Por Chalo Agnelli
“Desde la más remota antigüedad
hasta nuestros días, la historia de los siglos y de los tiempos nos enseña
cuánto aprecio han merecido todos aquéllos que han puesto el cimiento a alguna
obra benéfica a la humanidad.”
Manuel Belgrano
La capilla de la Reducción (Dibujo Alejandro Agnelli)
El territorio de la Reducción de
la Santa Cruz; estaba comprendido entre los siguientes límites actuales: calles
Zapiola y Guido y sus prolongaciones hacia el oeste; la barranca sobre el
bañado y el deslinde entre los partidos de Quilmes-Almirante Brown y Lomas de
Zamora.
La existencia de una iglesia, en
el pago de la Magdalena, que puede probarse en forma concreta, es la que se
construyó en la Reducción, al instalarse en 1666 los quilmes y luego en 1667
los acalianos. [1]
Algunos de estos prelados fueron en un primer momento
curas encomenderos, luego curas propietarios, luego párrocos. He utilizado
varias fuentes que se señalan en las notas al pie. Fundamentalmente los
trabajos de don Luis Otamendi y de la Sra. Lila Giordano de Campelo; otros del Archivo
General de la Nación y muy poco en el Archivo Levene. El Archivo de la Catedral
de Quilmes es muy útil pues en las actas de bautismo, matrimonio y defunción
hay notas al margen con comentarios de los sucesos que les tocó vivir en el
Partido, a los distintos párrocos y que dan idea de sus funciones.
Se algunos que constan en listas, no se hallaron datos
particulares, otros deben haber tenido un accionar más trascendental que el que
figura en estas páginas, pero el investigador no contó con la capacidad o la
posibilidad de descubrirlo; habrá quienes mejoren esta propuesta, pues la
historia siempre es una propuesta para seguir ahondando en las particularidades
de cada propuesta.
LA REDUCCIÓN
1667-1670.- Licenciado Bartolomé de Pintos:[2] desde el 1 de septiembre
de 1667, hasta ese mismo mes del año 1670. Era cacique quilme Martín Iquín
[3] hasta su muerte en 1671. Dice
el Dr. Craviotto en su trabajo “Reseña Histórica de la Parroquia de
Quilmes”: “Este religioso tenía como misión la asistencia
espiritual de los indígenas del poblado, por la naturaleza del cargo que
ocupaba; suponemos que a ella se agregaba la de los españoles del pago,
carentes de toda otra asistencia religiosa en el campo, excepto la de los
misioneros que periódicamente recorrían la campaña”. [4] Sus investigaciones lo
llevaron a afirmar que era descendiente directo de Juan de Garay, [5] pero don Luis E. Otamendi
afirma que en el “Nobiliario Español en el Río de la Plata” de Carlos
Calvo, [6] no se halla ningún sacerdote
con ese nombre, aunque figura un homónimo casado con doña María de Garay y
Espínola, hija de Juan de Garay “el mozo”, por lo tanto este Bartolomé
de Pintos sería nieto político del segundo fundador de Buenos Aires y no consta
que haya enviudado y tomado los hábitos. [7] Hay una leyenda popular sobre
este Licenciado que se transcribe en el libro de relatos “Historias de más
acá”. [8]
(Libro
"Manual Borrador" llevado por los Oficios Reales de Buenos Aires desde 1666 a 1681, asientos del 18 de julio de 1666 y 11 de diciembre de 1670)
1670-1672.-
Pascual de Fuentes - Francisco Escobedo, interinos. En 1671 era cacique Juan
Pallamay por fallecimiento de su abuelo Iquín.
1672-1678.-
Fray Juan de Mena del 31 de agosto de 1672 a septiembre de 1678.
1678-1690.-
Dr. Melchor de Izarra. Del 3 de noviembre de 1678 hasta 1690. Hijo de Juan de
Izarra y Astor e Isabel Gómez Centurión. Hermano de Juan "el mozo"
Gómez de Izarra Centurión, Domingo Gómez de Izarra, Juana de Izarra y Astor y
Úrsula Gómez de Izarra. Nieto de Pedro de Izarra y de Polonia de Astor. Por lo
tanto sobrino de Polonia Izarra y Astor y de su esposo don Gaspar de Gaete y
Jiménez, quien era natural de Trujillo, soldado en las guerras de Flandes, que
se establecido en Buenos Aires fue alcalde en 1637. Poseyó algunas casas
principales y se casó en la misma ciudad en 1616, con doña Polonia de Izarra.
Falleció en la ciudad de Buenos Aires en 1647.
Melchor
de Izarra fue arcediano, es decir, primero o superior de los diáconos o
ministros de la iglesia primitiva, de ahí que recibiese también el nombre de
archidiácono; su función era encargarse de los asuntos temporales, junto al
obispo; además, mandaba a los diáconos urbanos y rurales, dirigía a los
anteriores en el servicio de la mesa sagrada y, finalmente, en las ordenaciones
llamaba a los ordenados y los presentaba al obispo, de la Catedral de Buenos
Aires. Se graduó de doctor. (https://www.geni.com)
[9] Durante el curato de Izarra, ssegún informa don Luis Otamendi
en su libro ya mencionado: “Ya no será ‘de paja y barro la capilla, sino de
adobe, pues el corregidor Zeballos ordena edificar con este material;
lógicamente, una de las primeras obras fue la iglesia, con su altar y sagrario
que hasta entonces no tenía." En 1686 muere el cacique Juan Pallamay y le
sucede su hijo Juan hasta 1690, quien no ejerció el cargo por ser menor de
edad.
1690-1700.-
Jacinto León de Guevara. En 1693, muere Juan Pallamay; asume como cacique de
los quilmes Agustín Filca (o de España) quien ya venía cubriendo el cargo como
administrador por la minoría de edad de Juan. Filca permanece hasta 1702.
1700-1722.-
Vicente de Rivadeneira, desempeñó el cargo sin interrupción hasta 1704, según
Guillermina Sors, se mantuvo alterno hasta 1706 para volver a ejercerlo en
permanencia hasta 1722. Rivadeneira fue testigo del largo litigio por el
cacicazgo de los quilmes entre Isabel Pallamay y sus parientes los Filca.
Finalmente, el 27 de octubre de 1708, se dirimió la situación y se puso en
posesión del cargo de cacica a Isabel Pallamay y su esposo Martín Salchica como
administrador.
1723-1726.-
Juan Pascual de Leiva del 6 de enero de 1723 hasta el 8 de junio de 1726.
1727.-
Francisco Xavier Navarra, interino. Volverá de 1731 hasta 1739.
1728
- 1729.- José Barrales, desde el 25 de junio hasta fines de 1729.
1729-1731.-
José Baltasar González de Islas, desde diciembre de 1729, ejerciendo el cargo interinamente
hasta marzo de 1731. Designado primer cura vicario para el Pago de La
Magdalena, además de ejercer el curato de la Reducción de la Santa Cruz.[10]
En
1727, el obispo Fajardo agregó al curato de Santiago del Baradero la
jurisdicción del pago de los Arrecifes y parte del de Areco, y al curato de
indios de Santa Cruz de los Quilmes la vecindad del pago de la Magdalena. Por
resolución del obispo, la iglesia de Quilmes pasó a ser, por lo tanto,
parroquia del pago de la Magdalena, con jurisdicción eclesiástica sobre la
población del pago. Esta población dejó de depender los curas rectores según
había dispuesto el 25 de marzo de 1637, el obispo de Buenos Aires, fray
Cristóbal de Aresti.
