Próximamente entramos en el año en que se conmemorará el centenario del fallecimiento del escritor y naturalista argentino Guillermo Enrique Hudson y son muchas las inspiraciones, escritos y vínculos que hallamos en su trayectoria, en su vida, en su obra; como esta, que recientemente concluido el monolito a William Wheelwright en la plaza Hipólito Yrigoyen de Quilmes, tras largos años de infaustas demoras, despertó un lazo al museólogo responsable del Museo Regional Guillermo Enrique Hudson de Florencio Varela, “Los veinticinco ombúes” Aníbal Rubén Ravera que nos cuenta:
El
hermano de Guillermo Enrique Hudson, Edwin,[1] segundo en orden de
nacimiento, estudió ingeniería en Boston. Lo hizo preparándose solo en
Argentina y rindiendo libre su admisión a la Universidad en Estados Unidos.
Durante esos años en la tierra de sus padres se estableció en la casa de unos
tíos. A su regreso trabajó a las órdenes del ingeniero norteamericano William Wheelwright [2] que ya se había abocado en
la construcción del ferrocarril Buenos Aires-Rosario-Córdoba.[3] También participó en el
diseño del "tren de las nubes" y en la instalación de las
obras sanitarias de la ciudad de Córdoba. A tal efecto y como agradecimiento
existe en la Plaza de la Ciudad de Córdoba una fuente dedicada a la memoria de
Edwin Andrews Hudson.[4]
Sobre
William Wheelwright, José Bautista Alberdi[5] escribió un excelente
libro que cuenta la vida del empresario norteamericano. Y allí explica cómo
Wheelwright llegó nadando a las costas de Quilmes luego que el barco donde era grumete
y lo traía, naufragara en el Río de la Plata frente a las costas de Quilmes.
Edwin
es el hermano que cita Guillermo Enrique en el prólogo de “Aves del Plata” en
1920, en dónde relata como lo trataba de convencer desde Córdoba para que el escritor
y naturalista volviera de Inglaterra y se instalara en la provincia mediterránea,
tan rica en avifauna y naturaleza.
Guillermo E. Hudson reflexiona entonces, que quizás su decisión de quedarse en el Reino Unido había sido la equivocada. Pero ya había pasado cuarenta años… era demasiado tarde. Rubén Ravera
Crónica Chalo Agnelli
NOTAS
[1] Ver en EL QUILMERO del sábado, 25 de
mayo de 2019 "La Familia Hudson en la Argentina por
el Prof. Enrique M. S. Pedrotti"
[2] Ver en EL QUILMERO del lunes, 16 de septiembre de 2013 "William Wheelwright y el camino de hierro a Quilmes"
[3] El
primer tren entre Buenos Aires y la
Estación Rosario Norte circuló el 1 de febrero de 1886, un momento
especial ya que, hasta ese momento, los desarrollos ferroviarios
en Argentina se centraban en Rosario y en Buenos
Aires, pero por primera vez las ciudades estaban unidas.
[4] Dos fuentes de
mármol -adquiridas bajo la gestión del ingeniero municipal Edwin Andrew Hudson-
reemplazaron a la que hizo colocar Sobremonte, obras del arquitecto y escultor
suizo José Allio, Hoy con sus 137 años sus aguas todavía mojan al desprevenido
transeúnte. Las fuentes plantadas en los laterales norte y sur en 1876,
protegían la glorieta levantada un año atrás. Para 1890 parece estar ya
instalada una rocalla en el costado frente al Cabildo, que dio un nuevo
entretenimiento a la plaza ya que se usó como fuente de los deseos.
[5] Alberdi, Juan B. (2002)
“Vida de William Wheelwright” Memoria Argentina EMECE Buenos Aires. ISBN
950-04-2407-X
No hay comentarios:
Publicar un comentario