martes, 30 de noviembre de 2021

CONFERENCIA DEL DR. POZZO Y LA EXPOSICIÓN DE LOS HERMANOS PARODI (1939)

 

Chalo Agnelli

Hojeando de vez en cuando mi colección de revistas “Urraca”, encuentro notas, avisos, noticias que no detienen mi afán de darlas a conocer a través de EL QUILMERO. En este caso, próximo el Centenario del fallecimiento de nuestra primer escritor y naturalista, esta nota referente revive la cantidad y calidad de honras que le brindaron por décadas, principalmente en los partidos de Quilmes, Florencio Varela y Berazategui.

Este artículo es del 1 de agosto de 1939, en el III° año de la revista “Urraca” N° 26, página 9. Indudablemente, por su estilo persuasivo, escrito por el periodista y director propietario de la revista Mordy Strugo.

 Brillante, como era presumible que lo sería pronunció, resultó la inauguración de la exposición de cuadros y esculturas llevadas a cabo en el Palacio Municipal bajo los auspicios del Círculo de Periodistas, cuya brocha de oro fue la erudita conferencia que sobre la personalidad de Guillermo Enrique Hudson pronunció el Dr. Fernando Pozzo[1] en dicha ocasión. La semblanza del escritor quilmeño que en forma magistral desarrolló el conferenciante, atrajo la respetuosa atención de la crecida concurrencia que llenó el salón de fiestas de la Municipalidad.[2] El Dr. Pozzo que a sus dotes de hombre de ciencia y a sus virtudes de filántropo une un vasto acervo cultural, el que puso de manifiesto al llevar a cabo la traducción de "Far Away and Long Ago" colaboración con su señora esposa,[3] describió la personalidad de Hudson, su vida y su obra, con frases galanas, elocuentes y sinceras. Es que el Dr. Pozzo, amante profundo del terruño, amén de dirigirse a un auditorio culto y ávido de compenetrarse de interesantes detalles relacionados con el eminente escritor a quien la jornada era dedicada, cumplía su cometido con la sinceridad del hombre que siente lo que dice y sabe decirlo bien. La presentación del eximio conferencista que nos ocupa, estuvo a cargo del intendente municipal, Dr. Ernesto A. Garibotti. [4] Con respecto a la muestra plástica propiamente dicha, cabe subrayar que resultó todo un acontecimiento, celebrado por la numerosa concurrencia que mientras duró la exposición, pudo admirar los numerosos cuadros y, en especial, el hermoso busto de Hudson, obra de Santiago Parodi.[5]

"Sol de mañana", óleo de Antonio Parodi que estuvo durante varias administraciones en la cabecera de la oficina del intendente municipal de Quilmes. 



Compilación Chalo Agnelli, hudsoniano

NOTAS


[1] Ver en el Blog EL QUILMERO del miércoles, 10 de marzo de 2010 Dr. Fernando Pozzo y la historia en Quilmes - Promotor del acervo histórico de quilmes

[2] Se refiere al llamado, también, ´´Salón Amarillo´´ y luego ´´Salón de Los Espejos´´.

[3] Ver en el Blog EL QUILMERO del lunes, 29 de julio de 2013 “Celia Rodríguez Compmartín de Pozzo, Traductora de Hudson”

[4] Ver en el Blog EL QUILMERO del martes, 30 de noviembre de 2021 “Ernesto Garibotti”

[5] Ver en el Blog EL QUILMERO del viernes, 19 de mayo de 2017 “Antonio Parodi y “Sol De Mañana” (1939)

 

ERNESTO GARIBOTTI

 

A la memoria de Ana María y Marta Berrich Garibotti

por Chalo Agnelli

Nació en Quilmes en 1908, hijo de Desiderio Garibotti y Ana Ritano. Estudio en el Colegio Nacional de Quilmes. Se unió en matrimonio con María Esther Riveira.

Era un hombre alto de buena presencia, elegante y con un gran empático con todos en general, cualquiera sea su condición y pensamiento, pero estricto en sus creencias políticas. 

