FARMACIA “DOMINGUEZ”
Atendida
personalmente por el señor Domínguez,
se encontraba instalada en la avenida 12 de Octubre esquina Andrés Baranda.
La
Farmacia “Domínguez”, contaba con un
extenso surtido de perfumería, droguería, específicos y artículos de tocador,
lo que le permitía un desenvolvimiento eficaz, satisfaciendo las necesidades de
una extensa zona de Quilmes Oeste, lugar que cubría esta casa.
La preferente atención del propietario al
servicio del público, le fue granjeando un sólido prestigio y una confianza
ilimitada por parte de aquellos que solicitaban sus servicios, motivo que
estimuló un constante deseo de superación en la perfección de su negocio.
El farmacéutico Domínguez, gentileza Juan Carlos Grassi
Los trabajos de laboratorio conscientemente
efectuados, fueron fuente de numerosas satisfacciones, logrando que la FARMACIA
“DOMÍNGUEZ” figurara a la vanguardia
de los establecimientos del ramo (luego fue vendida a el farmacéutico Olivetti)
1960.- Esquina de la avenida 12 de Octubre y Andrés Baranda donde estuvo la farmacia "Domínguez", gentileza Enzo Babbicola.
FARMACIA “RADIUM”
Farmacia "Radium", gentileza Juan Carlos Grassi
FARMACIA “RADIUM”
Farmacia "Radium", gentileza Juan Carlos Grassi
Esta
farmacia estaba situada en la calle Centenario (luego Uriburu, en 1932, hoy Hipólito Yrigoyen) esquina Olavarría, y fue fundada el 1º de enero
de 1925 por el farmacéutico Bonomi.
Era
atendida por personal técnico de reconocida competencia, y por la legitimidad
de los productos que vendían le permitió ubicarse entre las más importantes del
lugar.
La
especial dedicación que ponían en la preparación de las recetas que se le
encomendaban, le granjeó a la Farmacia
Radium el merecido prestigio que
gozó.
Una cantidad importante de artículos de
perfumería, tocador, drogas y específicos, permitieron conceptuar a dicha
farmacia dentro de las mejor surtidas, contando con una venta diaria que les
permitía renovar continuamente sus productos, lo que constituyó una garantía
por la frescura de los mismos.
Así mismo, habían organizado un servicio de
mensajeros para enviar sus pedidos telefónicos al “U.T 105 Quilmes”,
y la inmediata entrega a domicilio de las preparaciones pedidas, mereciendo la
constante aprobación de su clientela.
Lo mismo se comentaba de la amabilidad
demostrada por el personal de la Farmacia
Radium, que por tal causa supo conquistar a la numerosa clientela con que
contaba la casa en la populosa ciudad de Quilmes, lo que fue, pues, un merecido
mérito que se le ha reconocido en los años en que estuvo habilitada.
Pequeños grandes comercios que le dieron
vida al Quilmes de antaño, donde la amabilidad, cortesía, dedicación y su
competencia, era moneda corriente.
FARMACIA "MAIPÚ”
Farmacia "Maipú", gentileza Juan Carlos Grassi |
Esta farmacia, que actuó entre los habitantes de Bernal desde el 11 de diciembre de 1933, estaba ubicada en la calle Leandro N. Alem y Maipú. Era atendida por un experto profesional, don Ismael Zamora, de larga actuación en la localidad en el ramo de farmacia, donde se distinguió siempre por la solidez de sus conocimientos y el entusiasmo con que desempeñaba sus funciones. La corrección de los procederes en cuanto a las actividades de la Farmacia Maipú, la convirtieron rápidamente en la casa de confianza para las numerosas familias que poblaban la extensa zona de su influencia. En el deseo constante del propietario, de ofrecer nuevas comodidades, retribuyendo así el continuo favor del público, surtió a su establecimiento con una cantidad de artículos que le permitieron satisfacer con comodidad las necesidades de sus numerosos clientes. Ocupó la Farmacia Maipú un moderno y amplio local edificado de acuerdo a las exigencias de una bien instalada farmacia, para cuyo fin fue construida; lucía unas originales y lujosas instalaciones que contribuyeron a darle un hermosos e imponente aspecto que impresionaba favorablemente al público, y que permitía distinguir al establecimiento, siendo un índice revelador de la potencia económica de su joven propietario. En sus vitrinas se exponían diversos productos, todos de acreditadas marcas, dispuestos convenientemente y a precios sumamente reducidos, lo que los colocaba al alcance de todo público, una de las razones que explicó el rápido prestigio que alcanzó la Farmacia Maipú, en muy poco tiempo y que no sólo comprendía el radio de su instalación sino que se había expandido a otras zonas de influencia, lo que hablaba muy a favor de su activo propietario. Contaba con un gran surtido de específicos, perfumería, artículos de tocador, fotografía, óptica, análisis, esterilizaciones, los que completaban las funciones de la farmacia. Los trabajos de laboratorio, preparación de recetas, análisis, atendidos personalmente por el señor Ismael Zamora, conquistaron merecida confianza al establecimiento, factor que influyó poderosamente para que el triunfo de la Farmacia Maipú fuera más completo y que al año de establecido pasó a ocupar un lugar prominente entre los establecimientos del ramo. Su propietario organizó un servicio de pedidos a domicilio, atendiendo los mismos telefónicamente a través del número “U.T. 276 Bernal”, servicio que era cumplido deferentemente, sin que por ello variara el precio de los artículos; esto le facilitó contar con el más franco apoyo por parte de numerosas familias que aprovechaban esta nueva y sensible comodidad que les brindaba Ismael Zamora, su farmacéutico amigo.
Recopilación: Juan C. Grassi – Mayo 2013
ASOCIACIÓN ORÍGENES BERAZATEGUI
Fuente: Crónica. Quilmes-Bernal. Núm. 619. Año 1935.
E-mail: jcgrassi1420@hotmail.com
3 comentarios:
Dice Néstor Arias de la Librería El Monje: La Radium era atendida por Bonomi, farmacéutico, y luego continuo su hijo. Desde esa terraza vi a los aviones, los Gloster, que bombardearon Plaza de Mayo, y también a los obreros subiendo a camiones que los trasladarían hasta la ciudad de Buenos Aires.
María Del Carmen Destéfano comentó una enlace que compartió El Quilmero.
María Del Carmen escribió: "El farmeceútico de Radium se llamaba Bonomi, era la farmacia de mi barrio."
Meima Quiroga Lamas, dice "La gente de Mitre y Dorrego me cuentan de la farmacia Albaytero, cuyo farmacéutico, tenía fama de ser la persona más atenta y respetuosa además de excelente profesional. Por 12 de oct. casi Calchaquí estaba la farmacia Cacaglio, muy conocido su dueño por ser tan humano y generoso con la gente del barrio."
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