miércoles, 25 de agosto de 2010

PADRÓN DE LOS QUILMES - 1812

En su libro “Historia de la Reducción 1666 – 1812” [1] del señero historiador quilmeño don Luis E. Otamendi, donde volcó sus rigurosas investigaciones sobre la Reducción y el pueblo cautivo, da cuenta de la nómina de descendientes de quilmes y acalianos existentes en 1812, año de la declaración de Pueblo Libre  decretada por el Primer Triunvirato con la firma de su secretario Bernardino Rivadavia, el 14 agosto de 1812; produciendo la segunda expoliación de los pueblos fundadores. La segunda expoliación, primero le arrebataron sus tierras del Cerro del Cajón, junto al río Yocavil, allá en NO tucumano y ahora les arrebatan la extensión junto al Plata en las que los ubicó el gobernador José Martínez de Salazar por cesión de don Juan del Pozo y Silva (lamentablemente aún no se halló acta de esta cesión)
El cura encomendero Pbro. Santiago Rivas justifica su solicitud ante la Junta de Gobierno Patrio en agosto de 1810 manifestando que ya no quedaban herederos de aquellos quilmes y acalianos fundadores que llegaron en 1666 y 1667,  que tan sólo quedaban tres familias y que de acuerdo a supuestas leyes de equidad y de igualdad entre todos los habitantes del ex virreinato, que implantaran los líderes de Mayo había que suprimir la prerrogativa que estas tierras sólo podían ser habitadas y pertenecer a descendientes de los fundadores; algo que solo existía en las leyes pues ya desde hacía décadas ya poblaban la ex Reducción "españoles", es decir blancos, personas de otras parcialidades originarias, esclavos y manumitidos, esto se puede demostrar por las partidas de bautismos y actas de defunción y enterramiento en el viejo cementerio indio (actual atrio de la Catedral)   
El Protector de Naturales don Pedro José de Agrelo polemizando con el argumento de Rivas presenta un listado censal que refuta la posición del ex cura doctrinero y párroco. 
Desde algunos años antes de estos acontecimientos, hubo grandes diferencias entre Agrelo y Rivas cuando el Cabildo de Buenos Aires aprobó la designación de las autoridades indias de la Reducción, como alcalde a Juan Martínez y como alguacil mayor a Bernardo Velásquez. [2] Las Leyes de Indias establecían que para designar a estas autoridades debía estar presente como veedor el cura doctrinero y en ese último escrutinio el Pbro. Rivas no estuvo, a pesar que fue debidamente convocado a dicha elección en tiempo y forma, ni tampoco presentó justificación gráfica de su ausencia. Así, el cura encomendero y párroco, aprovechó esta situación y desconoció al electo Cabildo Indio.
Por otra parte, Agrelo contradice al sacerdote respondiendo que las Leyes de Indias ya no tenían vigencia a dos años de la Revolución de Mayo y presenta el padrón censal realizado por él. 
 