Ernesto Garibotti fue periodista y político conservador. Actuó como concejal de la Comuna quilmeña, por el partido conservador desde 1932 hasta el 5 de enero de 1934, en que fue designado comisionado por la intervención provincial que desplazó a Huisi por desacuerdos en su mismo partido. Detentó esas funciones hasta el 24 de febrero de ese mismo año, en que volvió a su cargo de concejal. Uno de sus proyectos que se antepuso al del Dr. Pozzo fue "erigir en lugar destacado la estatua del Libertador de América".

LA REACCIÓN

En 1936, durante la intendencia de Victoriano Huisi fue presidente de la intendencia hasta el 30 de abril de 1940. En 1938 sucedió a Manuel Huisi, hermano del anterior, en la dirección del periódico “La Reacción”, fundado el 1 de mayo de 1922 por su partido. Fue diputado provincial entre el 17 de noviembre de 1937 y el 7 de marzo de 1940.

Garibotti prosiguió su tarea política como presidente del H. Concejo Deliberante y don Mariano Castellanos, como representante del departamento ejecutivo. En mayo de 1937, aún bajo la in­tendencia del doctor Victoriano M. Huisi, reapareció el "Boletín Municipal" dirigido esta vez por el periodista Juan Carlos Buceta Basigalup y supervisado por una comi­sión encargada. Aparecieron del boletín, de cuidada presentación como el pre­cedente, seis números en 3 volúmenes. Las desinteligencias políticas que hizo crisis poco tiempo después en el par­tido gobernante mataron al boletín y luego de 1945 al partido mismo, cuando varios de sus militantes se pasaron la Justicialismo. 

NORTE

El 13 de diciembre de 1939, creó el diario "Norte". Fue su director en los primeros meses el odontólogo Emilio Mauri Casabal, quien retornaba así al pe­riodismo quilmeño luego de prolongado paréntesis. En sus comienzos fue este un diario presentado a todo costo. Poseía talleres propios en Alsina 218 y su mate­rial linotípico se componía casi íntegramente en cuerpo 6, lo que da una idea acabada del esfuerzo que representaba y que no tuvo parangón por largos años. En sus primeros números, el título se impri­mía en colores y abundaban los graba­dos de buen tamaño tanto como escasea­ban los avisos. A los seis meses de fun­dado el diario se hizo cargo de su direc­ción - actuando siempre en primer térmi­no el doctor Garibotti y le seguía Juan Carlos Buceta Basigalup. Presentaba las ediciones especiales impresas en color y papel ilustración.

En julio de 1944, el periódico “Norte” y su imprenta cambiaron de propietario pasando a manos de los señores Alberto y Enrique Otamendi, retirándose Buceta Basigalup pocas semanas después. Este medio de prensa se publicó luego en formato reducido Imprimiéndose sus ediciones en sistema "off-set" siendo así la primera publicación en su género que adoptó ese método en el periodismo local.

Fue fundador y presidente durante varias gestiones del Rotary Club de Quilmes.

 

viernes, 26 de noviembre de 2021

LA QUILMEÑA JULIETA LANTERI, PRIMERA VOTANTE SUDAMERICANA POR ANA MARÍA DE MENA

por Ana María de Mena

 Bajita, regordeta, femenina y valiente Julia Magdalena Ángela Lanteri (1873-1932) fue ridiculizada y caricaturizada frecuentemente por la prensa. La historia la conoce como Julieta Lanteri.

Nació en Italia y con su familia llegó al país de niña. Se radicaron en La Plata, donde ella eligió estudiar en el Colegio Nacional, de varones, único que habilitaba el ingreso a la Universidad. Debió luchar para que la autorizaran a concurrir a él.

  
La joven Julieta
Se graduó de Farmacéutica y Doctora en Medicina, una de las primeras de nuestro país y, quizás, la única en su tiempo con dos títulos universitarios. Con Cecilia Grierson y otras pioneras fundó el Centro de Universitarias Argentinas.

