Ante las favorable llegada de la electrificación de la red
Buenos Aires – La Plata del Ferrocarril Roca, tan esperada por los pueblos y ciudades que se levantan en el circuito próximo a las costas del Río de La Plata, observamos con
atención que perduren las cuatro estaciones centenarias, parte del acervo histórico del Partido de
Quilmes. Comenzamos a ahondar brevemente en la historia de cada una de ellas no por su antigüedad,
sino tomadas desde el circuito de la vía Nº 1, la del ramal de ida a La Plata.
DON BOSCO
Para instalar la parada Km.13 del ferrocarril, algunos particulares como los señores Saravia, Butler y Gando, formaron una sociedad y compraron cuatro manzanas de tierra a cada lado de las vías
DON BOSCO
Para instalar la parada Km.13 del ferrocarril, algunos particulares como los señores Saravia, Butler y Gando, formaron una sociedad y compraron cuatro manzanas de tierra a cada lado de las vías
dejando
un espacio para extender los andenes de la futura estación.
En 1894 se habían establecido en Bernal los sacerdotes salesianos. La influencia de estas congregaciones vecinas de la estación Km.13, especialmente del sacerdote salesiano Lambruschini, amigo personal del Presidente de la República, determinó que el 4 de noviembre de 1929, por un decreto del Poder Ejecutivo Nacional, se bautice a la estación con el nombre de Don Bosco. Dice ese decreto: "Visto el pedido de los pobladores de la Estación Parada Km.13 para que se dé a la misma el nombre de Don Bosco y teniendo en cuenta la obra eficaz del virtuoso educador del que se desea honrar el nombre, el poder Ejecutivo de la Nación decreta Art 1: La parada ubicada en el Km 13 de ahora en adelante se llamará Estación Don Bosco...". Firmado: Presidente Hipólito Yrigoyen. Fue el primer pueblo en el mundo en llevar el nombre del santo turinés.
El 16 de noviembre de 1929, con gran revuelo, se realizó el acto inaugural de la estación Don Bosco.
BERNAL
El 18 de abril de 1872, se habían inaugurado los servicios de
ferrocarril hasta Quilmes. Félix Bernal, heredero de Pedro Bernal, junto con su hermana Martina Bernal de Torres, inicia tratativas para establecer frente a su propiedad una estación ferroviaria.
En 1878, se abre al público la primera parada de trenes en el Cuartel 2º de partido de Quilmes, levantada en terrenos donados por Félix. La estación tomará el nombre del donante.
QUILMES
El 18 de abril llega el ferrocarril a Quilmes. Con la llegada del ferrocarril y la afluencia de veraneantes y de "emigrantes" de Buenos Aires, con motivo de la terrible epidemia de fiebre amarilla de 1871, comienza el "Quilmes de Antaño". Nada mejor que la
narración que hace José Andrés López del día tan deseado, esperado, desesperado… con toda la fanfarria que correspondía y, sobre todo, que permitía el modesto pueblito sureño; dice López: “Por fin se designó la fecha para la inauguración del ferrocarril, que tuvo lugar el 18 de abril de 1872, día de San Eleuterio, obispo. Desde el 1° de enero de ese año, era juez de paz y presidente de la municipalidad, el señor don Agustín Armesto y municipales, el doctor José Antonio Wilde, Juan Ithuralde, Manuel D. Soto y Juan López, y a ellos correspondió el honor de presidir el tan largamente esperado acto, cuya realización pareciera mejor
un sueño. Fue, el de la inauguración, un hermoso día otoñal. […] La hoy calle Rivadavia, con su intermitente y modesta edificación, había sido engalanada para aquella fiesta con profusión de follaje, banderas y gallardetes. […] Desde mucho tiempo antes de la hora indicada para la llegada de la locomotora y convoy inaugural, con la comitiva de invitados y representantes de la empresa, la estación y sus adyacencias se habían ido llenando de concurrentes, felices de que sus ojos vieran aquello, y dieran testimonio de cómo el ferrocarril, quince años prometido y esperado había llegado realmente. […] Después de larga espera, centenares de voces, confundidas en prolongado y tenante clamoreo, saludaron la aparición de la columna de humo que se vio alzarse en dirección a Bernal. Aquella columna era el penacho gris de la locomotora Wheelwright, que se alzaba hacia las nubes en tanto que la voz estridente del silbato anunciaba su llegada. Trayendo a su frente, entrelazadas, las banderas: argentina e inglesa, se detuvo la locomotora […]” Poco más de 600 personas rodearon el acontecimiento. La traza completa de este ramal de 61 km llegó hasta Ensenada el 31de diciembre de ese año.
