martes, 31 de agosto de 2010

DON PEPE CAMPELO ¡HOMENAJE!

Hoy, 31 de agosto de 2010, a las 14:30, recibí de Alicia Silva Rey un mensaje que me produjo una nostálgica congoja. Decía:   “Chalo, hola! No sé si te has enterado ya, pero lamentablemente, mi tío PEPE CAMPELO, falleció el sábado 28 de agosto, a los 97 años. Mi prima Laura, me lo comunicó con estas palabras: ‘La única vez que estuvo enfermo en su vida, fue hace dos semanas atrás y el sábado murió’. Más no podría pedirse para la propia Vida. El 1º de agosto llamó a mi mamá (Gilda Giordano) para saludarla por su cumpleaños; en mayo, ella a su vez, lo había llamado a él para desearle un cumpleaños feliz. Era inteligente, amable,  lúcido; ha sido siempre, como le dije a mi prima, uno de los hombres más lindos del mundo. ¡Dos semanas de estar enfermo!...no me lo imagino a Pepe enfermo, pero así fue.

La vida me dio la alegría de conocerlo, tratarlo y creo que fui distinguido con su reconocimiento. Estas partidas no pueden dejar de apenarnos, pero con una leve sonrisa en la comisura de los labios cuando se piensa que don Pepe Campelo tuvo una vida magnífica.
La gigantesca sombra de su eterna compañera, la señera maestra, historiadora, militante de la cultura, doña Lila Giordano, no le hizo mella y andaban juntos por la vida con paso grato.
No fue un anciano mezquino, malhumorado, negativo, no había perdido el optimismo y sobre todo tenía en cuenta a los demás y una memoria prodigiosa. Asombrosamente cuando nos encontrábamos por la calle o en algún evento me mencionaba cosas que yo había escrito o que estaba haciendo y me dejaba consternado. Era sumamente generoso.
Él no fue un artista de relumbre, un gran escritor, ni músico, ni poeta, no había publicado libros ni dicho sonoros discursos, él fue esposo, padre, abuelo, amigo de sus amigos, vecino y fiel quilmeño, el fue tan sólo un GRAN HOMBRE.
Estoy seguro que don Pepe Campelo, como el Prof. Orlando Cella o Valo Barrera, Lía Mancedo, Cacho Martínez, Ely Fontana o Alfredo San José, Carlos Calzetta, Salvador Ingrassia... no morirán jamás, yo sé que charlan sentados en los bancos de las plazas, pasean por el malecón de la Ribera y por la peatonal Rivadavia, asisten a exposiciones en el Museo Roverano, a alguna charla en la Biblioteca Moreno, a un concierto en la Catedral o en la Casa de la Cultura. Están. Sí, ellos están y con ellos tantos otros que fueron y son el perfil de esta comunidad. 
Mi homenaje a don PEPE CAMPELO.  

(La foto es del 27 de marzo de 2009 en la presentación de mi libro "Dr. José Antonio Wilde", en el Círculo Médico)

lunes, 30 de agosto de 2010

EL QUILMERO EN EL 3º ENCUENTRO DE MEMORIA E HISTORIA ORAL: PAULINO BARREIRO - RELECTURA DE UNA HISTORIA ORAL

El 19 y 20 de agosto 2010, participamos del TERCER ENCUENTRO BONAERENSE DE MEMORIA E HISTORIA ORAL que se realizó en MORÓN. Organizado por el INSTITUTO CULTURAL DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES, LA DIRECCIÓN PROVINCIAL DE PATRIMONIO CULTURAL Y EL ARCHIVO HISTÓRICO "DR. RICARDO LEVENE"
Palacio Municipal de Morón
Se realizaron trabajos en comisiones referentes a: METODOLOGÍA, HISTORIA RECIENTE, MILITANCIA POLÍTICA, GÉNERO Y ESTUDIO DE CASOS.En cada una de las mesas, coordinadas por especialistas, se presentaron, trataron y discutieron 58 trabajos. 
Iglesia Matriz de Morón
De Quilmes participaron la profesora América Trgovcie y Chalo Agnelli. El trabajo de la Prof. Trgovcie versó sobre "QUILMES Y SU MUSEO DEL TRANSPORTE"
EL QUILMERO y Chalo Agnelli presentaron el estudio e investigación;
"EL JUEZ DE PAZ INTERINO 
DON PAULINO BARREIRO
RELECTURA DE UNA HISTORIA ORAL"
Coordinadora Adriana Echezuri y Chalo Agnelli

