Por Ana María de Mena
En
los años 1920 y '30, en las escuelas primarias se usaba como libro de lectura,
una antología de poetas y narradores argentinos y americanos, titulada
"Isondú" (luciérnaga, bichito de luz, en guaraní), seleccionada por Elina González Acha de Correa Morales.[1]
Biblioteca Nacional del Maestro http://www.bnm.me.gov.ar
Una
edición de 1921 explica que "si le hemos dado el nombre de una joya de
nuestra fauna, es porque se trata de una modesta larva, esperando que nuestro
humilde gusano de luz ilumine..."
Por esa época, el estudio, el trabajo y la diversión era ocupación de un grupo de jóvenes intelectuales quilmeños, cuando el 6 de setiembre de 1930 un golpe militar - el primero de la Argentina - desalojó de la presidencia de la Nación al Dr. Hipólito Yrigoyen. Entre esos muchachos nacidos con el siglo, estaban Luis Otamendi, [2] José Llense y Gerónimo Narizzano,[3] que simpatizaban con el radicalismo y que, ante el atropello militar, reaccionaron fundando la Asociación Isondú.
Por esa época, el estudio, el trabajo y la diversión era ocupación de un grupo de jóvenes intelectuales quilmeños, cuando el 6 de setiembre de 1930 un golpe militar - el primero de la Argentina - desalojó de la presidencia de la Nación al Dr. Hipólito Yrigoyen. Entre esos muchachos nacidos con el siglo, estaban Luis Otamendi, [2] José Llense y Gerónimo Narizzano,[3] que simpatizaban con el radicalismo y que, ante el atropello militar, reaccionaron fundando la Asociación Isondú.
Fotografía reproducida de un suplemento ABC del diario El Sol de 1930. Tomada por Santiago de La Fuente. Facilitada por la Prof. Alicia T. E. Otamendi Etchevertz para el libro "Nari nari" de Ana María de Mena.
Como
el gusano del norte argentino que le dio el nombre, la entidad tenía la
finalidad de irradiar luz. Esa fue la respuesta sutil de esos muchachos que,
con el tiempo, fueron sobresalientes.
Organizaron
exposiciones y conferencias que se hacían en el Palacio Municipal.
También realizaron varios salones de humoristas, en los que retrataban caricaturizaban a las personalidades destacadas de esos años. Desplegaron su
arte y su destreza: Llense, Otamendi, Narizzano,
Francisco Fernández Melo,[4] Jorge Barton [5] - acaso el primer
caricaturista quilmeño - y otros. Los vecinos concurrían masivamente, para disfrutar las humoradas y el arte. "...Algún expositor habría de dar con
sus huesos en un calabozo, por lesionar la susceptibilidad de las autoridades
de entonces" - diría en un reportaje
Narizzano.
Los que se veían reflejados en las obras, se las pedían a sus autores para guardar de recuerdo y así casi todas han desaparecido, o están guardadas en algún archivo familiar. No hay constancias de la vida institucional de la Asociación Isondú. Apenas algunas páginas de "ABC" y de "Sudamérica" de 1930, son los escasos testimonios periodísticos, en los que se consigna su prolífica actividad.
Resta seguir indagando para ampliar esta historia. Y resta, además, seguir el ejemplo de irradiar luz a través del arte que -probablemente, en este caso quilmeño - haya empezado en la escuela primaria, con maestros y un buen libro de lectura.
Los que se veían reflejados en las obras, se las pedían a sus autores para guardar de recuerdo y así casi todas han desaparecido, o están guardadas en algún archivo familiar. No hay constancias de la vida institucional de la Asociación Isondú. Apenas algunas páginas de "ABC" y de "Sudamérica" de 1930, son los escasos testimonios periodísticos, en los que se consigna su prolífica actividad.
Resta seguir indagando para ampliar esta historia. Y resta, además, seguir el ejemplo de irradiar luz a través del arte que -probablemente, en este caso quilmeño - haya empezado en la escuela primaria, con maestros y un buen libro de lectura.
Ana María de Mena
Historiadora, periodista, escritora.
Docente en la Universidad del Comahue
Publicado en la revista “Vientos del Sur” Año 1 N° 3
Historiadora, periodista, escritora.
Docente en la Universidad del Comahue
Publicado en la revista “Vientos del Sur” Año 1 N° 3
NOTAS
[1] Elina González Acha de Correa Morales (20 de enero de 1861 – 13 de agosto
de 1942) Educadora, activista de derechos científicos y de la mujer. Fue de las
primeras licenciadas de la Escuela Normal argentina y fue pintora, ganando
reconocimiento internacional tanto por sus textos y pinturas. Fue fuerza
impulsora detrás de la fundación de la CAEG Sociedad Argentina de Estudios
Geográficos y sirvió como presidenta de ese establecimiento hasta su
muerte. Ella y su marido, un renombrado escultor
argentino, Lucio Correa Morales fueron defensores de las
reclamaciones de tierra de la nación ona o selknam
de Correa
Morales, Elina G. A.; Carbone, M E (1903). Geografía elemental: Libro 1.
Buenos Aires, Argentina: Cabaut Ed.
de Correa
Morales, Elina G. A. (1904). Ensayo de Geografía Argentina:
Parte Física. Buenos Aires, Argentina. Buenos Aires, Argentina.
Isondú: lecturas variadas para las
escuelas comunes. Buenos Aires, Argentina:
Cabaut. 1906.
[2]
Ver en EL QUILEMRO del domingo, 13 de noviembre de 2011 “Luis Eduardo Otamendi - La Tradición y El Arte”
[4]
Ver en EL QUILMERO del domingo, 1 de febrero de 2015 “La Plaza
Aristóbulo Del Valle O Placita De La Colonia”
[5]
Ver en EL QUILMERO del martes, 31 de mayo de 2011
“Luis Jorge Barton, Periodista, Caricaturista (1910 - 1979)” - Semana del Periodista
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