Chalo Agnelli/2009
En 2015, se celebró el Centenario de la creación del Balneario de la Ribera de Quilmes. En su homenaje repetimos esta página publicada en 2010.
ANTONIETTA
Como tantos otros que dio nuestra Ribera, Antonietta fue personaje popular del Balneario de Quilmes entre 1916 y 1926.Lorenzo Antonietta, era un inmigrante italiano, de Torino, había llegado al país en el año 1910 con el Centenario, animado del propósito de hacerse rico con sus brazos y su sudor, como tantos inmigrantes que eligieron nuestra patria como un proyecto de dignidad humana.
Después de trabajar en la Compañía Alemana de Electricidad, logró juntar unos pesos y se estableció en 1916 - el otro Centenario - con un restaurante en la playa de Quilmes. Decir restaurante parece un poco exagerado, era una casa de comidas, fonda, parador para los turistas que llegaban a solazarse en nuestras playas.
Fue el primero que se instaló, cuando el balneario aún estaba en ciernes. La fama de Antonietta, como especialista en determinados manjares de la cocina italiana, se extendió al vecindario de todo Quilmes; algunas vecinas de “pro” cuando tenían una cena enviaban a sus mucamas a encargarle a Antonietta platos de gourmet.
Ya hecha la concesión a la firma Fiorito Hnos., Antonietta pasó a establecerse con su negocio, a poca distancia de la Rambla, para brindar más comodidades a los visitantes veraniegos.
El restaurante de Antonietta, con sus refugios de sombra, glicinas y santaritas y su bosque de sauces, criollos y de los otros, era uno de los más concurridos. Las mesas se reservaban con dos semanas de anticipación. Nadie como él sabía preparar la mayonesa o los tallarines, la polenta agli ucelletti, el ragú, stufato con papate, cappone a lesso ...
Sonriente e infatigable, estaba en todos los detalles de la actividad gastronómica.
Además del restaurante, atendía el Recreo del Anglo-Argentino y era administrador del monte de los Fiorito.
Sentía predilección por los periodistas, que lo ayudaban a popularizar su casa de comercio a cambio de un abundoso plato de vermicelli.
Jóvenes en el paseo tradicional a la Ribera junto a la rotonda 1940
Pero, en Quilmes lo distinguían con su amistad las autoridades y las familias. Entre sus mejores clientes estaban el ingeniero Pedriali y su esposa, mister Cooper, subgerente del Anglo-Argentino, el ingeniero Marengo, el doctor Eduardo Sarmiento, el doctor Osorio, los diputados Perrando, Salas, Fonrouge, el coronel Armesto, el Dr. Rodolfo López con sus correligionarios, el Dr. Levanti con los suyos, el Dr. Iriarte en otra mesa mirando de reojo a López y el Dr. Torre y su esposa doña Ernestina con su numerosa y variopinta parentela – él tenía 9 hermanos y ella otros 9 - los intendentes y comisarios de Quilmes y hasta el padre Bruzzone solía visitarlo.
Con todo, Antonietta no logró enriquecerse, aunque dejó un hogar sostenido por su ejemplo de hombre trabajador.
A su muerte «La Razón» publicó las siguientes líneas sobre Lorenzo Antonietta: “… ejemplo de laboriosidad, honesto como pocos, y de un sincero cariño por Quilmes y su magnífica playa. Con la muerte de Antonietta desaparece una figura popular de Quilmes, que era también muy apreciada por el personal de la empresa Anglo Argentina de Tranvías.”
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