lunes, 5 de marzo de 2018

JUAN CARLOS MANDILE ESTAMPAS INOLVIDABLES DEL FÚTBOL



Por Chalo Agnelli
Nació con el siglo en Quilmes el 1 enero de 1900, hijo de don Juan y doña Adelina Letamendi. Su padre tenía una próspera despensa a mitad de cuadra de la calle Garibaldi entre Mitre y Sarmiento. Eran sus hermanos Abel y Esther. Todos asistieron a la Escuela Primaria N°1. Juan Carlos, desde pequeño, sentía una pasión inconmensurable por el fútbol, su vida, mañana, tarde y, a veces, durante parte de la noche, fue al potrero, hasta que su padre, ante los reclamos de doña Adelina, entre retos y amenazas, lo hacía volver a su casa.
 Por sus gestos, sus actitudes, su aspecto físico y su lenguaje, desde pequeño, en su hogar lo apodaron cariñosamente "Macho". 
Por supuesto que el fútbol fue su profesión. Durante su vida de deportista, fue un jugador correcto y caballeresco y desde los postreros hasta la cuarta de “hierro” del Quilmes A. Club y luego la primera división del mismo equipo desde 1931 a 1937, donde llegó por méritos propios, supo granjearse siempre la simpatía y la amistad de quienes, lo trataron. Muchas de sus ganancias las destinó a la cura de su hermano Abel, quien padecía de tuberculosis y con el aporte importante de “Macho”, la familia lo pudo internar en el sanatorio Laennec y Galatoire en Capilla del Monte, Córdoba, una pequeña clínica que se ocupaba de la cura higiénico-dietética y de reposo.  
Los hermanos Mandile con su prima Haydee J. B. Yori. 'Macho' a la izquierda a su lado Abel y sentadas Ester y Haydee

Jugó como delantero 88 partidos, siempre titular.[1] Junto con Adolfo Paraja, Roberto Eugenio Cherro fue uno de los máximos goleadores durante el período que lo tuvo en juego. 
Una reseña breve de uno de sus primeros partidos de 1ª División en 1931, fue el que enfrentó al Quilmes A. C. con Gimnasia y Esgrima de La Plata, con un resultado de 4 a 1 el 19 julio, perteneciente a la 9ª fecha de la Liga Argentina de Fútbol. Jugaron para Gimnasia: Felipe Scarponi; Ricardo Martín y Evaristo Delovo; Julio García, José María Minella y Antonio Belli; Miguel Curell, Alberto Palomino, Carlos Giudice, Armando Zoroza e Ismael Morgada. Para Quilmes A. C: Adán Cosentino; Domingo Ravignani y Manuel Macías; José María Martínez, Carlos Alaniz y Fortunato Androssi; Leonardo Sandoval, Juan Arrillaga, Luis Ravelo, Vicente Zito y Juan Carlos Mandile, quien metió un gol además de Luis Ravelo, Leonardo Sandoval, Juan Arrillaga y para Gimnasia, Carlos Giudice, El árbitro fue Ricardo Riestra.
Su desempeño declinó en los últi­mos tiempos y pasó a otros equipos, pero lo mismo que en el Club Quilmes po­nía todo su corazón y su entu­siasmo en procura de la victoria para el club que defendía.
En setiembre de 1939, Juan Carlos "Macho" Mandile se quitó la vida, absurdamente, por un desengaño amoroso, tenían apenas 39 años, pero aún mantenía con plenitud su capacidad y calidad deportiva.
Su hermano Abel, consumido por la enfermedad lo siguió a los pocos años y su padre que no puedo superar esas ausencias, descuidó el comercio y tuvo que cerrar, otra pérdida que acabó con su vida. Solas quedaron en la casa de la calle Garibaldi doña Adelina y su hija Esther mascullando una pena grande y el recuerdo retratado de Juan Carlos “Macho” Mandile doblegando el olvido.
Al retrotraer estas facetas de la vida de un deportista, rendimos justi­ciero culto a la memoria de todos aquellos jugadores formados en los potreros, que hicieron del fútbol una  pasión más que una profesión y muchos menos un negocio. 
Un reportaje textual a un jugador de La Colonia realizada por la revista ABC el domingo 10 de julio de 1927, y una caricatura del genial periodista y caricaturista Jorge Luis Barton.