PAULINO BARREIRO Y LA HISTORIA ORAL - SINOPSIS
Investigación Prof. Héctor Ch. Agnelli
S
e sostiene que la historia la escriben los que ganan las batallas, y en nuestro país específicamente se puede dar certera cuenta de ello. Pero luego, más allá de la contemporaneidad, pensamientos menos apasionados, distanciados de los protagonistas en pugna, estudiosos que toman la historia como una ciencia siempre dispuesta a ser revisada, aportan nuevos discursos y establecen el equilibrio.  
El rosismo brindó abundantes situaciones que promovieron la imaginación de autores e historiadores que narraron y describieron hechos desde la pasión y lo preestablecido por los vencedores de Caseros.
En su abundante bibliografía sobre la historia quilmeña, el Dr. José Alcides Craviotto incursionó en los sucesos y circunstancias que produjeron en 1840 el asesinato del juez de paz de Quilmes Paulino Barreiro. Este trabajo se publicó en el periódico La Verdad del 9 de julio de 1935 y se reiteró en sucesivas entregas del 17 al 28 de julio de 1940 con motivo del centenario de aquella muerte.
En su investigación, describe los hechos acontecidos durante la segunda gobernación de Juan Manuel de Rosas, los años del “terror” (de 1940 a 1942), con la minuciosidad que caracteriza todos sus trabajos y una orientación oficializada del entorno histórico, pero despertando cuestiones que se intentan develar aquí.
Tras una relectura y nuevas investigaciones se colige que la documentación existente sobre estos hechos es escasa e imprecisa, si bien Paulino Barreiro fue asesinado por los mazorqueros, la causa y los detalles de los hechos se recogen de la narración oral aportada por tres personas: Higinio Palacios, que afirmaba ser testigo presencial; de la señora Águeda Ponce de León de Navarro y de un bisnieto de juez asesinado, Adrián Barreiro; estos dos últimos testigos indirectos.
Ahondando en los hechos desde una intencionalidad meramente historicista se advirtió que tanto el asesinato, sus antecedentes y consecuencias, están cubiertos por un barniz de situaciones transmitidas subjetivamente por los testigos, algunos cronistas que analizaron los hechos con la vehemencia de los vencedores y un florido romanticismo tardío. No hay documentación concreta que ratifique los dichos ni el ardor con que fueron transmitidos en el periódico La Verdad del 9 de julio de 1935
Dice el Dr. Craviotto en dicho medio de prensa:
“Debe tenerse en cuenta que toda información oral, sobre todo por la acción modificadora que ejerce su pasaje a través de varias personas en un  período largo de tiempo tiene un valor relativo que sólo acrece al coincidir con lo que pueda señalarlas una documentación de fuente insospechable.”
  Teatro Municipal Gregorio de Laferrere

miércoles, 25 de agosto de 2010

PADRÓN DE LOS QUILMES - 1812

En su libro “Historia de la Reducción 1666 – 1812” [1] del señero historiador quilmeño don Luis E. Otamendi, donde volcó sus rigurosas investigaciones sobre la Reducción y el pueblo cautivo, da cuenta de la nómina de descendientes de quilmes y acalianos existentes en 1812, año de la declaración de Pueblo Libre  decretada por el Primer Triunvirato con la firma de su secretario Bernardino Rivadavia, el 14 agosto de 1812; produciendo la segunda expoliación de los pueblos fundadores. La segunda expoliación, primero le arrebataron sus tierras del Cerro del Cajón, junto al río Yocavil, allá en NO tucumano y ahora les arrebatan la extensión junto al Plata en las que los ubicó el gobernador José Martínez de Salazar por cesión de don Juan del Pozo y Silva (lamentablemente aún no se halló acta de esta cesión)
El cura encomendero Pbro. Santiago Rivas justifica su solicitud ante la Junta de Gobierno Patrio en agosto de 1810 manifestando que ya no quedaban herederos de aquellos quilmes y acalianos fundadores que llegaron en 1666 y 1667,  que tan sólo quedaban tres familias y que de acuerdo a supuestas leyes de equidad y de igualdad entre todos los habitantes del ex virreinato, que implantaran los líderes de Mayo había que suprimir la prerrogativa que estas tierras sólo podían ser habitadas y pertenecer a descendientes de los fundadores; algo que solo existía en las leyes pues ya desde hacía décadas ya poblaban la ex Reducción "españoles", es decir blancos, personas de otras parcialidades originarias, esclavos y manumitidos, esto se puede demostrar por las partidas de bautismos y actas de defunción y enterramiento en el viejo cementerio indio (actual atrio de la Catedral)   
El Protector de Naturales don Pedro José de Agrelo polemizando con el argumento de Rivas presenta un listado censal que refuta la posición del ex cura doctrinero y párroco. 
Desde algunos años antes de estos acontecimientos, hubo grandes diferencias entre Agrelo y Rivas cuando el Cabildo de Buenos Aires aprobó la designación de las autoridades indias de la Reducción, como alcalde a Juan Martínez y como alguacil mayor a Bernardo Velásquez. [2] Las Leyes de Indias establecían que para designar a estas autoridades debía estar presente como veedor el cura doctrinero y en ese último escrutinio el Pbro. Rivas no estuvo, a pesar que fue debidamente convocado a dicha elección en tiempo y forma, ni tampoco presentó justificación gráfica de su ausencia. Así, el cura encomendero y párroco, aprovechó esta situación y desconoció al electo Cabildo Indio.
Por otra parte, Agrelo contradice al sacerdote respondiendo que las Leyes de Indias ya no tenían vigencia a dos años de la Revolución de Mayo y presenta el padrón censal realizado por él. 
 
