miércoles, 29 de julio de 2015

CRISOLDINIE Y EL TERRORISMO DE ESTADO 2º PARTE (COLABORACIÓN)

La nota publicada en EL QUILMERO del viernes 10 de julio de 2015, “La Crisoldinie Otra Derrota Popular” [1] fue la primera parte de un trabajo de la estudiante Mirta Taboada que data de 2013, la que sigue a continuación es la segunda parte de ese proyecto de tesis realizado con testimonios del ex trabajador de Crisoldinie don Hugo Lobello. Luego aparecerán otras voces: ex trabajadores, hijos de obreros fallecidos ya, vecinos del Barrio 12 de Octubre que se convocan en la Sociedad de Fomento de ese rincón de Quilmes; más los aportes de la Biblioteca Popular Dr. Juan Martín Vilaseca, la Biblioteca Popular Pedro Goyena, el ex comandante de Bomberos Voluntarios de Quilmes don Claudio Schbib, el historiador Prof. Chalo Agnelli y otros, que figurarán como voces protagonistas en la tesis final; mucho más extensa (alrededor de 100 páginas, más anexos) y abarcadora que el trabajo que aquí publicamos.
LAS EXCAVACIONES
Mirta Taboada
Facultad de Periodismo y Comunicación Social
Universidad Nacional de La Plata, 2013 
La versión que circula en relatos de vecinos sobre la presencia de camiones militares durante 1976-1978 que ingresaban al predio abandonado de Crisoldinie y los relatos mediáticos sobre el funcionamiento de la fábrica como Centro Clandestino de Detención, marcan también la historia del territorio donde se emplazaba la fábrica y donde hoy funciona el Hipermercado
Carrefour, inaugurado rápidamente el 28 de octubre de 1992, a seis meses de haberse demolido.  
El sábado 22 de mayo de 1992, cuando se iba a ejecutar la dinamización principal, la jueza Margarita Allaza de Iturburu, titular del juzgado Correccional Nº 2 de Quilmes, se presentó en el lugar junto a otros funcionarios judiciales para hacer una inspección ocular. No era un procedimiento normal, estaban allí a raíz de una versión que empezó a circular desde el diario Perspectiva Sur, que dos días antes había desplegado en tapa “¿Cementerio N/N? En la Crisoldinie, antes del derrumbe, habrían encontrado tres cadáveres. Podrían ser 15 en total”.
Un día más tarde, los concejales Fernando Geronés (UCR), María Alburúa (PJ) y Héctor Díaz (PI), presentaron una denuncia ante el Juzgado comandado por la jueza Allaza de Uturburu: “Nuestra denuncia se fundó principalmente en el trascendido publicado por Perspectiva Sur, en la actividad poco transparente del representante de Carrefour cuando pusimos en su conocimiento la publicación periodística y el los dichos del director del medio acerca de la confiabilidad de la fuente que le brindara la información, también fueron elementos importantes a la hora de
decidir nuestra decisión de consultar a la Justicia los testimonios de personas que aseveraban que el predio de la ex Crisoldinie fue un centro de actividad ilegal durante la pasada dictadura militar”, explican los funcionarios denunciantes en una solicitada publicada el 30 de mayo en el diario El Sol.
Allí también repudian el tratamiento mediático con que se desplegaba la información, en especial, la omisión del dictamen de los antropólogos forenses sobre la necesidad de la excavación en el terreno precintado para acceder a la verdad, que no se dispuso y menciona la “carga emocional” para las familias que esperaban el resultado de esa búsqueda.
El 27 de mayo de 1992, con la orden de paralización de las obras por la Jueza Iturburu, el diario El Sol publicaba “Los NN de la Crisoldinie serían… ¡de animales! La jueza pide pruebas porque hasta ahora nadie las aportó”. El día siguiente, su competidor Perspectiva Sur dedicó también el espacio central en tapa al tema: “La Justicia no ordenó excavaciones. La jueza consideró que no había pruebas suficientes. Los peritos realizaron inspectores oculares y aseguraron que con las obras realizadas pudieron desaparecer las pruebas. Las astillas de huesos encontradas, pertenecían a animales. Perspectiva Sur publicó que los cadáveres estarían sepultados 3 metros bajo tierra. Continúan las detonaciones”.
