Prof. Chalo Agnelli
Los clubes, como la
escuela pública, fueron un factor de unidad y de encuentro de hombres y mujeres
de todos los orígenes migratorios y condiciones sociales. Diseñaron en parte el
carácter aglutinador que la sociedad argentina logró conformar a lo largo de su
historia.
Los cambios del
tiempo los pusieron en desuso y a algunos en “mal uso”. Eso le vino pasando en
los últimos años al Club “12 de Octubre”, que, junto con el Alsina, el Villa
Elsa, el Unión, el Alberdi y el 21 de Julio, es parte trascendente del
patrimonio histórico-cultural y de la tradición del barrio La Colonia.
LOS AÑOS `40
Comenzaba la década del 40 y el mundo se estremecía ante una
noticia: los tanques del del III Reich desfilaban por las calles de París. En
México asesinan a León Trostsky. La Argentina vive la “década infame” a merced del fraude político, la hegemonía de la
oligarquía agroganadera y las botas militares. Renuncia el presidente Ortiz
presionado por la diabetes que lo dejó ciego y asume el vicepresidente, el
ultraconservador don Ramón Castillo. Juan Manuel Fangio gana el gran premio
automovilístico de 9.445 kilómetros, hasta Perú pasando por Bolivia. El tango
está en su máximo apogeo y aparecen las orquestas “características” como la de Feliciano Brunelli.
El Quilmes, del otro lado de las vías el 10 de junio un grupo de vecinos funda el Club 12 de Octubre. Unos días después que el Villa Elsa. Aquí
también el impulso motivador fue el fútbol, que un grupo de muchachos
practicaba en la pista que conformaban las calles A. Baranda, Benito Pérez
Galdós, M. Quintana y Santiago Valerga.
Las primeras reuniones se realizaron en los fondos de la
casa de Francisco Blanco, (hoy confitería Insúa) Dice Omar Andragñez en su
semanario El Periodista: “Fue entonces
cuando unos vecinos mayores del barrio, vieron que la idea de constituir un
club, en la zona, era casi una necesidad, tomaron riendas en el asunto y le
coparon el movimiento a los pibes de entonces y vinieron las tiranteces, que
algunos de los muchachos nada querían saber con los ‘viejos’ y otros entendían
que la cosa iba ser para mejor.” [1]
Era un grupo de vecinos, comerciantes que supieron recoger
el entusiasmo de estos muchachos por el fútbol y llevarlo a buen destino.
Prosiguieron las reuniones fundacionales en un bar que se hallaba en la esquina
de 12 de Octubre y Sáenz Peña, el café-bar 12 de Octubre de Ernesto Leguisamo
(hoy sucursal del Banco de la
Provincia)
Fue su primer
presidente Humberto Schettini, secundado por su hermano Oscar, Francisco
Blanco, Ángel Gelo Camicia, Ernesto. Leguisamo, Jorge Rivere, Benedicto y
Carlos Montes de Oca, Miguel Benítez, Armando Guerrero, Alberto Andragñez,
Leandro Barbarino, José Bico, Chaquito Fernández (socio N° 13, padre del actual
presidente), Horacio Blanco, Ernesto Buffa, Miguel Driollet, Francisco Gubare,
Armando Munimessi, Roberto Ramos, Andrés Santamaría y Egidio Sumini. Luego se
integraron otros nombres de vecinos viejos: Torrero, Rebón, Eduardo Marín,
Enrique Camarín, etc.
LA SEDE
Alquilaron un local en la avenida12 de Octubre 117 (vieja
numeración) Los éxitos futboleros continuaron con figuras como Angulo, Soto,
Pedro Cobet, Dante Sívori, etc. El crecimiento determinó mudarse a otro local
en 12 de Octubre y M. Quintana donde realizaron obras teatrales al aire libre y
baile con grabaciones y chocolate. Allí se construyó la Carabela que adornó el
primer corzo que se realizó en la
Av. 12 de Octubre desde Vicente López hasta Andrés Baranda.
En esos años lo presidía José del Campo, quien con Alfonso
del Campo, Carlos Bossi y Aparicio Gutiérrez compraron el 80% del terreno que
hoy ocupa el club al vecino Cachopoli, frente a la calle que le dio nombre
entre M. Quintana y B. de Irigoyen. Fue con motivo de cumplirse el 5°
aniversario, en 1945, que se comenzó a levantar la primera sede social que
tenía: salón de actos, secretaría, salón de bailes, canchas de pelota a paleta,
de bochas, pista de baile al aire libre, escenario, camarines etc. El buffet lo
atendía don Alberto Andragñez (padre de Omar); y tiempo después, don Ramón
Carrascal.
El Dr. Humberto Vignart, presidente honorario de la
institución, redactó con motivo del quinquenio esta nota, que resume la
representatividad que tuvieron estas entidades barriales hasta los años 70: “Son estos clubes de barrio la fuente de los
mejores entusiasmos y más generosos esfuerzos. Ellos constituyen la primera
hermandad y en ellos encuentran abrigo los más bellos ideales. De su acción,
entonces, es posible aguardar resultados amplísimos, de beneficios para el país
en el acrecentamiento de su cultura, de un noble sentir deportivo, de una
elevación espiritual que dignifique a sus hijos”.- Quilmes, julio 10 de
1945 [2]
LOS BAILES Y EL
DEPORTE
En 1951, en pintor Jorge C. Riviere realizó los paneles del
frontispicio: Independencia de 1816 y Descubrimiento de América en forma
escenográfica, de 17 m.
por 2,50 m,
cada uno. Riviere enseñó dibujo y pintura en el club durante 18 años En 1961,
se le otorgó un Martín Fierro por su trayectoria artística.