PADRÓN DE NATURALES QUILMES Y ACALIANOS DE LA REDUCCIÓN DE LA SANTA CRUZ – 1812
Dn. Juan Aguirre y su esposa María de la Cruz con 6 hijos; Dn. José Berois y su esposa Josefa Blanco con 1 hijo; Da. Teodora Hermosilla de Benites con 7 hijos; Dn. Bernardo Blásquez su esposa Isidora Cisneros; el Alcalde Dn. Antonio Cabral, su esposa María Mauricia Navarro y tres hijos; Da. Simona Romero de Cisneros con 5 hijos; Dn. Gerónimo Cabral, su esposa Rufina Márquez con 5 hijos; Dn. Mariano Cerrano, su esposa Da. Manuela Ojeda con 5 hijos; Benito, Pedro y Casimiro CabraI, solteros; Dn. Atanasio Caballero y su esposa Da. Basilio Meza; Dn. José Tadeo Cabral, esposa Josefa Aguirre con dos hijos; Dn. Francis­co Días, esposa Manuela Meza con 1 hijo; Da. Dionicia Leiva de Flores con 2 hijos; Dn. Francisco Grillo, su esposa y 3 hijos; Dn. Benancio Leiva, su esposa y 8 hijos; Da. Lorenza Martínez de Malla con 6 hijos; el Procurador Dn. Juan de la Cruz Márquez, esposa Da. Isabel Cabral con 6 hijos; Dn. Agustín Mozante, su esposa Da. Ramona Roxas con 7 hijos; Dn. Juan Martínez su es­posa Da. Magdalena Santos con 3 hijos; Dn. Narciso Martínez, su esposa Josefa Martínez y 1 hijo; Dn. Pedro Esteban Martínez, su esposa Da. Petrona González con 6 hijos; Dn. Agustín y Juan Francisco Mesca, hermanos solteros; Justo Merlo, soltero; Da. María Correa de Meza con 8 hijos; María Márquez con 4 hijos; Frutos Meza, soltero; Dn. Pedro Navarro y 5 hermanas todas sol­teras; Dn. Manuel Navarro, soltero; Das. Tomasa y Josefa Na­varro, viudas; Dn. Juan Ojeda, su esposa Da. Francisca Romero con 6 hijas; Da. María Farías de Ojeda con 4 hijos; Dn. Lorenzo Pintos, su esposa Da. Ana Ramos con 4 hijos; Dn. Cornelio Ra­mos y su esposa Da. Feliciana Álvarez; Da. María del Carmen Cabral viuda de Ramos con 6 hijos; Dn Isidoro Rojas, su esposa Da. Ana Meza y 9 hijos; Dn. Romualdo Ramos, su esposa Ger­vasio con 4 hijas; Manuel Ramos, soltero; Da. Luisa Funes viuda de Ramos con 1 hijo; Dn. Eugenio Rojas y su esposa; el Al­guacil Dn. Fermín de los Santos, su esposa Da. Marta Benltez con 5 hijos; Da. Sebastiana Martínez de Santillán con 2 hijos; Da. María de los Santos viuda de Dn. Pedro Santillan con 5 hi­jos; Dn. Martín Sallago y su esposa; y Dn. Marcos Troncoso, su esposa Da. Antonia de los Santos con 5 hijos. (textual)

Esta es la nómina de residentes en la reducción presentada por Pedro José de Agrelo. 
El historiador Otamendi consideraba que debían ser más los descendientes de quilmes en ese entonces; pues de las actas de ma­trimonios celebrados entre indígenas y registrados en los libros parroquiales con un margen de 20 a 30 años antes del decreto de 1812, es imposible que los que figuran a continuación no hayan tenido descendencia.

Figuran en esos libros: 
Juan Ig­nacio Aricha con Gerónima; Nicolás Arresqui con María Hipóli­ta de Grego; José Mariano Amaya con Helena Gómez; Luis Acasuso con Estanislada Azares; Pedro Alcansay con María Mauricia Navarro; Marcos Aiola con María Francisca Illesca; Pasqual Ballejos con Petrona Villalva; Miguel Flores con María Castellanos; Matheo Franco con Pascuala Flores; Felipe Santiago García con María Magdalena González; José González con Catalina Salce­do; Julián Gorosito con María Cristina Castro; José León Gómez con María Josefa Morengchi; el Corregidor Dn. Gaspar Heredia con María Dominga Gómez; Félix Herrera con Polonia Gómez; Lázaro Ibarra con Serapia Cabral; Juan León con Felipa; Pasqual Mora con Beatriz Ibarra; Bartolomé Moreyra con Juana Therán; Casimiro Navarro con María Paula Misa; Antonio Núñez con Teodora Palacios; Patricio Ñagra con Lucía Asuchú; Francisco Ortega con Francisca Santillán; Juan Quirós con Sabina; Miguel Quiño­nes con María Benítez; Pedro de los Santos Rivera con María Jo­sefa Coria; Raymundo Ramos con María Anchoca; Damasio Romero con María Ramos; Juan Antonio Soto Masiel con María Islas; Juan Ambrosio Sotelo con María de la Cruz Cabrera; Pedro Ignacio To­rres con Francisca Romero; Antonio Vadiola con Juana Aragón y António Zuárez con Angela Flores. (textual)
Estos matrimonios son los que figuran en los libros parroquiales entre los naturales, no se han te­nido en cuenta los concertados entre indios y españoles o sea mestizos.
La lista fue suministrada por el Cabildo Indio. La componen 218 individuos. Cifra bastante dispar que la de sólo 3 del cura Rivas.
Se puede comprobar que varios apellidos son de familias quilmes y acalianas que se repiten en los documentos a lo largo de los 146 años de la Reducción.

