miércoles, 21 de julio de 2010

FRANCISCO MESURA, EL PILOTO AGRIMENSOR

Hay personalidades de la historia local que se mencionan como al pasar, tan sólo para dar a conocer hechos de trascendencia que ponen en segundo plano, o más atrás, al nombrado, que hace de punta de lanza. Son únicamente nombres.
Francisco Mesura es uno de ellos y lo sacaremos de su escueto capítulo para mostrarlo en la dimensión histórica que para el desarrollo de muchos pueblos de la provincia de Buenos Aires tuvo su trabajo. 
Fue uno de los “más grandes” comerciantes del sur de la campaña, junto con Juan Blanco y Francisco Lamadrid, los tres asentados en el pueblo de Chascomús. Mesura aparece registrado en los padrones de población de 1815 como piloto agrimensor de provincia y comercio, español, rondaba los 35 años y estaba casado con Ermenegilda Mansilla, de unos 27 años, oriunda de Buenos Aires.[1] 
Prestó servicios para el Departamento Topográfico. Realizó la primera medición de Quilmes en 1818, según lo establecía el decreto del 14 de agosto de 1812, que declaró libre a la Reducción. Trazó un plano del pueblo tomando como centro y eje, del cual partirían las líneas que formarían el diagrama rectangular, la antigua iglesia de los quilmes, ubicada, aproximadamente en el mismo sitio donde hoy se levanta la Catedral. Empleó la longitud en varas de calles, chacras y manzanas. Este trazado con unas pequeñas variaciones realizadas en 1840 por Juan Eusebio Otamendi prevalece hasta hoy en día en Quilmes.
Su plano permitió formar  la primera comisión para el reparto de tierras por el comisionado Felipe Robles y el alcalde de hermandad Manuel Franco.
En 1810 había acompañado como técnico la expedición de Pedro Andrés García a las Salinas Grandes.
Se le encomendó realizar mediciones en la antigua estancia de Zamora, como de las tierras dadas en merced a Felipe Robles y al general Juan José Viamonte como a legua y media del pueblo de San Vicente, donde fundó estancia que dará el nombre de “La Martiniana”.
Por resolución del Cabildo de Buenos Aires, el 6 de febrero de 1811 realizó el plano de distribución de la propiedad raíz del Riachuelo o Río Chuelo, error de nombre que luego incluyó Alfredo Taullard en su obra “Los planos más antiguos de Buenos Aires,” en el que dice Río Achuelo de Barracas. 
El 19 de abril de 1820 mensuró un campo, a orillas del río Salado y sobre las barrancas de las lagunas Encadenadas, dado de merced a Benito Lynch por decreto del 24 de diciembre. El 14 de noviembre de ese mismo año, realizó la mensura de las tierras de Temporalidades, “dado por moderada composición” a don Francisco Alvarez Márquez, por decreto del 16 de octubre de 1820 (Libro 1 de Mensuras Antiguas), luego pueblo de Francisco Alvarez, la propiedad más extensa e importante del Partido de Moreno. 
En 1821 realizó la misma tarea en las mercedes concedidas al canónigo Santiago Figueredo. Ese mismo año fue designado por el gobernador Martín Rodríguez para dirigir el reparto e chacras en las Lomas de Zamora, trabajo que no concluyó y fue sustituido por Magín Roca. 
En Octubre de 1826 fue comisionado para medir un campo que se entregaría en enfiteusis a Antonio Viera próximo a la actual localidad de Bragado. Entre 1825 y 1829 realiza mediciones en la actual Chivilcoy.
 En 1832, tuvo a su cargo trazar los planos del Fuerte de San Serapio Mártir del Arroyo Azul, originalmente llamado Federación mandado a construir por decretó del gobernador Viamonte, en la nueva línea de frontera en el arroyo Azul y campos fronterizos del Estado. Lo emplazó, rodeado por un foso, en un ejido que formaba un cuadrado de ocho leguas de largo, en el lugar que hoy ocupa la Plaza San Martín de la ciudad de Azul.
Como se ve la magnitud del trabajo realizado por Francisco Mesura y su trascendencia para el desarrollo de pueblo y ciudades de la provincia de Buenos Aires es extraordinaria. 
Estos trabajos le significaban largos y agotadores viajes por territorios sin caminos, anegadizos e intransitables de cardales, con escasos pobladores, salvo algunas tolderías de indios nómades que no siempre eran hospitalarios; debía pernoctar a la intemperie, en el medio de la pampa o aguardar que merme la canícula bajo algún ombú.
 Durante poco más de 30 años desplegó su actividad y adquirió gran prestigio por sus planos cartográficos, su labor de agrimensura y por una serie de observaciones de latitud y longitud de diversos puntos de la provincia que fueron de gran utilidad para estudios posteriores y delimitación de propiedades hasta fines del siglo XIX.

Investigación Chalo Agnelli
1980 - 2010
REFERENCIAS

[1] Rosas Principi, Andrea. El comercio de mostrador en la campaña de Buenos Aires a principios del siglo XIX: los agentes sociales y sus giros * Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani” Red de Estudios Rurales - Programa de Estudios Rurales. 27/8/2004
www.filo.uba.ar/contenidos/investigacion/institutos/.../rosas.doc



1 comentario:

Anónimo dijo...

5Se ocupó de hacer la mensura de todos los campos del partido de San Vicente(Monte, Ranchos,)