Muestra a realizarce en el Colegio de Abogados de Quilmes, Alvear 414, el viernes 16 de abril a las 20,00 horas - Entrada libre y gratuita.
Ustedes saben que la República Argentina va a cumplir precisamente el 25 de Mayo de 2010 sus 200 años de vida. Es por ello que, desde el Departamento de Cultura del Colegio de Abogados de Quilmes, me han cedido gentilmente sus instalaciones, para poder compartir con todos los quilmeños, una de las tantas muestras históricas fotográficas que conciernen a los festejos del Bicentenario, y que gracias a la amistad que pude atesorar con coleccionistas e investigadores de la fotografía, a través de los nueve años que estuve al frente del Museo fotográfico de Quilmes, este próximo viernes 16 de abril, a las 20,00 horas y con entrada libre y gratuita. Se procederá a la inauguración titulada: “ Buenos Aires 1910 – retrospectiva de una ciudad en crecimiento”.
Por supuesto que hay diferencias entre los dos centenarios de la soberanía argentina: en el primero, un país rico, agropecuario y conservador; en el segundo, una nación en crisis, pero que mantiene una estructura democrática con libertad de pensamiento y palabra.
Haciendo Historia.-
La ciudad de Buenos Aires contaba en 1910 con una superficie de 18 mil hectáreas y con una población empadronada de 1,231,698 habitantes; Apreciando esta población en su potencia intelectual, fue la primera de América del Sur. La población de todas las clases sociales buscaba el aire y las bellas perspectivas. La superficie general de los paseos emplazados en Buenos Aires, alcanzaba a 10 millones de metros cuadrados: correspondían al Parque Tres de Febrero 5. 420.000 metros cuadrados , punto obligado de cita para los carruajes de la sociedad elegante. Allí se reunían los días festivos hasta 1000 coches o más, demostrando la riqueza y el lujo de trenes y caballos con que Buenos Aires llamaba la atención de los extranjeros.
En 1910 había edificios públicos notables y valiosos, como la Casa de Gobierno, el Banco de la Nación , la Catedral en la gran Plaza de Mayo, el Teatro Colón, el Palacio de Justicia en la Plaza Lavalle , el Palacio del Congreso, el Depósito de Aguas Corrientes, el Banco de la Provincia , el Hipotecario, la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, el Teatro de la Opera , la Penitenciaria y varios hospicios, atendidos por el Gobierno y el pueblo.
Para los viajes y transportes lejanos, partían de la ciudad 6 líneas férreas: Oeste, Sud, Pacífico, Central Argentino, Central de Buenos Aires y Provincia de Buenos Aires. Por estas vías, no solo se hace la introducción de productos de la campaña y algo de las provincias, sino que servían para el movimiento de pasajeros entre la capital y los extremos poblados de la República. Los mercados de abastecimiento para la alimentación de la población, eran: el del Centro, del Plata, Abasto, Buenos Aires, Independencia, Libertad, Rivadavia, Pilar, Belgrano, Flores y otros de menor importancia. El Museo público de Buenos Aires, era considerado entre los más ricos en fósiles, poseyendo ejemplares completos de diversos tipos ya extinguidos y que son la especialidad característica del museo.
Las imágenes coloreadas, pertenecen a la colección de Héctor Luís Pezzimenti, rescatando del olvido al fotógrafo estadounidense, Harry Olds.
El fotógrafo Harry Grant Olds nació en Ohio en 1869, Estados Unidos., y falleció en Buenos Aires en 1943. "Comenzó siendo fotógrafo en su tierra natal. En 1897 recibió una carta de un tío radicado en Buenos Aires, que también había residido, en Valparaíso y Santiago de Chile. En 1899 se embarcó hacia la Argentina con su cámara de 4 x 5 pulgadas y 200 placas secas, realizando una gran producción fotográfica. Luego se instaló en Valparaíso. Comenzó tomando fotos de estudio y realizó una serie de tomas paisajísticas sobre el puerto y la ciudad. En 1902 volvió a Buenos Aires. Se desenvolvió como reportero gráfico y proveedor de imágenes para Roberto Rosauer, primera casa editora de Tarjetas Postales en la Argentina ". También se conocen tres imágenes efectuadas en Quilmes.
Como investigador, me resisto a festividades de la índole de los bicentenarios por su tendencia a glorificar a los héroes fundadores. Sin embargo, le encuentro sentido a las ceremonias si también se pasa a descubrir a los verdaderos héroes, personajes, anónimos, sufrientes e ignorados de una Argentina profunda; una larga lista de ofendidos que, deberían ser incluidos y recordados, en especial, en cada uno de los días que comprende el bicentenario.
LAS FOTOS PERTENECEN A LA COLECCIÓN PRIVADA DEL SR. HÉCTOR LUÍS PEZZIMENTI
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