 El Protector de Naturales don Pedro José de Agrelo
Grabado a partir de una acuarela de C.H.Pellegrini - 1832 (AGN)
 
 Compilación y argumentación Prof. Chalo Agnelli
NOTAS

[1] Otamendi, Luis E. “Historia de la Reducción 1666-1812” Pág. 91 a 93. Serie Archivos y Fuentes de Información. Municipalidad de Quilmes – Dirección de Cultura. Julio, 1968. Quilmes. 
[2] Sors, de Tricerri, Guillermina. “Quilmes Colonial” Ed del Archivo de la Provincia de Buenos Aires. 1937.

EL CONTROVERTIDO CURA RIVAS

En el estudio realizado sobre el Quilmes colonial, es decir, el período de existencia de la Reducción durante el predominio español, desde el arribo de este pueblo norteño en 1666 hasta la supresión del orden de vasallaje en 1812, se recorrieron varias situaciones y personalidades, de las que no puede estar ausente el último cura doctrinero de los quilmes, el cura Rivas. Para ellos se tomar anotaciones dispersas de distintos historiadores y referencias existentes en documentos del Archivo General de la Nación.

 PBRO. SANTIAGO RIVAS Y BARRAGÁN
Fue un sacerdote secular. En los acontecimientos que determinaron la extinción de la reducción de la Santa Cruz de los Quilmes mucho se menciona la figura conflictiva de este sacerdote. Algunos historiadores lo ven como enemigo de los naturales y otros como el visionario que bregó para disolver la reducción.  Con respecto a lo primero podemos argüir que la cultura eurocentrista de la época no era favorable a los pueblos originarios.
En lo que hace a la segunda visión, es de considerar que la apertura del pueblo a todos por igual incidiría en su progreso demográfico, social y económico incrementando el “diezmo” del cual vivían los curas propietarios o doctrineros. Si bien el credo católico no era respetuoso de las creencias ajenas, Rivas no parece un ultramontano pues su postura es favorable al pensamiento de la Revolución de Mayo.
Cutolo en su diccionario dice Fue enemigo acérrimo de los indios, como surge de los documentos de la época”
Santiago Rivas y Barragan nació en Buenos Aires en 1776. Es probable que por línea materna perteneciera a la tradicional y arraigada familia Barragán que tuvo tierras y saladeros en el Pago de la Magdalena. Una tía suya María del Rosario Barragán era propietaria desde 1818 del solar Nº 250, la esquina SO de Mitre y Alsina, donde varios años después estuvo la Academia Williams; frente a la parada de diligencias y volantas del pueblo.
El 30 de diciembre de 1806, el obispo Benito de Lue y Riega lo designó cura interino y propietario de la Reducción de los Quilmes por fallecimiento de su antecesor Santiago Felipe de San Martín y Cabral.
Apenas designado en 1807, encabezó un petitorio con vecinos de la zona, dirigido al virrey Santiago de Liniers, solicitando la extinción del cabildo indígena y su jurisdicción. Liniers pidió al Cabildo de Buenos Aires los antecedentes de la creación de dicha reducción y el Cabildo le contesta en 1909 no conocer documentación ligada a dicho pedido, lo que pone fin a este expediente. [1]
El domingo 10 de junio de 1810, durante la misa mayor, leyó al pueblo de los quilmes, desde el púlpito, la proclama de la Primera Junta donde se informaba el resultado de los cabildos del 22 y del 25 de mayo y se juró fidelidad y acatamiento a las autoridades constituidas.
El 30 de agosto de 1810 reitera el petitorio presentado a Liniers en 1806, acusando a los pobladores indios de ociosos, viciosos y de malos cristianos; agregando erróneamente que tan sólo había tres familias de origen quilmes. Enfrentándose con el Protector de Naturales Pedro José de Agrelo. En esta oportunidad tampoco es escuchado. 
Recién por un decreto del 12 de agosto de 1812 se disuelve la Reducción.  Rivas fue designado cura vicario de Quilmes el 2 de febrero de 1814.
En 1816 presentó sin éxito una solicitud para la instalación de una escuela, lo reitera en 1818 y en 1822 siendo diputado en la legislatura de Buenos Aires. Su cometido tiene virtual aserto en 1828 con la designación de José Rosende.
En 1821 formó parte de la Cámara de Representantes como diputado por la sección electoral  Quilmes-Magdalena.
Ese año comienza a bregar para restaurar o hacer un nuevo templo para el pueblo, pues el existente estaba en ruinas. Realiza colectas y solicita subvenciones oficiales. Los cimientos de la segunda iglesia que tuvo Quilmes se abren en 1833 y se termina en 1835, año en que pierde el cargo de cura párroco por “unitario”.
Unos años antes, en 1832 había sido separado de la diputación porteña por la misma causa.
Después de 46 años de residencia en Quilmes, 28 de párroco, con 77 años de edad, fallece en 1853, en su chacra de las afueras del pueblo, donde se había retirado de la vida pública.
Esa chacra figura con el Nº 39 en el plano trazado en 1818 por el agrimensor Francisco Mesura. Estaba situada entre las actuales: avenida La Plata, Carlos Pellegrini, Joaquín V González y 12 de Octubre.
Sus restos yacen en el atrio de la Catedral bajo una lápida realizada por don Gervasio Sueldo que dice: Aquí yace el Presbítero Dn. Santiago Rivas, Cura Propietario y Fundador de esta Iglesia de Quilmes. Falleció el 28 de Agosto de 1853 a los 77 años de edad.”
El historiador Luis Otamendi, de quien se tomaron muchos de los datos que figuran en esta biografía, en su libro publicado por la municipalidad de Quilmes en 1968; dice: Un historiador quilmeño, haciendo referencia a esta lápida (se refiere a la del atrio de la Catedral), dijo que el ‘Padre Rivas si es verdad que fue Cura de Quilmes y fa­lleció a los 77años de edad, lo de fundador de la Iglesia no pue­de creerse, ya que se refiera a la Parroquia o a la Iglesia, ni una ni otra cosa son exactas’. Pero dicho señor ignoraba al parecer, que Don Santiago Rivas era Cura Propietario, por que en esa época se denominaba así, a los curas efectivos y no interinos, ‘propios o propietarios’; y en cuanto a lo de fundador, la lápida no se refiere a la Iglesia co­mo Institución, sino al edificio material del templo, él fue quien lo fundó, por no decir edificó en el lapso 1828-1835, como di­jimos, el anterior al actual, los precedentes estaban en una po­sición opuesta a éste, pues su frente daba hacia la calle Mitre, y a mitad de cuadra, por lo tanto queremos dejar aclarado en su ilustre memoria, que la lápida refleja la verdad de que el Padre Rivas fue ‘Cura Propietario y Fundador de esta Iglesia’.”

