En 1979, “Año
Internacional del Niño y La
Familia”, tres artistas plásticos quilmeños: Enrique
Pizarro, Rita y Sonia Otamendi, maestra de la escuela, con el apoyo de la
directora señora Arminda Grass de Arana, pintaron en el gran salón de actos
importantes murales que ocupan 200
metros cuadrados, representando una alegoría sobre: El
niño, la naturaleza y sus hermanos: Alegoría Inicial, Juegos Infantiles, El
Trabajo, El campo, La música, Los bailes y Alegoría final. Fueron
inaugurados el 23 de mayo de 1981.
El jueves 22 EL QUILMERO visitó la escuela Nº 17 donde estuvo con un cargo de vicedirector algunos años atrás. Cotidianamente acompañaban nuestra tarea unos significativos murales hechos por docentes y artistas del establecimiento. Estos murales son los únicos en su tipo en una escuela pública. Lamentablemente unos electrotécnicos muy poco acertados y menos asesorados, con esa imprudencia que solemos tener, de creernos conocedores de nuestra propia ciencia y todas las demás no los tuvieron en cuenta. Quizá por ese grado de soberbia involuntaria, pero que termina perjudicando el patrimonio cultural de una institución, de una ciudad, de un país, como en los últimas décadas quedó en evidencia el descuido al patrimonio quilmeño.
Algo propio de las megalópolis que, inevitablemente, pierden identidad por el aglomerado de gente de distintos rincones del país y del mundo que se juntan en un mazacote informe y confuso.
Esos murales ya habían sido restaurados en una oportunidad por la artista Hilda Paz con alumnos de la escuela de Bellas Artes Carlos Morel y hoy están dañados por la falta de previsión del departamento de infraestructura de la Dirección General de Escuelas. Los que vivimos como directivos el rotundo fracaso de la Transformación Educativa en los 90´ y sufrimos las obras de infraestructura que las escuelas tuvieron que soportar para instalar los 8º y 9º años, sabemos de esa “soberbia”. Recuerdo cuando ante un señalamiento mío de desacuerdo, como director de la escuela Nº 79, en los planos para construir las nuevas instalaciones, el arquitecto, director de infraestructura, me responde, “usted es idóneo en educación, déjeme la arquitectura a mí”. Finalmente las obras se hicieron según mi advertencia y criterio que era el más adecuado para una institución educativa, que mejor que el mismo docente que está semanalmente en la escuela para saber qué conviene y qué no para el edificio, en la medida de los posible.
Reproducimos a continuación el reportaje que en 1981, hicieron a los artistas, autores de los murales de la escuela 17, "Leonardo Rosales" de La Colonia. Chalo Agnelli
EL SOL. Sábado 9 de mayo de 1981
TRES
QUILMEÑOS DEJAN SU TALENTO EN MURALES
A pocas cuadras
de la estación de Quilmes se encuentra la escuela primaria Nº 17. Exactamente
en la esquina de Entre Ríos y M. Quintana. Su aspecto exterior no difiere de
tantas otras Sin embargo en su interior se ha producido una transformación
notable, siete grandes murales, que ocupan una extensión de 200 metros
cuadrados, despliegan su propuesta de formas, armonías y colores en el salón
central. Sus paredes, que testimoniaron el paso de generaciones y generaciones
de escolares, trasmiten hoy un mensaje de belleza.
La magnitud de
la obra convocó nuestra curiosidad. Dicen que el hombre moderno ha perdido su
capacidad de sorpresa, Pero nadie puede dejar de sorprenderse ante estos
murales, como expresión artística, y ante la historia que precede a su
ejecución. Al menos esa es la sensación con los protagonistas de esta
"aventura del espíritu".
Tres artistas,
dos mujeres y un hombre, conforman el equipo que concibió y llevó a su término
la obra. Son sus nombres Enrique Pizarro, Sonia y Rita Otamendi. Interrumpimos
su trabajo, están dando los retoques finales, para conocer de cerca el
pensamiento y los sentimientos de quienes dieron vida a las paredes de la Escuela
N° 17.
La charla fue
sencilla. Pudo desenvolverse en un ambiente cálido y espontáneo. Contribuyó
quizá para ello una amistad de muchos años con la más joven de los
entrevistados.
Sentados en los
pupitres de un aula cercana al salón central, el diálogo develó algunos de los
secretos que explican la obra.
INICIO DE LOS TRABAJOS
- ¿Cómo se les ocurrió la idea de los murales?
- ¿Cómo se les ocurrió la idea de los murales?
