RECUERDOS DE IMPA EN
BOCA DE SUS PROTAGONISTAS
En esta reconstrucción de los recuerdos de la empresa
I.M.P.A., se rescatan los testimonios de algunos trabajadores de aquellos años.
Por Juan C. Benavente e Italo Nonna
Nota en Perspectiva Sur del 27/04/2015
Nota en Perspectiva Sur del 27/04/2015
"Los primeros
aviones se fabricaron en capital, en los pisos superiores de la empresa"
recuerda Raúl Wright, que no disimuló su emoción al traer las imágenes del
pasado, cuando lo entrevistamos hace ya varios años. "IMPA (Industria
Metalúrgica y Plástica Argentina) no sólo fabricaba aviones y planeadores, sino
partes e instrumental de a bordo".
En el manual del avión IMPA Tu-Sa, fabricado en aquella legendaria IMPA, se exhiben los instrumentos que fabricó en los años '40: compases de navegación, altímetros, tubos Pitot, y varios más.
Con voz pausada, Wright continuó lejano en el tiempo con los recuerdos de otro mundo: "Tenía menos de 16 años cuando ingresé a los talleres de IMPA, en Quilmes, dos días después de haber completado la solicitud. Antes trabajaba en una heladería, y en la IMPA entré como carpintero para luego especializarme en entelado y pintura de aviones; recuerdo particularmente que pinté la cola del Chorlo".
"Mucha gente había en esa fábrica. Sueyro, el director de la empresa, solía visitar la planta, era una persona amable. ¿Sobre el cierre? No sé, hubo muchos rumores, que Perón era socio de Sueyro y que hubo problemas, pero lo cierto es que no supimos que pasó".
Atilio E. Batistessa, como Wright, también era un adolescente cuando en 1944 ingresó a IMPA: "Por un conocido, mi hermano y yo llenamos la solicitud e ingresamos rápidamente. Trabajé allí tres años como aprendiz de carpintero. Había mucho trabajo: se fabricaban aviones, planeadores y se efectuaba el mantenimiento y reparación de aeronaves. Allí, el día de la inauguración -se refiere al 19 de diciembre de 1944- conocí a Perón y a Evita.
Batistessa, actualmente jubilado de la FAA, como tantos otros también se incorporó a la institución una vez que se desmoronó IMPA de Quilmes.
Otro ex - compañero de la fábrica acude a su memoria: "trabajaba en el pañol, solía tomar algún elemento para simular un micrófono, e improvisaba relatos deportivos, siempre estaba así". Aquel muchacho "dicharachero", sería conocido después como "el relator de América": era el mismo José María Muñoz.
PLANEADORES
Ernesto Daino, ex-operario de IMPA, luego técnico de la FAA y hoy jubilado, refiere que "la producción de planeadores fue mucho mayor que la de aviones: en IMPA se construyeron los excelentes veleros Grunau Baby y los planeadores primarios E-38".
Sabido es que el IMPA Tu-Sa no reunió buenas características, lo que le valió cierta lúgubre fama entre los pilotos. En un informe borrador que el padre de uno de los autores preparó a mediados de la década del ´70, se puede leer: "No autorizado para el vuelo nocturno e instrumental, este avión no poseía un nivel de seguridad normal debido a la falta de experiencia de la fábrica y de un departamento de ensayos (como era el caso especial de la FMA)"
En el manual del avión IMPA Tu-Sa, fabricado en aquella legendaria IMPA, se exhiben los instrumentos que fabricó en los años '40: compases de navegación, altímetros, tubos Pitot, y varios más.
Con voz pausada, Wright continuó lejano en el tiempo con los recuerdos de otro mundo: "Tenía menos de 16 años cuando ingresé a los talleres de IMPA, en Quilmes, dos días después de haber completado la solicitud. Antes trabajaba en una heladería, y en la IMPA entré como carpintero para luego especializarme en entelado y pintura de aviones; recuerdo particularmente que pinté la cola del Chorlo".
"Mucha gente había en esa fábrica. Sueyro, el director de la empresa, solía visitar la planta, era una persona amable. ¿Sobre el cierre? No sé, hubo muchos rumores, que Perón era socio de Sueyro y que hubo problemas, pero lo cierto es que no supimos que pasó".
Atilio E. Batistessa, como Wright, también era un adolescente cuando en 1944 ingresó a IMPA: "Por un conocido, mi hermano y yo llenamos la solicitud e ingresamos rápidamente. Trabajé allí tres años como aprendiz de carpintero. Había mucho trabajo: se fabricaban aviones, planeadores y se efectuaba el mantenimiento y reparación de aeronaves. Allí, el día de la inauguración -se refiere al 19 de diciembre de 1944- conocí a Perón y a Evita.
Batistessa, actualmente jubilado de la FAA, como tantos otros también se incorporó a la institución una vez que se desmoronó IMPA de Quilmes.