BIBLIOGRAFIA
Avella. “Capellanes y curas de las Parroquias de la Provincia de Buenos Aires.” Estudios Bs. As. 1949 Nº 442 p. 579.
Craviotto J.A. “Historia de Quilmes”, cit p. 63; 87; 92; 98; 118, 124.
Otamendi L. “Historia de la Reducción, 1666-1812” Edición del la Municipalidad de Quilmes 1968.



[1] ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN

martes, 24 de agosto de 2010

CRONOLOGÍA DE LA DERROTA DE LOS QUILMES

SUCESOS CRONÓLOGICOS DE LA DERROTA DE QUILMES Y ACALIANOS.
CREACIÓN DE LA REDUCCIÓN DE LA SANTA CRUZ DE LOS QUILMES

Chalo Agnelli
(Texto elaborado en base a las investigaciones de la Prof. Guillermina Sors de Tricerri,
 “Quilmes Colonial” Archivo Levene, La Plata, 1937)
850
Según algunas nuevas teorías la civilización quilme comienza a desarrollarse en el territorio conformado por el valle del río Yocavil, el noroeste de las actuales provincias de Tucumán y el noreste de Catamarca, con su centro en la falda de la sierra del Cajón donde se levanta lo que conocemos como la "Ciudad Sagrada"
1480
Según una teoría del Pbro. Lozano "sin examen crítico alguno ni prueba de ningún tipo" (J.C.Lombán) ante la avanzada inca sobre el noroeste argentino y la región de Atacama en Chile, los quilmes, originarios de esa región, emigran a los valles Calchaquíes. La investigaciones en situ de Rex González y el antropólogo y arqueólogo quilmeño Eduardo Mario Cigliano (ver Biografía en este Blog) que remontan a todos los pueblos del NO a 9000 años adC, período llamado "apajagüense", cultura de la zona de Ampajango próxima a Santa María en la provincia de Catamarca, donde fue identificada por primera vez.
Otra teoría, apoyada en la disparidad idiomática entre los quilmes, que hablaban en cacán y el resto de las parcialidades de los Valles, le dan un origen aproximado en el norte de la provincia de La Rioja.  
Es necesario conocer que la ocupación Inca no fue de conquista, sino de asociación para el intercambio de productos naturales y artesanales, uniendo toda esta región, de lo que hoy es el Noroeste Argentino, al Tahuantinsuyo (en quechua: Tawantin suyu, lit. ‘las cuatro grandes regiones’)
1588
El gobernador del Tucumán somete a los pueblos calchaquíes
1535
Diego de Almagro ingresa en el actual Noroeste Argentino  y comienza la invasión. (J.C.Lombán - J.P.Vega)
1626/1630
El “Gran Alzamiento” de numerosas parcialidades calchaquíes contra el abuso de los tributos, mitas y los doctrineros franciscanos y jesuitas.
1636/1637
Tregua. Pacificación del Valle
1657/1658
Sublevación producida por falso Inca Pedro Bohórquez. Era gobernador de la región Alonso de Mercado y Villacorta
1659
Se inicia la conquista a cargo de Mercado y Villacorta. En este período fueron gobernadores Gerónimo Luis de Cabrera y Lucas de Figueroa y Mendoza, sucesivamente
1662
El gobernador de Tucumán Figueroa y Mendoza en una carta dirigida al rey de España con fecha 20 de noviembre informa que: “en catorce leguas del valle de Calchaquí se distribuían la nación de los quilmes, en once sitios, con trescientos hombres de guerra y otras nueve naciones indígenas, o sea las de amaichas, anguinagaos, calianos, yocaviles, upincaschas, casminchangos, tocpos, anchapas y tucumangastos… por estas sus poblaciones cercanas entre sí se avisan cualquier peligro dentro de una hora y se socorren dentro de dos.” (AI – Sors)
1664
Vuelve al cargo de gobernadora Alonso de Mercado y Villacorta.
1665
Finaliza la conquista definitiva de los Quilmes y demás parcialidades de los Valles Calchaquíes. Martín Iquín era el cacique principal de los 11 sitios o pueblos en los que se distribuían las aproximadamente 3000 personas.
Desarraigan a los quilmes del fuerte de Andalgalá o de las faldas de las cordilleras de la ciudad de Tucumán después de noviembre y antes del 27 de enero de 1666 conduciéndolos según lo establecido con los pueblos más bravos al paraje más alejado a su lugar de origen, eligiéndose las costas del Río de la Plata.
1666
El 12 de setiembre, acalianos (o acalianes) remitidos a la ciudad de Esteco se fugan y vuelven al valle Calchaquí. Cinco días después llega Mercado y Villacorta para presentarles batalla, venciéndolos a fines del año. En el camino a Buenos Aires, los quilmes habrían hecho campamento en las inmediaciones de la actual ciudad de Carcarañá a menos de treinta kilómetros de la ciudad de Rosario. En una polémica que no ha tenido mayor investigación, estudiosos sostienen que los primeros pobladores de esta zona habrían sido entonces de la etnia quilme, noción que contradice la postura oficial. A principios del siglo XVIII se crea la Reducción de San Bartolomé de los Chanaes, en la desembocadura del Carcarañá; en 1621 contaba con 321 individuos, pero a mediados del siglo XVIII había desaparecido. (www.laeducacion.com)
