Conocí a Máximo Barbieri en las peñas
folklórico-tangueras que hacían mi madre y su marido Héctor Tiscornia una vez
al mes, en su casa de la calle Oliveri. No era un hombre locuaz como gran parte
de los demás asistentes, de modo que se sentaba a mi lado y conversábamos
entrecortadamente de las ideas, inspiradas o impuestas por el entorno, que se
nos venían a la cabeza. Se interesaba mucho por mis trabajos e inquietudes y
una vez, como miembro de la Sociedad de Escritores de la Provincia le presenté un libro y luego como cronista del periódico de Omar Andragñez hice una nota sobre ese libro y su figura.
Pero para mayor rigurosidad recurro a la reseña
biográfica de Néstor Pinsón en “Todo Tango”.
EL CONSERVATORIO WILLIAMS
Barbieri nació 18 noviembre 1914 y transcurrió su infancia y adolescencia en Quilmes. En la música fue un intuitivo, pero estudió música y composición en el Conservatorio Williams, ubicado en la esquina SO de las calles Mitre y Alsina de la ciudad de Quilmes, con el profesor Kilmer Heller, donde se recibió de profesor superior de guitarra. Sin embargo, insistía en considerarse autodidacta, pues no se quedó únicamente con lo que le dio el Conservatorio, sino que ahondó en toda la amplitud y la vasta creación musical de todos los tiempo. Él hablaba, como si los hubiera conocido o escuchado en vivo de Albinoni, como de Wagner o de Titta Ruffo, Caruso o Magaldi.
INICIOS
Sus primeras actuaciones fueron en los clubes tangueros por excelencia, como el Alsina del barrio La Colonia o festividades caseras.
Su carrera profesional comenzó en 1935, en la legendaria LS3 Radio Mayo (ubicada en Callao 1526) acompañando a Enrique Carbel quien luego fue el cantor de la orquesta de Juan D’Arienzo. A partir de esa primera experiencia nunca le faltó trabajo pues, en aquella época, el número de cantores era infinito y todos los días se sumaba uno nuevo. Era el tiempo en que se rezumaba tango. Y a él las notas, los sonidos se le deslizaban de los dedos como antes de apoyarlos en las cuerdas.
EL PROFESIONAL
A pesar de la abundancia de estas “changas”, el ‘trabajo fijo’ era importante para la subsistencia, lo demás era para mejorar la economía; de modo que en 1940, junto a otros colegas pasó a ser guitarrista estable de LR3 Radio Belgrano. Algunas notas de años posteriores, citan que también tuvo su paso por LR4 Radio Splendid, cosa posible pues esta emisora llegó a ocupar el mismo edificio de Radio Mayo.
Barbieri nació 18 noviembre 1914 y transcurrió su infancia y adolescencia en Quilmes. En la música fue un intuitivo, pero estudió música y composición en el Conservatorio Williams, ubicado en la esquina SO de las calles Mitre y Alsina de la ciudad de Quilmes, con el profesor Kilmer Heller, donde se recibió de profesor superior de guitarra. Sin embargo, insistía en considerarse autodidacta, pues no se quedó únicamente con lo que le dio el Conservatorio, sino que ahondó en toda la amplitud y la vasta creación musical de todos los tiempo. Él hablaba, como si los hubiera conocido o escuchado en vivo de Albinoni, como de Wagner o de Titta Ruffo, Caruso o Magaldi.
INICIOS
Sus primeras actuaciones fueron en los clubes tangueros por excelencia, como el Alsina del barrio La Colonia o festividades caseras.
Su carrera profesional comenzó en 1935, en la legendaria LS3 Radio Mayo (ubicada en Callao 1526) acompañando a Enrique Carbel quien luego fue el cantor de la orquesta de Juan D’Arienzo. A partir de esa primera experiencia nunca le faltó trabajo pues, en aquella época, el número de cantores era infinito y todos los días se sumaba uno nuevo. Era el tiempo en que se rezumaba tango. Y a él las notas, los sonidos se le deslizaban de los dedos como antes de apoyarlos en las cuerdas.
EL PROFESIONAL
A pesar de la abundancia de estas “changas”, el ‘trabajo fijo’ era importante para la subsistencia, lo demás era para mejorar la economía; de modo que en 1940, junto a otros colegas pasó a ser guitarrista estable de LR3 Radio Belgrano. Algunas notas de años posteriores, citan que también tuvo su paso por LR4 Radio Splendid, cosa posible pues esta emisora llegó a ocupar el mismo edificio de Radio Mayo.
En 1943, integró la popular ‘orquesta
característica’ de Feliciano Brunelli en la que permaneció 6 años; luego con el maestro
Argentino Galván, 4 años.
Con algunas de las orquestas que integró hizo breves giras por el país, pero las incomodidades de los viajes no era lo que más le atraía.
En 1949, llegó a Radio El Mundo de la calle Maipú 555, donde permanecería
nueve espléndidos años,
desde el año 1950 hasta el año 1967; sin embargo,
dice Néstor Pinsón, que hay quienes exageran afirmando que permaneció en dicha
emisora 20 años.