Por su parte, el entonces Intendente de Quilmes, Aníbal Fernández, consideró, según recoge el diario El Sol en su edición del 30 de mayo de 1992, que “los datos que tengo me dicen que los antropólogos recorrieron toda la zona, pero además no existe en la CONADEP, por lo menos hasta donde conocemos nosotros, ningún indicio de que haya sido un centro de detención y lo que las averiguaciones muestran respecto de ese periodo es que no lo fue”. Fernández, si bien reconoció los testimonios de vecinos que hablaban de operativos militares, concluyó que “la jueza al no tener más pruebas no pudo avanzar más al respecto”.
A la fecha, el presidente Carlos Menem había establecido, el 28 de diciembre de 1990, los indultos por medio de seis decretos a civiles y militares que cometieron delitos durante la dictadura, como documenta el Portal Público de Noticias, Secretaría de Comunicación Pública Presidencia de la Nación. Los conocidos “Juicios por la verdad, realizados por la Cámara Federal de La Plata comenzarían recién en septiembre de 1998.
Sin embargo, un año antes, Roberto Corrales, secuestrado y torturado durante la última dictadura cívico militar, se presentó en 1997 en la Subsecretaría de Derechos Humanos del Ministerio del Interior de la Nación, para relatar su secuestro el 20 de septiembre de 1977, como costa en la transcripción de su declaración pública el 6 de junio de 2001, en el marco de los Juicios por la Verdad. A raíz de esa primera denuncia fue amenazado ese mismo año en relación a la información que había dado en el marco de la causa Nº 2012, "Oscar Smith sobre averiguación de su desaparición", bajo la dirección de la Cámara Federal de Apelaciones, en La Plata, de acuerdo a la publicación La Voz, del 26 de mayo de 2008. Corrales había relatado ante la Cámara Federal de Apelaciones que algunos de los torturadores e involucrados con las detenciones y torturas en la zona sur durante la dictadura todavía seguían libres e impunes, en el barrio de Avellaneda y que por ello se veía obligado a cambiar frecuentemente de domicilio.
En el testimonio de Corrales durante 2001, figura que  el declarante manifiesta que le consta que Smith [Oscar Smith, Secretario general del sindicato de Luz y Fuerza, desaparecido el 10/2/1977 en Avellaneda], García y la pareja de jóvenes una vez muertos por sus captores fueron enterrados en el lugar del cautiverio, esto le consta por haberlo escuchado de los torturadores, con los que convivía, especialmente Aldo Pastorini", también agrega que "al momento de iniciarse la construcción del Supermercado Carrefour, se exhumaron aquellos restos y fueron depositados en algún lugar que podrá saber la Jueza actuante, este hecho es conocido totalmente por los vecinos de Quilmes”. La jueza que menciona Corrales, la misma que había expresado en los diarios Perspectiva Sur y El Sol de 1992 que la investigación en Crisoldinie cesaba por falta de pruebas, renunció a su cargo como titular del Tribunal Oral de lo Criminal Nº2 de Quilmes, en 2010, a través del Boletín Oficial de la Provincia de Buenos Aires.
Además Corrales detalla que habrían muerto unas cincuenta personas a causa de las torturas infligidas por la picana eléctrica. “Las peores torturas y las peores violaciones a las mujeres se hizo en el sótano de 12 de Octubre y Avenida La Plata. Sé donde estaba el sótano, sé donde, a cuántos metros estaba el sótano, sé por donde se entraba, sé donde murió Smith, en el lugar que murió Smith, murió García y la pareja”, declara.
Pero también describe el lugar de su cautiverio,  que bien pudo haber sido en la sección de fundición de la fábrica Crisoldinie,“[Era] Un centro de torturas, un centro de más o menos de unos 40 metros de largo, donde después lo llevaban a la izquierda, que era más grande, como si fueran que eran, como si fueran que eran unas chimeneas, algo de, de, no sé, ahí adentro que pasaba algo que fundían algo así, donde a la izquierda llevaban a la gente, lo llevaban al baño y al subir a una escalera las torturas.”