Antes del 29 de noviembre, quedó establecida la reducción de los quilmes y encomienda real, [1] frente a las costas del Río de la Plata. Durante el transcurso de este año ya constituían una Reducción llamada de la de la Santa Cruz de los Quilmes o de la Exaltación de la Santa Cruz de los Quilmes. (Hay divergencia entre algunos historiadores sobre el nombre oficial de la Reducción, asunto que se complica pues aún no se ha hallado el acta de fundación de la misma ni en el Archivo de Indias según investigaciones hechas por la Prof. Palmira Bollo Cabrios ni por las realizadas por la antropóloga Mónica Cereda en el Archivo General de Indias de Lima, Perú)
1667
* El gobernador Mercado describe en una carta al rey de España, fechada el 2 de enero, la campaña contra los acalianos: “en primer término les fue ofrecida la paz que despreciaron, por lo cual hubo de buscarlos con las armas sobre la fortaleza de las cumbres, se mostraron con arrojada determinación y fiera obstinación en la primera refriega. Pero desbaratados, atropellados y vencidos se retiraron a unos cerros nevados, dividiéndose en familias y resueltos a morir, arrojaron desde allí las madres de sus pechos a sus hijos prefiriendo pagar con sus vidas su terquedad. Vencidos de nuevo se los obligó a ceder entregándose a los españoles.” (Sors Q.C. pág. 25)
* Mercado dispuso que 40 indios acalianos y otros 10 de diferentes naciones con sus mujeres e hijos marchasen a Buenos Aires donde estaban las 150 familias quilmes que “por muy belicosas se destinaron allí en 1665.
El mismo 2 de enero envían los acalianos a la Reducción de los Quilmes. Llegan con anterioridad al 18 de agosto pues en esta fecha es cuando se pagó
*100 pesos al capitán Carlos Pereyra por las 7 carretas para traer las 50 familias.
* 9 de setiembre se pagó 26 pesos al sargento Juan Ramírez por un vestido que se hizo para el cacique principal de los acalianos agregados al pueblo de los quilmes.
* De esta manera la Reducción estuvo integrada por 200 familias, poco más o menos, las 50 agregadas en 1667 y las 150 arribadas en 1666, es decir que el número de indígenas excedió a 1000, que en lugar de acrecentar con el tiempo disminuyó notablemente hasta producirse la extinción de las nacionalidades respectivas a fines del siglo XVIII.
* En octubre el alcalde mayor provincial Juan del Pozo y Silva hace donación al rey de las tierras donde trajo a los quilmes y luego se establecieron los acalianos, a tres leguas de la ciudad de la Santísima Trinidad y puerto de Nuestra Señora de los Buenos Aires.
1668
En el Libro Manual Borrador de los Oficiales Reales se menciona que el 12 de mayo el corregidor de los quilmes Jacinto Garzón depositó lo recibido de 186 tributarios quilmes, a razón de 5 pesos y 4 reales por cada uno; este dinero había sido reunido desde el 1º de setiembre de 1667 en que la Reducción aparece organizada. De modo que a poco de su arribo los quilmes ya pagaron tributo al rey.
1680
Una ley de Indias dispuso que cada pueblo originario tuviese un alcalde indio del mismo pueblo y si excediese las 80 casas dos alcaldes y dos regidores también indios. El alcalde indio podía prender delincuentes entre sus connacionales y conducirlos a la prisión española, castigar con un día de prisión, castigar con seis u ocho azotes por faltar a misa o por embriagarse.
1686
El capitán Juan de Zeballos, corregidor [2] del pueblo de la Santa Cruz de los quilmes en carta dirigida al rey de fecha 20 de diciembre, refiere el origen de este pueblo que se halla en un terreno de 250 varas insuficiente para tanta gente y que tuvieron que utilizar otras tierras vecinas, que aunque tenían dueños estaban desiertas y sin cultivar y concluye que han permanecido allí: “…asta el día de oy aunque con su cortedad y pobreza, con gusto, Paz y quietud(AGI – Sors Pág. 28) Agrega que había recuperado y conducido al pueblo a más de 25 muchachas y muchachos que su antecesor y un cura doctrinero de esa comunidad transgrediendo la ley habían enviado como servidumbre de familiares y amigos suyos y que habían huido de la Reducción más de 15 aborígenes por  el trato que les daba su antecesor. La carta de Zeballos contiene varias alusiones a los vejámenes que sufrían los quilmes en manos de los malos corregidores. Esto explica la decadencia de la Reducción y el exterminio genocida de este pueblo en las costas del Plata.
1692