- Todo empezó en
el año 1979 - contesta Enrique Pizarro - Ese año fue declarado, el Año
Internacional del Niño y la Familia. Un motivo importante por sí mismo. Y en
realidad hacía mucho tiempo que me venía golpeando la idea de hacer estos
murales. Sonia trabaja en esta escuela como maestra y propuso el proyecto a la
directora de la misma.
- Y por lo
visto tuvo bueno acogida.
- Totalmente -
contestó Sonia Otamendi - Desde un principio la directora, señora Arminda Grass
de Arana, se entusiasmó con esta idea. Nos apoyó en todo momento y permitió que
trabajáramos sin ningún tipo de problemas. Además recibimos el apoyo de la
cooperadora que aportó los materiales necesarios.
- Queremos
señalar - interviene Rita Otamendi - que además nos han apoyado en la provisión
de materiales otras instituciones. Espero no olvidarme de ninguna. El Banco de
Quilmes, la cooperadora del CIE., el Rotary Club, la Intendencia municipal y
muchos aportes anónimos. Nosotros pusimos nuestro esfuerzo y nuestra vocación
por la pintura, pero en realidad la obra pertenece a la comunidad y ése es el
sentido que desde un principio le quisimos dar.
SENTIDO DE LOS MURALES
- Creo que ha llegado el momento de entrar de lleno en el fondo del asunto. ¿Cuál es el sentido que quisieron dar a los murales? O, mejor dicho, ¿Cuál es el mensaje que le da sentido a la obra?
SENTIDO DE LOS MURALES
- Creo que ha llegado el momento de entrar de lleno en el fondo del asunto. ¿Cuál es el sentido que quisieron dar a los murales? O, mejor dicho, ¿Cuál es el mensaje que le da sentido a la obra?
- El tema
central es el niño en su relación con la naturaleza y con sus hermanos - La
voz de Pizarro vuelve a poblar el aire con sus inconfundibles ecos del
altiplano - En realidad es una mirada de la evolución del niño dentro de su
marco natural, que lo constituye la cultura en la cual se desenvuelve. Y esto
no es una abstracción. Por eso el paisaje es el nuestro, las costumbres, los
valores que se simbolizan son los nuestros. Se puede decir que es un testimonio
que intenta rescatar nuestros valores, en contraposición con el individualismo,
el materialismo que ha penetrado en nuestra, sociedad. Y esto que parece muy
solemne es parte de la misma lucha que emprendemos cada día en contra de
aquellos, valores que no queremos ni para nosotros ni para nuestros hijos…
- ¿Quiere decir entonces, que los siete murales guardan
un orden, no están
desconectados entre sí?
- Exacto. Hemos
concebido la obra como una unidad. Lo que se refleja es un modo de vida, una
propuesta de vida en sus diversas manifestaciones. Además la unidad en sí
misma vale como una de las aspiraciones más hondas del ser humano. A ello
apunta nuestro trabajo. Es la alegoría que completa y corona, podríamos decir,
toda la obra.
SIMBOLISMO
- Me gustaría que explicaran brevemente lo que simboliza cada mural, así es posible entender esa unidad a que se refería Pizarro.
- En verdad es difícil transcribir lo que expresa una pintura. Pero brevemente podemos manifestar la idea que nos inspiró.
SIMBOLISMO
- Me gustaría que explicaran brevemente lo que simboliza cada mural, así es posible entender esa unidad a que se refería Pizarro.
- En verdad es difícil transcribir lo que expresa una pintura. Pero brevemente podemos manifestar la idea que nos inspiró.
Los tres artistas vuelcan en este punto sus
opiniones, alternativamente y a veces en forma conjunta, sin perder por ello
la ilación de las explicaciones.
- El primero es
una alegoría sobre el nacimiento del niño y sus primeros años rodeado de las
instituciones fundamentales; la maternidad, el saber, las artes, la educación,
corporizadas a través de las figuras que lo rodean y lo acompañan en los
primeros pasos.
Luego aparecen
los juegos infantiles, aquellos juegos que hoy parecen olvidados: la rayuela,
el rango, la payana. Son los juegos que despiertan la solidaridad y la sencillez
y se contraponen con los que hoy se ofrecen a los niños que apuntan a la
belicosidad, a la mecanización, a la pasividad.
El tercer mural
está destinado al trabajo. El contacto entre el hombre y la naturaleza. La
"posibilidad," que se puede rechazar o aceptar, de humanizar al
hombre y convertir en fecunda a la naturaleza.