Participó en el Congreso de Libre Pensamiento de 1906 realizado en Buenos Aires y fue una de las entusiastas organizadoras del Congreso Femenino Internacional de 1910, que contó con intérpretes en seis idiomas y adherentes de Uruguay, Paraguay y Chile. En él sus ponencias fueron: Acción gubernamental contra la trata de blancas, Educación social de la mujer, El buen trato a los indígenas, Sufragio femenino, Leyes laborales para menores, etc.

Imagen poco divulgada de la feminista 

Al año siguiente se casó con Alberto Renshaw quien, al tiempo, emigró a Uruguay junto a una jovencita y no regresó.

Fue la primera italiana que obtuvo la ciudadanía argentina. Ella y Raquel Camaña constituyeron la Liga por los Derechos de la Mujer y el Niño que en 1912 fundó una escuela primaria en Sáenz Peña, Chaco, que actualmente se llama Julieta Lanteri.

En plena labor con otras colegas
La Liga organizó el Primer Congreso Nacional del Niño en 1913 y fue reeditado en 1916 en adhesión al centenario de la Independencia. Este último tuvo como integrantes a Alicia Moreau, Elvira Rawson, Clotilde Guillén de Rezzano, Carlos Ibarguren, Francisco Barroetaveña, Carlos Octavio Bunge y Gregorio Aráoz Alfaro, entre otras personalidades. La Organización de Estados Americanos cita esos dos congresos de Argentina como algunos de los antecedentes que impulsaron el Congreso Panamericano del Niño que realiza la OEA.

Visitando una mesa electoral
Las feministas inglesas usaban ropa blanca como distintivo durante los actos públicos. Julieta adoptó indumentaria, sombreros, calzado y accesorios blancos para siempre. Había pedido a su modista que no utilizara pieles en sus prendas, como se estilaba entonces y no comía nada que implicara matar un animal. Se alimentaba de leche, huevos, fruta y pan, declaró en un reportaje publicado en Caras y Caretas.

Una carta de 1913 que Lanteri envió a una entidad estadounidense, conservada en el Archivo y Museo Histórico de Pennsylvania, menciona que se debía cuidar el medio ambiente, cuando la palabra “ecología” era una rareza.

(Izq.) Ingresando a un ascensor durante una campaña proselitista - (Der.) Con Regina Lanteri su hermana.

¿CÓMO LOGRÓ VOTAR EN 1911?

Debía renovarse el Concejo Deliberante de la ciudad de Buenos Aires y la Ley 5098/1907 disponía que los ciudadanos actualizaran sus datos en el padrón electoral. Podían empadronarse los mayores de edad que supieran leer y escribir, que se domiciliaran en Capital Federal, pagaran impuestos o patente comercial e industrial y hubieran ejercido una profesión liberal dentro de los límites capitalinos durante el año anterior a la elección.

Julieta advirtió que nada decía sobre el sexo y el 16 de julio concurrió a la Iglesia San Juan Evangelista de La Boca, circunscripción electoral que correspondía a su domicilio, y se inscribió.

En un mitin político 

Notable cantidad de hombres que la escuchan en la plaza Flores

El 26 de noviembre cuando fueron las elecciones votó, y el Dr. Adolfo Saldías, que presidía la mesa, la felicitó y se manifestó orgulloso por haber firmado la documentación de la primera sufragista del país y de Sudamérica. Ella, hasta ese momento en silencio sobre el tema, concurrió a la redacción de los diarios para contar su logro. Después del revuelo que originó la novedad, el Concejo Deliberante de Buenos Aires dictó una ordenanza para que no se volviera a permitir el voto a una mujer, pero ella ya lo había conseguido.

Vale subrayar que las dinamarquesas votaron en 1915, las inglesas en 1918, las alemanas en 1919; las estadounidenses en 1919 y las ecuatorianas en 1929…

Última fotografía de la doctora Lanteri, tomada días antes del "accidente".

1919 UN AÑO DE CONVULSIONES

Cuando se discutía la ley electoral en las cámaras del Congreso de la Nación, Julieta seguía los debates desde las gradas y en voz alta ella reclamó por el voto femenino. La ley del Voto Universal y Obligatorio se sancionó en 1912 pero se citaba el voto universal que no incluía a las mujeres.