Jorge Márquez, licenciado en Ciencia Política e historiador especializado en la historia reciente de Quilmes, considera que “respecto a que fue utilizado por la dictadura, no hay dudas. Los viejos vecinos lo podrían certificar”. Además agrega que “es muy probable que se encuentren los restos de Oscar Smith” en el predio.
A raíz de la declaración de Corrales, la fábrica figura en el listado alfabético de Centros Clandestinos de Detención por zona, subzona y área operativa del Registro Unificado de Victimas del Terrorismo de Estado elaborado por la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación. Su la identifica con el número 676 y como “ex planta metalúrgica abandonada”. Sin embargo, nunca se reanudaron las investigaciones inconclusas de los años noventa. Hace veinte años que el hipermercado Carrefour se emplaza firme e inamovible sobre el terreno. Así podría no estar siendo reconocido un Espacio de Memoria en Quilmes, además de El Pozo o Brigada de Quilmes y el recientemente señalizado Puesto Vasco.
- VII -
EL SUPERMERCADISMO
La destrucción de Crisoldinie y su reemplazo por un hipermercado de la cadena francesa Carrefour es el símbolo palpable de un modelo político-económico que relega la industria nacional del ramo productivo por la empresa multinacional del ramo de servicios.
Los académicos argentinos Alberto Concheiro y Lorena Flavia Aguirrebeña expertos en ambiente urbano, sostienen en un análisis publicado por la Universidad de Barcelona que la instalación
masiva de los supermercados en Quilmes constituyó, a pesar de los potenciales beneficios para sus usuarios, “un proceso desordenado”. Asimismo expresan que “no existieron a nivel provincial ni municipal regulaciones respecto de distancias entre locales comerciales, medidas protectoras de los pequeños comercios barriales, o alteraciones en la infraestructura viaria circundante”. La conclusión de los especialistas indica que el supermercadismo “se ha transformado en los últimos 15 años en una modalidad comercial que ha degradado el ambiente urbano ante la mirada irresponsable o cómplice de los representantes comunales y el inmovilismo anómico del habitante quilmeño común”.
En ese sentido, el historiador Jorge Márquez explica que fue el primer hipermercado que se establece en la localidad. “La demolición tiene que ver con una propuesta de la compañía y de "un interés" local, ya que se trató de una inversión de envergadura. La demolición muestra el cambio de un modelo, aunque la fábrica ya no funcionaba, no se plantearon alternativas de desarrollos productivos. En los setenta, sectores del peronismo mostraban con preocupación el hecho de que aquella fábrica se convirtiera en un negocio inmobiliario”.
Ambas miradas parecen vigentes en la actualidad. El Boletín Oficial Municipal de Quilmes del 28 de junio de 2012, a través del Decreto 2757 y de la Ordenanza 11844/12, publica la derogación de la norma Nº 8571, que limitaba la instalación de Supermercados o Hipermercados en el Distrito, suspendiendo la recepción de trámites para la radicación de los mismos. Hoy existe otra disputa con un actor conocido: vecinos de Ezpeleta y el lindante Municipio de Berazategui repudian la construcción de un supermercado Carrefour por la protección de los comercios minoristas.
- VIII -
DESPUÉS DE CRISOLDINIE
Cada 10 de noviembre, Hugo Lobello publica una nota en diario y recuerda un año más del cierre oficial y de los derechos incumplidos de los trabajadores de “La Crisoldinie”, como la recuerdan los habitantes de la zona. “El icono fabril de Quilmes Oeste que el 'progreso' se encargo de demoler” recuerda una publicación dedicada a la industria en la red social Facebook, donde hay fotos en color y blanco y negro de la fábrica a través del tiempo.
Los comentarios hablan de un abuelo italiano que cuando llegó al país trabajó en Crisoldinie. De la vista desde la ventana de un colegio cuando caían las torres y de la rotura de vidrios de los comercios cercanos el día que la tiraron abajo. Está el testimonio de un bombero que fue a hacer prevención y recuerda al policía que recibió el golpe fatal. Hay otro sobre las veredas negras por el hollín de la fábrica y la "pera" gigante que caía para moler el metal, grabada en la memoria. Uno habla de la visión increíble de un
incendio en las torres entre el ‘78 y el ‘79, mientras alguien dice que en el portón de acceso que daba a la Avenida 12 de Octubre había una guardia militar permanentemente, y que cuando eran chicos se divertían tirando con la gomera y rompiendo los vidrios de los hangares que daban a la Avenida La Plata. También hablan de la construcción del engranaje más grande de América que para sacarlo de la planta, tuvieron que cortar los cables de una de las avenidas.
