por Chalo Agnelli
A partir de 1852, el partido de Quilmes, separado de Barracas al Sur, a pedido del juez de paz don Martín de la Serna, con la designación del primer juez de paz del nuevo Partido a don Andrés Baranda tuvo un extraordinario impulso alfabetizador, en lo que fue su Tercera Fundación. Disposición que acompañaron el Dr. José Antonio Wilde, Robustiano Pérez, secretario de la municipalidad, y maestros como José Rosende, Félix Meals, Demetria Rivero, las señoritas Catalá, Emiliano Reina, las hermanas Faggiano, Dorotea K. de Rüfer y otros que se reconocen como los pioneros de la educación en Quilmes, cuando aún el sistema era muy precario. Aún no se habían sancionado las leyes de educación provincial de 1873, y la nacional Nº1420. Fueron estas mujeres y estos hombres quienes pusieron los cimientos de un sistema que llegó a ser uno de los de mayor calidad en toda América y varios países europeos; entre ellos se destacó la señorita Juana María Cabrera y Alayón.
SEMBLANZA DE UNA EDUCADORA
Nacida en Quilmes el 11 de marzo de 1866, Juana María era hija de Pedro de los Dolores Cabrera, nacido en las Islas Canarias en 1823, fallecido en Quilmes el 14 de junio de 1905, y de Ubalda Alayón, también canaria, nacida en 1824. Vivían en una casa ubicada en la esquina de las calles N°17 (Brown) y N°4 (Colón) La pequeña Juana fue bautizada por el párroco Pbro. Pablo María Pardo, el 7 de julio de 1866, en la iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción, actual Catedral de Quilmes. Fueron sus padrinos Marcial y Gregoria Alayón hermanos de su madre, que vivían en San José de Flores, como la mayor parte de la familia. Tenía dos hermanas Josefa María nacida también en Quilmes el 21 de enero de 1869 y María Nieves fallecida a temprana edad el 24 de abril de 1895.
Nacida en Quilmes el 11 de marzo de 1866, Juana María era hija de Pedro de los Dolores Cabrera, nacido en las Islas Canarias en 1823, fallecido en Quilmes el 14 de junio de 1905, y de Ubalda Alayón, también canaria, nacida en 1824. Vivían en una casa ubicada en la esquina de las calles N°17 (Brown) y N°4 (Colón) La pequeña Juana fue bautizada por el párroco Pbro. Pablo María Pardo, el 7 de julio de 1866, en la iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción, actual Catedral de Quilmes. Fueron sus padrinos Marcial y Gregoria Alayón hermanos de su madre, que vivían en San José de Flores, como la mayor parte de la familia. Tenía dos hermanas Josefa María nacida también en Quilmes el 21 de enero de 1869 y María Nieves fallecida a temprana edad el 24 de abril de 1895.
Juana fue alumna en la escuela de niñas de Misia
Demetria Rivero. Su capacidad y disposición la inclinaron hacia la docencia. A partir de 1886, con 20 años, ejerció como preceptora efectiva, inició el
magisterio en la Escuela Primaria N°2 de niñas. En 1895 obtuvo el diploma de “Ayudante
Infantil”, un título previo al de maestra expedido por el Consejo General - Folio 40 N°1671.
En 1887, por encargo
de su tío el jurisconsulto don Honorio Martel, vecino del pueblo, asumió la crianza de su sobrina-ahijada,
Filomena María de Baunelle y Martel (1881 – 1962), quien de muy pequeña había perdido, primero a su
madre Libertad Martel, víctima de la tuberculosis y luego a su padre el inmigrante francés
Raphael de Baunelle, quien como guardagujas (o guardavías) en la estación de Quilmes fue
atropellado por una formación del Ferrocarril del Sud (hoy Roca); a la altura del actual paso bajo nivel Guido-Amoedo, en el empalme de vías que ingresaban a la Cervecería.
A mediados de 1893, se
funda la Escuela Primaria N°9, en una propiedad de don Urbano Draque en la calle
Olavarría entre Lavalle y Moreno; con 27 alumnos a cargo de la maestra Mercedes González, por muy poco tiempo, luego, el 25 de abril de 1894 comienza el año lectivo con
la dirección, con grado a cargo, de Juana María Cabrera.
En 1895, junto a Celestina Marty de Mac Kay y Aurora Coccaro integró la comisión de
maestros que se presentó ante el Director General de Escuelas Dr. Berra en
reclamó de sus sueldos que no percibían desde hacía 8 meses. Así y todo no habían faltado una sola vez a dar clases.
En 1901, Juana M. Cabrera, por la muerte de la directora de la escuela N°6 Ángela Guany, cubre ese cargo interinamente durante un año hasta que asume como titular la señora de Mac Kay.
En 1901, Juana M. Cabrera, por la muerte de la directora de la escuela N°6 Ángela Guany, cubre ese cargo interinamente durante un año hasta que asume como titular la señora de Mac Kay.