Contemporánea y amiga suya, Ada Strozzi escribió: “…improvisa tribuna en cualquier parte: un balcón, el banco de una plaza, el escenario de un teatro le eran lo mismo para difundir sus ideas. La burla y el insulto no la arredraron jamás”.

Tan era así que su popularidad llevó a Armando Rillo y Víctor Dolard a escribir una sátira titulada “La doctora De Lantera”, que se ofreció exitosamente en el teatro Esmeralda. Ella asistió algunas veces a la sala y al final de las funciones subía al escenario y hablaba al público proclamando los derechos femeninos.

Primera página de la revista "Caras y Caretas", donde está su caricatura entre las 8 y el 9
Después de residir en La Plata y Buenos Aires, vivió en la localidad de Olivos, partido de Vicente López. Allí tuvo su consultorio, cerca de la estación ferroviaria de Florida, donde los sábados atendía gratuitamente. También ofreció servicios profesionales en la Sociedad Progreso y de Socorros Mutuos de Florida, junto al Dr. Rodolfo Negrete.

Mientras tanto, continuaba su labor en pos del sufragio femenino, las leyes de protección laboral de la mujer y la reglamentación del trabajo de niños y jóvenes que entonces era excesivo en cantidad de horas diarias.

A principios de 1919 la Asociación Pro Derechos de la Mujer solicitó por escrito a los partidos políticos su posición sobre las demandas femeninas. Respondieron afirmativamente los partidos Radical, Socialista, Unitario y Demócrata Progresista. El partido Conservador bonaerense respondió elusivamente y el resto no contestó.

En una encuesta del publicista Manuel Font opinaron a favor del tema Carlos Saavedra Lamas, Estanislao S. Zeballos, José León Suárez, Mariano de Vedia y Mitre y en oposición lo hicieron Leopoldo Lugones, Osvaldo Magnasco y Manuel Carlés. Este último escribió sobre la condición de la mujer: “Sumisa a la voluntad del padre, obediente al marido, fue la gracia de la casa, sin que fuese tomada en cuenta su opinión. No ejerció libremente sus derechos ni ella misma notó que los necesitara”.

El 18 de marzo de ese año se realizó un simulacro de sufragio callejero en la Argentina en la Plaza Pueyrredón de Flores.

Uno de los argumentos para negar el voto femenino era que los padrones electorales se basaban en los registros militares; como las mujeres no hacían la conscripción no estaban empadronadas. Audaz y original, la Dra. Lanteri en la mañana del 2 de agosto, acompañada por algunas seguidoras, visitó los Registros Militares de las secciones segunda y cuarta de Capital Federal. Fue a pedir su incorporación para hacer el servicio militar y así figurar en los padrones. Por la tarde se entrevistó con el ministro de Guerra, Dr. Julio Moreno para solicitar que la enrolaran.

No consiguió ese objetivo, pero divulgó sus acciones en la prensa. El ejemplo fue replicado por Adela García Salaberry quien gestionó su enrolamiento en el Distrito Militar N° 19 de La Plata y por Clarisa Gaviola que pidió enrolarse en el Registro Civil de Bernal, Partido de Quilmes.

Con clara conciencia de ser en el mundo, Lanteri fue mediática y capitalizó la forma en que la prensa la ridiculizaba, para divulgar el ideario sufragista. Apareció reiteradamente, como ninguna otra mujer entre 1900 y 1932, en las primeras páginas de La Nación, La Prensa, Mundo Argentino, El Mundo, Caras y Caretas, Fray Mocho, Crítica, La Vanguardia y otros medios periodísticos.

UN PARTIDO POLÍTICO EN DEFENSA DE LAS MUJERES

Volados, puntillas, alforzas, broderie, moñitos y bordados en la ropa que luce en las fotos, la muestran lejos de las actitudes varoniles que a veces adoptan algunas feministas. Francisca Cerutti, Genoveva Tedesco y María G. de Porfiri, que de niñas la conocieron cuando era vecina de Berazategui, entonces partido de Quilmes (1), subrayaron su femineidad. Sin embargo, esa cualidad no disminuía su fuerza a la hora de luchar.