 Este año se cumplen 48 años del cierre de la empresa. Lo que más me duele a mi edad es que nosotros fuimos industrializados, porque teníamos experiencia y sin embargo la industria nuestra se vino abajo, por culpa de gobiernos que no quisieron a este país. Después no fabricamos nada y trajeron todo de afuera. Durante el peronismo nosotros hacíamos todo”, dice Hugo Lobello a modo de reflexión final sobre la fábrica que dura en las memorias más allá de su tiempo y que representa una larga deuda con los trabajadores, sus familias y con la memoria de la ciudad de Quilmes.
Mirta Taboada
Facultad de Periodismo y Comunicación Social
Universidad Nacional de La Plata, 2013
FUENTES
Archivo personal Hugo Lobello
Ver: http://elquilmero.blogspot.com.ar/2015/07/la-crisoldinie-otra-derrota-popular-1.html/
Este proyecto de tesis se realizó con la colaboración de muchos trabajadores Crisoldinie y familiares de otros que ya no están; con la generosidad de la Sociedad de Fomento Barrio 12 de Octubre, de la Biblioteca Popular Dr. Juan Martin Vilaseca, la Biblioteca Popular Pedro Goyena; documentación de EL QUILMERO y el apoyo de los historiadores Claudio Schbib y Chalo Agnelli. Esto será evidenciado en la Tesis que contará con aproximadamente 100 hojas y frondosa documentación.
 

martes, 28 de julio de 2015

"ALLÁ LEJOS Y HACE TIEMPO" EN HISTORIETA (1963 - 1979)

El 4 de agosto se conmemorara el nacimiento del primer escritor nacido en Quilmes, en la estanzuela "Los veinticinco ombúes", en tierras que desde 1891, pertenecen al partido de Florencio Varela, donde se había
establecido el matrimonio estadounidenses de Daniel Hudson y Caroline Kimble.
Gran parte de la obra de Guillermo Enrique Hudson pone en un pilar de relevancia a la pampa y al hombre que la habitó y desarrolló durante el siglo XIX, esas extensas llanuras, la Patagonia y la Banda Oriental.
Muchas fueron los trabajos literarios, ensayos, pinturas y hasta piezas musicales que inspiró la obra de Hudson, desde sus traductores, el Dr. Domingo Pozzo y su esposa Celia Rodríguez, hasta Juan Carlos Lombán en "Guillermo Enrique Hudson o el legado inmerecido", recientemente reditado por Buenos Aires Books.
A continuación se reproduce una adaptación de "Alla lejos y hace tiempo" en tiras de historieta, género artístico que en en nuestro país cobró notable figuración y Quilmes tuvo historietistas de relevancia como Oscar "Blottita" Blotta (1818 - 2007), Eduardo Carlos Ferro (1917 - 2011) el recientemente fallecido Osvaldo Walter Viola, "Oswal" (1935-2015), quien en una de sus últimas producciones ilustró “Una sombra maldita” novela juvenil de Miguel Ángel Morelli; versión libre de la obra “El Ombú” de Hudson. 
Estas tiras de historietas hudsonianas se presentaban en la última página del diario La Nación entre 1963 y 1979. Fue su creador el dibujante Eduardo Miranda.

Si bien Eduardo Miranda cultivó distintos géneros, en la historieta se identifica principalmente con dos de ellos: el gauchesco y lo que en una nota publicada hace unos años en Tebeósfera denominamos “divulgación histórica”, que tuvo también entre sus cultores a José María Taggino, Raúl Roux y Patricio Mc Gough.