Fueron muchos los cantores que acompañó: Charlo,
Azucena Maizani, Agustín Irusta, Néstor Fería, Alberto Marino, Edmundo Rivero, Nelly Ornar, los
Hermanos Ábalos, Oscar Alonso, Gerardo Mancini, Oscar Del Cerro entre otros. De todos guardaba recuerdos entrañables.
EN TELEVISIÓN
En 1958, Carlos Figari formó un cuarteto en el que
intervino Barbieri, para actuar en varios programas en el Canal 7; la televisión surgió como un instrumento deslumbrante para el arte y la cultura. Pocos años
después, su conjunto de guitarras respaldó la actuación del cantor Enrique Dumas.
En 1967 registró 4 temas para el sello Microfón,
junto a Domingo Laine, Avelino Casao y Perci. Dejó también una casette con 12
piezas. Esta producción tuvo una característica especial, 6 de los temas que
integraba una de las fases, fueron doblados por él mismo, consiguiendo así un
sonido más rotundo que le dio un mayor lucimiento a los solistas. Los mismos
fueron: “Chiqué”, “Pa' los que sueñan” - tango que le pertenece -, “Canaro en
París”, el vals “Idilio trunco”, “No atropeyen” - también de su autoría – y “Recuerdos”.
En la otra faz, graba junto a Domingo Laine, Juan Carlos Gorrías, Pérsico y el
contrabajista Norberto Samonta: “Nueve de Julio”, “Pa' la Colonia” - tango propio para su barrio tanguero -, “El viejo vals”, “Con dos
bemoles” - tango propio en colaboración con Roberto Grela -, la ranchera “A media
rienda” y la zamba “Mujer” - también de su propia cosecha -. Otros títulos suyos fueron: la milonga “De vuelta y media”, su obra más
conocida y difundida, “Caballo de noria”, “Cielo triste”, “Barriada de mis
amores”.
Barbieri fue un laburante de la música, también incursionó
en otros géneros musicales, pues si bien el tango tuvo primacía, con los años incorporó exitosamente el folklore y no esquivó la música
clásica.
MIS MEMORIAS
El
viernes 20 de enero de 1978 hice una nota a Máximo Barbieri en el periódico EL
PERIODISTA (página 7) en mi columna, “Quilmes, Arte y Cultura”, con motivo de
la presentación de uno de sus libros que como miembro de la Sociedad de
Escritores de la Provincial hice en su sede de la calle Moreno. La breve nota
dice:
El 25 de mayo de 1976, fue
presentado en la Sociedad de Escritores de la Provincial (filial Quilmes), el
libro "Mis memorias” de Máximo Barbieri. Obra autobiográfica realizada en
décimas octosilábicas, que muestran la precisión en la versificación y el ritmo
del lenguaje poético aplicado a palabras cotidianas.
Nombres como los de Manuel Ábalos,
Víctor Prestipino, Gioconda Bertoia, Horacio Ferrer y otros, prologaron el
libro de este músico y poeta quilmeño, comprometido durante toda su vida con
el arte. Guitarrista de tango, tocó en las grandes orquestas del país,
componiendo además, más de sesenta temas musicales.
Ahora Máximo Barbieri, prepara un
nuevo libro, “De vuelta y media, versos para decir y cantar” poemas de temática
campera y ciudadana. Este nuevo libro está prologado por Homero Expósito y Lito
Bayardo. Así, ratifica sus conocimientos de la poesía criolla y popular, y la
visión poética que tiene del mundo y de la vida, siempre influido grandemente,
por el lenguaje de la música.
Con este “introito” inicia su
libro:
Pa’presentarme ante ustedes
traigo esta tropa de versos,
nacidos como el mastuerzo
y acomodaos sin enredos.
No necesitan paredes
pa 'protegerse del viento,
porque tienen sentimiento,
dolor, amor y poesía,
con algo de rebeldía,
que nació del sufrimiento.
Barbieri, que transcribió temas de
Chopin y Juan Sebastián Bach, es un autodidacta que no se anquilosó en su
creación. Hay un eterno afán de progreso en su infatigable obra de tantos
años; siempre indagando su ser inferior y el mundo, sin perder su
característica sencillez y humildad que no se pueden dejar de vislumbrar en su
persona. CHALO
AGNELLI
NUEVA PRODUCCIÓN
Cuando
ya no se esperaban de él nuevas composiciones y grabaciones, en 1993 presenta un
disco con dos temas de Abel Fleury, el gato “El desvelao” y “Te vas milonga”, uno
de Agustín Irusta, su famosa zamba “Rosario de Santa Fe” y de su inspiración,
“¡Ay corazón!” (zamba), “De afuera” (huella), “Sobre la marcha” (tango), “Hoy
vivo entre tinieblas” (vals) y “Puerta afuera” (chacarera doble)
POESÍA
Tuvo
su propio conjunto de cuerdas y, paralelamente, una gran afición por el
criollismo que cuajó en varios libros de poemas, algunos de esos títulos son: "Mis
memorias" (1975), "De vuelta y media" (1978), como un homenaje a la milonga que
muchas satisfacciones le había dado, "Entre
tizones" (1983), "Quemando sueños"
(1988) y, finalmente, ya alejándose como el cisne cuando presiente la muerte: “Chirlos: versos camperos, ciudadanos,
lunfardos y humorísticos”.