Como lo prohibido era votar, pero no había impedimentos para ser candidata, en 1919 convocó a otras mujeres a reunirse en un salón del diario La Prensa para analizar la creación de un partido político femenino. Inició el acto y expuso sus ideas, luego hablaron Catalina W. Gerchunoff y la periodista norteamericana que visitaba el país, Catherine S. Dreier.

Discutieron y ante la disposición favorable se abrió un registro de adherentes y se designó secretaria a Adela García Salaberry, colaboradora de la revista Nuestra Causa. Así nació el Partido Feminista Nacional. El entusiasmo fue tal que, espontáneamente, los presentes fueron en manifestación hacia el Congreso Nacional.

Días más tarde se proclamó la candidatura a legisladora de la Dra. Lanteri. En su plataforma las propuestas fueron: Igualdad de derechos para hijos legítimos e ilegítimos, Divorcio, Precios máximos para los principales artículos de consumo, Abolición de la prostitución reglamentada, Reforma de encarceladas adultas mediante tareas industriales y de artes y oficios, Tribunales apropiados para menores, Reglamentación del trabajo infantil y del femenino, Reposo y salario para la trabajadora embarazada y puérpera, Salarios iguales para los dos sexos, etc.

En la primera elección obtuvo 1730 votos masculinos, incluido el de Manuel Gálvez, quien lo cuenta en un libro.

En las elecciones nacionales de 1920 volvió a presentarse, y lo hizo en otras instancias de 1924 y 1926. Paralelamente al proselitismo disminuía su patrimonio, porque aportaba dinero en las campañas. Una singularidad es que rendía públicamente los gastos de su partido.

CALLADA LA VOZ, SIGUIÓ SU IDEARIO

En 1930 el golpe de estado de Uriburu enrareció el ambiente. En un reportaje del diario Crítica del año siguiente, cuenta que está dedicada a promover un tratamiento capilar con masajes y una pomada formulada por ella, que daba buenos resultados. Publicitaba su método en avisos con fotos de la cabeza calva y con cabello después del tratamiento, como se hace en la actualidad.  En la entrevista agrega que está “en temporada de descanso de la política”.

En el verano de 1932, en pleno día, la atropelló un auto que circulaba marcha atrás y su cabeza dio contra el cordón de la vereda. Internada, la atendió el Dr. Enrique Finochietto y, a pesar de los cuidados, falleció el 26 de febrero. Adelia Di Carlo al evocarla en Caras y Caretas sostiene “Hace más dolorosa la circunstancia que ha provocado su muerte, el hecho que ella temía ese trágico fin”.

Justa Gallardo del Ateneo Femenino de Buenos Aires dijo al despedirla: “…llega a la estación postrera, víctima de una celada del destino, con la sonrisa en los labios”. Es sugerente la palabra “celada”.

El conductor huyó, pero El Mundo publicó la matrícula del vehículo que era conducido por David Klapenbach, militante de la Liga Patriótica, agrupación de ultra derecha con  integrantes que circulaban armados por las calles de Buenos Aires (y en Quilmes también los hubo) amedrentando gente. Sospechosamente, en el acta policial se derramó líquido que impide leer el nombre del conductor. El hecho quedó impune.

El “accidente” sembró miedo en la familia. Como no tenía hijos, la muerte intimidó; generó miedo y silencio. Fue soslayada por la historia, hasta que en los ’90 empezaron a conocerse detalles de su trayectoria.

Cuando murió estaba aprendiendo a pilotar aviones, para demostrar que el sexo y la edad no eran impedimentos para ese desafío.

Después de su primer sufragio se presentaron proyectos para que las mujeres pudieran votar en Capital Federal en 1932, 1934 y 1937. Se estima que hubo unas veinte propuestas hasta que se sancionó la Ley 13.010 de 1947, que establece el voto femenino en nuestro país.

Antes de esa norma hubo pioneras que cimentaron el camino que condujo a su promulgación, entre quienes estuvieron Elvira Rawson, Raquel Camaña, Adelia Di Carlo, Cecilia Grierson, Carolina Muscula, Alicia Moreau y la Dra. Julieta Lanteri, brillante y audaz contemporánea de esas precursoras.