Miranda nació en Buenos Aires en 1932. Tras finalizar sus estudios secundarios trabajó durante un tiempo como empleado de comercio. Su formación artística la realizó en la recién iniciada Escuela Panamericana de Arte o quizá en su antecesora, la Escuela Norteamericana de Arte, completándola luego en distintos cursos que se dictaban en la Asociación Estímulo de Bellas Artes. Los años sesenta marcan la consolidación profesional de Miranda y también de su dedicación al género gauchesco y la divulgación histórica, como lo demuestra con el
personaje “Rosendo Pampa”, también llamado “Rosendo el Toro”, que sobre guiones de Eugenio Mandrini dibuja en 1961 para Columba, editorial donde también realiza episodios de la serie “Hombres de fortines” y “El Montaraz”, con guiones de Gaby-Liara. En esa misma línea hace “El sargento Robles” en la revista Texas en 1963 y, contemporáneamente, en Misterix dibuja “Lisandro Laguna”, a los que se suma a partir de 1964, “Lucero Arroyo” creada para el King Features y cuyo material sería publicado posteriormente en una revista homónima dirigida por el mismo Miranda en la cual aparecían otros personajes suyos. Tras ese quinteto de personajes gauchescos que hemos enumerado, Miranda inicia la obra por la cual quizás más se lo recuerda, "Figuras de nuestra tierra”, historieta de divulgación histórica que en forma de tira diaria realizó en  La Nación entre 1963 y 1979 y en la cual evocó a más de cien personajes y hechos de nuestro pasado. Fue colaborador de los diarios El Mundo, El Siglo, Noticias Gráficas y en la revista Esquiú, donde entre 1974 y 1986 ilustró temas didácticos. Eduardo Miranda, falleció en 1990 (Carlos R. Martínez)



Esta reliquia formaba parte archivo privado del eximio hudsoniano profesor Juan Carlos Lombán (1927 - 2015), cuyos hijos legaron al Prof. Chalo Agnelli (quien suscribe)  y al "Museo y Parque Ecológico Cultural Guillermo Enrique Hudson", donde todos los 4 de agosto se honra su memoria, con diversos actos que se continúan en la Biblioteca Popular Pedro Goyena.


FUENTES
http://comicscolumba.blogspot.com.ar







domingo, 26 de julio de 2015

JUAN DEL POZO Y SILVA, EL ENCOMENDERO TRAJINANTE



“Para escribir historia es necesario que no exista ninguna pasión, ninguna preferencia, ningún resentimiento, lo que es imposible evitar cuando a uno le afecta el acontecimiento. Creemos simplemente poder asegurar que para describir bien este acontecimiento o al menos para relatarlo justamente, es preciso estar algo lejos de él, es decir, a la distancia suficiente para estar a salvo de todas las mentiras con las que pueden rodearle la esperanza o el terror.”
Marqués de Sade, 
Historia secreta de Isabel de Baviera, reina de Francia (Prefacio)

LA TRAVESÍA – LA REDUCCIÓN – QUIRÓS – DEL POZO Y SILVA – LA ENCOMIENDA – LAS TIERRAS DE LA REDUCCIÓN – ENCOMIENDA REAL – ORIGEN Y TRAYECTORIA – MATRIMONIO - CARGA PÚBLICA – UNA SOCIEDAD EN COMANDITA – ACCIONAR DE GANADO CIMARRÓN – DESCENDENCIA – EL OBISPO AZCONA – FUENTES – NOTAS 

por Chalo Agnelli
LA TRAVESÍA
En 2003, publiqué "La travesía", un cuento que había obtenido el Primer Premio de la UNESCO Mar del Plata en diciembre del año anterior. Es uno de los relatos semificcionales del libro "Historias de más acá",  libro que se editó a insistencia del Prof. Lombán. El argumento es la larga marcha del pueblo que nos dio toponimia y gentilicio, las penurias que vivieron en la figura de un anciano kilme. La biografía que sigue no es ficción.
LA REDUCCIÓN
Parte de las tierras donde se estableció la Reducción junto a las costas del Plata eran del capitán don Juan del Pozo y Silva, alcalde mayor provincial, quien se hizo cargo en Córdoba de la caravana de
los Quilmes que venía de los Valles y los condujo desde esa ciudad hasta Buenos Aires.
Se desconoce cómo llegó a hacerse de la “suerte de estancia” que don Juan de Garay otorgó a don Pedro Quirós quien lo acompañó en la fundación de Buenos Aires, tras una travesía extrema, cruel y desgarradora.
