NOMBRES DE TRÁNSITO URBANO
por Chalo Agnelli
Si bien los vecinos de La Colonia fuimos ingratos, como ya se mencionó, por no reaccionar contra el despojo del nombre del fundador del barrio, don Santiago Valerga, otras arterias de la zona recuerdan a otras personalidades que calaron en el desarrollo y la historia de nuestra ciudad. Es imprescindible su mención para que en el futuro la memoria que flaquea fácilmente entre los quilmeños no cometamos otra ingratitud.
Así comienza el capítulo correspondiente a ese título del libro inédito “La Colonia de Valerga – historia social del segundo barrio de Quilmes”. Tema, historias que empecé a investigar y escribir hace poco más de siete años. La obra creció mucho y llegué a reunir casi 100 fotografías y, si bien aparecieron trozos de la misma en diversas publicaciones, no se editó por falta de medios, situación que tarde o temprano seguramente se solucionará.
Por intermediación del Lic. Jorge Padula Perkins el presidente de la Asociación Canario-Argentina Martín Fierro, don Manuel López Boeck (un canario que vivió casi 15 años en Quilmes y luego volvió a su archipiélago) publicó la historia en el blog de esa asociación:
http://asociacionmartinfierro.blogspot.com/
UNA HISTORIA DE INMIGRACIÓN Y SU INJERENCIA
EN LA CULTURA QUILMEÑA
EN LA CULTURA QUILMEÑA
“BENITO PÉREZ GALDÓS” UNA CALLE CON ANÉCDOTA
En junio de 1927 la Biblioteca Nacional de la Mujer tomaba exámenes de literatura a alumnas de la carrera de magisterio. La mesa examinadora estaba formada por el embajador de España duque de Amalfi y el Dr. Antonio Dellepiane. Una de las alumnas, quilmeña, expuso sobre la vida y la obra del escritor canario Benito Pérez Galdós (1843-1920) Benito Pérez Galdós por Joaquín Sorolla |
Nadie atinó a responder hasta que el Dr. Dellepiane impulsado por justicia intelectual se puso de pie y refutó ampliamente y con criterio técnico en cuanto a los valores literarios, históricos e ideológicos del autor, enfatizando que Galdós era y seguiría siendo una “gloria de la literatura española”.
El público ovacionó de pie por largo rato al justiciero que así abofeteó al grande de España, que no le quedó más remedio que retirarse del salón sin saludar y menos noble de lo que había llegado.
La falta de oportunidad y de diplomacia del Embajador, tenía su origen en la situación que estaba viviendo la Península. Un cambio de régimen político movilizaba al pueblo español. La monarquía peligraba y sus partidarios no perdían oportunidad en defenderla y execrar a sus opositores olvidando, en el caso de este duque, las reglas mínimas de la diplomacia.
La perturbación movió a la Asociación Canaria de Buenos Aires a realizar un acto de desagravio. El escándalo llegó a las esferas del Gobierno, que pidió el retiro del Embajador. Al poco tiempo, el aristócrata fue sustituido por Ramiro de Maeztu; que tenía títulos más sólidos que su inapropiado predecesor.
La Delegación Canaria de Quilmes también se sumó a la causa vindicatoria del coterráneo vilipendiado y, a través de su presidente José María Góez Romero, acordaron en donar las obras completas de don Benito Pérez Galdón a la Biblioteca Municipal Domingo F. Sarmiento.
Don José Góez nacido en las Islas Canarias; era un emprendedor vecino; llegó a Quilmes e ingresó como obrero en la Cervecería donde con el tiempo llegó a ocupar un cargo de conducción.
Era director de la Biblioteca era el Prof. José Sosa del Valle Los libros y el espléndido mueble biblioteca con puerta vidriada que los contenía fueron adquiridos por medio de una suscripción realizada entre los inmigrantes canarios y sus descendientes, residentes en Quilmes, más lo recolectado en un espectáculo teatral que se hizo el 28 de abril de 1928 en el teatro Colón de la Sociedad Italiana.