(Izq) "Así reflejó el diario "Crítica" la noticia de su muerte - (Arriba Der.) ¡Exposhhh! instalación de la artista Hilda Paz titulada "Shhhh!", evocativa de la Dra. Lanteri (Debajo Der.) Caricatura de la valiente mujer, aparecida en el diario El Mundo. 

(Arriba) Inauguración del relieve "El primer sufagio)" de la artista Norma Cistaro en la Parroquia del barrio de La Boca (CABA) donde votó Julieta. Lo descubren Judith, Carlos Lanteri y el Arq. Eduardo Lanteri. (Debajo) "Paloma Blanca", relieve de la escultora Norma Cistaro, hoy en el interior de la Parroquia San Juan Evangelista.
"La actriz Leonor Manso caracterizada como Julieta par la obra "La Comandanta Julieta", premiada en 2008.

"Paloma Blanca" de la docente, periodista, escritora Ana María de Mena, la biografía de Julieta Lanteri, que según mi entender, es una de las más rigurosas y documentadas a la fecha.

                                                                                                     (1) Entrevistas en 2002.

Fotos de la autora.

(*) anamariademena@gmai.com


BIBLIOGRAFÍA:

Ejemplares varios de Crítica, La Nación, La Prensa, y revistas Caras y Caretas, Fray Mocho, Nuestra causa, entre 1900 a 1932.

Actas del Congreso Femenino Internacional de 1910.

Revista Nuestra Causa

de Mena, A.M. “Paloma Blanca – Biografía de Julieta Lanteri” (2009), 3° autoedición, San Martín de los Ande

domingo, 21 de noviembre de 2021

BERNALESA, ODISEA DE UN POLO FABRIL DE PATRICIA GUTTI, COMPILADORA (UNQ)

 El 28 de febrero de 1932 asume la intendencia el Dr. Emilio Caset, ya Quilmes preanunciaba un crecimiento industrial y demográfico sustentable, y se promulgó la ordenanza Nº652 del 20 de mayo de 1932, por la cual se eximía de impuestos más otras prebendas a las empresas que se instalen en el Partido. Un año antes, en 1933, durante la intendencia de Pedro Pablo Oliveri se abre la Hilandería Gaby Salomón y en 1934, La Bernalesa.

En esos años el partido de Quilmes llega a ocupar el tercer puesto en la producción industrial de la provincia de Buenos Aires y el quinto lugar a nivel nacional.

Así se llega a 1947, en que el partido de Quilmes posee 773 industrias con 35.000 trabajadores sobre una población total de 134.400 habitantes. y 1.800 establecimientos comerciales.

Fueron años en que el aluvión inmigratorio y migratorio tanto como los numerosos loteos de las viejas chacras a precios accesibles y cuotas a largo plazo hicieron posible que creciera el índice poblacional en todo el extenso partido de Quilmes y a la sombra de esas innumerables empresas van naciendo los barrios. Este libro compilado por Patricia Gutti nos lleva a transitar ese periplo de crecimiento que vivió nuestra Argentina durante la primera mitad del siglo XX y la debacle que siguió con el liberalismo salvaje y el colonialismo cultural con que terminó el siglo.

UNA EMPRESA, SUS TRABAJADORES, UN BARRIO, UN LIBRO

Patricia Gutti, compiladora de “BERNALESA ODISEA DE UN POLO FABRIL”, reúne trabajos que despliegan momentos de una industria textil que fue hito textil en Quilmes, en la provincia de Buenos Aires, en el país:

Introducción Sabina Frederic y Patricia Gutti  

Línea de tiempo Patricia Gutti 

Primera parte. La Bernalesa en primera persona

1. La Bernalesa en el contexto de la industrialización Patricia Gutti 

2. Entre telares y limoneros. Memorias de la Bernalesa Margarita Pierini 

Segunda Parte. La Bernalesa construye comunidad

3. Entrevistas de historia de vida: un género que escribe la memoria Mónica Rubalcaba, Chantal Arduini Amaya y Facundo Pérez 

