Compilación
e investigación Chalo Agnelli
El
Ariete - 1º/5/1939
Colaboración
Néstor Rotelo
En 1894 el pueblo de Quilmes intentaba despegarse de la aldea y
aparecían algunas confortables casas señoriales, estaba rodeado de numerosas
quintas, tambos y chacras. Era un pueblo rural. Al Sur, apenas se atravesaba
la calle Brandsen, se iniciaban las quintas y chacras, que tenían como más
afanosos chacareros a Nicola “Pichín” y a Pascual Fossati, el antiguo farolero de Quilmes,
cuyos hijos Alfredo y Roberto Fossati
también tuvieron una actuación relevante para el progreso de Quilmes.
Las primeras tierras que se sub-dividieron en el extremo del pueblo, en 1869, fueron las comprendidas entre las calles
Las primeras tierras que se sub-dividieron en el extremo del pueblo, en 1869, fueron las comprendidas entre las calles
Brandsen, Mitre, Ortiz de
Ocampo y San Martín. Se edificaron, tan sólo, cinco o seis casas, el resto era un gran baldío
ausente de forestación. En 1895 se realizó un nuevo loteo que extendió el pueblo hacia esa
zona. , ya que de inmediato se inició la .construcción de varias viviendas modestas
y poco después algunas casas de comercio.
La instalación de la Cervecería Quilmes, atrajo al lugar numerosas
familias obreras. Algunos propietarios pudientes como el maestro de escuela,
don Felipe Bernal, edificaran casas de inquilinato, como la que había en
Matienzo y Brown, donde funcionó luego el almacén de Batistessa. En esta casa
se instaló el grupo de disidentes italianos que separados en 1892 de la
Sociedad Cristóforo Colombo fundó la nueva Sociedad Italiana de S. M. “Elena
de Montenegro”, el 20 de enero de 1896. Este acontecimiento se oficializó con
una fiesta El baile, no obstante, la noche bastante calurosa, comenzó bien,
aproximadamente a las 8,30, como se decía entonces.
Concurrió gran cantidad de vecinos del barrio y del centro del pueblo, pues hay que advertir que la fiesta se realizó con banda de música y fueron invitadas las “consorellas” del Partido, o lo que es igual, las demás sociedades de carácter mutualista.
Concurrió gran cantidad de vecinos del barrio y del centro del pueblo, pues hay que advertir que la fiesta se realizó con banda de música y fueron invitadas las “consorellas” del Partido, o lo que es igual, las demás sociedades de carácter mutualista.
Debido
al gran éxito alcanzado en el acto inaugural, los componentes de la comisión recompensaron
la labor realizada por la comisión de señoritas, que durante "il
grande festeggiamento" había tenido a su cargo la venta de cédulas
y rifas, resolvieron efectuar un baile social el sábado siguiente, cuidando el
detalle “del derecho de admisión”, por
temor de que se filtrara algún adversario de la Cristóforo Colombo y les
malograra la velada. Amenizó el baile una orquesta local, compuesta por Carlos Fossati
en clarinete, Pedro Durante, bandoneón, y Leopoldo Risso, guitarrista acompañante.
Como los componentes de la comisión eran personas ya pasadas de edad para actos de esa naturaleza, se delegó en las señoritas la tarea de distribuir las invitaciones entre los jóvenes que deseaban concurrir al baile, y claro está, no faltó alguna que tuviera simpatía por algún joven "del centro" y por añadidura, simpatizante de la Cristóforo Colombo.
Como los componentes de la comisión eran personas ya pasadas de edad para actos de esa naturaleza, se delegó en las señoritas la tarea de distribuir las invitaciones entre los jóvenes que deseaban concurrir al baile, y claro está, no faltó alguna que tuviera simpatía por algún joven "del centro" y por añadidura, simpatizante de la Cristóforo Colombo.
Promediando las dos de la mañana, aprovechando tal vez que
la mayoría de los miembros de la comisión se habían retirado, dos jóvenes que
se supuso fueron enviados para aguar el baile de los "montenegrinos", comenzaron a
objetar la "calidad" de la
orquesta y a lamentarse de la falta de espacio en el salón; lo que disgustó al
secretario de la institución, el jardinero Bramati, que a su vez
desempeñaba el cargo de casero. La discusión subió de punto y pronto el baile
degeneró en una batahola descomunal que puso en rápida fuga a los jóvenes y
las señoras. Era presidente de la “Montenegro” don Bernardo Bianchi, que habitaba una casa calle
por medio con el local social y advertido por dos de sus hijos que estaban en
la fiesta, aunque ya estaba acostado prestamente acudió en camisón – según la
usanza de la época- y descalzo y puso fin a la trifulca.
Los ánimos se atemperaron, pero prevaleció la crítica de los adversarios
a la presentación del señor Bianchi, llamándolo "el presidente descalzo".
Por ese detalle se denominó por mucho tiempo a esa barriada al Sur del pueblo, la "Colonia de los Descalzos".
La Sociedad "Elena de Montenegro" [1] tuvo una vida efímera, apenas si pudo prolongar su existencia a más de un año de vida, empero la denominación de la "Colonia de los Descalzos" se prolongó hasta que los focos de luz y el pavimento remozaron el barrio y borraron los vestigios del siglo XIX.
Por ese detalle se denominó por mucho tiempo a esa barriada al Sur del pueblo, la "Colonia de los Descalzos".
La Sociedad "Elena de Montenegro" [1] tuvo una vida efímera, apenas si pudo prolongar su existencia a más de un año de vida, empero la denominación de la "Colonia de los Descalzos" se prolongó hasta que los focos de luz y el pavimento remozaron el barrio y borraron los vestigios del siglo XIX.
Chalo Agnelli
REFERENCIA
[1] La Reina Elena de Montenegro, como era llamada por sus súbditos italianos, nació como Jelena Petrović-Njegoš. Contrajo matrimonio con el príncipe Víctor Manuel de Saboya. Fue la más influyente mujer montenegrina de la historia, ya que reinó en Italia desde 1900 hasta 1946 en que se abolió la monarquía.
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