José
Baltasar González de Islas fue tío abuelo de Manuel Belgrano y de Juan José de
Castelli. Desde el 23 de octubre de 1730, la Capilla de Ntra. Sra. de la
Concepción de los Quilmes pasa a designarse Parroquia de la Santa Cruz de los
Quilmes. [11]
1731.-
Maestro Roque Pantoxa y Don Francisco Arce de Escarza, interinos o suplentes.
1731-
1739.- Francisco Xavier Navarra había sido designado en 1730, cura propietario
se hace cargo del mismo el año siguiente; ya había sido interino en 1727.
Permanece en el mismo hasta 1739.
1739-1749.-
Dr. Juan Antonio Espinoza, cura propietario desde el 15 de noviembre de 1939,
quien permanece hasta mediados de 1749.
1744.- Sebastián
Cordovés, suplente (G. Sors no lo nombra, si lo hace don Luis Otamendi)
1749.-
Isidoro Illescas, sustituye interinamente al cura propietaria Juan A. de
Espinoza.
1749.-
Fray Pedro Llerías y Fray Martín González suplentes.
1750-1753.-
Dr. León Tomás de Pessoa y Figueroa recibe de Illescas la posesión del cargo de
cura propietario el 1 de marzo de 1750, quien actuó hasta fines de 1753. Venía
del departamento correntino de Lagunas Saladas, en la provincia de Corrientes
donde, en 1730, se había creado un curato en la iglesia que en 1721 había
comenzado a construir el vecino Gutiérrez de Valladares. El 19 de noviembre de
1731, inició sus funciones al frente de ese curato como primer párroco. Sus
familiares, los Maciel y los Home de Pessoa, poseía estancia y un oratorio en
el Pago de La Magdalena.[12]
|
Primer templo según ilustración de don Luis E. Otamendi |
1753-
Fray Bernardo de Rocha, interino.
1754.-
Fray Pedro Villaverde, interino.
1754-1763.-
Dr. Joseph Ignacio Valladares cura propietario a partir del 8 de octubre de
1754 hasta el 8 de marzo de 1763.
1763,
14 de marzo.- Don Santiago Báez (o Vaz) de Alpoim, interino, descendiente del
linaje Cabral de Melo Alpoim, hidalgos reales descendientes de reyes de
Inglaterra, de Enrique II de Castilla y de Godofredo de Puy, hijo ilegítimo de
Guillermo el Conquistador y por los Cabral de Melo descendientes directos de
Alfonso III de Portugal. Según don Luis Otamendi, la familia Alpoim está
emparentada con varios hogares quilmeños. [13]
1764.-
Vicente Chaparro, teniente cura, probablemente el primero en este cargo.
1764-1769.-
Dr. Nicolás Fernández Escandón y Astudillo, párroco propietario desde el 4 de
marzo hasta 1769. Era tío carnal del ilustre Juan José Paso por ser
hermano de María Manuela Fernández Escandón y Astudillo, esposa de Domingo
Passo Erenco, padres del prócer. [14] El 1 de febrero de 1769, un ciclón destruye totalmente el
precario templo de adobe y paja e inicia un expediente ante el Obispado solicitando
su reconstrucción. (Guillermina Sors)
1770-1772.-
Bartolomé Márquez actuó durante la licencia del cura propietario.
1772.-
Fray Pedro del Rosario (Ídem ant.)
1773-1803.-
Dr. Santiago Phelipe de San Martín y Cabral, nombrado interino el 7 de
noviembre de 1773 y propietario el 2 de mayo de 1774, actúa como tal hasta su
muerte en 1803.
El
auto eclesiástico del 28 de setiembre de 1780, da como límites de la parroquia
escogidos por el presbítero San Martín y Cabral: “...desde la otra banda del
Riachuelo hasta el arroyo del Gato (hoy partido de La Plata) y desde la casa de
don Ramón Rodríguez hasta la de don José Antonio de la Cruz inclusive y de allí
excluía la casa de Blas García tirando la línea hasta el arroyo Grande.” La
fijación de límites hecha por el Cabildo es hasta al presente un tanto difícil
de determinar. Con motivo de esta división territorial nacieron dos nuevas
parroquias: la de la Laguna de la Reducción, hoy San Vicente, y la de La Isla,
en el futuro pueblo de Magdalena.
Se
construye un nuevo templo, pero esta vez con adobes cocidos, o sea ladrillos
del Horno de la Virgen, también conocido como de la Iglesia o del Cura.
Es
de destacar (al decir del Dr. Craviotto y Barrera Nicholson en su libro inédito
“Aspectos del pasado de Quilmes”) la figura del Cura Párroco Pbro. Felipe
Santiago de San Martín, tanto por la minuciosidad con que efectuó las
anotaciones en los libros parroquiales, como haber tomado copias de numerosas
partidas, correspondientes a las actividades de varias capillas. Estas copia,
hechas en páginas posteriores a las de las partidas originales, o pasadas a
libros parroquiales por copias tomadas de apuntes, para el caso particular de
la Capilla de “Los Remedios” llevan la siguiente anotación: “todas las quales
partidas quedan agregadas a este libro originalmente; y para que por si acaso
se perdiesen o se apartasen desde libro primero algún motivo, las hago
copiar en la foxas siguientes de este libro para que en todo tiempo consten y
se les de la misma fe y crédito que a sus originales”. Si se piensa que los
originales correspondientes han desaparecido casi totalmente, la previsión del
párroco San Martín, en 1777, llena hoy un vacío insalvable de otro modo. Es
precisamente por su previsión, que hoy podemos contar con estos datos
desconocidos, de otro modo perdidos definitivamente para la historia. [15]
1790.-
Miguel López Camelo, interino durante algunos meses. Emparentado con actuales
familias de Quilmes.
1803
hasta fines de 1804 Manuel Pareda de Saravia, nombrado en comisión.
1805
hasta diciembre de 1806 Juan Marcos de Cora, en comisión.
1806-1825.- Santiago Rivas,
quien con fecha 30 de diciembre de 1806 el obispo Benito de Lue y Riera lo fue
nombrado cura en comisión por un año; y lo confirma como cura y vicario
interino el 16 de enero de 1810 por el fallecimiento del cura propietario Dr.
Santiago Phelipe de San Martín y Cabral. Durante su conducción hizo declarar
extinta la Reducción y el repartimiento de tierras de los quilmes y acalianos,
después de una prolongada tratativa que comenzó durante el virreinato de
Santiago de Liniers y tras un iracundo pleito con el protector de naturales don
Pedro de Agrelo.[16] (Ver en EL QUILMERO del miércoles, 25 de agosto de 2010, “El
Controvertido Cura Rivas”)
Lápida bajo la que yacen los restos del Pbro. Santiago Rivas, último cura doctrinero de la Reducción de los Quilmes y uno de los principales promotores de su extinción. Se halla en el atrio de la Catedral.