El capitán Manuel de Ibarbelz describe la topografía del Río de la Plata en la que señala al pueblo de los quilmes a tres leguas de la ciudad. (reproducción en el Archivo Levene) Se presenta ante el Gobernador Robles el Protector de Naturales en nombre de Agustín Filca, manifestando que recientemente había fallecido Juan Pallamay, primo de este y heredero del cacicazgo de los quilmes por muerte de su padre Francisco Pallamay; que Juan Pallamny, no había ejercido el mando por ser menor de edad, razón por la cual había sido sustituido interinamente por su tío Pedro Aquinchay; y que el cacicazgo pertenecía a su representado, pues en su carácter de primo hermano de Juan Pallamay tenía los mejores derechos.
1704
Se presentó ante el Gobernador Isabel Pallamay alegando que Agustín Filca había usurpado sus derechos, pues por muerte de Juan Pallamay, debió recaer en ella el cacicazgo, como hermana del mismo, y única hija de Francisco Pallamay. La primera presentación de Isabel Pallamay fue en 1704, siendo sostenido su derecho por el Protector de Naturales, quien en su segunda presentación expuso que adjuntaba tres certificados expedidos por otros tantos curas de la Reducción (Izarra, Ladrón de Guevara y Rivadeneira), en los que constaba que Francisco Pallamay tuvo por únicos hijos a los nombrados Juan e Isabel y que esta resultaba en consecuencia la única heredera legítima al cacicazgo.
1708
Habiendo comprobado en los padrones las aseveraciones antecedentes en cuanto se referían al hecho de que Francisco Pallamay había sido empadronado como legítimo cacique y Agustín Filca, simultáneamente, por mitayo y teniendo en cuenta que en la sucesión de los cacicazgos debía observarse lo mismo que en la de los demás bienes se declaró el 27 de octubre de 1708 que debía suceder a Francisco Pallamay su hija Isabel, y que se pondría en posesión del cargo a ella y su esposo Martín Salchicha quien administraría el cacicazgo. 
1738
El Cabildo de Buenos Aires expresa que por la “suma pobreza” no se ha podido cobrar el tributo por lo cual no hay quien quiera ocupar el cargo de corregidor, de modo que ya no fueron designados
1773
El primer comandante militar del Pago de la Magdalena, Francisco Martínez Lobato produce un breve resurgimiento en al decadente Reducción. Levanta un padrón del pueblo (figura en el apéndice documental del libro de G. S.)
Propone prestar a los indios tierras a fin de que retomaran  las abandonadas tareas agrícolas; exige que planten árboles en sus tierras (quizá las primeras especies de árboles de la costa sudbonaerense), que reparen sus destruidas viviendas y prohíbe algunos juegos de azar. estos funcionarios.
1798
En octubre el cabildo indio escribe una carta al rey, donde dice que ha intimado sin éxito a varias familias quilmes para que volvieran al pueblo y sin medios para obligarlos veía que la Reducción más que un pueblo es un lugar desolado. Ya empieza la disgregación de los pocos quilmes que subsistieron al extrañamiento.
1799
El Cabildo expresa que algunos fondos de la comunidad del pueblo debían destinarse a reparar la iglesia y comprar los enseres necesarios para el culto. Otro índice del abandono.
1810
El 30 de agosto, el cura propietario Santiago Rivas eleva un petitorio a la Primera Junta solicitando la disolución de Reducción acusando a los pobladores de ociosos, viciosos, y malos cristianos y señalando que tan sólo quedaban tres familias puramente quilme. El protector de naturales Pedro José de Agrelo le demuestra su error presentando una lista de habitantes suministrada por las autoridades quilme compuesta de 218 individuos. El cura Rivas no la rechaza, pero su pedido no es oído por las autoridades recientemente constituidas.
1812
El 13 de febrero el protector de naturales Pedro José de Agrelo eleva para su aprobación al Primer Triunvirato, la avenencia para los cargos de alcalde y alguacil mayor de Juan Martínez y Bernardo Velázquez, respectivamente, electos en los comicios indios para el Cabildo de la Reducción sin la participación como veedor del cura propietario Santiago Rivas como lo establecía las leyes de Indias.
Agrelo opone el argumento de Rivas sobre la inexistencia de naturales quilmes con una extensa lista de familias e individuos de origen indio residentes en la Reducción. El historiador Luis Otamendi, defensor del padre Rivas, interpreta que lo hace para preservar su puesto de protector de indios y en contra de la extinción oficial de la Reducción.
El Triunvirato dicta el decreto del 14 de agosto declarando al pueblo de los quilmes libre a toda clase de personas. Este decreto cumple, al fin, con los deseos del presbítero Rivas y queda disuelta la Reducción declarando a la Santa Cruz de los Quilmes pueblo libre de habitar o transitar por cualquier nativo. 