Según don Luis Otamendi, a quien tomamos como base para desarrollar esta semblanza, de su libro “Origen de Quilmes”, también fueron infructuosas sus investigaciones para determinar
quiénes fueron los sucesivos propietarios de lo que hoy es el Partido de Quilmes, desde que Quirós se desprendió de todas las posesiones que le otorgó Garay y se marchó a España en 1584;  [1] quizá, desilusionado por la falta de riquezas metalíferas de este suelo y esquivo - como debió ser por su estirpe noble - a doblar el lomo para trabajar la tierra y extraer la fecundidad que luego, varios años después, enriqueció a tantos otros más despabilados. La suerte de estancia o “tierra de pan llevar” que recibió Quirós, ocupaba la actual planta urbana de Quilmes, más las tierras situadas detrás del arroyo Las Piedras hasta el deslinde con el actual partido de Almirante Brown, más otras donaciones en la Ciudad.
QUIRÓS
En las referencias documentales sobre este primer propietario de esas “mercedes” que hoy es Quilmes, también hay divergencias. En
primer lugar, hay algunos historiadores que afirman que era asunceno, nacido en Asunción del Paraguay, que cambió sus posesiones por “una guitarra y un caballo[2] y que al marcharse de la nueva ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Nuestra Señora de los Buenos Aires, se estableció en la ciudad de Concepción de Buena Esperanza - conocida por Concepción del Bermejo – fundada en 1585, donde fue designado regidos de su cabildo. O puede ser que se haya marchado a España y regresado luego a América para establecerse en el Chaco. Es una investigación en veremos, comprobar si hay documentación del transcurrir de Pedro Quirós en esa ciudad.
DEL POZO Y SILVA
Cuando don Juan del Pozo y Silva con el contingente del pueblo “extrañado” llegó a la Ciudad del puerto, el dominico fray Cristóbal de la Mancha y Velazco, el obispo de Buenos Aires (1645-1673) el tercero en su jerarquía y el primero criollo - nació en Perú -, tenía un pleito judicial con los jesuitas. En 1655, en que convocó al primer sínodo diocesano, logró que se aprobara su proyecto de convertir a las reducciones en parroquias o curatos para que quedaran bajo control del clero secular, a lo cual la Compañía de Jesús se opuso enfáticamente, al punto que apelaron a la Corona, la que finalmente resolvió en favor del Prelado y la Real Cédula que ratificaba [3] la disposición sinodal llegó cuando los quilmes [4] ya estaban esperando en Buenos Aires, en un campamento que se levantó a la altura de la actual plaza Miserere. Siempre hubo enfrentamientos entre dominicos y jesuitas.
El 25 de agosto, el Obispo hace una convocatoria a concurso por oposición al clero seglar. Mientras tanto junto al gobernador José Martínez de Zalazar a pesar de haber sido derrotado jurídicamente ante la Corona solicita a los jesuitas que aunque no podían ser curas doctrineros que dieran instrucción cristiana a los naturales recién llegado, pues había frailes que por haber estado en los Valles conocían el cacán, la lengua de los quilmes.
Del Pozo y Silva, harto de esperar y deseoso de cobrar sus honorarios por el traslado de los quilmes, resolvió instalarlos en su estancia del Pago de la Magdalena, la que estaba despoblada. La triste columna de niños, ancianos, mujeres embarazadas y hombres frustrados cruzó el Riachuelo de los Navíos y llegó a la nueva tierra (que no era la tierra prometida de los israelíes, era el fatal y definitivo campo de exterminio) aproximadamente el 14 de setiembre de 1666, fecha asegurada por Otamendi y fortalecida por José Abel Goldar [5] y Manuel Ales, [6] por ser ese el día en que el santoral católico conmemora la Exaltación de la Santa Cruz.