1825.-
Manuel Erezcano interino.
1826.-
Manuel de Alvarilo y Sullivan interino.
1829-1835.-
Luciano Serrano / Felipe Martínez interinos.
1835
– 1842.- Juan Bautista Camogli, cura párroco, era de tendencia Federal, durante
su administración se produjo el asesinato del juez de paz Paulino Barreiro por
los mazorqueros. Participó de los actos de juramento y la misa solemne en
la asunción de Barreiro como Juez de Paz. Organizó en 1841, una fiesta para
celebrar el día de la Patrona de la Independencia Americana y el 12º aniversario
de gobierno de Juan Manuel de Rosas “en su primera y gloriosa administración”
según un informe del juez de paz Manuel G. López; día en el que actuó la
pianista Máxima Aspitia de 12 años y luego se entonaron “Cielitos” y se
representaron escenas de los “Diálogos patrios” de Bartolomé Hidalgo;
culminando la fiesta con un baile con orquesta de guitarras y violines que se
prolongó por tres días. [17] Ya 1810, el padre Rivas había manifestado que el estado de la
pequeña iglesia era ruinoso, por ello inicia trámites para levantar un nuevo
templo. La piedra fundamental, recién colocará el 5 de abril de 1835, siendo
padrino don Marcelino Galíndez, según anotación que figura en
el segundo libro de bautismos, iniciado en 1820.
1843-1844.-
José Ramón Quesada nació en España. Vino al país para ocupar el cargo de cura
párroco de Quilmes desde febrero de 1843 a febrero de 1844 y, nuevamente, desde
el 10 de noviembre de 1873 hasta julio de 1878. Era de porte distinguido,
noble y naturalmente solemne. Había ocupado la cátedra sagrada en la Catedral
de Buenos Aires y era frecuentemente requerido para pronunciar sermones en los
diversos templos de la ‘Capital’ y pueblos de la provincia. En 1876, se ocupó
personalmente de hacer el Índice de los libros parroquiales, algunos de ellos
en muy mal estado. Interesado por la educación de la niñez, fue miembro del
Consejo Escolar en el período 1876-77, y en este último año apareció editado
por la Casa Peuser su libro de lecturas para la escuela primaria, “Flores del
alma”, que contó con la aprobación de la Dirección General de Educación. [18]
En
1868, tras la epidemia de cólera, se clausuró el cementerio de la Barranca
ubicado en las calles de la Concordia (hoy Humberto Primo) y Santa Cruz (hoy
Alisson Bell) donde se había instalado en 1855. A lo largo de los años el
abandono acompañado por la cicuta invadió el campo santo, y dice José Andrés López,
al respecto en su libro “Quilmes de antaño”: “Un cura tuvo Quilmes, el Dr. José
Ramón Quesada, que viendo el bosque y sabiendo lo que escondía, sintió bochorno
por las autoridades indiferentes ante aquel espectáculo y piedad por la memoria
de los muertos, y buscando la manera de expresar lo que sentía a los que de
aquello tenían la culpa, sin mortificarlos, su talento y su exquisita cultura
le sugirieron el recurso.
Estando
próximas las fiestas patronales, anunció por nota a la Municipalidad y, desde el
pulpito a los fieles, la venida del arzobispo monseñor Aneiros y el propósito
de éste de visitar el cementerio clausurado y celebrar allí una misa por el
alma de los muertos yacentes… [19] (Ver 1875-1878)
1844.-
Esteban José Moreno interino.
1845-1854.-
Andrés Ramos y Otero cura párroco. Hizo construir la casona que estaba en la
esquina NE de las calles Sarmiento y Rivadavia, tenía una parte de altos, muy
común en las casonas de esa época que tenía el objetivo de mirador. Luego la
compró don Andrés Baranda y fue su residencia hasta su muerte. Pasó a su hija
Cruz Baranda de Risso quien la legó a su hija del corazón Águeda Nicholson y
esta a su hijo mayor Antonio Barrera Nicholson. Andrés Ramos Otero fue el
último párroco del período Federal y permaneció dos años tras la caída de Rosas
y la creación del partido de Quilmes separado de Barracas al Sur a pedido del
juez de paz Martín de La Serna.
1854-1856.-
Diego Palmaz interino.
1856
– 1864.- Carlos Vadones (o Vadone o Vadoni o Badoni), cura párroco, durante su
administración se colocó el 1 de noviembre de 1863, la piedra fundamental del
nuevo templo, fue padrino de la ceremonia don Francisco Molina. En un principio
se ofreció el padrinazgo a don Leonardo Pereyra, quien declinó el ofrecimiento
por motivos particulares y contribuyó con $ 10.000 para las obras.
Tuvo
a su cargo la bendición del nuevo edificio para la Escuela Primaria N° 1 el 25
de mayo de 1863 junto con los sacerdotes Juan Verasi y Santiago Bugari.
1864-1870.-
Pablo María Pardo nació en 1821 en Uruguay. [20] Respecto de la denominación parroquial, el Dr. Craviotto
afirmó que según consta en las actas del Archivo Parroquial, los nombres
sucesivos de la parroquia de Quilmes han sido: Parroquia de la Exaltación de la
Santa Cruz de los Quilmes hasta el año 1806. Desde 1806, hasta el 6 de
diciembre de 1864… lo cambia por de la Inmaculada Concepción de Quilmes. La
Inmaculada Concepción era patrona del pueblo de Quilmes en años anteriores al
1864. Pardo había reemplazado a Vadone el 18 de noviembre de ese mismo año. [21] En su último año como párroco: “… al aproximarse las fiestas
patronales, la Municipalidad costeó el altar consagrado a Nuestra Señora de las
Mercedes y de su ornamentación y cuidado se encargaron distinguidas damas.” [22]
1870.-
Bruno Berzara interino.
1871
– 1875.- Ángel Pueyo cura párroco, en el libro de José Andrés López “Quilmes de
antaño”, el capítulo 24 (Pág. 134 de su segunda edición de 2016) está todo
dedicado a este sacerdote en su permanencia en Quilmes. En ese capítulo López
narra una desopilante travesura que algunos jóvenes desacatados produjeron en
el templo parroquial en agosto de 1873, y que lo obligó al párroco Pueyo y a su
teniente cura José Piñeiro Gil, denunciarlos ante el Juez de Paz, el día 16 de
ese mes. Los bromistas fueron Rodolfo Vega, Francisco Soto y “un joven rubio de
pera que siempre los acompaña”. El sumario no tuvo consecuencia y “a medio
hacer fue sepultado en el archivo”. Durante su período llega el ferrocarril a
Quilmes, 18 de abril de 1872. Se procede al remate de la chacra “El horno de la
Virgen”, cuyo producto se destinó a edificar una nueva casa parroquial; remate
que, según información dada por Manuel J. Ales en sus Remembranzas Quilmeñas,
arrojó un total de $ 212.000.
