La sociedad la integraban Carlos y Roberto Sepp, ambos de origen alemán.
Ocupaba un espacio construido de 26.795 metros cuadrados.
En 1916 cambió su nombre por Primera Maltería Argentina. S.A. y con una nueva infraestructura abre en 1918, para el procesamiento de la cebada malteada. Esta empresa llegó a ser la más importante de su tipo en Sud América. Poseía 179 silos, de los cuales 94 para cebada y el resto para malta.
En 1916 cambió su nombre por Primera Maltería Argentina. S.A. y con una nueva infraestructura abre en 1918, para el procesamiento de la cebada malteada. Esta empresa llegó a ser la más importante de su tipo en Sud América. Poseía 179 silos, de los cuales 94 para cebada y el resto para malta.
Hacia 1960, la Maltería contaba, aproximadamente, con 600 trabajadores.
En la actual Berazategui, ese mismo año se instala un establecimiento productor de carnes saladas a orillas del arroyo Giménez, bajo el nombre, England Scott Canning Company Limited.
En 1894, en el Barrio San Francisco, se funda la industria de Tomás Liberti, productora de cestos de paja para botellas y damajuanas.
En 1907 se crea el Banco Popular de Quilmes que favorece y estimula las inversiones; del mismo modo sucede cuando en 1910 se instala en Quilmes la primera sucursal del Banco Provincia.
Desde poco antes de 1920 la población en Quilmes creció notablemente por la cantidad de industrias que se afincaron en la zona, además de la Cervecería Quilmes se sumaron: Papelería Argentina (1904); la Cartuchería Orbea S.A.(1906); la fábrica de dulces Brougham; Compañía de Fósforos; fábrica de Aguas Gaseosas Sucesión Elissalt; La empresa de Específicos Medicinales Williams; La Cristalería “La Estrella; S.A. Tranvías Eléctricos y Balneario Quilmes de Fiorito Hnos.; La compañía Máquinas de Coser “Singer”; de Aguas Gaseosas Vezzulla de Bernal; de Medias de Scavuzzo Hnos.; de Mosaicos de H. Dallasta; de fideos de J. Marenzi; fábrica de sombreros “El Sombrerero” (Rivadavia 265); de tejidos de Z. Salomón (luego Bernalesa, 1935); empresa de Obras Sanitarias de Gerardo Van Kooten; en Ezpeleta las industrias de vidrios “La Constancia” y “El Progreso”; la matricería “Girón S.A.”; etc, etc... Y con ellas el comercio adquirió una relevancia inusitada.”[1]
Para entender el auge poblacional que transformó el barrio La Colonia, a partir de 1920 hasta 1960, es necesario mencionar los grandes cambios sociales, económicos y culturales que se produjeron en el país.
Desde poco antes de 1920 la población en Quilmes creció notablemente por la cantidad de industrias que se afincaron en la zona, además de la Cervecería Quilmes se sumaron: Papelería Argentina (1904); la Cartuchería Orbea S.A.(1906); la fábrica de dulces Brougham; Compañía de Fósforos; fábrica de Aguas Gaseosas Sucesión Elissalt; La empresa de Específicos Medicinales Williams; La Cristalería “La Estrella; S.A. Tranvías Eléctricos y Balneario Quilmes de Fiorito Hnos.; La compañía Máquinas de Coser “Singer”; de Aguas Gaseosas Vezzulla de Bernal; de Medias de Scavuzzo Hnos.; de Mosaicos de H. Dallasta; de fideos de J. Marenzi; fábrica de sombreros “El Sombrerero” (Rivadavia 265); de tejidos de Z. Salomón (luego Bernalesa, 1935); empresa de Obras Sanitarias de Gerardo Van Kooten; en Ezpeleta las industrias de vidrios “La Constancia” y “El Progreso”; la matricería “Girón S.A.”; etc, etc... Y con ellas el comercio adquirió una relevancia inusitada.”[1]
Para entender el auge poblacional que transformó el barrio La Colonia, a partir de 1920 hasta 1960, es necesario mencionar los grandes cambios sociales, económicos y culturales que se produjeron en el país.
En 1882, en el país no había fábrica de frascos y la importación era difícil. Advertido el empresario León Rigolleau remedia en parte la carencia comprando todas las existencias, galpones, máquinas y útiles de la fábrica de envases “La Nacional” de Capital Federal, que no funcionaba y la pone nuevamente en marcha.
Gastón Fourvel Rigolleau, sobrino del fundador, se incorpora a la firma y, tres años más tarde, contrata artesanos vidrieros de Francia y Bélgica.
Los Rigolleau compran 270.000 m2 de terreno, a José Clemente Berazategui y a la familia Aldasoro. Y en 1906 se instala en la localidad quilmeña de Berazategui la planta de Cristalerías Rigolleau.
Los terrenos se fueron cubriéndo de edificios, galpones y chimeneas. Berazategui y Rigolleau crecieron juntos.
En un principio, la empresa procuró el abastecimiento y aprovisionamiento propio; y con el correr de los años propició una importante industria menor subsidiaria en los rubros de matricería, fundición, tornería, grabado, etc., multiplicándose las fuentes de trabajo y la población del pueblo.
Fábrica y trabajadores juntos lograron el desarrollo de la “Ciudad del Vidrio”, mote que tomó esa localidad e ingresó en la historia del progreso argentino.
En 1891, Natalio Pini y Cía. adquiere la patente y fondo de comercio de la firma Giussani y Cía e instala en la calle Nicolás Videla entre San Martín e Hipólito Irigoyen, vereda norte, propiedad que había sido de Carlos Giussani, la fabrica de gaseosas y deposito de cerveza “El Pino”. [4]
BIBLIOGRAFÍA
[1] Agnelli, Chalo. “Maestros y Escuelas de Quilmes”. Ed. Jarmat. 2004. Quilmes Pág.
[2] Agnelli Chalo. “Migraciones”
[3] Reboratti, Carlos Eduardo. “El país de los argentinos” 168 Primera Historia Integral 40. CEAL. Pág. 229. Bs.As. junio de 1980 y Levoratti, Jorge H. “Reseña histórica de la industria quilmeña (1810-1935) Apuntes de la Junta. Lomas. 1987
[4] “Quilmes a través de los años” Pag. 255.
"Cuadernos de identidad I" se obtiene en las Librerías quilmeñas: "Ramos", Mitre 531, "El Monje" Alsina 285 y "El Alejado" Mitre 741. En Bernal en la sucursal de la librería "Ramos" que se halla en la Biblioteca Mariano Moreno
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