BIBLIOGRAFÍA
Agnelli, Ch. (2010) “Cuaderno de identidad” Ed Tiempo Sur
Lozano; Pedro. “Historia de la conquista del Paraguay, Río e la Plata y Tucumán”, S, XVIII.
Sors, Guillermina. (1937) “Quilmes Colonial” Publicación del Archivo Histórico de la provincia de Buenos Aires La Plata

ABREVIATURAS: AGI: Archivo General de Indios; AGN: Archivo General de la Nación; AGP: Archivo General de la Provincia, Ricardo Levene; AI: Archivo de Indias; QC: Quilmes Colonial de Guillermina Sors de Tricerri.

Chalo Agnelli.- www.elquilmero.blogspot.com
14/8/94 - 24/7/10 - 12/8/2013 - 2021
NOTAS

[1] La encomienda real difería de las demás en que en lugar de repartir a los pueblos originarios entre particulares con el fin de su “civilización y cristianización”, a cambio de que trabajaran para sus encomenderos (como los siervos de la gleba del medioevo), eran encomendados al rey de España para el cumplimiento de los mismos fines. Esta organización permitía que los aborígenes vivieran reunidos en pueblos y no dispersos por campos, montes u otras poblaciones hispanas.
[2] El corregidor era el funcionario que representaba la autoridad real y presidía el Cabildo. Además administraba justicia en las ciudades pequeñas. Existían, también, los corregidores de indios que tenían autoridad sobre la población indígena, actuando como policías y controlando el régimen de trabajo. www.profesorenlinea.cl
Fechas en que hicieron rendimientos de tributos  (lo que hace suponer que en dichos períodos cumplían esa función) Julio de 1672 y julio de 1674; Alonso Pastor.- Setiembre de 1675; setiembre de 1677; febrero y diciembre de 1679 ; Cristóbal de Encinas.- Junio de 1681; abril y julio de 1682, julio y diciembre de 1683; febrero y abril de 1684 y  agosto de 1685; Miguel Troncoso.- Setiembre de 1685, diciembre de 1686 y febrero de 1691; Juan de Zeballos.- Setiembre de 1691; Antonio Márquez.- En 1692 y 1695; Gerónimo Gutiérrez.- Diciembre de 1703; Bernabé Carballo.- Diciembre de 1707 y febrero de 1709; Amador de Rojas.- Febrero de 1711; Rodrigo de Mendoza.- 1716; Gaspar Pérez.- Febrero de 1717 a fines de 1718; Juan Diego Gutiérrez. (Sors Pág. 36 y 37)