1875-1878.-
José Ramón Quesada regresó como cura párroco. Durante su gestión dice el
periódico El Quilmero: “… nuevo altar que se ha construido en el templo de
Quilmes. Va a ser inaugurado en el día de mañana. Ese altar lo ha regalado el
señor Pedro Risso y señora (Cruz Baranda) y lo ha construido don Federico
Sarra, conocido industrial de esta localidad”. Se refiere al altar del “Nazareno”,
que aún se halla entrando en la Catedral a la derecha.
En
8 de febrero de 1876, el párroco Quesada presentó una nota a la Municipalidad
de Quilmes, solicitando la organización de un Archivo Parroquial y aconsejando
la necesidad de efectuar un catálogo de las partidas, sobre todo de las más
antiguas; de esa nota, y del inventario de las exigencias del templo del 14 de
noviembre de 1875, se desprende que los libros parroquiales, en esta última
fecha, no llevaban numeración de orden sino que se hacía referencia a ellos,
mencionando la fecha de la primera de las partidas anotadas, así como de la
última. El Pbro. Quesada, comenzó la tarea de organizar un índice, que hoy
existe, y gracias al cual podemos conocer algunas partidas hechas ilegibles
desde entonces hasta hoy. El Archivo organizado entonces por el párroco con los
cortos medios a su alcance y luchando contra la falta de local adecuado que
preservara los libros de humedad, polillas, etc., comienza con tres libros, los
más antiguos, en los que se hallan “en imponderable confusión las partidas”,
dice Quesada; alternando “las fechas y la naturaleza de las partidas”. Los tres
libros mencionados, que comienzan con partidas inmediatas al 1730, son los
primeros de la parroquia, y terminan en 1780 o en algún año inmediato
posterior; las anotaciones del “inventario” de 1875 prueban que desde entonces
y hasta hoy, algunas partidas, las de los primeros años sobre todo, han perdido
su condición de legibles. [23] Discurso del cura Quesada en nombre del Consejo Escolar del
que era miembro, con motivo de la entrega de premios a los alumnos de las
escuelas locales en las fiestas patronales:
“Señores,
encargado por mis colegas a dirigir la palabra a nombre del CE, empezaré por
felicitaros y felicitarme por la importancia que Quilmes al solemne acto de
distribución de premios que va a tener lugar. No asistimos señores a una
ceremonia vana ni nos reúne en este sitio el estimulo de la curiosidad o el
simple deseo de corresponder a una invitación atenta. Nos hemos reunido para
algo más importante, nos hemos reunido para comunicarnos mutuamente las
impresiones que ha dejado en nuestro corazón la juventud que se educa en el
partido […] el progreso del siglo está dando gigantescos pasos, se ha concebido
que la educación es el resorte, la palanca el gran motor para el
perfeccionamiento de la raza humana y cuando conmovido el mundo como por una
chispa eléctrica por doquiera se crean escuelas, se nombran preceptores,
levantan colegios, fundan gimnasios. La provincia de Buenos Aires hace un
esfuerzo supremo para en pocos días en pocas horas poner en ejecución la ley de
educación común, llamada a colocarnos a nivel de las naciones más cultas […] Entre
los grandes, complicados y nuevos organismos creados por la indicada ley
descuella la ley de los Ces [24] […] ¿Cuál es la línea divisoria entre el salvaje y el hombre
civilizado? La educación ¿En qué se distinguen los ignorantes de esos grandes
genios que se llaman Newton, Pascal, Descartes, Malhebran, Galileo y
Couvier? En la instrucción. Hasta que todos los hombres gocen del inestimable
beneficio de la educación de la instrucción, la igualdad y la fraternidad
serán una bella ilusión o hermosa mentira […] El CE en el primer año de su
existencia no le ha sido posible levantar un nuevo templo de la ciencia y de la
virtud, pero orgulloso afirmo con la convicción del hombre honrado que he
admirado una y otra vez las levantadas ideas, generosos propósitos y novísimos
deseos de mis honorables colegas. Notad señores que ninguna gran institución se
desarrolla rápidamente sino de un modo lento y majestuoso Ya llegara el día en
que los Ces [Consejos]. Sean las grandes y respetables corporaciones de los
pueblos […] Os conceptúo orgullosos con los premios alcanzados. Notad todos que
hemos sido hombres falibles los que os hemos examinado y que habremos podido
premiar el talento no la virtud y aplicación de que son las bases del
engrandecimiento del hombre. En el talento no hay mérito propio, la virtud y
aplicación son el tesoro y la gloria de los hombres […] Estos niños y niñas serán
también algún día los celosos guardadores de la religión los héroes y heroínas
de la patria los inspiradores de la libertad y honrados miembros y cabezas de
familias en una palabra los dignísimos sostenes de la civilización
sociedad y progreso. He dicho.”
En
el libro “Panorama de las artes quilmeñas” su autor, don José Abel Goldar
reproduce algunos párrafos del Pbro. Quesada: “Educación por el amor”, donde,
entre otras argumentaciones, manifiesta; “… que la educación es principalmente
un ministerio de amor,” Este fue texto fue leído el domingo 7 de octubre de
1877, por el joven Felipe Amoedo, en el salón municipal (en el periódico “El
Independiente” N° 50 y 51 de los días 14 y 21 de octubre de 1877)
“Religión
y Educación”, fue leído por la niña Elvira Risso (según “El Independiente, N°
51 del domingo 28 de octubre en el salón Municipal) [25] Escribió en “Quilmes de antaño”, López sobre Quesada: “…
sacerdote ilustradísimo procedente del clero español; de porte distinguido,
noble y naturalmente solemne. Llegado poco hacía al país, ocupó la Cátedra
Sagrada de la Catedral, allí desde donde el padre Camilo Jordán edificaba y
encantaba con su talento, su saber y su elocuencia, a un escogido y numeroso
concurso; y haciendo el panegírico de San Luis Gonzaga, se ganó a sus oyentes,
que no tuvieron motivo para echar de menos, ni la presencia, ni el talento, ni
el saber, ni tampoco la elocuencia del prestigioso jesuita. Viendo y oyendo al
distinguido panegirista de San Luis Gonzaga, fácil era presentir la mitra que
pocos años después habría de alcanzar […] No necesitó el doctor Quesada, para
hacer respetable la iglesia y respetado y alabado el sacerdote, ni del Juez de
Paz ni de la policía ni del teniente cura ni del sacristán ni de nadie. El,
pontificando en el ara, exhibiendo su majestuosa (sic) silueta y llenando de
unción el espíritu con su sapiente verba, ya en la casa parroquial, ya en la
calle, irradiaba siempre respetuosa consideración, y nadie se permitió jamás
ni la más trivial licencia durante los sagrados oficios, sermones u otros actos
del culto. Pero el doctor Quesada se fue a Pergamino y más tarde a España.
Chico le resultaban pulpito, iglesia y parroquia para su volumen, moral y su
grandeza de orador y sacerdote.
Los
que le sucedieron, no han debido parecérsele; y volvieron para la iglesia,
aunque con sensibles atenuaciones, los tiempos del padre Pueyo, que terminaron
con la venida de don Francisco Suárez Salgado.
