por Chalo Agnelli
En la primavera de
1942 nació un nuevo barrio en Quilmes. Fue el primero que se formó a ambos
lados de la avenida Calchaquí y en varios kilómetros a la redonda. Se podría
afirmar que por su origen y desarrollo es uno de los más distintivos de entre
los que se desarrollaron alrededor de la ciudad de Quilmes durante el siglo XX.
Fue una iniciativa
de la “Colonia de Cooperarios”,
Sociedad Cooperativa de Crédito Ltda., constituida para crear un sistema
cooperativo residencial. Los resultados son clara muestra de la importancia que
el cooperativismo tuvo en nuestro país.
La Villa Cooperaria la conformaban veinte manzanas limitadas por la Avda. Calchaquí,
Constancio C. Vigil, Avda. Acha y Laprida. Luego se anexó el barrio San Martín
de Tours.
La creación de
escuelas siempre fue de la mano con el desarrollo de las comunidades. Así, una Comisión
de Damas Cooperarias formó en 1946 el primer Jardín de Infantes con 14 alumnos,
pues no existía ninguna en una extensa zona. Esta es la primera particularidad
de esta escuela: que fue generada por un Jardín de Infantes, lo cual siempre
fue a la inversa en las demás instituciones quilmeñas y en muchas de la
provincia. La segunda es que se repite el empeño de la iniciativa privada para
promover la educación entre todos los ciudadanos.
Dos años después se
inició, siempre en dependencias de la Cooperativa, el primer grado y así sucesivamente
hasta completar el sexto.
En 1952 se
inscribieron 29 alumnos de primero inferior y superior (como se graduaba
entonces) Al año siguiente se donó el lote N° 5, Juan B. Justo 3402, frente a
la rotonda, al Gobierno Provincial para la construcción del edificio escolar.
En 1954 se
consiguió que el Ministerio de Educación de la Provincia oficializara
la escuela primaria privada, asignándole el nombre que la identifica desde
1956, propuesto por la entidad cooperativa, “Capitán de Marina Don Luis Piedrabuena”.
En mayo de 1959, se
habilita el edificio, que es inaugurado oficialmente el 25 de agosto de 1963, con el padrinazgo del Ministerio de Marina.
Fue su directora
durante casi 25 años la educadora quilmeña Hilda
Josefina Bryce,[1]
seguida entre otras por: María del Carmen Di Martino, Edith Ballontini y Vd.
Olga Lara de Ponce. Entre sus docentes se recuerda a Josefa Valenzuela, Dora
Paz, Silvia Barreiro, Luciana De Lutiis, Nora Mergasi, profesora de música y
ayudante de biblioteca y Alicia Baio, luchadora gremial que participó de la
fundación de SUTEBA Quilmes.
La Escuela N° 55 conserva el prestigio y la distinción en el distrito que la
caracterizó en las décadas del sesenta y posteriores.
FUENTE
Agnelli,
Chalo. (2004) “Maestros y Escuelas de
Quilmes”. Ed. Jarmat. Bernal.
NOTA
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