Sosa del Valle - primer director de la Escuela Normal - informó al intendente Dr. José Eduardo López del loable gesto, este acordó con el presidente de la comisión de fiestas públicas Dr. Emilio Torre, coligar al gobierno municipal y a todos los vecinos del partido al desagravio y retribuir el gesto y en un acto oficial que se realizó el 12 de octubre de 1928 en el Palacio Municipal con todas las autoridades municipales, la Delegación Canaria y numerosos vecinos. En la celebración se recibió el donativo de manos de José M. Góez.
Luego la Delegación elevó al gobierno municipal un petitorio para que se impusiera a una calle de la ciudad el nombre de Benito Pérez Galdós. El H.C.D. aprobó el petitorio y emitió una ordenanza al respecto el 19 de diciembre de 1928, designando con ese nombre a la sección oeste de la calle Ortiz de Ocampo.
Nuevamente se efectuó un acto oficial para tal bautismo y la colocación de una placa con letras en sobre relieve que expresaba: “Pérez Galdós, Benito. Novelista y dramaturgo, genial gloria de las letras castellanas. 1843 – 1920 La Delegación Canaria a la Ciudad de Quilmes 9 de julio de 1930”. Hablaron en la oportunidad, en nombre de las autoridades, el Sr. David J. Cánova y José Góez en el de la comunidad canaria.
Pero allí no quedó el affaire Galdós, pues la Delegación, una vez instalada la República en España, comenzó a tramitar ante las autoridades de la Muy Noble y Leal Ciudad del Real de Las Palmas de Gran Canaria, capital de las Islas Canarias, para que una calle de llevara el nombre Quilmes. El H. Ayuntamiento de esa Capital acepto el pedido y lo amplió designando así a toda una barriada del pueblo de Táfira, inmediato a dicha Capital con el nombre de Barrio Quilmes, una nueva población veraniega. El 4 de diciembre de 1934 se notificó por nota de tal honor al Intendente quilmeño.
Así la actual calle Benito Pérez Galdós, que nace en La Colonia, debe su nombre a un conflicto diplomático.
Los libros y el mueble donados aún se hallan en la oficina del director de la biblioteca en impecable estado. Sólo falta el frontis que enmarcaba el rostro de este autor canario en una lámina de cobre.
La primera obra de Benito Pérez Galdós que tuvo la Biblioteca Popular, hoy Sarmiento, (Y quizá la primera que entró en Quilmes) fue donada por el vecino Máximo Garay en 1878, era la novela “La fontana de oro”. En ocasión de una compulsa de donantes que realizó don José Andrés López siendo presidente de la institución.
Hubiéramos querido ver el mismo celo y la misma inteligencia cuando "un honorable concejo deliberante" a instancias de un "inmemorioso concejal" rechazó designar a una calle de nuestro Partido con el nombre de Jorge Luís Borges por cuestiones ajenas a su obra, ignorando la dimensión internacional que la distingue entre los clásicos de la Literatura Universal.
Investigación y compilación Prof. Chalo Agnelli
DATOS BIBLIOGRÁFICOS
Tomado de La Verdad Nota de don José D. Sosa del Valle Expresiones de confraternidad promovidas por la colonia canaria. Número extraordinario de 1935.-
Dr. Dellepiane. Historiador y educador. Buenos Aires - 1864 – 1939. Graduado en derecho y ciencias sociales. Profesor de literatura argentina y española. Miembro de la Academia de Filosofía y Letras. Director del Museo Histórico Nacional. Autor de numerosas obras de investigación literaria, histórica y sobre derecho
El rey Alfonso XIII abdicó en 1931, después del triunfo de la República.
Maeztu. Periodista, ensayista y diplomático. Nació en Vitoria, Alava, en 1875 y fue fusilado en 1936.
El sábado 5 de octubre de 2008, en un programa de la radio FM Elit que dirigía el Sr. Alfredo San José se comunicó con el Sr. Fausto Jiménez, canario, que vivió en Quilmes muchos años hasta que en la madurez volvió a su tierra natal que confirmó que aún existe esa nomenclatura en Las Palmas.
“Quilmes de antaño” Pàg. 228
Para completar esta noticia en BIOGRAFÍAS se incluirá la de uno de los personajes máximos de esta comunidad canaria don JOSE MARÍA GÓEZ ROMERO.