La donación hecha por la familia García a la municipalidad de la franja de tierra lindera a las vías del ferrocarril, comprendida entre la acera sur de la avenida Carlos Pellegrini y la acera norte de la calle Entre Ríos, en 1977, permitió la prolongación de la calle Gaboto Oeste, que hoy se llama Canal de Beagley, hasta el túnel peatonal subterráneo, tuvo la virtud de hacer renacer en ese vecindario de Quilmes sus antiguas esperanzas de que habría de practicarse por fin la apertura de un paso bajo nivel o construcción de un puente que uniría ambos sectores de lo que y hoy es el centro comercial de la ciudad de Quilmes.
“En la sesión del H.C.D. del 10 de diciembre de 1927 se dicta una ordenanza dirigida a empresa ferroviaria, señalando que era indispensable mantener expedito el cruce de la calle Alsina, que constituía el mayor obstáculo para el tránsito normal [1] a la ciudad desde el oeste. Al efecto el HCD solicita que se debía construir un pasaje subterráneo para vehículos y peatones.” [2]
En el número de julio de 1941, la revista “La Urraca” anunciaba que estaban en condiciones de afirmar que se concretaría a la brevedad el cruce bajo nivel destinado a unir las calles Conesa y Santa Fe (hoy Rodolfo López) atravesando las vías. El jefe del departamento de obras públicas de la municipalidad era el Ing. Carlos España secundado por el Ing. Luis A. Casabona Aranda y el arquitecto Lario A. Lagos. Por muchos años, hasta la fecha en que se inauguró el puente “14 de Agosto”, en esa fecha de 1970, y los pasos bajo a nivel de Alberdi-Int. Oliveri y Saavedra-San Luis el progreso del barrio La Colonia, fundado en 1896 por don Santiago Valerga, se vio frustrado por el insalvable impedimento que creció con la injustificada clausura del paso a nivel de las calles Alsina-Pellegrini, por donde cruzaba el tranvía 22 rumbo a la Ribera.
El tranvía cruzando el paso a nivel entre las calles Pellegrini-Alsina es de 1952. Aparece en el diario “El Sol” del lunes 21 de enero de 1952, en una nota reclamando que se incluya en el Segundo Plan Quinquenal la construcción en el lugar de un paso bajo nivel, dado lo peligroso de ese cruce para peatones y medios de locomoción. (Alcibíades Rodríguez)
EXCUSAS DE LA LÍNEA ROCA
A lo largo de las décadas, fueron incesantes las gestiones efectuadas en las más altas esferas gubernamentales nacionales y provinciales, entrevistas, reuniones, proyectos y, en una palabra, la motorización del periodismo, de las instituciones, de la industria y del comercio para conseguir ese objetivo, pero todo se vio estrellado siempre contra la negativa terminante de ¡ las autoridades de la empresa ferroviaria, que por incoherentes y ocultas razones le han negado reiteradamente a Quilmes lo que sin tantos preámbulos le autorizaron a otros peticionantes como la construcción del viaducto de Sarandí y de los pasos a bajo nivel de Lomas de Zamora, Lanús y Temperley, todos ellos de extraordinaria importancia para el progreso y para la seguridad física de los vecinos de esas ciudades. La excusas eran que el paso estaba demasiado próximo a la estación, que se habían dado algunos accidentes peatonales, cosa que se hubiera podido evitar si la empresa del Roca ponía en el cruce personal de salvaguarda y otras cuestiones por el estilo.
El auge que se dio oportunamente a la avenida 12 de Octubre, además del cruce vial de esa arteria con la calle Olavarría y luego el mencionado puente, en detrimento del incuestionable derecho de la avenida Carlos Pellegrini a comunicarse sin trabas con el casco céntrico de la ciudad por fundamentales razones como lo son su conexión directa con la estación del ferrocarril y su indiscutible condición de avenida con cuatro carriles y su vinculación con las dos grandes vías de acceso a Buenos Aires y La Plata, el camino Genera Belgrano y la avenida Calchaquí, no había decrecido el entusiasmo y las esperanzas de ese sector de población, que pensaba que se iban dando las condiciones para que las autoridades municipales intentaran obtener de la autorización de la administración del Ferrocarril General Roca para que, se construya en este punto la vía de comunicación tanto tiempo anhelada. Con la incorporación al patrimonio urbano de esa porción de calle, la oportunidad era propicia.
UN RECLAMO JUSTO, ANSIADO Y DE REAL INCLUSIÓN
Prof. Chalo Agnelli
Director del Blog EL QUILMERO
NOTAS
[1] Ver en EL QUILMERO del jueves, 6 de septiembre de 2012, “Nefasto Cruce Peatonal Alsina - Pellegrini y otras dificultades urbanas - La línea 278”
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