PADRÓN DE NATURALES QUILMES Y ACALIANOS DE LA REDUCCIÓN DE LA SANTA CRUZ – 1812
Dn. Juan Aguirre y su esposa María de la Cruz con 6 hijos; Dn. José Berois y su esposa Josefa Blanco con 1 hijo; Da. Teodora Hermosilla de Benites con 7 hijos; Dn. Bernardo Blásquez su esposa Isidora Cisneros; el Alcalde Dn. Antonio Cabral, su esposa María Mauricia Navarro y tres hijos; Da. Simona Romero de Cisneros con 5 hijos; Dn. Gerónimo Cabral, su esposa Rufina Márquez con 5 hijos; Dn. Mariano Cerrano, su esposa Da. Manuela Ojeda con 5 hijos; Benito, Pedro y Casimiro CabraI, solteros; Dn. Atanasio Caballero y su esposa Da. Basilio Meza; Dn. José Tadeo Cabral, esposa Josefa Aguirre con dos hijos; Dn. Francis­co Días, esposa Manuela Meza con 1 hijo; Da. Dionicia Leiva de Flores con 2 hijos; Dn. Francisco Grillo, su esposa y 3 hijos; Dn. Benancio Leiva, su esposa y 8 hijos; Da. Lorenza Martínez de Malla con 6 hijos; el Procurador Dn. Juan de la Cruz Márquez, esposa Da. Isabel Cabral con 6 hijos; Dn. Agustín Mozante, su esposa Da. Ramona Roxas con 7 hijos; Dn. Juan Martínez su es­posa Da. Magdalena Santos con 3 hijos; Dn. Narciso Martínez, su esposa Josefa Martínez y 1 hijo; Dn. Pedro Esteban Martínez, su esposa Da. Petrona González con 6 hijos; Dn. Agustín y Juan Francisco Mesca, hermanos solteros; Justo Merlo, soltero; Da. María Correa de Meza con 8 hijos; María Márquez con 4 hijos; Frutos Meza, soltero; Dn. Pedro Navarro y 5 hermanas todas sol­teras; Dn. Manuel Navarro, soltero; Das. Tomasa y Josefa Na­varro, viudas; Dn. Juan Ojeda, su esposa Da. Francisca Romero con 6 hijas; Da. María Farías de Ojeda con 4 hijos; Dn. Lorenzo Pintos, su esposa Da. Ana Ramos con 4 hijos; Dn. Cornelio Ra­mos y su esposa Da. Feliciana Álvarez; Da. María del Carmen Cabral viuda de Ramos con 6 hijos; Dn Isidoro Rojas, su esposa Da. Ana Meza y 9 hijos; Dn. Romualdo Ramos, su esposa Ger­vasio con 4 hijas; Manuel Ramos, soltero; Da. Luisa Funes viuda de Ramos con 1 hijo; Dn. Eugenio Rojas y su esposa; el Al­guacil Dn. Fermín de los Santos, su esposa Da. Marta Benltez con 5 hijos; Da. Sebastiana Martínez de Santillán con 2 hijos; Da. María de los Santos viuda de Dn. Pedro Santillan con 5 hi­jos; Dn. Martín Sallago y su esposa; y Dn. Marcos Troncoso, su esposa Da. Antonia de los Santos con 5 hijos. (textual)

Esta es la nómina de residentes en la reducción presentada por Pedro José de Agrelo. 
El historiador Otamendi consideraba que debían ser más los descendientes de quilmes en ese entonces; pues de las actas de ma­trimonios celebrados entre indígenas y registrados en los libros parroquiales con un margen de 20 a 30 años antes del decreto de 1812, es imposible que los que figuran a continuación no hayan tenido descendencia.

Figuran en esos libros: 
Juan Ig­nacio Aricha con Gerónima; Nicolás Arresqui con María Hipóli­ta de Grego; José Mariano Amaya con Helena Gómez; Luis Acasuso con Estanislada Azares; Pedro Alcansay con María Mauricia Navarro; Marcos Aiola con María Francisca Illesca; Pasqual Ballejos con Petrona Villalva; Miguel Flores con María Castellanos; Matheo Franco con Pascuala Flores; Felipe Santiago García con María Magdalena González; José González con Catalina Salce­do; Julián Gorosito con María Cristina Castro; José León Gómez con María Josefa Morengchi; el Corregidor Dn. Gaspar Heredia con María Dominga Gómez; Félix Herrera con Polonia Gómez; Lázaro Ibarra con Serapia Cabral; Juan León con Felipa; Pasqual Mora con Beatriz Ibarra; Bartolomé Moreyra con Juana Therán; Casimiro Navarro con María Paula Misa; Antonio Núñez con Teodora Palacios; Patricio Ñagra con Lucía Asuchú; Francisco Ortega con Francisca Santillán; Juan Quirós con Sabina; Miguel Quiño­nes con María Benítez; Pedro de los Santos Rivera con María Jo­sefa Coria; Raymundo Ramos con María Anchoca; Damasio Romero con María Ramos; Juan Antonio Soto Masiel con María Islas; Juan Ambrosio Sotelo con María de la Cruz Cabrera; Pedro Ignacio To­rres con Francisca Romero; Antonio Vadiola con Juana Aragón y António Zuárez con Angela Flores. (textual)
Estos matrimonios son los que figuran en los libros parroquiales entre los naturales, no se han te­nido en cuenta los concertados entre indios y españoles o sea mestizos.
La lista fue suministrada por el Cabildo Indio. La componen 218 individuos. Cifra bastante dispar que la de sólo 3 del cura Rivas.
Se puede comprobar que varios apellidos son de familias quilmes y acalianas que se repiten en los documentos a lo largo de los 146 años de la Reducción.