MULTI PLAY BACK (MÚSICA MULTIPLICADA
El
maestro Máximo Barbieri, después de grabar varios temas para dos sellos
importantes con su conjunto de cuatro guitarras, fue contratado por el sello
Magenta, para grabar cuatro temas; "Chiqué", "Canaro en París", "No atropeyen" (sic), y "Recuerdo". La ejecución se realizó de la de la siguiente manera: Barbieri hacía
la primera toma él mismo, acompañado con el contrabajista Norberto Samonta,
después se doblaba él mismo hasta cuatro y cinco veces, obteniendo la sensación
de un conjunto de cinco instrumentos cuando en realidad es solo su guitarra,
este sistema se denominó multi-Play-back, totalmente inédito en esos años y abrió para Barbieri muchas
posibilidades por los interesantes resultados alcanzados; colocándose sus
propios acordes a melodías que él mismo ejecutaba agregando tercias y
retruécanos musicales de expresiva calidad. Máximo Barbieri fue una de las
mejores guitarras del género popular, le han dado innumerables méritos
revalidados en mil oportunidades, acompañando en más de tres décadas a los
mejores solistas de nuestro tango y folklore. Fue el primer guitarrista
argentino que grabó con este sistema Multi-Play-back.
LA MÚSICA TAMBIÉN ES SILENCIO
Con ochenta y cuatro años de edad, la muerte de su
esposa, que no pudo sobrellevar, un cáncer, cierta imposibilidad física que lo separaba de la guitarra - dice Pinsón -, lo habrán hecho pensar “¿Y ahora qué?”... la música
también es silencio, entonces tomó su arma y el 3 julio 1999, cortó sus cuerdas.
Es evidente, que en transcurso de tantos años, su
obra no fue transmitida con la difusión que merecía, pero él, seguramente,
encontró felicidad mientras la concebía, así como sus libros. Por ello, es de
absoluta justicia recuperarlo en la memoria de los amantes del tango y de los
vecinos de este Quilmes que nunca abandonó.
RECUERDOS DE MIGUEL ÁNGEL MORELLI
28 DE OCTUBRE DE 2015 Esta mañana me levanté pensando en un diálogo que tuve hace una punta de años con don Máximo Barbieri. Solía venir por las mañanas a la librería y nos quedábamos hablando de bueyes perdidos. Un día le pregunté cuántas horas practicaba: "Hasta hace poco, ocho. Pero ahora apenas tres o cuatro, porque me quedé medio sordo de este oído..." Yo intenté disimularlo: "Bueno, don Máximo, a su edad eso es normal..." Se dio vuelta y me miró fijo: "¡Ma' qué edad! Hace unos meses, para festejar el Año Nuevo, salí con mi nieto al parque y se me dio por tirar un par de tiros al aire. Se nota que puse el revólver demasiado cerca de la oreja, porque todavía estoy aturdido".
Don Máximo, que ese momento había pasado los 80,
fue el autor de una punta de tangos memorables. Entre ellos, de este magnífico
"De vuelta y media".
Ayer,
buscando otra cosa, encontré en mi biblioteca un ejemplar de "Quemando
sueños", que Máximo Barbieri me dedicó allá por el '88. Esta mañana me
levanté pensando en su milonga "De vuelta y media", que acaso sea lo
más conocido de su creación.
Me
encantaba hablar con don Máximo. Todos los días me arrimaba una anécdota nueva,
insuperable. Cuando no hablaba de Rivero, hablaba de Pichuco o del Polaco. Y
siempre terminaba en Gardel, desde luego.
De
su boca fue que escuché hablar por primera vez de la marcha "Adelante".
Me habló de ella como quien suelta una confesión. Desde luego, yo tampoco había
escuchado hablar de Emilio Iribarne y José Barros, y mucho menos de la
colección de Olivieri. "Algunos dicen que se trató de un homenaje al
Peludo. ¿Imagina a Gardel haciendo semejante cosa, Morelli?", me dijo una
mañana. Entonces a mí se me dio por preguntarle si Gardel pudo haber llegado a
escuchar "Cambalache", ya que Sofía Bozán lo estrenó en el '34 y el
accidente en Medellín fue recién al año siguiente. Barbieri sonrió.
"Gardel jamás podía incluir semejante letra en su repertorio - me dice -,
pero algo de eso hay, algo de eso hay..."
Compilación Chalo Agnelli
FUENTE
Mundo
Musical – Revista mensual ilustrada de interés general Bs. As. Año 34, julio
1973 N° 417
“Todo
Tango” de Néstor Pinsón http://www.todotango.com
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