Este
puso pronto de su parte a la juventud bulliciosa, pero no por los naturales
respetos que imponía el doctor Quesada, sino por la camaradería.
Sacerdote
culto e ilustrado, tanto como hombre de mundo, conocía lo mucho que la mesa
valía para ganar voluntades. Y sentaba a la suya, que era muy buena, a ese
grupo de jóvenes bulliciosos, que lo eran, y mucho en la mesa en tanto
que comían y bebían, pero que dejaron de serlo en la iglesia, sin duda
por aquello de que no hay gratitud comparable a la «Ir los estómagos
agradecidos
[…]
El doctor don José Ramón Quesada, murió en España siendo Obispo de Cuenca.”
(Agosto 22, de 1917)[26]
1878-1880.-
Felipe Fonticheli (o Fontichelli), interino. Hizo trasladar una cruz que estuvo
18 años en la Plaza del Regocijo (llamada Tres de Febrero y desde 1904, Dr.
José Antonio Wilde) colocada allí por misioneros que llegaron al pueblo a hacer
bautismos y matrimonios en masa, ya que muchos pobladores de la campaña estaban
desatendidos de la religión: “…en una semana casaron más parejas que los
párrocos en cinco años "En razón del mal estado en que se encuentra la
Santa Cruz, establecida en la plaza "Tres de Febrero", el
infrascrito, con autorización del Excelentísimo Señor Arzobispo, y de acuerdo
con la autoridad civil de este partido, invita al pueblo católico de Quilmes,
para el domingo 1° de Junio (1879), a las 12 del día, si el tiempo lo permite,
con el objeto de trasladar la mencionada cruz a la iglesia parroquial. [27] La cruz se trasladó luego a la iglesia parroquial, actual
Catedral, y de allí al Museo "Quilmes de antaño" en la calle Alem
entre Mitre y Alvear, predecesor del Museo Histórico Regional Alte. Guillermo
Brown.
1880-1887.-
Rafael Fanego; párroco muy problemático; entre otros desencuentros con las
autoridades municipales, reclamó la propiedad del cementerio de la Barranca -
cuando este se traslado a su actual locación - donde hoy se levanta el Hospital
Isidoro Iriarte; y reivindicó como propiedad de la Iglesia los solares donde
luego se edificó la escuela de niñas en 1888 - hoy jardín de infantes N° 921 -
y el de la esquina de Alem y Mitre donde a partir de 1904, se construyó la
Biblioteca Pública Municipal.[28] En esta ocasión la disputa fue con Pedro Giménez, el segundo
periodista de Quilmes. En 1881, se encomendó a Víctor Chiabrando, en la suma de
$ 50.000, la compra y colocación de un reloj público en la torre oeste de la
iglesia.
En
1887, el cura Fanego fue enviado a la parroquia de Magdalena. El fiscal en lo
criminal Dr. Teodoro Varela promovió la formación de un sumario a este cura por
haber violado la ley de matrimonio civil vigente en la República. De esa
violación de la ley, el periódico “El Quilmero” (año XIV del 25 de julio de
1889 N° 1423) dio hizo diatriba: “¡Qué no haya tolerancia con los curas
atrevidos y se les someta a los castigos y penas merecidas por sus desacatos a
las autoridades y las leyes!”.
1887.-
Bonifacio Corveira (interino) Anteriormente fue teniente cura durante el curato de Fanego.
Recibía una subvención de $ 25, que se la quitan el 7 de agosto, de 1887, para
destinarla "a gastos de aplicación de la vacuna". Luego fue párroco
de 25 de Mayo.
1888-1892.-
Francisco Suárez Salgado, nació el 13 de febrero de 1862 en Beba, municipio de Mazaricos
situado en la Coruña, Galicia, Comarca de Xallas, con capital en A Picota,
pequeña población rural, es un pueblo ganadero, rodeado de un paisaje verde
cruzado por los ríos Xallas y Beba. Además de sacerdote fue periodista.
Estudió
humanidades, filosofía y teología en el Seminario de Santiago. Incursionó en el
periodismo, comenzando en el periódico “La Cruz”, publicando composiciones
satíricas También colaboró en
“El Libredón”, La “Gacetra de Galicia”, “El Ciclón”, “El pensamiento galaico de
Santiago”; “La Voz de Galicia” de la Coruña; “El siglo Futuro”, “El Noticiero”
y “El Imparcial” de Madrid. En Compostela, fundó el semanario político
literario “La Verdad”. En 1885 emigró a la Argentina, donde continuó ejerciendo
la carrera sacerdotal como párroco de Quilmes desde 1887 hasta 1893 y colaboró en la prensa de Buenos Aires. En
1898 regresó a Galicia como representante europeo del periódico “El Eco de
Galicia” y en 1903 fundó y dirigió en Santiago de Compostela la revista “Acción
Católica”. Simultáneamente cursó la carrera de derecho.
Fue
el primer sacerdote que utilizó la lengua gallega (o gaelicolusitan) en sus
discursos patrióticos. De sus conferencias y discursos se destaca el título
" El alma gallega encarnada en Rosalía de Castro". Murió en Los
Ángeles una parroquia que se ubica al este del municipio de Coronado de Brión
en la región de Santiago el 20 de agosto de 1910, a los 48 años.[29]
1893-1899.-
José María Fronteriz. A partir de 1870 comienza a poblarse, con una mayoría de
familias inmigrantes, las tierras del actual partido de Florencio Varela.
Trabajaban como labradores en las estancias circundantes. El Pbro. José María
Fronteriz creó la primera capilla y la primera escuela oficial de la que fue
maestro. A él le tocó bautizar “San Juan Bautista” a la extensa propiedad de
Juan de La Cruz Contreras, cuando subdividió sus tierras para fundar el pueblo,
dicho nombre fue aprobado por el Gobierno de la provincia de Buenos Aires
el 11 de febrero de 1873. En ese entonces dicho pueblo pertenecía al partido de
Quilmes. Poco después se creó una comisión vecinal con la presidencia del P.
Fronteriz, cuyo objetivo era lograr la autonomía zonal, mediante la creación de
un muevo partido, pero esto fue demorándose. Recién 1891 se creó el partido de
Florencio Varela.
El
10 de octubre de 1895, aparece “La Lectura -periódico semanal,
religioso-social”, según acotaba inmediatamente después de su título, bajo la
dirección de su fundador el presbítero Antonio Domingo Rossi,
1899.-
Antonio Domingo Rossi (interino) Como se mencionó anteriormente, el Pbro. Rossi,
crea “La Lectura, periódico semanal, religioso-social”. En sus comienzos “La
Lectura” fue un periódico combativo a la par que constituía un medio de
información sobre las actividades parroquiales para los feligreses. El
padre Rossi no era de los que soportaban pacíficamente ciertas actitudes de sus
feligreses ni determinadas alusiones de algunos colegas periodistas y como
sabía manejar la pluma, con esta arma se defendía. Al mencionado sacerdote
siguieron en la conducción de dicho medio de prensa - único de los aparecidos en la
centuria anterior que ha logrado mantenerse en la palestra - los
presbíteros Bartolomé Ayrolo, Felipe de Jesús Echeverría, Manuel Bruzzone,
Donato Rodríguez, Ángel J. Banfi y Silvio R. Cartasegna, secundados todos ellos
por sus colaboradores en el sacerdocio, entre los cuales corresponde mencionar
a los presbíteros Rodríguez, Gatica, Juan Bernardino Lértora. Jesús Oria e
Ibáñez y posteriormente: Cayetano Tacetta, doctores Manuel A. Berraz, José A,
Craviotto, Félix Berraz, Adolfo Bazán, Ana Inés Manzo, etc.