 El Protector de Naturales don Pedro José de Agrelo
Grabado a partir de una acuarela de C.H.Pellegrini - 1832 (AGN)
 
 Compilación y argumentación Prof. Chalo Agnelli
NOTAS

[1] Otamendi, Luis E. “Historia de la Reducción 1666-1812” Pág. 91 a 93. Serie Archivos y Fuentes de Información. Municipalidad de Quilmes – Dirección de Cultura. Julio, 1968. Quilmes. 
[2] Sors, de Tricerri, Guillermina. “Quilmes Colonial” Ed del Archivo de la Provincia de Buenos Aires. 1937.

EL CONTROVERTIDO CURA RIVAS

En el estudio realizado sobre el Quilmes colonial, es decir, el período de existencia de la Reducción durante el predominio español, desde el arribo de este pueblo norteño en 1666 hasta la supresión del orden de vasallaje en 1812, se recorrieron varias situaciones y personalidades, de las que no puede estar ausente el último cura doctrinero de los quilmes, el cura Rivas. Para ellos se tomar anotaciones dispersas de distintos historiadores y referencias existentes en documentos del Archivo General de la Nación.

 PBRO. SANTIAGO RIVAS Y BARRAGÁN
Fue un sacerdote secular. En los acontecimientos que determinaron la extinción de la reducción de la Santa Cruz de los Quilmes mucho se menciona la figura conflictiva de este sacerdote. Algunos historiadores lo ven como enemigo de los naturales y otros como el visionario que bregó para disolver la reducción.  Con respecto a lo primero podemos argüir que la cultura eurocentrista de la época no era favorable a los pueblos originarios.
En lo que hace a la segunda visión, es de considerar que la apertura del pueblo a todos por igual incidiría en su progreso demográfico, social y económico incrementando el “diezmo” del cual vivían los curas propietarios o doctrineros. Si bien el credo católico no era respetuoso de las creencias ajenas, Rivas no parece un ultramontano pues su postura es favorable al pensamiento de la Revolución de Mayo.
Cutolo en su diccionario dice Fue enemigo acérrimo de los indios, como surge de los documentos de la época”
Santiago Rivas y Barragan nació en Buenos Aires en 1776. Es probable que por línea materna perteneciera a la tradicional y arraigada familia Barragán que tuvo tierras y saladeros en el Pago de la Magdalena. Una tía suya María del Rosario Barragán era propietaria desde 1818 del solar Nº 250, la esquina SO de Mitre y Alsina, donde varios años después estuvo la Academia Williams; frente a la parada de diligencias y volantas del pueblo.
El 30 de diciembre de 1806, el obispo Benito de Lue y Riega lo designó cura interino y propietario de la Reducción de los Quilmes por fallecimiento de su antecesor Santiago Felipe de San Martín y Cabral.
Apenas designado en 1807, encabezó un petitorio con vecinos de la zona, dirigido al virrey Santiago de Liniers, solicitando la extinción del cabildo indígena y su jurisdicción. Liniers pidió al Cabildo de Buenos Aires los antecedentes de la creación de dicha reducción y el Cabildo le contesta en 1909 no conocer documentación ligada a dicho pedido, lo que pone fin a este expediente. [1]
El domingo 10 de junio de 1810, durante la misa mayor, leyó al pueblo de los quilmes, desde el púlpito, la proclama de la Primera Junta donde se informaba el resultado de los cabildos del 22 y del 25 de mayo y se juró fidelidad y acatamiento a las autoridades constituidas.