En diciembre de 1667, del Pozo y Silva hace donación a la Corona de las tierras donde alojó a los quilmes y acalianos, a cambio de que se le concediera la encomienda de los indios guaraníes (algunos autores dicen que eran querandíes [7]) de la tribu de nombre Tubichaminí (tubichá = cacique, apodado de Miní = "chico o de pequeña estatura"; “Cacique Chico”), los que originalmente se hallaban próximos a la localidad de Don Bosco y para esa fecha se habían ubicados en reducción en la isla de Santiago, cuyo encomendero había sido el capitán Francisco Muñoz de La Rosa, fallecido y sin herederos en vista pues su familia se había establecido en Chile. Estos guaraníes nómades o querandíes se desplazaban desde la margen izquierda o norte de la antigua desembocadura del actual Río Salado en la banda occidental del estuario del Río de la Plata, hasta más allá del río Samborombón, Punta Indio, la Ensenada de Barragán. Su desplazamiento resultó eminentemente ribereño y la penetración hacia el interior no superó en ningún caso los ocho kilómetros. [8]
LA ENCOMIENDA
El alcalde mayor no podía ser encomendero de los quilmes, pues estos fueron comprendidos en 'encomienda real', el encomendero era el mismo rey de España; era a él a quien debían pagar tributo y era de él de quien recibirían muy poco o nada. No fue, como se podría pensar, una actitud ecuánime.
Del Pozo y Silva de haberse apercibido de la encomienda, instalándola en sus tierras solo hubiera sido una suerte de "vicario" real no un propietario. Esa sería uno de los motivos de la donación; el otro, que explicaremos luego, tiene que ver con su prestigio en los asuntos de la Corona.
LAS TIERRAS DE LA REDUCCIÓN
Ha continuación se transcribe parte del expediente del gobernador Martínez de Zalazar donde acepta en nombre del rey la donación que hace del Pozo y Silva y le otorga la encomienda de los Tubichaminí, bastante irregular en su constitución dado que este pueblo supuestamente querandí era nómade y no iban a sustentar la intención del encomendero de "asentarlos a la tierra".  
(En el siguiente documento, en  parte, se conserva la ortografía, la sintaxis de la época, la acentuación y la puntuación está ausente en el original)
"En cuya conformidad y atendiendo los méritos de los servicios prestados a la Corona y la donación de tierras de suyo re­feridas, que Vos el dicho Capitán Don Juan del Pozo y Silva, Alcalde Provincial de esta Ciudad, hicisteis por la razón y causa deducida, en nombre de su Magestad, (sic) y como su Go­bernador y Capitán General de estas Provincias del Río de la Plata y Presidente de esta Real Audiencia y en virtud de los poderes que de su persona Real tengo, que por su notoriedad no van aquí insertos, os hago merced por vía de agregación o en la forma que haya lugar de derecho de agregar y Juntar a vues­tra encomienda la que quedó por fin y muerte del Capitán Francisco Muñoz de la Rosa que es de los indios de nación Tubichamini y su cacique, todos los que fueron y al presente hay conforme en el padrón que de ellos se hizo en virtud de que habéis enterado el año de demora, y todos los demás indios que le pertenecen, por dos vidas, la vuestra y la de vuestro legí­timo sucesor (poseerían la encomienda por dos generaciones), conforme a la ley de las sucesiones y los demás derechos y calidades contenidas en el auto sus insertos y habéis de continuar como estáis obligado por la merced de la en­comienda que poseéis a que os hago esta entregación, el hacer vecindad en esta ciudad sustentando armas y caballos y acudir a todas las demás cargas de vecino feudatorio y revalidareis el pleito homenaje que tenéis hecho ante cualquiera de las Justicias Mayores u Ordinarias de esta Ciudad y el Juramento de que haréis todo buen tratamiento a los dichos indios vuestros encomendados y agregados, y que los defenderéis en todas sus causas y negocios, así civiles como criminales, sin consentir en manera alguna se les haga agravio por ninguna persona, y así mismo os encargo la educación doctrina y enseñanza de los dichos Indios en las cosas de nuestra santa fe católica y que los tengáis en paz y política cristiana, sobre cuyo particular os encargo a conciencia y descargo la de Su Magestad y mía tam­bién. Habéis de tener particular cuidado en hacerles curar de sus enfermedades y pagarles enteramente su trabajo personal y satisfacerles lo demás que les