Chalo Agnelli
El 9 julio de 1926 en la Biblioteca Pública Municipal “Domingo Faustino Sarmiento”, se descubrió una estatuilla a manera de diorama del Dr. Leandro Nicéforo Alem, colocada en la pared exterior a unos 3 metros del suelo, sobre la actual calle Alem, próximo a la esquina. Esa calle que había llevado el número 14 y luego bautizada “3 de Febrero”. Una estatuilla “que simboliza el respeto y el reconocimiento a un hombre político cuyos
principios y valores éticos lo enaltecieron e hicieron lo propio con aquellos
que lo seguían,” de quien el 1º de julio de 1896, se cumplían 30 años de su
fortuito final. Alem había nacido en Buenos Aires un 11 de marzo de 1842.
Era intendente en Quilmes don Ángel E. Levanti y numerosos eran los concejales radicales entre otros: Clemente Bo, Carlos Canova, Isidoro Iriarte, Pedro P. Oliveri, Pedro Polonioli, Agustín L. Rocca, Emilio Torre y José Eduardo López, que será intendente al año siguiente y para su familia ese edificio tenía honda significación ya que durante la intendencia de su padre José Andrés López en 1904, mediante una ordenanza se estableció la construcción de ese edificio señero. Este prohombre de la historia local además de haber sido un sostenedor consecuente de la primera biblioteca quilmeña, instalada a instancias de doña Juana Manso en su visita a Quilmes en 1868, fue precursor de nuestra historia con su libro “Quilmes de antaño” (ver en este blog nota del 8/6/09)
El 9 de junio de 1926 se había presentado un proyecto de resolución para que se proceda a colocar la estatuilla de bronce del Dr. Leandro N. Alem que se hallaba en la municipalidad en el frente sur de la biblioteca, agregando que se el acto inaugural se haría en los festejos patrios del 9 de Julio de ese mismo año (Acta del H.C.D. libro 10, folio 441)
policía que hacía la guardia de madrugada en la Comisaría 1ª, siendo las 4 de la mañana advierte que un grupo de personas con
una escalera y una camioneta se movilizaba en la esquina de Alem y Mitre sobre
la vereda de la Biblioteca. Ve que apoyan la escalera en la pared y tratan de
desprender la figura del Alem que allí se hallaba. Se acerca para indagarlos y los
individuos le dicen que eran trabajadores municipales. Extrañado el policía de
que estuvieran haciendo esa tarea a esa hora y de que no tuvieran nada a la vista
que los identificara como tales, vuelve a la comisaría y da parte de lo que
sucedía. De inmediato el comisario y otros agentes se trasladan al lugar y
cuando los delincuentes ven el grupo policial que se les acercaba trataron de
escapar, pero igualmente fueron alcanzados y detenidos. La estatuilla estaba
casi desprendida de la pared, entonces las autoridades municipales la retiraron
y la dejaron en custodia en la Sala Histórica de la Biblioteca, donde hoy está
emplazada.
"Seguramente, vendrán tiempos en lo que se podremos disfrutar las obras de arte y las obras conmemorativas que forman parte del patrimonio histórico y cultura de los pueblos, en los lugares donde originalmente fueron ubicadas, al aire libre, como los referentes que nos retrotraen a hechos, situaciones y personalidades que nos dieron nacionalidad." [1]
Monumentos, monolitos y estatuas tuvieron desde tiempos remotos en la historia de Occidente una finalidad pedagógica que los protagonistas de la Organización Nacional se tomaron muy a pecho poblando de estatuaria no sólo a Buenos Aires, sino también todas las ciudades y pueblos del país. Las improcedentes antinomias dieron cuenta de alguna de esa estatuaria y en los últimos 30 años se sumaron los depredadores materiales e intelectuales.
"Seguramente, vendrán tiempos en lo que se podremos disfrutar las obras de arte y las obras conmemorativas que forman parte del patrimonio histórico y cultura de los pueblos, en los lugares donde originalmente fueron ubicadas, al aire libre, como los referentes que nos retrotraen a hechos, situaciones y personalidades que nos dieron nacionalidad." [1]
Monumentos, monolitos y estatuas tuvieron desde tiempos remotos en la historia de Occidente una finalidad pedagógica que los protagonistas de la Organización Nacional se tomaron muy a pecho poblando de estatuaria no sólo a Buenos Aires, sino también todas las ciudades y pueblos del país. Las improcedentes antinomias dieron cuenta de alguna de esa estatuaria y en los últimos 30 años se sumaron los depredadores materiales e intelectuales.
El que desee visitar esa estatuilla de don Leandro N. Alem puede hacerlo en la sala histórica de la Biblioteca Sarmiento.
Chalo Agnelli - 10 de junio 2010 // 11 de marzo de 2012
Actualizada 11 de marzo 2014
Actualizada 11 de marzo 2014
NOTA
[1] Entre
comillas
las palabras de la Lic Castagnini en el informe que da cuenta de los
hechos del emplazamiento dentro de la Sala Histórica de la Biblioteca
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