¿Su edad?
— 19 años.
— ¿Qué club prefiere?
 —Quilmes A. C.
 — ¿Cuál sigue en simpatía?
—Ninguno.
— ¿Qué jugador contrario le ha pe­gado más patadas?
—Recanattini.
— ¿El más contrario a dejar mar­cas?
—Truffa.
— ¿El más gritón de todos?
—Villariño.
— ¿El mejor?
—Sandoval.
— ¿El peor?
— Cordone
- ¿Cuál fue su mejor jugada?
- Jugando con 'Sportivo Balneario'. Estábamos saliéndonos de la vai­na en una final del campeonato de la Liga Albión. La agarrada era con el club 'La Colonia'. Unos tigres... del té Tigre. El score no estaba abierto y rabié porque ya me sentía en con­diciones de abrir cualquier cosa. Pensé en mi abuelo, que era igualito que yo y me arremangué todavía más los pantalones. Los adversarios se asustaron. No se daban vuelta ni por chiste. Entonces me enojé y bai­lé un furioso tango con corte con unas quebradas que quitó de mi pre­sencia a cuanto contrario me quiso desafiar. Total que pagó el pato el arquero de 'La Colonia' que no se pu­do escapar de que le marcara, en­trándole esquinado y alto. Así gana­mos el campeonato.
— ¿Qué concepto le merece el pú­blico?
—Bueno.
— ¿Y el referée?
-- Cuando no se abatata pueda que sepa serlo.
— ¿El mejor referée?
— Nay Fonio.
-- ¿El peor?
-- Rodríguez.
— ¿Su presidente es largo de man­gas?
—Amarrete. Nos arregla con masas y sándwiches cuando ganamos.
— ¿Cuál es su mayor interés en la vida?
— Ser el mejor jugador del mundo.
— ¿Cuál su día más feliz?
—Cuando juego al football
— De  pebetas  ¿cómo andamos?
— Regular nomás. Si pudiera ma­nejarlas como domino la pelota, otra cosa sería.
— ¿La preferida?
— Morocha que sea medio gordita, mediana estatura y con piernas en un todo de acuerdo con el cuerpo. Por menos, no.
— ¿Cuál ha sido su mayor farra?
— La que "vino" del abundante "vino" que me hicieron tomar miserablemente, en la cena festejando el triunfo de Sportivo Balneario en 1924... A mí... que detesto ese líquido... solo agua…
— ¿Y su mayor estilo?
—El domingo pasado con Lanús.
— ¿Qué opina de Mandile?
— … ¡Ah! ¿de Mandile? ¡Qué si no sale morfón va a ser un gran jugador de football!
J. Cacciola.

Caricatura de 'Macho' Mandile por Jorge L. Barton

Nota del diario “Enfoques” (1998)


