En el 333°
aniversario de Quilmes, el diario “Perspectiva Sur” de agosto de 1999, nos
transmitió noticias de un Quilmes que fue....
CLUB SOCIAL DE
QUILMES
Después de los intentos fortuitos de fines del siglo XIX, como el del
Club Fraternidad, el 31 de marzo de 1901, se inauguró el Club Social de Quilmes. El primer
presidente fue el Dr. Ildefonso Salas, [1]
acompañado como: vicepresidente Dr. Mariano Castellanos, tesorero Dr. Juan
Ithuralde, secretario Antonio Barrera, [2]
vocal H. A. Jacobs. Otros de los fundadores fueron el Dr. Felipe M. Amoedo,[3]
Héctor
Ithuralde, Agustín V. Matienzo,[4] Guillermo Tollo, Alejandro Otamendi, Samuel Canaveri, Luis Odera, Juan Escobar, Juan A. Arenales, Casimiro Arias, Ramón Castaño y José Antonio Wilde, hijo homónimo del principal precursor de la creación de una entidad societaria de estas características. Su primera casa estaba ubicada en la calle Mitre casi Humberto Primo. Tiempo más tarde se mudaron a donde hoy continúan teniendo su sede, en la peatonal Rivadavia 226.
Ithuralde, Agustín V. Matienzo,[4] Guillermo Tollo, Alejandro Otamendi, Samuel Canaveri, Luis Odera, Juan Escobar, Juan A. Arenales, Casimiro Arias, Ramón Castaño y José Antonio Wilde, hijo homónimo del principal precursor de la creación de una entidad societaria de estas características. Su primera casa estaba ubicada en la calle Mitre casi Humberto Primo. Tiempo más tarde se mudaron a donde hoy continúan teniendo su sede, en la peatonal Rivadavia 226.
Hace 20 años atrás, su presidente era
don Sebastián Mujica, acompañado por don Alejandro Quesada como secretario y
Abel Arregui como tesorero.
LA ALEMANA,
TRADICIÓN EN EXQUISITECES DE
LOS HINTERWIMMER
La Confitería Alemana es en Quilmes
tradición en exquisiteces, famosa por su pan negro y la torta imperial. Inaugurada el 28 de febrero de 1928, comenzó su
actividad pastelera en la calle Paz entre Matienzo y Brandsen, para mudarse, ya
en 1931, a la sede de la calle Olavarría entre Moreno y Lavalle. Sus
propietarios, los Hinterwimmer continuaron
al pie de la letra las tradiciones de su familia, elaborando todos los
productos artesanalmente. Cabe señalar que la colectividad alemana en Quilmes
se incrementó con la construcción de la Cervecería.
Ver en EL QUILMERO del jueves, 3 de junio de 2010“Y mucho más sobre la comunidad alemana en quilmes”
DESDE
EL 1931 EL HELADO ES EL POLO
El Polo abrió sus puertas en 1931, de
las manos de José y Eduardo Ostrovsky. Sus
hijos, nietos y bisnietos continuaron esa tradición heladera, fabricado en
forma artesanal, que comenzaron vendiendo fraccionado en
pancitos envueltos en papel manteca. Pasaron los años y El Polo creció, quedando José a cargo de todas las actividades. Continuaron sus hijos Ricardo, Carlos y Cristina en forma conjunta con su madre. En 1999 ya incursionaba la quinta generación de heladeros e incorporaron la cafetería y tortas, para complementar el servicio en épocas invernales.
pancitos envueltos en papel manteca. Pasaron los años y El Polo creció, quedando José a cargo de todas las actividades. Continuaron sus hijos Ricardo, Carlos y Cristina en forma conjunta con su madre. En 1999 ya incursionaba la quinta generación de heladeros e incorporaron la cafetería y tortas, para complementar el servicio en épocas invernales.
La esquina donde se halla El Polo
perteneció a la familia Cabrera, su última propietaria fue la maestra Juana
Cabrera y Alayón [5] que la
legó en vida a la Sociedad de Damas Vicentinas (San Vicente de Paul) para que
la transformaran en hogar de ancianos, pero estas creyeron reducida la
propiedad y la vendieron comprando, a cambio la esquina de Lavalle y Garay.
Misia Juana viví allí con su hija del corazón Filomena María de Baunelle y
Martel hasta que ingresó al monasterio
Santa Teresa de Jesús convento de las Carmelitas Descalza.
EL PEJERREY CLUB
TRABAJA PARA EL
NUEVO MILENIO
En 1990, las autoridades municipales
no le renovaron el permiso, de manera que las tradicionales instalaciones
fueron administradas por
la Municipalidad del 12 de febrero de ese año hasta el 2 de junio de 1994, cuando el intendente Aníbal Fernández se las restituye.
La nueva ordenanza le exigía mejoras al Pejerrey Club, que fueron resueltas concesionándolas a la empresa ‘Arquitecnia’, la cual fundó el Paseo la Bahía. En 1999 el
Pejerrey Club se encontraba haciendo algunas refacciones para cumplimentar las exigencias municipales, por lo que se esperaba finalizar el milenio habiendo mejorado las instalaciones. Integraban ese año la comisión directiva Jorge Ortiz, presidente; Jorge Olivi, y Pedro De Luca, vices; Héctor Magnano, secretario general Norberto Serantes, secretario de actas; Miguel Domínguez, prosecretario; Raúl Glorioso, tesorero y Jesús Glorioso, protesorero.
la Municipalidad del 12 de febrero de ese año hasta el 2 de junio de 1994, cuando el intendente Aníbal Fernández se las restituye.
La nueva ordenanza le exigía mejoras al Pejerrey Club, que fueron resueltas concesionándolas a la empresa ‘Arquitecnia’, la cual fundó el Paseo la Bahía. En 1999 el
Pejerrey Club se encontraba haciendo algunas refacciones para cumplimentar las exigencias municipales, por lo que se esperaba finalizar el milenio habiendo mejorado las instalaciones. Integraban ese año la comisión directiva Jorge Ortiz, presidente; Jorge Olivi, y Pedro De Luca, vices; Héctor Magnano, secretario general Norberto Serantes, secretario de actas; Miguel Domínguez, prosecretario; Raúl Glorioso, tesorero y Jesús Glorioso, protesorero.
Compilación e investigación Chalo
Agnelli
NOTAS
No hay comentarios:
Publicar un comentario