El 1 de enero de 1902, con 36 años, asume la dirección con 3° grado a cargo de la Escuela Primaria N°7 con diploma de maestra común expedido el 29 de enero de 1898, N° de registro 3668 (Foja
45); permanece en el cargo hasta 1905.
Durante 1904, se había dado reiterada discontinuidad en el dictado de clases por las reiteradas ausencias de algunas docentes y a partir de octubre de la misma directora, de modo que el Consejo Escolar, integrado por los señores Phaffenberger, Dapena y Antonio Barrera, el 15 de noviembre clausura la escuela N°7. A la fecha la matrícula era de 146 alumnos, 61 varones y 85 niñas. Juana María Cabrera es desplazada y a partir de esta situación se retira de la docencia. Tuvo una participación activa, no solo en lo educativo, sino también en lo social y cultural del pueblo de lo que fue la 'Tercera Fundación de Quilmes'.
Durante 1904, se había dado reiterada discontinuidad en el dictado de clases por las reiteradas ausencias de algunas docentes y a partir de octubre de la misma directora, de modo que el Consejo Escolar, integrado por los señores Phaffenberger, Dapena y Antonio Barrera, el 15 de noviembre clausura la escuela N°7. A la fecha la matrícula era de 146 alumnos, 61 varones y 85 niñas. Juana María Cabrera es desplazada y a partir de esta situación se retira de la docencia. Tuvo una participación activa, no solo en lo educativo, sino también en lo social y cultural del pueblo de lo que fue la 'Tercera Fundación de Quilmes'.
Casa de Misia Juana Cabrera y Alayón en la esquina NE de Brown y Colón (Hoy heladería El Polo) |
El 29 de agosto de 1906, donó (por el término de 5 años) su casa de la calle Brown 350, esquina Colón, para la instalación del Asilo de Ancianas que sostenía la Conferencia de Damas Vicentinas y la suma $ 2.000, para realizar refacciones que estuvieron a cargo de don Pedro Etchevertz, quien las lelvó a cabo desinteresadamente. Don Pedro es el mismo que levantó los nuevos edificios de la Comisaría Primera y el de la Escuela Nº1 (1910) El asilo fue bendecido el 8 de setiembre siguiente y se recibió una considerable colaboración de la Cervecería Quilmes.
Hasta ese entonces Misia Juanita, como la llamaban, había vivido en esa casa con sus padres, a partir dicha fecha en que su sobrina e hija de crianza alcanzó la mayoría de edad, se convirtió en la hermana Victorina e
ingresó en el convento de las Carmelitas Descalzas en el monasterio Santa Teresa
de Jesús, casa conventual de clausura junto a la iglesia homónima en
la Capital Federal.
El 12 de febrero de 1908, firmó la escritura del Asilo para Pobres a favor del Arzobispado de La Plata a cargo del obispo Juan Nepomuceno Terrero y Escalada (1850-1921).
En 1913, después de
hacer los votos de rigor, fue trasladada a la ciudad de Córdoba, donde murió en 1954, a
los 88 años de edad, en el total anonimato que había elegido para los últimos 40 años de su vida, únicamente entregada a la oración.
Era una mujer rigurosa; de catolicismo ultramontano y extrema en exigencias para consigo mismo como para los demás. Muy respetada por la comunidad quilmeña. Fue seguidora fiel de las obras educativas, tanto del Dr. José Antonio Wilde como de Atanasio Lanz.
Era una mujer rigurosa; de catolicismo ultramontano y extrema en exigencias para consigo mismo como para los demás. Muy respetada por la comunidad quilmeña. Fue seguidora fiel de las obras educativas, tanto del Dr. José Antonio Wilde como de Atanasio Lanz.
Solicitud de don Pedro Cabrera dirigida al intendente Bernardo Lassalle, para que se le permita sepultar a su hija María Nieves Cabrera que acababa de morir el 24 de abril de 1895, exhumar y reducir los restos existentes en la misma sepultura desde el 23 de septiembre de 1889, para que sean colocados en un cajón que se volverá a depositar en la misma sepultura. Como el peticionante no sabía firmar lo hace su hija Juana María Cabrera de 29 años. El petitorio fue concedido.
FUENTES
Archivo de la provincia de Buenos Aires "Dr. Ricardo Levene" Sección Dirección General de Escuelas.Archivo Biblioteca Popular Pedro Goyena
Archivo personal del autor.
Giordano de Campelo, Lila A. "Primer centenario del hogar de ancianos San Vicente de Paul de Quilmes, su historia. 1894 - 8 de diciembre - 1994" Ed. de autor. Quilmes, 1994. Pp. 22 y 25
de "Maestros y Escuelas de Quilmes"
Ed. Jarmat, Quilmes, 2004
por Prof. Chalo Agnelli
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