El cuarto mural
es una alegoría sobre el campo, como expresión de una fuerza vital. Queremos
destacar la actitud de agradecimiento que impregna el espíritu de los hombres de campo, simbolizado
en la figura masculina que de rodillas agradece a Dios con una espiga de trigo
y un pan en cada mano. Luego llegamos a la música. La revalorización del
folklore porque el hombre saca de la naturaleza los instrumentos y los sonidos
para interpretarlo. Aquí se puede observar a un niño que toma los cantos dé los
pájaros criollos: el chalchalero, el jilguero, el zorzal.
Después sigue la
escena de los bailes folklóricos, aunque no esté representada ninguna
coreografía especial. Los tres grupos que danzan simbolizan las tradiciones, el
centro, del norte y del litoral de nuestro país.
- ¿Por qué las figuras del mural de la unidad son proporcionalmente más grandes que las del resto?
- Porque pretendemos trasmitir la idea de que la unidad es lo más importante. Qué a ella apunta naturalmente el hombre y que la relación armoniosa con la naturaleza y con sus hermanos lo lleva a vivir la unidad profundamente. En este estado se logran: la vivencia de la poesía y la eterna juventud, simbolizadas por las dos figuras que rodean al mural.
- ¿Por qué las figuras del mural de la unidad son proporcionalmente más grandes que las del resto?
- Porque pretendemos trasmitir la idea de que la unidad es lo más importante. Qué a ella apunta naturalmente el hombre y que la relación armoniosa con la naturaleza y con sus hermanos lo lleva a vivir la unidad profundamente. En este estado se logran: la vivencia de la poesía y la eterna juventud, simbolizadas por las dos figuras que rodean al mural.
- ¿Ustedes tenían ya experiencia en la pintura de murales?
- El único que
habla realizado este tipo de trabajos era Enrique - afirma Rita Otamendi -
Además quiero aclarar que la concepción total de la obra le pertenece.
- También yo
quiero hacer una aclaración - replica Pizarro - Lo fundamental fue la unidad
del equipo y el hondo respeto que siempre reinó entre nosotros. Además sin el
aporte de estas dos damas que están sentadas frente a usted, la obra no hubiera
podido llevarse a cabo de ninguna manera. La riqueza plástica v el exacto
conocimiento del paisaje de nuestras pampas, de su fauna y de su flora que
tienen ambas permitieron que la obra tenga el nivel que tiene, humildemente creo
que es bueno.
ARTE Y VOCACIÓN
- ¿Cuál es la fuerza interior que los llevó a plantearse una tarea de esta magnitud, teniendo en cuenta que para ello debieron pasar los sábados y domingos de casi dos años en su ejecución?
- Muy sencillo. Esa fuerza se llama vocación. Vocación para volcar en una pintura toda la grandiosidad de la naturaleza que a veces no llega a abrumar. Además en los murales se reflejan valores que, al ser verdaderos, empujan al hombre. Este tipo de pintura está vinculada con la comunidad y con la cultura. No sirve para satisfacciones egoístas.
ARTE Y VOCACIÓN
- ¿Cuál es la fuerza interior que los llevó a plantearse una tarea de esta magnitud, teniendo en cuenta que para ello debieron pasar los sábados y domingos de casi dos años en su ejecución?
- Muy sencillo. Esa fuerza se llama vocación. Vocación para volcar en una pintura toda la grandiosidad de la naturaleza que a veces no llega a abrumar. Además en los murales se reflejan valores que, al ser verdaderos, empujan al hombre. Este tipo de pintura está vinculada con la comunidad y con la cultura. No sirve para satisfacciones egoístas.
- También -
interviene Sonia Otamendi -, quisimos demostramos y demostrar que á través de
la pintura mural se pueden transmitir muchas cosas y, fundamentalmente, que es
posible practicarla hoy. Es posible trasmitir valores que tenga que ver con la
vida cotidiana. Muchos pintores se encierra en su mundo y todo su trabajo
apunta a satisfacer su narcisismo. Los murales le dan otra dimensión a la cosa.
- ¿Cuándo quedará concluida la obra?
- En un par de
semana. Estamos ya en la parte fina los últimos retoques. Para proteger los
murales de “la caricias” de los chicos, les vamos a dar una mano de barniz. La
dirección de la escuela ha resuelto efectuar la inauguración el próximo 22 de
mayo.
La conversación
había concluido. Antes de retirarnos observamos aquel despliegue increíble de
formas y colores y otra vez nos sorprendimos. El arte aliado con las seguras
convicciones de sus ejecutantes lo
habían hecho.
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