Hasta 1960 el club encandiló con su brillo. Fueron famosos
los bailes con orquestas típicas que surgían en la zona. El himno del club fue
creado por el dúo don José Tesei de la típica Cafiero - Tesei.
Realizaban representaciones teatrales de los grupos
filodramáticos integrados por vecinos. Los animadores de bailes y fiestas
fueron Raúl Alberto el Negro Andragñez,[3] y Carlos Virola Yori, que, con sus humoradas hacían las delicias de grandes
y chicos.
Al farmacéutico Humberto Schettini le siguieron en la
presidencia: Oscar Schettini, Ernesto Leguisamo, José A. del Campo, Alfonso del
Campo, Carlos Bossi, Aparicio Gutiérrez, Alberto Bergamasco, Osvaldo Sívori,
Omar Clavelito Andragñez, A. Elía, J. Marín, Enrique Corsiforti, N. Nicolossi y
desde hace 29 años Nelson Alberto Fernández, también a su cargo del buffet de
la Institución.
El Sr. Fernández nació a la vera del club diez días antes de
su fundación y a su sombra, junto a su padre, transcurrió su vida como miembro
activo y comprometido con la Institución.
Como los demás clubes de La Colonia tuvieron una
actividad deportiva y cultural intensa: danzas folklóricas, teatro, dibujo y
pintura, ajedrez, billares, fútbol, papy y baby fútbol, básquetbol, bochas,
pelota a paleta. Se organizaron varias competencias de ciclismo, karting y
atletismo enfrentándose con los clubes vecinos, de otras localidades y del
interior.
Las diversas actividades estaban coordinadas por
subcomisiones. Federico Blanco presidió la subcomisión de básquetbol; Alfredo
Faces, la de bochas; Santiago Tisera, la de fútbol; Agustín Bonatti la de
juegos de salón y la subcomisión de madres estuvo a cargo de la Sra. Dora G. De Balbi.
EL NATATORIO
Meses antes del golpe de estado de 1966 se había tramitado
un préstamo del Ministerio de Economía de la Provincia para instalar
la pileta de natación. Estando el decreto dispuesto a la firma se produjo el
lamentable hecho que postergó el sueño del club y de todo una país. Una
postergación más que los varios atentados a la democracia en el siglo XX
depararon los argentinos.
Integraban la CD
esos años: Ernesto Aieta, Omar Andragñez (presidente), Federico Blanco, Agustín
Bonatti, Roberto Cottón, Tomás Demaro, José Dogil, Pedro Face, Marcelino López,
Armando Lucarini y Enrique Verdecchia. El empuje y la energía de sus socios en
pocos años hicieron que se concretara el sueño de la pileta, siendo presidente
el Sr. Carrascal y la colaboración de familias de la vecindad como: los Del
Campo, Martín, Galmarini, Insúa, Iácono, Braferro, Calabrese, Galeano,
Corsiforti, Yori, Faggiano, etc.
Hoy el natatorio está climatizado, con plantel propio de
nadadores entre los que hay varios campeones en distintos estilos y categorías.
Luego se agregaron el Tae- kwon Do, voleibol, gimnasia, etc.
El club posee varias vitrinas repletas de trofeos que
traslucen el prestigio y la trascendencia que tuvo esta institución dentro del
mundo social y deportivo de Quilmes, partidos vecinos, el gran Buenos Aires y la Provincia toda.
En los últimos años integraron la C. D.: Nelson Fernández,
presidente; Antonio Herrera, Daniela Mutti, Norberto y Rubén Doval, Beatriz y
Miguel Troncoso, Alberto Lanzilota, Leonardo Fernández, Marta Herrera, Eduardo
Farias, Juan Rizzo, Oscar Blanco, Norberto Pereira y Gabriela Montanera.
HACE 30 AÑOS
“Hoy, el Club, vive la
misma vida que todos los clubes de su nivel, ya que la juventud, sangre
renovadora de toda empresa, está en otra cosa y no ve en los cuadros de las
instituciones de bien público, una gran perspectiva para hacer y hacerse bien.”
[4]
Esto se afirmaba en 1983, hace 22 años, y si bien la
actividad de los clubes disminuyó considerablemente, estos principios persisten
gracias a algunas pocas individualidades, con inmensas dificultades, pero
tratando de mantener y levantar día a día estas instituciones.
LA BIBLIOTECA DE
FÚTBOL
En el Club creó la primera Biblioteca Popular de Fútbol,
bautizada José Yudica, iniciativa de la Escuela de Directores Técnicos Nº 108, Hugo
Manuel García. Será la única existente de estas características con un tema
específico como es el fútbol. Estará abierta de forma gratuita para toda la
comunidad especialmente para estudiantes de periodismo que se especializarán en
deportes. Los libros que se están reuniendo fueron obtenidos por el mismo Club
y otras son donaciones de particulares. Para esta iniciativa tienen el apoyo
del Ministerio del Interior de la
Nación, la
Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino, el PROSEF,
fundación Fair Play, la fundación El Futbolista, Futbolistas Argentinos
Agremiados y la Dirección
de Deportes de la
Municipalidad de Quilmes.
Chalo Agnelli
Tomado del libro, “La Colonia de Valerga – el segundo barrio de Quilmes”
Que próximamente tendrá una segunda
edición.
NOTAS
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