1900-1903.-
Bartolomé Ayrolo. (Ver biografía en el blog EL QUILMERO del domingo, 19 de agosto de 2018
“Pbro. Bartolomé Ayrolo, Párroco de Quilmes, 1900-1903”)
1903-1910.-
Felipe Jesús Echeverría (Ver en el blog EL QUILMERO del lunes, 16 de abril de
2018, “El Párroco Felipe de Jesús Echeverría – 1903/1910”)
1905.-
Francisco Daglia (suplente)
1910-1929.-
Manuel Bruzzone Nació en Génova. Llegó a la Argentina siendo joven e ingresó en
el Seminario Conciliar de Buenos Aires. Fue ordenado sacerdote el 21 de
diciembre de 1889 y cantó su primera misa el 1° de enero de 1890.
En
Temperley, donde fue capellán durante 15 años del Colegio de las Hnas. del
Huerto, fundó un colegio católico para varones, la congregación de San Luis,
las sociedades de socorros mutuos del C. de Jesús, una para cada sexo y el Apostolado
de la Oración en 1904.
El
Pbro. Bruzzone, en 1909, siendo aún teniente cura en Quilmes, formó la
Asociación Damas Pro Culto (o Pro Templo) entre las que estaban: Avelina Tobal
de Huisi, Francisca L. Hasperué, Pascuala Goñi, Lupercia Córdova, la maestra Juana María Cabrera (quien tomará los hábitos religiosos) Juana Grigera,
Felisa Castro, María Filomena de Baunelle y Ángela Fraquelli.
Fue
Párroco desde el 13 de febrero de 1910, durante 20 años. Fundó las
capillas de La Colonia, luego parroquia del sagrado Corazón, y la San José
(Moreno y Alberdi). Desde su llegada, la Iglesia parroquial concretó
verdaderas transformaciones con importantes ampliaciones, refacciones en
general, el hermoso órgano construido en 1914, con el asesoramiento de don
Antonio Barrera; y finalmente la verja que limita el atrio y la pintura y
reforma del frente de la iglesia.
Murió
el lunes 5 de noviembre de 1929 a las 12 de la noche. Para sus exequias
concurrieron: el obispo de La Plata Mons. Francisco Alberti y el obispo Mons.
Devoto. Lo despidieron el Intendente Dr. Emilio Torre, el secretario municipal
Jesús M. Oliveri, el Sr. Pablo Díaz Gómez en nombre de la comunidad católica de
Temperley y el Prof. Doroteo Yoldi, su amigo durante 43 años en nombre de la
comisión de vecinos; con quien llegó a Quilmes y con quien fundó el colegio
secundario San Luis, el primero del partido de Quilmes. Los restos de don
Manuel Bruzzone yacen en el atrio de la Catedral. [30] Hoy una escuela privada de Quilmes, en la esquina de San
Martín y Saavedra, lleva su nombre.
1929.-
Donato Rodríguez (interino)
1930-1946.-
Ángel Banfi. De gran figuración en el mundo eclesiástico y social de Quilmes y
la región. Primer profesor de religión por breve tiempo, en la Escuela Normal
de Quilmes desde que se impuso la enseñanza religiosa en las escuelas en 1946. [31] Integró el Euskal Etchea. Continuó la obra del padre Bruzzone
para restaurar el templo parroquial con la Asociación Damas Pro Culto (o Pro
Templo) sumando a la misma a: Mercedes Tollo, Pierina B. de Berraz, Lola
Carranza, Virginia C. de Cartasegna, Francisca Santamarina, Albina M. de
Canessa, Lucrecia S. de Ventura, Silvia L. de Barla, Juana C. de Míguez, María
Furio, Ángela Fossati, Ana Sala y Juana Vacarri. Con estas mujeres lanzó la
compulsa para remodelar la iglesia, que ganó el ingeniero austrohúngaro Juan
Pollak quien concluyó su trabajo muchos años después pues muchos elementos que
se habían adquirido en Europa se vieron demorados por el estallido de la
Segunda Guerra Mundial. Una partida de mármoles travertino que venía de la
Toscana, Italia, se extravió o hundió el carguero que lo traía, durante la
conflagración y hubo luego que repetir el gasto. Impuso la política de
"puertas abiertas" en la "casa de todos", que era la
Parroquia. La cocinera Petra tenía instrucciones para tener preparado chocolate
y facturas todos los domingos, durante la mañana, para lo monaguillos y los
necesitados que pasaran por la casa parroquial. Tras 16 años de consecuente y dura labor social y cristiana, su alejamiento de la parroquia y de Quilmes fue un tanto controvertido e ingratamente considerado por algunos miembros de la feligresía.
Pbro Ángel Banfi
1946-1949.-
Silvio Rodolfo Cartasegna, fue profesor de religión en la escuela Normal. En
1949, por decreto Nº 13.276 se lo titularizó. Años después fue
docente de religión en el Colegio Nazareth, un cura querido por la comunidad
por su humildad, sencillez y apoyo a todas las obras que enriquecieron al
Partido de Quilmes, donde había nacido el 17 de diciembre de 1908 y donde transcurrió
la mayor parte de su carrera sacerdotal. Sucedió al Pbro. Ángel Banfi frene a
la parroquia de la Inmaculada Concepción desde 1946 hasta 1949. Era primo del
padre Alfredo Nicolás Moreno (n. Quilmes 7/10/1909), párroco luego de la
Capilla San José de la calle Alberdi. El padre Cartasegna falleció el jueves 7
de julio de 1983, su sepelio constituyó uno de los actos de este carácter más
significativo de los últimos años.
1950-1964.- Ovidio
Merolla.
Sacerdote riguroso de carácter severo. Sus sermones eran excesivos y a veces
virulentos. Fielmente atado al ritual y las normas eclesiásticas. Fue quien
acabó con la política de "puertas abiertas" que había impuesto el
párroco Banfi. Al principio de su gestión mostró cierta adhesión al gobierno
peronista, tomando luego de 1954 y sobre todo después del golpe
cívico-militar-eclesiástico del '55 una manifestación abiertamente adversa a
las autoridades constitucionales depuestas por la dictadura
cívico-militar-eclesiástica autodenominada revolución libertadora. También tuvo
desencuentros con otros sacerdotes de parroquias vecinas.
1964-1968.- Vitoldo
Alfonso Palubinskas.