Otro ex - compañero de la fábrica acude a su memoria: "trabajaba en el pañol, solía tomar algún elemento para simular un micrófono, e improvisaba relatos deportivos, siempre estaba así". Aquel muchacho "dicharachero", sería conocido después como "el relator de América": era el mismo José María Muñoz.
PLANEADORES
Ernesto Daino, ex-operario de IMPA, luego técnico de la FAA y hoy jubilado, refiere que "la producción de planeadores fue mucho mayor que la de aviones: en IMPA se construyeron los excelentes veleros Grunau Baby y los planeadores primarios E-38".
Sabido es que el IMPA Tu-Sa no reunió buenas características, lo que le valió cierta lúgubre fama entre los pilotos. En un informe borrador que el padre de uno de los autores preparó a mediados de la década del ´70, se puede leer: "No autorizado para el vuelo nocturno e instrumental, este avión no poseía un nivel de seguridad normal debido a la falta de experiencia de la fábrica y de un departamento de ensayos (como era el caso especial de la FMA)"
CHORLO
Respecto del Chorlo, cuyo prototipo efectuó varios vuelos en el entonces
aeródromo de Quilmes, en el mismo informe se reseña: "Con un motor más
potente que el Tu-Sa, estilizado en sus formas, de buenas condiciones de vuelo,
su construcción no fue ordenada tal vez por razones políticas".
Al poco tiempo de iniciar actividades, se presume que por problemas surgidos con el gobierno, IMPA entró "en pérdida" y la iniciativa se desplomó, la planta de Quilmes sobrevivió unos años dedicándose al mantenimiento de aviones como los Focke Wulf FW-44J y a la fabricación de planeadores.
En el informe citado, respecto del SG-38 se agrega: "Las alas rectangulares como sus superficies móviles y empenaje eran de madera y tela; con un buen perfil de diseño, armonizaban en un hermoso planeador de escuela. El alumno, bien atado, iba a la intemperie. Se remolcaba con un automóvil o un malacate fijo. La autonomía de vuelo era escasa en esta zona ribereña; volaban sobre la pista, el zanjón, Otamendi y la cabecera. El vuelo de los pájaros no se diferenciaba mucho con este aparato, en el cual el goce del hombre no tenía límites.
Al poco tiempo de iniciar actividades, se presume que por problemas surgidos con el gobierno, IMPA entró "en pérdida" y la iniciativa se desplomó, la planta de Quilmes sobrevivió unos años dedicándose al mantenimiento de aviones como los Focke Wulf FW-44J y a la fabricación de planeadores.
En el informe citado, respecto del SG-38 se agrega: "Las alas rectangulares como sus superficies móviles y empenaje eran de madera y tela; con un buen perfil de diseño, armonizaban en un hermoso planeador de escuela. El alumno, bien atado, iba a la intemperie. Se remolcaba con un automóvil o un malacate fijo. La autonomía de vuelo era escasa en esta zona ribereña; volaban sobre la pista, el zanjón, Otamendi y la cabecera. El vuelo de los pájaros no se diferenciaba mucho con este aparato, en el cual el goce del hombre no tenía límites.
IMPA Y SU TRANSFORMACIÓN
¿Qué causas motivaron el rápido agotamiento de esta magnífica iniciativa? ¿Fueron sólo las "discrepancias técnicas" entre los niveles jerárquicos y de desarrollo que entorpecieron y dificultaron los proyectos?
¿Fueron también los cambios que se fueron dando en el país a partir de 1946 con el fortalecimiento del Estado nacional? ¿Fueron las débiles prestaciones de sus proyectos iniciales, como el Tu-Sa? Los documentos no abundan, y las razones que explicarían la transformación de una brillante iniciativa privada nacional, son oscuras.
Wright, Batistessa y Daino también desconocen las causas del cierre de la planta de Quilmes. Sin embargo, según refirieron otros operarios de entonces, la empresa tuvo "problemas con el gobierno peronista" que paulatinamente provocaron la caída.
¿Qué causas motivaron el rápido agotamiento de esta magnífica iniciativa? ¿Fueron sólo las "discrepancias técnicas" entre los niveles jerárquicos y de desarrollo que entorpecieron y dificultaron los proyectos?
¿Fueron también los cambios que se fueron dando en el país a partir de 1946 con el fortalecimiento del Estado nacional? ¿Fueron las débiles prestaciones de sus proyectos iniciales, como el Tu-Sa? Los documentos no abundan, y las razones que explicarían la transformación de una brillante iniciativa privada nacional, son oscuras.
Wright, Batistessa y Daino también desconocen las causas del cierre de la planta de Quilmes. Sin embargo, según refirieron otros operarios de entonces, la empresa tuvo "problemas con el gobierno peronista" que paulatinamente provocaron la caída.
No hay comentarios:
Publicar un comentario