En 1894 se habían establecido en Bernal los sacerdotes salesianos. La influencia de estas congregaciones vecinas de la estación Km.13, especialmente del sacerdote salesiano Lambruschini, amigo personal del Presidente de la República, determinó que el 4 de noviembre de 1929, por un decreto del Poder Ejecutivo Nacional, se bautice a la estación con el nombre de Don Bosco. Dice ese decreto: "Visto el pedido de los pobladores de la Estación Parada Km.13 para que se dé a la misma el nombre de Don Bosco y teniendo en cuenta la obra eficaz del virtuoso educador del que se desea honrar el nombre, el poder Ejecutivo de la Nación decreta Art 1: La parada ubicada en el Km 13 de ahora en adelante se llamará Estación Don Bosco...". Firmado: Presidente Hipólito Yrigoyen. Fue el primer pueblo en el mundo en llevar el nombre del santo turinés.
El 16 de noviembre de 1929, con gran revuelo, se realizó el acto inaugural de la estación Don Bosco.
BERNAL
El 18 de abril de 1872, se habían inaugurado los servicios de
ferrocarril hasta Quilmes. Félix Bernal, heredero de Pedro Bernal, junto con su hermana Martina Bernal de Torres, inicia tratativas para establecer frente a su propiedad una estación ferroviaria.
En 1878, se abre al público la primera parada de trenes en el Cuartel 2º de partido de Quilmes, levantada en terrenos donados por Félix. La estación tomará el nombre del donante.
QUILMES
El 18 de abril llega el ferrocarril a Quilmes. Con la llegada del ferrocarril y la afluencia de veraneantes y de "emigrantes" de Buenos Aires, con motivo de la terrible epidemia de fiebre amarilla de 1871, comienza el "Quilmes de Antaño". Nada mejor que la
narración que hace José Andrés López del día tan deseado, esperado, desesperado… con toda la fanfarria que correspondía y, sobre todo, que permitía el modesto pueblito sureño; dice López: “Por fin se designó la fecha para la inauguración del ferrocarril, que tuvo lugar el 18 de abril de 1872, día de San Eleuterio, obispo. Desde el 1° de enero de ese año, era juez de paz y presidente de la municipalidad, el señor don Agustín Armesto y municipales, el doctor José Antonio Wilde, Juan Ithuralde, Manuel D. Soto y Juan López, y a ellos correspondió el honor de presidir el tan largamente esperado acto, cuya realización pareciera mejor
un sueño. Fue, el de la inauguración, un hermoso día otoñal. […] La hoy calle Rivadavia, con su intermitente y modesta edificación, había sido engalanada para aquella fiesta con profusión de follaje, banderas y gallardetes. […] Desde mucho tiempo antes de la hora indicada para la llegada de la locomotora y convoy inaugural, con la comitiva de invitados y representantes de la empresa, la estación y sus adyacencias se habían ido llenando de concurrentes, felices de que sus ojos vieran aquello, y dieran testimonio de cómo el ferrocarril, quince años prometido y esperado había llegado realmente. […] Después de larga espera, centenares de voces, confundidas en prolongado y tenante clamoreo, saludaron la aparición de la columna de humo que se vio alzarse en dirección a Bernal. Aquella columna era el penacho gris de la locomotora Wheelwright, que se alzaba hacia las nubes en tanto que la voz estridente del silbato anunciaba su llegada. Trayendo a su frente, entrelazadas, las banderas: argentina e inglesa, se detuvo la locomotora […]” Poco más de 600 personas rodearon el acontecimiento. La traza completa de este ramal de 61 km llegó hasta Ensenada el 31de diciembre de ese año.
En julio de 1898, la Línea del Ferrocarril del Sud (actual Vía
Temperley) adquiere la línea Buenos Aires - Ensenada. Desde junio de 1897, esta
última tenía como cabecera Casa Amarilla. Antes habían sido Venezuela y Correo
Central, próxima a la casa de gobierno.
En 1908 Se construye la actual estación ferroviaria de Quilmes, obra del arquitecto Paul Bell Chambers un arquitecto británico que realizó gran parte de sus obras para el Ferrocarril del Sud. La estación se encuentra dentro de un estilo ecléctico aproximado al neoclásico italiano.
EZPELETA
El 1º de octubre de 1890, se instala la estación de Ezpeleta para servicio de la empresa de carnes Highland Scot Canning Company,
el ferrocarril todavía era de la empresa "The Buenos Ayres and Ensenada Port Railway Company Limited".
En 1908 Se construye la actual estación ferroviaria de Quilmes, obra del arquitecto Paul Bell Chambers un arquitecto británico que realizó gran parte de sus obras para el Ferrocarril del Sud. La estación se encuentra dentro de un estilo ecléctico aproximado al neoclásico italiano.
EZPELETA
El 1º de octubre de 1890, se instala la estación de Ezpeleta para servicio de la empresa de carnes Highland Scot Canning Company,
el ferrocarril todavía era de la empresa "The Buenos Ayres and Ensenada Port Railway Company Limited".
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