CARAVAGGIO EN QUILMES

El martes 4 de octubre en Casa de Arte Doña Rosa se inauguró una muestra plástica, la primera en su estilo y originalidad en Quilmes y la zona sur. Una recreación fiel y inusitada de la obra del artista Michelangelo Merisi, Caravaggio. La exposición permanece abierta y ningún amante de las artes plásticas se la debe perder. El proyecto y la realización estuvo a cargo de Mariana y Jimena Chamorro; la planificación, coordinación y realización es de Paula Castignola; las reprodeucciones fotográficas son obra de José A. Brusco y colaboraron en la realización: Carolina Di Letto y Cristian Merani. Por supuesto que la idea y la producción general fue de Casa de Arte Doña Rosa

Un sueño imposible

Sabemos que en nuestro país sería muy difícil, digamos imposible siquiera pensaren reunir las obras de uno de los más grandes maestros de la pintura universal de todos los tiempos como lo es Caravaggio. Por este motivo, decidimos reproducir en alta resolución algunos de sus geniales trabajos y exponerlos de una manera distinta, renovadora en nuestra Casa de Arte Doña Rosa. Creemos que este esfuerzo vale la pena. Esperamos que lo disfruten tanto como nosotros.

BIOGRAFIA

Si bien no se han encontrado registros de la fecha exacta de su nacimiento, se considera que Michelangelo Merisi nace en 1571 en Caravaggio (región de Lombardia, norte de Italia) pueblo del cual tomará su nombre.

Su padre fue Magister de Francisco Sforza, razón por la cual desde su nacimiento cuenta con el favor de importantes familias lombardas. Comienza su formación plástica siendo muy joven en el taller de Simone Peterzano en Milán, aprendiendo tanto la técnica como los postulados artísticos impuestos por la Contrarreforma. Luego se dirige hacia Roma, ciudad de la cual se nutrirá y donde recibirá sus primeros encargos. Ingresa al reconocido taller del Cavalier d'Arpiño a través del cual realizará diversos frescos.

Durante este período Caravaggio; realiza algunas de sus obras más brillantes y controvertidas debido un tratamiento naturalista subjetivo de sus personajes y objetos que desafiaba la idealización impuesta por la tradición clásica. Comienza así a ganar fama y con la ayuda de su protector el Cardenal Del Monte logra realizar diversos lienzos y frescos para iglesias romanas tales como Santa María del Popolo. Su personalidad provocadora e irascible lo llevará a asesinar a un policía en la noche romana y es condenado a muerte. Huye hacia Nápoles donde nuevamente ganará reconocimiento y recibirá importantes encargos, allí pinta una de sus obras más destacadas: La cena de Emaus.

Se traslada a Malta y continuando con su vida tumultuosa, es expulsado de la ciudad. Mientras espera que el Papa le conceda el indulto de su crimen pasará breves estancias en Sicilia y nuevamente en Nápoles. En 1610, ya enfermo y cansado es detenido y muere en circunstancias poco claras. Unos días después de su fallecimiento, el Papa Paulo V dicta su perdón.

Durante muchos años el valor de sus obras no será reconocido. Deberán pasar tres siglos para que en pleno siglo XX los estudiosos del arte Lionello Venturi y Roberto Longhi redescubrieran su producción y esta ocupase así el lugar que le corresponde.

UNA MIRADA PROVOCADORA

Caravaggio es heredero de la pintura humanista del Alto Renacimiento (siglo XVI), lo que demuestra la perfección de su técnica en el dominio de la composición, la forma y el color. Es considerado el primer gran exponente del movimiento cultural posterior a ése período, el Barroco.

La mirada de Caravaggio fue sin lugar a duda una mirada diferente y provocadora para los tiempos que le tocaron vivir. Durante muchos años el tratamiento de la pintura había respondido al deseo de perfección a través del cumplimiento de determinadas normas plásticas, ideológicas y religiosas, elevando la naturaleza humana a una idea superior, alejándola así de lo natural. Caravaggio deseaba la verdad, la honestidad artística. Defendió la libertad de la creación a través de su "...naturalismo atrevido, sin afeites, crudo..." como lo describe el destacado teórico del arte Arnold Hauser. Uno de sus grandes aportes fue romper con los convencionalismos respecto de la jerarquía de los personajes en las composiciones religiosas. Por ejemplo, fueron de gran impacto sus Cristos, Vírgenes y Santos representados como seres cercanos, más sensibles, páralos que utilizó como modelos personajes de baja condición social (prostitutas, soldados y gente de la calle) situados en escenarios vulgares y en situaciones inusuales. Fue de los primeros en lograr captar una expresión más acentuada de los rostros, de aquellos sufrientes y de los insinuantes.

Caravaggio desarrolló un extraordinario tratamiento de la luz, manejándolo como un elemento sobrenatural y autónomo en el espacio de sus obras. Ésta entra con una intensidad y direccionalidad muy pronunciadas, generando profundidad en el contraste de formas y fondos que nos acercan al drama teatral. Sus trabajos y aportes fueron innovadores e insustituibles en el proceso posterior de la pintura.

 (Colón 279 de Quilmes tel.: 4224-7270)

Chalo Agnelli