sábado, 4 de septiembre de 2010

AGUSTIN BOTTARO - SEMANA DEL MAESTRO: - 4/9/2010

El 11 de septiembre se recuerda el DÍA DEL MAESTRO, una profesión que me honra y a la que creo haber honrado en el ejercicio activo. 
A lo largo de mi vida tuve la fortuna de conocer MAESTROS, DOCENTES, EDUCADORES que dejaron en mí huellas de su conocimiento, su conducta y su trascendencia. 
Son tan sólo algunos, pero, de alguna manera, en ellos hay varios otros que no sólo pasaron por Quilmes, sino que hicieron a este pueblo, a esta ciudad, a esta gente. 
Uno serán más o menos recordados, más o menos queridos, pero todos adquirieron un significativo sitial en la formación de muchos.
AGUSTÍN LUIS JOSÉ BOTTARO 
El maestro Agustín Luis José Bottaro nació en La Boca el 18 de setiembre de 1916. Nieto de italianos. Siendo chico vino a Quilmes con sus padres y su hermano Raúl, a una original casa de La Colonia, que la familia tenía para pasar los fines de semana, en la esquina NE de Andrés Baranda y San Luis. Afincándose definitivamente en ese rincón donde se establecieron muchas familias italianas provenientes de aquel barrio porteño.
Cursó los estudios primarios en la Escuela Don Bosco de Bernal de la Congregación Salesiana.
Su padre era carpintero ebanista y había diseñado esa propiedad íntegramente de madera, incluso los muebles fueron hechos por él. En esa casa, Agustín inició su carrera docente, su pasión por la educación porque se dio que algunas situaciones familiares lo determinaron a él y a su hermano, mientras concluían sus estudios en la Escuela Normal, a dar apoyo escolar en su domicilio, incrementando los ingresos familiares. Se recibió de Maestro Normal Nacional en 1932. Nunca más abandonaría el ejercicio de la docencia.
EL COMERCIAL UNO
El Comercial 1, dependiente de Avellaneda, fue creado el 15 Marzo de 1941 por iniciativa de un grupo de docentes y padres de familia que vio la necesidad de formar jóvenes quilmeños en el área de comercio. Se llamó Instituto Adscripto Comercial de Quilmes. El 15 de marzo de 1943, fue director Agustín L. J. Bottaro. Originalmente funcionó en la Av. Hipólito Yrigoyen y Garibaldi y al poco tiempo se mudo a una propiedad que fuera de la viuda de don Manuel Huisi, ubicada en la calle Alsina entre Sarmiento y Mitre, a mitad de cuadra, frente a la Plaza San Martín. Institución oficializada quince años después. Y Bottaro comenzó otro desafío, obtener edificio propio bajo el lema: “Un ladrillo hoy un edificio mañana”.
 Inauguración del Comercial en la calle Alsina
 Aspecto de las propiedades de la calle Alsina previa la picota, en la de la derecha funcionaba el Comercial 1
 El Maestro Bottaro con una promoción del Comercial frente al monumento al Libertador. Esta foto es previa a 1965, pues se aprecia el granadero del grupo escultórico que hoy se halla en la plaza San Martín de Berazategui, ya que en septiemrbe de ese año recuperó su emplazamiento el grupo escultórico de Antonio Sassone (26/7/1946)
Un espíritu comprometido y entusiasta como el de maestro Bottaro supo agrupar una Cooperadora que parangonaba su accionar la cual adquirió el terreno de la calle Paz que entre las calles Solís y Primera Junta, por la ordenanza 7079 de 1993, lleva el nombre de su propulsor; lo que hoy es la Escuela Media N° 215 “Independencia del Perú”, ex Comercial UNO de Agustín L. J. Bottaro. El 13 de agosto de 1994 se hizo el acto de designación de la arteria con la presencia del intendente Contador Aníbal Fernández, ex alumno de la Institución.
 LITERATURA
El 31 de agosto de 1946, publicó su primer libro de poemas “Hojas Sueltas”. Fue un poeta en todo el sentido de la expresión, de sentimientos genuinos, popular, irónico, acertado improvisador y conservador en la palabra. Como muchos de esas mujeres y hombres con fuerte sentido de pertenencia y de cambio, formadores natos, trabajó por la comunidad de Quilmes como miembro del Rotary Club y otras instituciones de bien público.
Después de jubilado, el 11 de setiembre de 1958, continuó dictando matemática en la escuela de Enseñanza Media N° 3 (203) de la esquina de Corrientes y Manuel Quintana hasta días previos a su muerte, en los que, acompañado de su esposa, Cecilia Rosa Pastor fue a evaluar a sus alumnos para que no se vieran perjudicados en su cursada.
Desde el 30 de abril de 1969 al 28 de enero de 1970 fue secretario de gobierno durante la comisionatura municipal del comodoro (R) Dante Ferrero y luego desde el 22 de abril de 1977 hasta el 31 de setiembre de 1979 ocupó la secretaría de gobierno y cultura de la intendencia de Quilmes en la administración del comodoro (R) Osvaldo Gally. Fue ratificado en su cargo por el sucesor de Gally, Julio Ernesto Cassanello, pero no aceptó.
Tuvo con su esposa Cecila R. Pastor, cuatro hijos: Daniel, Gustavo, Alfredo y Liliana.
Agustín Bottaro murió el 18 de junio de 1987. No tuvo título de profesor de matemática, era Maestro Normal Nacional, pero fue un eximió docente en esa materia y en la de formador de educadores.
El Comercial, el Comer, el Comer 1, el ENCIP, la Media 15 es y será una fuerza formadora de trascendental importancia de la educación pública de Quilmes y su zona de influencia.
 Alumnos del Comercial  con profesores Bottaro y en el centro Guido Girotto
Notablemente muchos de los señeros educadores que recuerda el Quilmes del siglo XX, ejercieron con responsabilidad y hondo compromiso tareas y funciones que superaban ampliamente los títulos que habían recibido. Convencidos que en los diplomas no concluye la capacitación, la formación y la realización de un profesional; y a veces ni siquiera son necesarios si la persona se supera a sí misma en una formación, capacitación y actualización cotidianas, puestas en la acción directa. Y podemos nombrar al respecto al bioquímico José A. Craviotto, el pediatra Fernando Pozzo, el abogado Norberto Picasso, etc, etc. No se pretende sacar una conclusión al respecto sólo motivar una reflexión.
Biografiar a una persona desde un gesto, tan sólo una palabra o el ejercicio de una función, siempre es escaso y parcial. Un hombre, una mujer es mucho más que un detalle y tener el espectro absoluto de su existencia, generalmente, es imposible y la apreciación que los otros tienen de un individuo siempre es subjetiva – la subjetividad del que escribe, la subjetividad del que lee -, además de acotada por la distancia que hay entre su existencia y la del biógrafo que intenta recuperar esa vida.
de "Maestros y Escuelas de Quilmes" Ed Jarmat 2004
Chalo Agnelli