos. La firma Cairoli Hnos. Brandsen 555, fue una empresa
que cimentó su prestigio con la base de una bien probada capacidad en el
doble aspecto técnico y financiero que interesó al desarrollo de sus
actividades. La mansión lujosa, donde al confort de sus ambientes interiores
viene sumado el valor arquitectónico de las líneas externas en moderno concepto,
ha encontrado en esta empresa, a uno de los mejores realizadores de obras
proyectadas por arquitectos, como
Esquina de las calles Pringles y Videla |
Casa de la Calle 9 de Julio 510, Bernal |
bien lo prueba, entre otras la residencia del
señor Hermann Keller, ubicada en la intersección de las calles Pringles y
Videla.
Como adaptación de las exigencias de la época, también la empresa Cairoli Hnos. se dedicó a la realización de construcciones económicas, en las cuales se sacrifican los lujos, pero en ningún caso el confort interno ni la proporcionada estética del frente moderno, como la propiedad de Alfonso Rotonda, sita en 9 de Julio Nº 510, Bernal, una construcción proyectada en el tipo económico. Algunas otras empresas constructoras destacadas fueron L. Jeanneret & Hijos, contratista de trasnporte, excavaciones y afines, 9 de Julio 58, Quilmes; Arturo Rumhor, contratista, techos detejas y galpones de zinc, 25 de Mayo 24, Quilmes; Ernesto J. Debattisti & Hijos, Maestro Mayor de Obras, Pringles 867, Quilmes.
Como adaptación de las exigencias de la época, también la empresa Cairoli Hnos. se dedicó a la realización de construcciones económicas, en las cuales se sacrifican los lujos, pero en ningún caso el confort interno ni la proporcionada estética del frente moderno, como la propiedad de Alfonso Rotonda, sita en 9 de Julio Nº 510, Bernal, una construcción proyectada en el tipo económico. Algunas otras empresas constructoras destacadas fueron L. Jeanneret & Hijos, contratista de trasnporte, excavaciones y afines, 9 de Julio 58, Quilmes; Arturo Rumhor, contratista, techos detejas y galpones de zinc, 25 de Mayo 24, Quilmes; Ernesto J. Debattisti & Hijos, Maestro Mayor de Obras, Pringles 867, Quilmes.
En el barrio La
Colonia las empresas de Felipe de Armas y Zito Hnos, Primero de Mayo 314. realizaron numerosas casas de ese tipo.
LA
CONSTRUCCIÓNDespués de 1935, como se vio anteriormente,
muchos fueron las subdivisiones de tierras y parcelamientos que se hicieron enLa Colonia y sus alrededores. Aparecieron numerosas empresas
constructoras, contratistas, albañiles, yeseros, carpinteros, techistas, peones
de obra, etc.
El 21 de octubre de 1934, se formó la Sociedad de Ingenieros,
Arquitectos y Constructores de Obras y Anexos del Partido de Quilmes. Fue su
presidente el ingeniero austrohúngaro Juan Pollak (hoy una calle de Quilmes
lleva su nombre) acompañado por los constructores Alfredo Fosatti y el
multifacético Marcelo Traversi. Así se puso la base para la creación del gremio
de la construcción. En los primeros años se reunían en la Unión de Obreros Cerveceros.
El 11 de mayo de 1953, la
Unión Obrera dela Construcción inauguró en la esquian de las calles Entre Ríos y Bernardo de Irigoyen la sede propia.
Asistieron 150 personas, entre ellas, el secretario general de la UOCRA Julio Meizner,
el diputado nacional Juan Carlos García, el secretario adjunto de la CGT de Quilmes, Juan José
Cánova, el diputado provincial peronista Luis Ángel Barba, etc. En el acto se
rindió homenaje a Eva Perón y al Gral. Perón.
Compilación y
compaginación Prof. Chalo Agnelli
FUENTES
Periódico "La Verdad", número extraordinario 1937.
Oliva, Marta y Renison, Brian. Patrimonio Histórico y Cultural de Quilmes.
Periódico "La Verdad", número extraordinario 1937.
Oliva, Marta y Renison, Brian. Patrimonio Histórico y Cultural de Quilmes.
Parte
del material gráfico que ilustra esta nota perteneció al autor de la misma.
Otras son del director de EL QUILMERO
NOTAS
NOTAS
[1] Ver
en EL QUILMERO del lunes, 5 de abril de 2010, VIVIENDAS
QUILMEÑAS DE AYER
lunes, 28 de julio de 2014, HISTORIA DE LA ARQUITECTURA EN QUILMES – VIVIENDAS UNIFAMILIARES
viernes, 7 de febrero de 2014, LA PRIMERA CASA DE ALTOS DE QUILMES
lunes, 28 de julio de 2014, HISTORIA DE LA ARQUITECTURA EN QUILMES – VIVIENDAS UNIFAMILIARES
viernes, 7 de febrero de 2014, LA PRIMERA CASA DE ALTOS DE QUILMES
sábado,
2 de octubre de 2010, CASAS CON HISTORIA 1 - EL TALA, LA
QUILLOTA, REUTEN (COLABORACIÓN)
lunes,
4 de octubre de 2010, CASAS CON HISTORIA 2" - "El
Castillo"... ¿Brujería o Magia? - La Casa Thenée
miércoles,
6 de octubre de 2010, CASAS CON HISTORIA 3 - La Fonda de Festa
viernes, 8 de octubre de 2010, CASAS CON HISTORIA 4 - La Casona del Círculo
sábado, 9 de octubre de 2010, CASAS CON HISTORIA 5 - MELVILLE SEWELL BAGLEY
viernes, 8 de octubre de 2010, CASAS CON HISTORIA 4 - La Casona del Círculo
sábado, 9 de octubre de 2010, CASAS CON HISTORIA 5 - MELVILLE SEWELL BAGLEY
CASAS
CON HISTORIA 6 - EL DORADO (COLABORACIÓN)
lunes, 11 de octubre de 2010, CASAS CON HISTORIA - LOS ALTOS DE QUILMES (COLABORACIÓN)
lunes, 11 de octubre de 2010, CASAS CON HISTORIA - LOS ALTOS DE QUILMES (COLABORACIÓN)
[2] Datos obtenidos de charlas con doña Filomena María de Baunelle-Martel de Yori (Quilmes, 1881 - 1962)
[3] Una de las primeas chacras que se subdividieron en manzanas y lotes
4 comentarios:
excelente,gracias,buen trabajo !
Escribe Beatriz Bianchetti: Estuve viendo en El Quilmero la nota de arquitectura y está la casa de mi infancia, la última donde hablan de casas con azotea, es una esquina Debajo dice “Casa con azotea similar...”, pero no tuvo azotea, estoy segura que es la casa de San Martín y Colón donde me crié, San Martín 395 esquina Colón. El techo era de tejas francesas. Escribí sobre ella en 1987, fue publicado en la revista “Uno mismo” y el profesor Pérez Basualdo me regaló un cuadro, que sacó de una vieja foto. Cuando llevé el cuadro a enmarcarlo a lo de Copes, éste (el padre) me contó que había pasado por la calle Colón cuando la estaban demoliendo y debajo de las baldosas de la segunda habitación (donde yo dormía) encontraron dos cadáveres quemados, posiblemente de la época del cólera o de la fiebre amarilla. Los médicos de la clínica que se encuentra enfrente (a los que llamaron) dijeron que parecían de un niño y un hombre. Si no hubiera tenido ese cuadro nunca hubiera conocido esta historia. Beatriz.
Escribe Beatriz Bianchetti: La casa de mi infancia. En mil novecientos ochenta y siete leí una convocatoria de la revista Uno Mismo, en una sección llamada: Dejarnos oír, donde solicitaban “historias que revelaran momentos de la vida cotidiana en los que uno hubiera alcanzado una comprensión más profunda de sí y/o de las personas y el mundo que nos rodean, experiencias vitales, instantes plenos del darse cuenta”. La casa de mi infancia había sido demolida por esa época y me obsesionaba. Soñaba que volvía a ella. Trataba, en mis sueños, de arreglarla. Le ponía muebles, quería volverla habitable.
Escribí enseguida sobre esa casa, como si me lo dictaran. Lo había ya organizado mentalmente.
Envié la copia a la redacción y fue aceptada. Me pidieron una foto de la casa, para dar mayor fuerza al relato. Salió en el número cuarenta y siete, de mayo de ese año. Le pusieron de título: Mi casa-vida.
No soñé más con esa casa.
Mi artículo terminaba así: “Me gustaría poder adquirir alguno de los cuadros que inspiró a uno que otro pintor local, y verlo en mi hogar como protegiendo mi vida y mi familia” El profesor Pérez Basualdo, que leyó mi nota, tuvo la gentileza de pintar un cuadro de Mi casa-vida y dedicármelo. Su dedicatoria es tan bella como el cuadro, que hoy preside mi hogar, y quiero compartirla:
“De cierto os digo que si no os volviereis y fuereis como niños, no entrareis en el reino de los cielos” Mat.18.3
Tal vez señora, este cuadro no protegerá su vida y su familia, como Ud. esperaba. Pero le traerá un recuerdo. Estoy seguro.
Un recuerdo del tiempo que nunca se precipitaba. Un tiempo larguísimo de orden y pausa como es el extenso tiempo de los niños. Un recuerdo de la época en que las horas sobraban para todo. Para cuidar el rosal. Para disfrutar del sol y de la niebla y los días de lluvia y quebrar la escarcha.
Y el tiempo de morirse de miedo por las noches. Ese miedo que era miedo pero sin embargo atraía con su misterio, porque era el miedo de la imaginación, el miedo de lo inmenso. Era introducirse en un mundo al que los grandes no podían acceder.
Un recuerdo señora, de cuando iba colgada del pulso de su padre. Del perfume a jazmín y las luciérnagas. Y tantas otras vivencias infantiles que sólo se repiten cuando le damos libre audiencia a los recuerdos.
Ojalá que este cuadro la retorne a la infancia.Respetuosamente Pérez Basualdo
Los propietarios eran los miembros de la familia Bonomi, la familia Bianchetti vivió allí porque mi abuelo había sido el jardinero, mi tío el chófer y mi padre y también mi tía fueron sus cobradores.
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