jueves, 27 de mayo de 2010

MÁS SOBRE LA COMUNIDAD ALEMANA EN QUILMES.

ALEMANES EN QUILMES. [1]

 Chalo Agnelli
chaloagnelli@yahoo.com.ar

Nos referíamos recientemente al restaurante “El Ciervo[2] de Vicente López entre Lamadrid y Jujuy, propiedad de la familia Lóffler que antes de este emprendimiento tuvo por años el buffet que se encontraba bien arriba de la pileta del Pejerrey Club. 
El Sr. Löffler y su esposa, años después, compraron el terreno de Vicente. López, próximo a la calle Lamadrid en el linde con Bernal, vereda par y edificó una casi perfecta réplica del famoso Maxim, tanto en su frente como en la distribución interna; lo bautizaron “El Ciervo”.
Estuvieron algunos años frente al restaurante junto a su hijo, hasta que se trasladaron a la localidad de Verónica donde adquirieron una plantación de frutales y el hijo se quedó con la empresa gastronómica.
Mas no hubo suerte y a lo largo de los años “El Ciervo”, con el mismo nombre (hasta hoy) pasó de un dueño a otro.
En la Ribera había otros dos lugares trabajados por alemanes. Uno en el espigón del Pejerrey, en la última edificación, que era de la familia Tieber. 
El otro recreo, como se denominaba a estos establecimientos ribereños, estaba próximo a la terminal del colectivo Nº 85 cuando esta se encontraba pasando la rotonda del pejerrey al fondo; era la familia Ehlert, cuya hija estaba casada con el Sr. de Los Santos que tenía un puesto de diarios y revistas junto al paso bajo nivel para ir de un andén a otro y a la calle Entre Ríos, que se hallaba en la estación ferroviaria.


[1] Datos aportados generosamente por la Sra. Margarita
[2] Ver nota del 18 de mayo próximo pasado.

LOS TAMBOS - DEL ARCÓN DE LA ABUELA

LOS TAMBOS [1

En las fronteras del barrio, comenzando el siglo XX, había chacras, huertas, quintas de frutales y campos de pastoreo que se alquilaban por temporada a los pequeños tamberos locales que no tenían más de 20 ó 30 vacas.

Estos, en su mayoría, eran de origen vasco. Entre estos euskadis estaba Juan Miguel Bazterrica (n.1878) que vivía en 1° de Mayo entre Andrés Baranda y Quintana. Tenía el espíritu apasionado, frontal y empecinado de su origen. Tenía unas pocas vacas que pastaban en las tierras que hoy circundan, aproximadamente, las calles A. Baranda, F. Amoedo, M. Quintana y B. Pérez Galdós; en aquellos años la demarcación catastral no era muy exacta.

Recuerda la vecina Dora Fernández que de pequeña con otra amiga por unas monedas que le daba don Juan, vigilaban el pastoreo de las vacas y al atardecer las arreaban hacia el corral. Siempre antes que volviera su padre del trabajo que le prohibía hacer estas tareas.

Pero sucedía que, a veces, distraídas en sus juegos, ella y su amiga, los animales escapaba a campos ajenos y ya había llegado  la hora de volver a sus casas lo único a que atinaban era a avisarle a don Juan y huían presurosas. El vasco no se hacía mucho problema y esperaba que los vecinos furiosos espantaran por su cuenta a los vacunos, ahorrándose el trabajo, pero acarreando molestias de las que don Juan rara vez daba cuenta.

Don Juan celoso radical, era ladero de Rodolfo Alberto López, fundador de la juventud radical en Quilmes. Siempre lo acompañaba en sus encuentros proselitistas y le hacía las veces de ladero y guardaespaldas. Fue inmoderadamente mujeriego y, aunque nunca se casó, tuvo varios hijos, alguno de los cuales ocuparon lugares relevantes en la sociedad quilmeña.

Los Bazterrica eran cuatro varones y tres mujeres. Eran hijos de Jaime y de Serafina L de Bazterrica, vascos radicados en Quilmas desde 1851.

Antonio (n. 1879), [2] tenía en la década de 1890, en sociedad con don José Benna un almacén frente a la estación de Bernal, Almacén de la estación, [3] donde vendían comestibles y bebidas. En 1909 se casó con Juana Cristiani. José (n. 1884) fue constructor como su padre. Pedro se dedicó al deporte y fue futbolista en el Club Argentino de Quilmes.Las mujeres eran, María Filomena y Serafina (n.1885), la menor.

Juan, el tambero, era soltero y como sus padres habían muerto, vivía con él su hermana Serafina, que, finalizando el siglo XIX había pasado los 20 y tantos; y para la época ya era la solterona. Un día los lee el siguiente aviso en El Quilmero, el diario del pueblo. 

CARRUAJE DESCUBIERTO

“Todos los días de fiesta y cualquier otro a la hora que se desee, está a disposición del publico el carruaje descubierto de Felipe Terrazas. Elegante, cómodo, con buenos tiros y caballos excelentes. Y se ofrece a precios módicos, garantido, el servicio exactos. Por ordenes a la estación cada hora de trenes o a casa del dueño en cualquier otra hora. Felipe Terrazas.”

Entonces, en complicidad con sus otros hermanos contratan el coche de punto, que tenía como auriga a Baltasar Perregrini, para que todos los domingos a partir de setiembre por la tarde, a la hora de la retreta, paseara a la joven por la calle Rivadavia y en torno a la plaza principal, hoy San Martín, y de este modo cortar la racha de soltería y conseguir pretendiente para Serafina.  
   Transcurrió setiembre, pasó la primavera y finalizó el verano. Serafina seguía núbil, de modo que sus hermanos resolvieron acabar con los paseos que no daban el resultado esperado y no estaban dispuestos a seguir con el gasto.
   Así se lo hicieron saber a la joven. Ella inmutable los tranquilizó pues ya tenía asegurado su futuro. Los Bazterrica no entendían cómo, ya que el cochero que hacía las veces de informante de con quién conversaba Serafina en las retretas, nunca les había dado señas de posible pretendiente. Y la mujer fue precisa, el hombre con el que se casaría a la brevedad sería Baltasar Perregrini, el cochero del carruaje.
   Serafina y su marido después de la boda se radicaron en La Plata donde dirigieron una empresa de cabriolés, birlochos y mateos.
   Los hermanos Bazterrica estuvieron entre los euskadi que fundaron la Sociedad de Socorros Mutuos Euskal Echea en 1901 que perduró hasta los años 50. La primera sede estuvo ubicada en la esquina NE de Brown y 25 de Mayo. Pedro perteneció a la comisión directiva hasta 1932 junto con el maestro Doroteo Yoldi, Juan Mateo, José Echaniz, Juan Zarza y Manuel Pernaud. Juan M. Bazterrica falleció el 12 de abril de 1951.
Chalo Agnelli
nuevo correo: chaloagnelli@yahoo.com.ar

[1] Referencia oral de Dora Fernández (85 años en 2009) auxiliar durante muchos años del Centro de Investigaciones Educativas que funciona en la EGB Nº 17 en Quintana y Entre Ríos
[2] Antonio y Juan Miguel Bazterrica figuran con los números 34 y 35, respectivamente, en las listas a donde debe someterse la junta de reclamaciones del nuevo padrón electoral del 17 de setiembre de 1898. Libro de Actas del a Municipalidad Nº 3 Folio 141. Juan Miguel Bazterrica falleció el 12 de abril de 1951
[3] Expediente de habilitación Nº 31722 del 26/10/93. Don Juan era hijo de Jaime Bazterrica, vasco, radicado en Quilmes.