El pueblo de Bernal, afianzado con los valores de su cultura convocó y tuvo la visita de un hombre que fue en su vida un ejemplo de honradez, activista defensor de los derechos humanos, y del derecho de libre autodeterminación de los pueblos; defensor
de la no-violencia y de la lucha pacífica por la justicia y la
libertad, así como proponente de la teología de la liberación, Adolfo Pérez Esquivel, quien en 1980, fue galardonado con el Premio Nobel de La Paz, ceremonia en la que declaró recibirlo "…en nombre de los pueblos de América Latina, y de manera muy
particular de mis hermanos los más pobres y pequeños, porque son ellos
los más amados por Dios; en nombre de ellos, mis hermanos indígenas, los
campesinos, los obreros, los jóvenes, los miles de religiosos y hombres
de buena voluntad que renunciando a sus privilegios comparten la vida y
camino de los pobres y luchan por construir una nueva sociedad". Esta distinción personal fue una alerta para la dictadura cívico-militar-eclesiástica por la que estaba atravesando nuestra Argentina.
Pues el domingo 14 lo tuvimos en Bernal, donde se halla emplazado el Monumento a la Madre, de la que es autor.
Escribió el quilmero,
historiador, bernalense y miembro de la Junta de Estudios Históricos Alejandro Gibaut en su página “Bernal, su historia y su gente”:
ADOLFO PEREZ ESQUIVEL Y LA
REPARACIÓN DE UN OLVIDO
Bernal
quería homenajear a sus madres. Desde la década del 50 que pedía ese homenaje
pero, por desidia municipal o falta de recursos,
el mismo no llegaba. A
mediados de los '60 los vecinos decidieron que, si lo querían, debían poner
manos a la obra. Y así crearon una comisión presidida por don Octavio Burmester
que comenzó con lo principal: la recaudación de fondos. Hacia 1968 finalmente
se llamó a un concurso de proyectos en el cual resultó ganador un joven artista
de 39 años que ya militaba en el movimiento por la no-violencia. Y que diez
años después recibiría el Premio Nobel de la Paz. Estamos hablando de Adolfo Pérez
Esquivel, cuyo monumento a la Madre fue inaugurado en la plazoleta de nuestra
estación el 18 de octubre de 1970. Hermosa escultura que engalanó la avenida San Martín de nuestra ciudad hasta que las esperadas obras del bajo vías obligaron a desmontarla.
Se perdió allí
el pedestal original donde estaba instalado, pero por suerte no el monumento
que reapareció dos años después en la plaza “Félix Bernal”, escondido entre
cuatro árboles y a una altura
demasiado cómoda como para ser utilizada como juego por los niños que la frecuentan. Sin una placa que lo recordara, ni a él ni a su autor, la escultura parecía caer en el olvido hasta que fue rescatada del mismo por dos inquietos “amigos de la casa”, Néstor Tony Pienso y Diego López (Como se mencionó en EL QUILMERO del miércoles, 10 de abril de 2019, “Monumento a la madre de Bernal, su puesta en valor por dos bernalenses”) quienes tomaron a su cargo lo que no se lograba en forma oficial a pesar de los reiterados pedidos y en abril de este año reacondicionaron la obra, la señalizaron con una bellísima placa y la protegieron lo mejor posible con los escasos medios a su alcance.
Pues bien, este desinteresado gesto de amor y
respeto por nuestros monumentos y por nuestra ciudad llegó a oídos del autor
quien decidió acercarse a Bernal para volver a encontrarse con su obra luego de
casi cincuenta años y conocer y agradecer a Néstor y Diego en persona por
rescatarla del oscuro olvido.
El autor
acaricia su obra. Pérez Esquivel ya está en Bernal. (Fotos gentileza de la
artista plástica Hemilse Campolo)
Adolfo Pérez Esquivel y nuestro artista plástico y ciudadano ilustre Héctor
Acosta (foto de Giselle Romagnoli)
Compilación Chalo Agnelli
Fotos: , Javier Emilio, Alejandro Gibaut. Hemilce Campolo, Silvia Marmori, "Bernal, vivo o quiero conocerlo"
domingo 14 de julio de 2019
Fotos: , Javier Emilio, Alejandro Gibaut. Hemilce Campolo, Silvia Marmori, "Bernal, vivo o quiero conocerlo"
domingo 14 de julio de 2019