4. De las huertas al "progreso": fábrica, escuela y comunidad Martina V. Oddone  

5. Trabajadores y vecinos: Junta Vecinal La Bernalesa Pablo Navarro Urquiza 

5. Procesos productivos y desarrollo tecnológico Félix Safar

8. Un gigante textil desafiando los obstáculos tecnológicos Patricia Gatti y Cintia Russo

6. Mujeres obreras en La Bernalesa: un abordaje etnográfico Paola Fernández.

Tercera Parte. La Bernalesa hace industria

7. Proceso productivos y desarrollo tecnológico Félix Safar

8. Un gigante textil desafiando los obstáculos tecnológicos Patricia Gutti y Cintia Russo

El camino de la Bernalesa e Hilanderías Gaby Salomón es uno de los reflejos que permiten repasar la historia de la industrialización en la Argentina. Reflejos de la totalidad del proceso porque también permiten apreciar los vaivenes experimentados por el mercado de trabajo y el surgimiento de los barrios obreros de la zona sur de la provincia de Buenos Aires. La trayectoria de una empresa donde quedó plasmada la dinámica del crecimiento económico de una época, el estancamiento y, finalmente, la quiebra de un modelo de acumulación. Un quiebre que, sin embargo, no diluyó completamente las capacidades tecnológicas que surgieron durante ese pasado pródigo de la industria nacional. El relato sobre esta gran empresa textil quilmeña se construyó sobre la base de testimonios de las y los protagonistas de sus distintas etapas, presentados en el marco de un ejercicio de enlazarlos con la evolución del proceso de industrialización por sustitución de importaciones en Argentina entre 1930 y 1980. El libro busca ser un aporte al campo de la historia económica de empresas y empresarios a partir de un recorrido por el surgimiento y la evolución de la empresa; el dueño detrás de la fábrica; el barrio, la comunidad y la escuela que crecieron en su entorno; los trabajadores y las mujeres obreras; los procesos productivos y de aprendizaje; el desarrollo tecnológico y la generación de capacidades. Para el desarrollo del trabajo, las y los autores contaron con el valioso aporte de Gabriel Salomón, hijo del fundador y después también dueño y gerente de la Bernalesa, y de numerosos testimonios de trabajadores, empresarios y sindicalistas que formaron parte de la odisea de este polo fabril.

Editorial Universidad Nacional de Quilmes

PRINCIPALES EMPRESAS QUILMEÑAS PARA 1935

INDUSTRIA

CAPITAL EN GIRO

FUNDACIÓN

Cervecería Arg. Quilmes

$16.821.865

1889

La Papelera Argentina

$3.761.198

1904

Cristalerías Rigolleau

$3.463.114

1882

Primera Maltería Argentina

$3.364.021

1886

Cía. Gral. Fabril Financiera

$2.066.939

1925

C.A.T.Y.A.

$1.074.517

1933

Cabezón, Gazzolo & Cía.

$600.000

1933

Soc. Aux. Agrícola Comercial

$524.748

Textilia S.A.

$522.742

1931

La Bernalesa

$500.000

1935

Cartuchería Orbea S.A.

$500.000

1906

Borel & Cía.

$276.000

Caneparo Hnos.

$262.000

1931

Scabuzzo & Cía.

$183.000

Cristalería La Estrella

$112.000

1924

La Suizo Argentina

$100.000

1934

 

PATRICIA GUTTI es doctora en Economía con orientación en Gestión de la Innovación (Universidad Autónoma de Madrid), magíster en Gestión de la

Ciencia, la Tecnología y la Innovación (Universidad Nacional de General Sarmiento) y licenciada en Comercio Internacional (Universidad Nacional de Quilmes, UNQ). Es profesora e investigadora del Departamento de Economía y Administración de la UNQ, integrante de la Red Iberoamericana de Estudios del Desarrollo (RIED) y de LALICS. Su trabajo se especializa en temas de ciencia, tecnología e innovación productiva y es consultora para organismos nacionales e internacionales.


Compilación y crónica Chalo Agnelli, ex trabajador de Bernalesa