ESTAMPAS INOLVIDABLES. JUAN C. MANDILE 
Juan Mandile fue el crédito de la “feria”, la plaza Pinto, donde se levantó el Mercado Municipal y hoy un supermercado y un multicine. Una plaza perdida que fue su cuna futbolera. Macho Mandile fue jugador en los campeonatos de las ligas quilmeñas por las décadas del 20´ y del 30´.
Había nacido hincha de Quilmes y un día integró esa 4º división que dirigió Antonio Domingo Pérez Cruz y en la que jugaba Márquez, entre los tres palos, Sansunich, Proficio, Androssi, Luco, Manciri y otros muchachos.
“Macho” era centro delantero. Amalgamaba virilidad, picardía, entusiasmo y guapeza. Luego en la Primera División ocupó cualquier puesto y finalmente ocupó el extremo izquierdo de una línea de ataque tal vez la más brillante que contó el Quilmes Atlético Club. Formaba pareja con Quadrio y se sumaban: el hermano de este último, Emilio J. Quadrio, el estratega, un científico del fútbol,  Leonardo Sandoval, prototipo del jugador criollo, pícaro, manioso, sobón a veces, brillante siempre, Juan G. Arrillaga que hizo del fútbol un arte; Alberto Vázquez, arrasador e incontenible y Juan 'Macho' Mandile que tenía una pizca de cada uno de sus compañeros más un enorme corazón. Su momento más rutilante fue cuando en los últimos minutos del juego le hizo el gol al San Lorenzo, campeón de 1928, que significó el triunfo Albo por 3 á 2.
Ese corazón grande lo perdió. Se enamoró todo, de adentro y de afuera, de una pebeta del barrio con la que novió algunos años, pero próxima la fecha de boda descubrió la traición de la muchacha y no pudo manejarlo y, como si fuera la letra de un tango de esos años, se pegó un tiro. Fue un amor depredador que sumió a su madre doña Adelina, a sus hermanos Ester y Abel, a sus amigos y admiradores en una pena sin salida. (Aparicio Treintaidos)
Este es el equipo representativo que en 1928, intervino en el torneo oficial organizado por la Asociación Argentina de Fútbol. Lo formaban, de izquierda a derecha, parados, Martínez, Viglianno, Tosta, O. Storgatto, E. Ramos y Marino; hincados. Sandoval, Arrillaga, Vázquez, Quadrio y Juan Carlos Mandile.
La línea delantera, notable por su virtuosismo, su contundente eficacia, marcó ese año 75 goles y pasó a la historia como una de las mejores que tuvo el deporte argentino, en una época en la que brillaban en el firmamento futbolístico las de Huracán con Loizo, Spósito, Fucile, Chiesa y Onzari; Platense, con León, Gracco, Duarte, Bissio y Pardal; Independiene con Canaveri, Lalín, Ravaschino, Seoane, Orsi y San Lorenzo de Almagro, con Landaberry y Acosta, Maglio, García y Foresto. (puede haber errores en la grafía de estos apellidos pues el original de El Plata está deteriorado) 
Sandoval y Arrillaga, por su parte, brillaron cuando aún Perinetti y Ochoa eran considerados los valores más representativos en sus respectivos puestos; y aún así, se los de­signó titulares del equipo de Provincia, junta­mente con Manuel Ferreira, Manuel Seoane y Raimundo B. Orsi; integraron el seleccionado argentino que enfrentó al equipo inglés del Motherwell, y lucieron sus habilidades en tierra americana y europea vistiendo los colores de Sportivo Buenos Aires y Gimnasia y Esgrima de la Plata, durante las giras al exterior efec­tuadas por éstos. 
Alberto Vázquez, fue un goleador nato, de tiro potente y demoledor; y Quadrio, notable cabe­ceador comparable a Roberto Cherro y Manuel Seoane, formó con Mandile - incisivo, veloz y oportuno - un ala izquierda extraordinaria. 
A la defensa, que en nada desmerecía a la línea de ataque, le señalaron solamente 25 goles en los 36 encuentros disputados; y sería injusto destacar nombres, porque todos brilla­ron a la misma altura y constituyeron un sólido bloque donde se estrellaban con frecuencia las pretensiones de los grandes delanteros que llenaron esa época. (El Plata, circa 1933)
Prof. Chalo Agnelli
Colaboración Mora Camarero Deprati de Barati

FUENTES
Archivo de laBibliotecaPopular Pedro Goyena.
Hemeroteca del diario “El Sol”
Periódico “EL PLATA”, 24 de setiembre de 1939 
Entrevistas: Esther Mandile y Josefina H. B. Yori
NOTAS

[1] www.infofutbol.com.ar

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