En estos
días en que la "Casa Bagley" de nuestra ciudad ha estado en el
candelero, y próximos a cumplirse 157 años de la aparición comercial de la
Hesperidina, recordemos (y mejoremos) esta historia en dos partes que
publicamos hace unos años.
En una
reciente publicación en su excelente blog "EL QUILMERO", Chalo
Agnelli nos desasna con una gran frase que el brillante Eduardo Wilde
escribiera allá por 1888: "Toda situación tiene una historia y una
leyenda. La historia se encarga de repetir la verdad; la leyenda se encarga de
desfigurar la verdad, haciendo aparecer muchas veces pedazos de la historia
adornados con invenciones seductoras. Lo que el pueblo conserva es casi siempre
la leyenda, porque su espíritu se aficiona más a la ficción que a la realidad”.
Sede de la empresa Bagley en la Avenida Montes de Oca al 100, en el barrio de Barracas en la CABA. (Wilkipedia) |
Introducción
al trabajo del farmacéutico francés Lebreton publicado en el “Journal de
pharmacie et des sciences accesoires” de 1828. Traducción del francés original:
“El Sr. Robiquet lee la nota enviada por el Sr. Lebreton de Angers, sobre
el análisis de los cítricos y la forma de obtener la nueva sustancia que ha
designado bajo el nombre de Hesperidina. Remitido al Comité Editorial.”
Primer aviso publicitario anunciando la
Hesperidina aparecido en el periódico “La Tribuna” del 23 de octubre de 1864.
Primer
aviso publicitario con el producto ya lanzado, aparecido en el periódico “La
Tribuna” el 25 de diciembre de 1864. Notar la lista de cafés y droguerías donde
podía conseguirse la bebida.
En 1828
un boticario francés de apellido Lebreton había publicado en ella un
experimento mediante el cual había descubierto en los cítricos una sustancia
cristalina de sabor amargo a la que bautizó con el nombre de Hesperidina. No
parece fuera de lugar suponer que en su trabajo en “La Estrella” Melville haya
tomado contacto con ese artículo y de allí haya sacado la idea para bautizar su
creación, una bebida hecha con cáscaras de naranja, agua de azahar, manzanilla
y hierbas importadas, todo ello macerado en alcohol, agua y azúcar. Una receta
simple pero efectiva que tomaría a Buenos Aires por sorpresa.
Farmacia “La Estrella” en su primera ubicación de Defensa 181, CABA. Foto: extraída del libro “Tozuda industria nacional”, de Bruno Pedro De Alto |
La bebida
fue un éxito y para 1876 la fábrica, ubicada en Maipú y Paraguay, producía 7000
litros diarios, envasando 720 botellas por hora. Conseguir las botellas había
sido todo un problema: no había en Buenos Aires un proveedor que pudiera
abastecer semejante cantidad. Bagley tuvo que importarlas desde Inglaterra,
tomando como modelo una botella de tipo barril a imitación de las que se usaban
en Estados Unidos para envasar los bitters. Otro problema al que tuvo que
enfrentarse fueron las copias: hubo tantas imitaciones que Bagley tuvo que
llevar a varias de ellas a juicio, además de encargar las etiquetas para el
envase de su bebida a la American Bank Note Company, empresa norteamericana que
se encargaba de la impresión de todo tipo de comprobante que necesitara papel
de seguridad especial. Finalmente, con el apoyo de sus socios los Demarchi
logró que el gobierno de Nicolás Avellaneda cree el Registro de Marcas, del
cual LA HESPERIDINA fue la NÚMERO 1.
Julio de 1873: los hermanos Pirsi son llevados a juicio por elaborar una bebida imitación a la Hesperidina. Periódico "El Progreso" de Quilmes
Los
Demarchi eran los fundadores del Banco de Italia y Rio de la Plata con el cual
habían financiado a la provincia en 1873, grandes benefactores y directores del
Museo de Buenos Aires y también proveedores del estado a través de su
droguería: no les faltaban contactos e influencias en las altas esferas como
para apoyar a su inversión y protegerla intelectualmente. Fueron también los
que lograron que el gobierno eximiera de impuestos a Bagley para importar las
fábricas con las que arrancó la producción de galletitas. Y serían
fundamentales para la instalación de la misma en Barracas en 1891.
Familia Bagley en 1879. De izquierda a
derecha: Daisy Ethel, Melville Sewell Bagley, María, Mabel, Edith María Amelia
(parada), Julia Walker (sentada), Mary Jane Hamilton y Lucia Gertrude. Faltan Sarah Emma, quien había fallecido antes de cumplir el año
de edad, y Melville Jr., quien nacería al año siguiente. Foto: blog “Rufina
Cambaceres: de la leyenda a la verdad”
Pero para ese año don Melville ya había fallecido. Casado en 1866 con la inglesa Mary Jane Hamilton y padre de ocho hijos, murió de apoplejía el 14 de julio de 1880 con 42 años recién cumplidos. La Bagley, que continuó su expansión hasta cerrar en 2004 y quedar solo como marca de Arcor, continuó produciendo la Hesperidina hasta ese año. En 2006 la marca, aquella por la que Melville Bagley tanto luchó y logró registrar, fue comprada por la bodega Tres Blasones y en 2018 transferida a la bodega Cepas Argentinas. Una marca que en estos días cumple 155 años y que, según la historia oficial de la empresa, nació en Bernal. Pero… ¿nació en Bernal? Intentaremos develar ese mito en la segunda parte.
Tumba
de Melville Sewell Bagley en el Cementerio Británico de la ciudad de Buenos
Aires. Foto del autor.
Texto
y fotos Alejandro Gibaut
De
su Facebook “Bernal, su historia y su gente”
Miembro
de la Comisión Coordinadora de la Junta de Estudios Históricos de Quilmes y de
la Asociación Historiadores Los Quilmeros.
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