Durante su gestión tuvo algunas diferencias con el obispo
de la Diócesis de Avellaneda a la que pertenecían las parroquias de Quilmes
Monseñor Jerónimo Podestá, así como con colegas que adherían a la Teología de
la Liberación. Dado que el Museo Alte. Brown había pasado a la administración
provincial y gran parte del patrimonio se había devuelto a las familias
quilmeñas donantes cuando su creación, este párroco, en un intento de recuperar
la memoria, hizo una movida para recuperar esos objetos y creó un pequeño museo
en la casa parroquial. En 1979, el museo Brown volvió al municipio de Quilmes,
ante esta situación, el párroco Manuel Martín Calvo repuso el patrimonio en el
Museo Histórico Regional Alte. Guillermo Brown en su sede de la esquina de 25
de Mayo y Lavalle, en Bernal.
En obras de transformación del templo, fue quien hizo retirar la roseta en
vitral que en la reforma del Ing. Pollak (1930-1936) se hallaba en la fachada
central de la Iglesia y colocarla en el ábside sobre el altar mayor.
El padre Vitoldo, mandó hacer una placa de mármol de 1,80 por 1,50 metros
que se debía colocar en la pared frontal del templo en 1966, año del
tricentenario de la creación del pueblo, pero por diversas razones, sobre todo
económicas, recién se instaló el 9 de septiembre de 1968, en oportunidad de su
retiro. La placa contiene el nombre de todos los curas doctrineros y párrocos
de esta Parroquia desde 1666, con las fechas de sus actuaciones. En el extremo
superior reza la siguiente leyenda "En el centenario de la fundación de
esta ciudad, el vicario ecónomo de esta iglesia matriz, Vitoldo A. Palubinskas,
rinde homenaje de gratitud a sus bienamados feligreses y con ellos a los curas
doctrineros, comisionarios, interinarios, agregados, propietarios, párrocos y
vicarios ecónomos, sus predecesores en el cargo". Hicieron la
investigación histórica don Luis Otamendi y René von Schoultz van Esse y fue
grabada por el señor Carlos Relccati.
A su retiro el párroco
cesante dejó en la parroquia una deuda con el Banco Quilmes de $ 500.000
(periódico "Enfoques", 18/9/1968) Para saldar este déficit la
Comisión Pro Templo realizó una cena en el Círculo Tradicionalista "El
Rodeo" de Bernal. Lo recaudado ascendió a la suma de $350.000.
Simultáneamente se le dio al festejo un carácter de despedida al Pbro. Palubinskas,
quien promediando la cena se dirigió a los presentes con una improvisada
despedida finalizado su período parroquial, se trasladó a los EEUU donde
permaneció varios años. En ese país fue colaborador de la Iglesia de Cristo Rey
de Los Ángeles de la congregación de los Agustinos Recoletos. En 2002 residía
en Vilna la capital de Lituania. Falleció el 4 de octubre de 2008.
Arriba el Pbro. Vitoldo Palubinskas en un acto en el atrio de la Catedral. Debajo en la capilla de la Exaltación de la Cruz en la Ribera, junto al Dr. Manuel A. Berraz.
1968-1969.- José
Andrés Matos, interino.
1969-1980.- Manuel
Martín Calvo (Durante esta administración, en 1976 se creó el obispado y la
iglesia parroquial pasó a ser Catedral)
Mon. Jorge Novak (4-3-1928/9-7-2001), primer obispo de Quilmes (7-8-1976) Es recordado por su incansable prédica en favor de los más pobres, su
defensa a los derechos humanos, su vida austera, su bajo perfil y su
gran espiritualidad.
1980,
noviembre 7 hasta-1992.- Isidoro Psenda nombrado párroco interino por Mons.
Novak luego párroco efectivo desde el 12 de diciembre de 1981 hasta fines de 1992
en que pasó a hacerse cargo de la Parroquia María Auxiliadora de Bernal hasta
fines de 1996. Falleció el martes 18 de mayo de 2009 a los 78 años de edad.
1993-2004.-
Roberto Zardini (Ver biografía en el blog EL QUILMERO del sábado, 28 de julio de 2018, Pbro.
Roberto Zardini - 6-1-1939/21-11-2012)
Pbro. Roberto Zardini
2004.-
Marcelo Daniel Colombo, párroco y vicario episcopal de educación de la diócesis
de Quilmes. Fue ordenado obispo de Orán (Salta) en 2009 por el papa Benedicto
XVI. El sacerdote y abogado. Marcelo D. Colombo, nació en la ciudad de Buenos
Aires el 27 de marzo de 1961. Hizo los estudios primarios y secundarios en el
Colegio salesiano San Francisco de Sales, en la CABA. En 1989 se graduó de
abogado y procurador en la UBA. Hizo estudios filosóficos y teológicos en el
seminario de Quilmes y en la Universidad Católica. El 16 de diciembre de 1988
fue ordenado sacerdote por el obispo Jorge Novak. Prosiguió sus estudios y
obtuvo la licenciatura de Derecho Canónico en la Pontificia Universidad
Gregoriana de Roma en 1994, y en 1995 el doctorado en la misma disciplina en la
Universidad Pontificia Santo Tomás de Aquino de Roma. Fue profesor de Derecho
Canónico en seminarios, universidades y centros de estudios; juez del Tribunal
Interdiocesano Platense desde 1996 hasta 2000; asesor del Consejo de Asuntos
Jurídicos de la Conferencia Episcopal Argentina desde 2000 y miembro del
Consejo Académico de la Facultad de Derecho Canónico de la UCA desde 2003.
2009. - Daniel
Fernando Moreno, nombrado párroco por Mons. Luis Stöckler el 9 de junio de
2009, asumió el domingo 2 de agosto. El padre Moreno nació en 1958 en Quilmes.
Fue ordenado sacerdote el 23 de septiembre de 1983 por Mons. Jorge Novak,
primer obispo de Quilmes. Fue párroco solidario de las parroquias "Santa
María" de Hudson y "Santa Isabel de Hungría" de Plátanos. Además
era director espiritual del Seminario Mayor “María Reina de los Apóstoles” y
Miembro del Equipo de Formación de la Escuela de Diáconos “San Lorenzo Mártir”.
Durante los primeros años de sacerdote trabajó en la Catedral de Quilmes junto
al padre Isidoro Psenda. Luego, realizó diversas tareas pastorales en las
ciudades de Ezpeleta y de Berazategui.
Queda
a historiadores, genealogistas e interesados en la historia parroquial, la
tarea de confrontarla con otras fuentes existentes tanto en repositorios
públicos como privados a fin de completar los datos faltantes.
Placa de mármol mandada a hacer por el Pbro. Vitoldo A. Palubinskas e instalada en 1969 en el
peristilo frontal de la Catedral, a la derecha de la entrada, donde figuran grabados los
nombres de los curas doctrineros y párrocos desde 1666 y 1966, con algunos errores y omisiones, data de la que se
basaron algunos historiadores al hacer la cronología nominal de los curas doctrineros
y párrocos de la Reducción de los Quilmes y del pueblo de los Quilmes hasta el
año de Tricentenario de nuestro Partido.
Compilación, investigación,
tipeado, comentarios, compaginación y notas al final Prof. Chalo Agnelli. Entrevistados: don Luis E. Otamendi (1979), Lila Giordano de Campelo (2002) párroco Roberto Zardini
(2010) y Alicia Otamendi Etchevertz (2012) Quilmes, 2016.