El 30 de agosto de 1810 reitera el petitorio presentado a Liniers en 1806, acusando a los pobladores indios de ociosos, viciosos y de malos cristianos; agregando erróneamente que tan sólo había tres familias de origen quilmes. Enfrentándose con el Protector de Naturales Pedro José de Agrelo. En esta oportunidad tampoco es escuchado. 
Recién por un decreto del 12 de agosto de 1812 se disuelve la Reducción.  Rivas fue designado cura vicario de Quilmes el 2 de febrero de 1814.
En 1816 presentó sin éxito una solicitud para la instalación de una escuela, lo reitera en 1818 y en 1822 siendo diputado en la legislatura de Buenos Aires. Su cometido tiene virtual aserto en 1828 con la designación de José Rosende.
En 1821 formó parte de la Cámara de Representantes como diputado por la sección electoral  Quilmes-Magdalena.
Ese año comienza a bregar para restaurar o hacer un nuevo templo para el pueblo, pues el existente estaba en ruinas. Realiza colectas y solicita subvenciones oficiales. Los cimientos de la segunda iglesia que tuvo Quilmes se abren en 1833 y se termina en 1835, año en que pierde el cargo de cura párroco por “unitario”.
Unos años antes, en 1832 había sido separado de la diputación porteña por la misma causa.
Después de 46 años de residencia en Quilmes, 28 de párroco, con 77 años de edad, fallece en 1853, en su chacra de las afueras del pueblo, donde se había retirado de la vida pública.
Esa chacra figura con el Nº 39 en el plano trazado en 1818 por el agrimensor Francisco Mesura. Estaba situada entre las actuales: avenida La Plata, Carlos Pellegrini, Joaquín V González y 12 de Octubre.
Sus restos yacen en el atrio de la Catedral bajo una lápida realizada por don Gervasio Sueldo que dice: Aquí yace el Presbítero Dn. Santiago Rivas, Cura Propietario y Fundador de esta Iglesia de Quilmes. Falleció el 28 de Agosto de 1853 a los 77 años de edad.”
El historiador Luis Otamendi, de quien se tomaron muchos de los datos que figuran en esta biografía, en su libro publicado por la municipalidad de Quilmes en 1968; dice: Un historiador quilmeño, haciendo referencia a esta lápida (se refiere a la del atrio de la Catedral), dijo que el ‘Padre Rivas si es verdad que fue Cura de Quilmes y fa­lleció a los 77años de edad, lo de fundador de la Iglesia no pue­de creerse, ya que se refiera a la Parroquia o a la Iglesia, ni una ni otra cosa son exactas’. Pero dicho señor ignoraba al parecer, que Don Santiago Rivas era Cura Propietario, por que en esa época se denominaba así, a los curas efectivos y no interinos, ‘propios o propietarios’; y en cuanto a lo de fundador, la lápida no se refiere a la Iglesia co­mo Institución, sino al edificio material del templo, él fue quien lo fundó, por no decir edificó en el lapso 1828-1835, como di­jimos, el anterior al actual, los precedentes estaban en una po­sición opuesta a éste, pues su frente daba hacia la calle Mitre, y a mitad de cuadra, por lo tanto queremos dejar aclarado en su ilustre memoria, que la lápida refleja la verdad de que el Padre Rivas fue ‘Cura Propietario y Fundador de esta Iglesia’.”

BIBLIOGRAFIA
Avella. “Capellanes y curas de las Parroquias de la Provincia de Buenos Aires.” Estudios Bs. As. 1949 Nº 442 p. 579.
Craviotto J.A. “Historia de Quilmes”, cit p. 63; 87; 92; 98; 118, 124.
Otamendi L. “Historia de la Reducción, 1666-1812” Edición del la Municipalidad de Quilmes 1968.



[1] ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN