TRABAJOS DE PRESERVACIÓN EN EL PATRIMONIO HISTÓRICO DE LA NECRÓPOLIS DE EZPELETA.
Documentación y argumentación Chalo Agnelli
En ocasión de realizarse la 8º Jornada Histórica Fotográfica en Quilmes el 12 de septiembre de 2009 que organiza todos los años el Prof. Fernando San Martín, presenté la investigación: “Recorrido final - características del cementerio de Quilmes, túmulos y monumentos arquitectónicos. Bosquejo para un estudio arquitectónico del cementerio de Ezpeleta”. Por cierto que un título bastante extenso, pero el valor del patrimonio histórico de esa necrópolis lo amerita.
El trabajo se ilustra con fotografías proyectadas en un “power point” elaborado con cerca de 100 fotografías, tomadas durante más de media docena de visitas al camposanto; más el tiempo de documentación y compaginación. Empresa iniciada en setiembre de 2007.
Digo en el prólogo: “La riqueza arquitectónica y artística de los monumentos fúnebres: bóvedas o mausoleos, en sus elaboradas puertas, vitrales, esculturas alegóricas y las historias que recrean; así como los hitos como lápidas, monolitos, columnas truncas, obeliscos, etc., que recuerdan a figuras, personalidades y hombres de significativa trayectoria, son documentos historiográficos que recrean y completan cualquier investigación histórico-social […] Se intenta recoger un elemento de historia social para dejar un documento que prevalezca ante la picota del progreso […] Recorrer el cementerio de Quilmes es recuperar su historia, transcurrida con trazos precisos y otros desprolijos por los hombres y mujeres que allí yacen y con sus monumentos fúnebres nos recuerdan su existencia, sus tributos a la vida y sus deudas sin saldar, todo en monástico silencio y recogido respeto.”
Precisamente, en las sucesivas visitas descubrí el vandalismo, el abandono y la desidia que se había ensañado con algunos de los monumentos fúnebres que traducen nuestra historia social. Divulgué ampliamente este nuevo ataque a nuestro patrimonio cultural; denuncias que PERSPECTIVA SUR acompañó e hizo eco.
Cinco eran los monumentos fúnebres más deteriorados y en estado de abandono y digo eran pues hubo algunos cambios.
El del profesor José Sosa del Valle, una figura consular de nuestra historia local, director fundador de la escuela Normal de Quilmes y del Colegio Nacional. Había nacido el 4 de marzo de 1879 y falleció el 10 de mayo de 1940.
La tumba de Wilfred Latham - junto a la bóveda de la familia Giles que guarda los restos de don Andrés Baranda - una cruz celta de granito; Latham tuvo una figuración y formó una de las fortunas más sólidas, a partir de la tercera fundación de Quilmes como partido; propietario de las estancias locales “Los Álamos y “La Palma”; primer importador de las razas de ovejas merino; fue uno de los fundadores de la Sociedad. Rural Argentina; sus emprendimientos agropecuarios fueron un hito de progreso para el pueblo. Había nacido hacia 1818 en Liverpool llegó a Buenos Aires el 24 de febrero de 1842 y murió el 21 de noviembre de 1877.
La columna trunca levantada en homenaje al de Dr. Edmundo Fierro, médico y militar, nacido el 14 de marzo de 1857; había llegado a Quilmes en noviembre de 1879 a acompañar en su tarea a los doctores Fabián Cueli y José Antonio Wilde, con su juventud y don de gentes se ganó el afecto de todo el pueblo que le levantó ese monumento cuando murió súbitamente el 21 de febrero de 1886.
Bien estas tres construcciones del patrimonio quilmeños fueron recuperadas, creemos, por las actuales autoridades del cementerio, la del Prof. Sosa del Valle gracias a las diligencias del Prof. Alfredo José Bottolo coordinador del Inst. de Cultura y Extensión Universitaria de la UCA - y ex alumno y ex maestro de la Normal - que así lo anunció en el festejo del 98º aniversario de la Escuela Normal, cumplido el pasado 23 de octubre, ante los nietos de Sosa del Valle allí presentes.
Pero aún falta recuperar la bóveda de los Pedemonte, una familia que dio tanto a Bernal, por ende a Quilmes y, sobre todo, a la congregación salesiana y que permanece en condiciones vergonzosas; y el monumento a Carlos Morel (1813-1894), en la alameda,; un ensamble, realizado en 1963, en ángulo sobre dos paredes, son placas de mármol negro que en la pared frontal tenía un perfil del artista en sobre relieve de bronce que fue hurtado no hace muchos años por gente que sabía muy bien qué se llevaban. Este monumento a uno de los máximos referentes y fundador del arte argentino del siglo XIX aún permanece sin solución.
Pero lamentablemente, hay un monumento que quizá ya nunca podrá ser recuperado el de la familia de Ernesto G. Bentham que data de 1915, totalmente saqueado y destruido, le cortaron a un ángel las alas y el dedo que señalaba el cielo; robaron la elaborada cerca de hierro formando ramas, que lo rodeaba, una urna de mármol desbordada de flores de metal que estaba en un extremo, una placa y la pequeña puerta de hierro y, lo más lamentable, es el hurto de la escultura que se hallaban sobre la plataforma, de muy delicada factura que representaba un bello niño yacente sobre un almohadón, como dormido. El niño era Carlos Argentino Bentham, hijo de Ernesto Bentham, que en ocasión que su padre retrocedía con el coche, la critatura estaba detrás, no lo vio, lo atropelló y mató.Creemos que ya será harto difícil hallar entre los saqueos de algún coleccionista inmoral estas piezas.
Pero si creemos que las actuales autoridades del Cementerio de Ezpeleta están reconociendo el valor testimonial que esta necrópolis tiene en la preservación del endeble patrimonio de los quilmeños.
TUMBA DEL PROF. JOSE SOSA DEL VALLE ANTES
TUMBA DE WILFRED LATHAM ANTES
HOY
COLUMNA QUE RECUERDA AL DR, EDMUNDO FIERRO ANTES
HOY
CUESTIONES POR PRESERVAR
BÓVEDA DE LA FAMILIA PEDEMONTE
SOBRERELIEVE DEL PERFIL DE CARLOS MOREL AYER
HOY
EL MONUMENTO BENTHAM ANTES
CHALO AGNELLI
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