FUENTES
Archivo
de la Catedral de Quilmes
Archivo
Histórico de la Prov. de Bs. As. “Dr. Ricardo Levene”
Archivo
“Lila A. Giordano de Campelo” que se
halla en la Biblioteca Popular Pedro Goyena
Craviotto, José A. (agosto de 1966) “Quilmes a través de los años”
Municipalidad de Quilmes, 1° edición. Quilmes.
Giordano de Campelo, Lila A. “Reseña histórica de la parroquia Inmaculada
Concepción, hoy Catedral de Quilmes”. Ed. de autora. Quilmes, 1996.
Goldar, José Abel. (1970) “Panorama de las artes quilmeñas”
Municipalidad de Quilmes, Secr. de Gobierno y Cultura. Dirección de Cultura.
Bibl. P. Municipal D. F. Sarmiento. N° 5 de la serie divulgaciones artes,
letras y ciencias dirigida por Carlos G. Maier.
López José Andrés. (2017) “Quilmes de
antaño”. Segunda edición, Buenos Aires Books.
Otamendi, Luis E. “Origen de Quilmes” Ed. Municipalidad. Serie archivos y fuentes de
información. Quilmes, 27/10/1972.
Sors, Guillermina. (1937) “Quilmes
Colonial”. Publicación del Archivo Histórico de la Prov. de Bs. As. La Plata
NOTAS
Y BIBLIOGRAFÍA
[1] Ver en el blog EL QUILMERO del martes, 19 de enero de 2016 "Reseña
Histórica de la Parroquia de Quilmes” POR EL Dr. Craviotto.
[2] Libro Manual
Borrador llevado por los oficiales reales de Bs. As. desde 1666 a 1681,
cit., asientos del 18 de julio de 1668 y 11 de diciembre de 1670 (Guillermina
Sors)
[3] La calle
lleva su nombre así como el Jardín de Infantes N° 921 de la calle Alem
e/Sarmiento y Mitre.
[4] Ibidem ant.
Los nombramientos de curas doctrineros y párrocos, propietarios, suplentes e
interinos se establece siguiendo el “Quilmes Colonial” de G. Sors (Pp.
57;58) e “Historia de la Reducción” de L. Otamendi.
[5] “Quilmes a través de los años”.
[6] Publicado por Librería y Editorial "La
Facultad". Buenos Aires (1939)
[7] Otamendi, Luis E. “Origen de Quilmes: La
Reducción de la Exaltación de la Santa Cruz”. Serie Archivos y Fuentes de
Información. Municipalidad de Quilmes. 1978. Pág. 61 a 63.
[8] Agnelli, Chalo. “Historias de más acá”.
Ed. Dunken. 2003. Buenos Aires.
[9] Basado en el Diccionario Heráldico y
Genealógico de apellidos españoles y americanos de Alberto y Arturo García
Garraffa.
[11] En el libro de la señora Lila Giordano de
Campelo, “Reseña histórica de la parroquia Inmaculada Concepción, hoy
Catedral de Quilmes”, página 55, erra en la información pues adjudica este
parentesco a Francisco Javier Navarra. Pareciera que por error de impresión. Lo
mismo en la página https://archive.is,
“La historia de la Catedral” (Guardado desde
http://www.catedraldequilmes.org.ar), pues fue tomado del libro mencionado.
Lamentablemente muchas de estas páginas no ponen las FUENTES que son tan
importantes para los historiadores e investigadores. Don Luis Otamendi salva
claramente esta equivocación en “Origen de Quilmes”, Pág. 62.
[12] El 27 de noviembre de 2006, en
cumplimiento de la Ordenanza 80/06, una calle del barrio ‘Estación’ del
Departamento Saladas, lleva el nombre del doctor León de Pessoa y Figueroa.
[13] Ver la
siguiente bibliografía: Academia Nacional De La Historia
De La República Argentina en "Boletín de la [...] " (vol. 41-42 y 43, ed.
Academia Nacional de la Historia, años 1968 y 1970)
Binayán Carmona, Narciso; en "Historia Genealógica
Argentina" (ed. Emecé, año 1999)
Caetano de Sousa, Antonio; en "História Genealógica da
Casa Real Portugueza, desde a sua origem até o presente" (vol. 11, ed.
Regia Officina Sylviana da Academia Real, Lisboa, Portugal, año 1745, en
portugués)
Cutolo, Vicente Osvaldo; en "Nuevo Diccionario
Biográfico Argentino" (ed. Elche, año 1968)
Udaondo, Enrique, y la Institución
Mitre, en "Diccionario Biográfico Colonial
Argentino" (ed. Huarpes, año 1945).
[14] Siegrist,
Nora. “Libro de Casados en Quilmes: 1763 - 1786 y los de La Ensenada de
Barragán: 1770 - 1776” PARTE I:
1763 – 1776 (http://www.estudioshistoricos.org)
[15] Esta documentación se halla en el libro inédito
del Dr. Craviotto y Barrera Nicholson “Aspectos del pasado de Quilmes”,
obtenido en el Archivo Prof. Juan Carlos Lombán” en posesión del Prof. Agnelli,
que están tipeando, digitalizando y compaginando el mencionado junto Sol M.
Agnelli y los quilmeros Prof. Claudio Schbib y Lic. Juan José Corvalán.
[16] Ver en EL QUILMERO del miércoles,
25 de agosto de 2010, “El Controvertido Cura Rivas”
[18] “Panorama
de las artes…” Pp. 190 a 197
[19] López José Andrés. “Quilmes de antaño”. Cap. 23 – Pp. 130/131
[22] “Quilmes de antaño” Pág. 112
[23] La nota del P. Quesada y el inventario, se
hallaba en el Archivo de la Junta de Estudios Históricos de Quilmes, en Secc.
Municipalidad, legajo 1876, Exp.1-A y legajo 1875, Exp. 1-I. Esta documentación
se halla en el libro inédito del Dr. Craviotto y Barrera Nicholson “Aspectos
del pasado de Quilmes”, obtenido en el Archivo Prof. Juan Carlos Lombán” en
posesión del Prof. Agnelli, que están tipeando, digitalizando y compaginando el
mencionado junto Sol M. Agnelli y los quilmeros Prof. Claudio Schbib y Lic.
Juan José Corvalán.
[25] Goldar, José Abel. “Panorama de las
artes quilmeñas”. Pp. 190 a 197
[26] Ídem ant. Pp. 139 a 141, 2ᵃ edición, 2016
[27] “Quilmes de antaño” Pp. 113 a 115
[28] Ver en el blog EL QUILMERO del lunes, 8 de
junio de 2009, “Pedro Giménez - El Periódico "El Quilmero" -
Precursor Del Periodismo En Quilmes”
[30] Datos tomados de “La Lectura” Quilmes,
noviembre 7 de 1929 – Año XXXII – N° 1773
[31] Ver en el blog EL QUILMERO del sábado, 5 de enero de 2013 “La
Religión Católica en la Escuela Normal de Quilmes y sus Educadores”
(colaboración)