perteneciere, y cumpliréis con todo lo demás dispuesto por ordenanzas sin exceder de ellas en lo que os tocare en manera alguna y so  penas que contienen y esencialmente en la cobranza y esa de taza que os deben sa­tisfacer y dar, los trataréis como a vasallos libres y porque Su Magestad, que Dios guarde, por su Real cédula de 24 de octu­bre del año pasado de mil seiscientos y cincuenta y cinco (sic), manda que en estas Provincias se cobre de los encomenderos la limosna de aceite y vino para las Religiosas, estaréis adverti­do que luego que se disponga esta diligencia habéis de pagar la cantidad de pesos que se os cargase para la limosna referí da conforme al computo que se hiciera y perteneciere por el tri­buto de cada indio de tasa de los de esta encomienda que se os agrega conforme al padrón que se hizo, como consta de la certificación suso (sic) inserta y con este os presentaréis ante los señores presidentes y oidores de esta Real Audiencia para que en conformidad de los mandatos y el número de los indios que son de tasa se declare, si estáis obligado a traer confirmación o no, de su Magestad y Señores del Real Consejo de Indias den­tro del tiempo dispuesto y asignado para el efecto y cumpli­miento, con lo referido ordeno y mando al Corregidor de es­ta Ciudad y a cualquiera de los Alcaldes de ella ante quien os presentareis os den la posesión de los dichos Indios agregados a vuestra encomienda en todos y en cualquiera de ellos en nom­bre de los demás Real Corporación actual ‘Jure Domini Velquasi’,[10] conforme a derecho y en ella os defiendan y amparen. Atender los servicios religiosos y doctrinar a los indios quilmes,[11] que se hallaban en Buenos Aires, recién llegados de Córdoba y aún no instalados en destino definitivo, y el 29 de noviembre de ese mismo año ya ubicados en la Reducción, en que el Capitán Dn. Juan del Pozo y Silva cobra la cuenta de gastos de sustento y conducción y en la nueva población que consigno más arriba…” 
Finalmente el 29 de noviembre, del Pozo y Silva cobra la deuda por el traslado y sustento de quilmes y acalianos. [9]
ENCOMENDERO REAL 
¿Quién era el jefe del Estado Español y de todas las colonias americanas mientras en la Gobernación del Río de La Plata se sucedían estos acontecimientos? ¿Quién fue el primero encomendero de los quilmes y acalianos?
Precisamente en 1665, el mismo año de la derrota de los quilmes por Alonso de Mercado y Villacorta había ascendido al trono español Don Carlos II, llamado “el Hechizado”, nacido en Madrid el 6 de
noviembre de 1661, o sea que tenía 4 años de edad en esa fecha. Fue su padre Felipe IV y su madre Mariana de Austria, sobrina de su marido, o sea que era prima de su propio hijo. La reina asumió la regencia hasta que “el Hechizado” alcanzó la mayoría de edad en 1675. Su sobrenombre le venía de su lamentable estado físico. Parece ser que los sucesivos matrimonios consanguíneos de la familia real produjeron tal degeneración que Carlos creció raquítico, enfermizo y de corta inteligencia, además de estéril pues sufría el 'síndrome de Klinefelter' una anomalía cromosómica que consiste en la existencia de dos cromosomas X y un cromosoma Y, que generalmente afecta a los varones. Si bien la reina debía ser asistida por una Junta de Regencia de seis miembros, el poder lo regía su confesor, el jesuita Juan Everardo Nithard, que la había acompañado en 1649 a Madrid desde la corte de Viene, cuando llegó a España para casarse con tu tío. Este jesuita entró a formar parte del Consejo de Estado en enero de 1666, y alcanzó el puesto de Inquisidor General, la cima de las instituciones eclesiásticas de la monarquía española. Así estuvieron las cosas hasta que Carlos II cumplió 18 años. Su reinado estuvo transitado por múltiples reyertas. Carlos II murió el 1 de noviembre de 1700, era bistataranieto de los Reyes Católicos, último de la Casa de Austria (Habsburgo) en España. Le sucedió su sobrino nieto francés, el primer Borbón, Felipe V. De esta gente dependían los reinos coloniales de la América Hispana. ¡¡Este era el Real Encomendero!! [12]
ORIGEN Y TRAYECTORIA
Pero volvamos a nuestro biografiado. Este trajinante caballero había nacido en Santiago de Chile en 1631, o sea que tenía 35 años cuando recibió a los indios quilmes en Córdoba y los condujo hasta sus tierras junto al Río de La Plata; para la época era un hombre maduro. Fue su padre, el sargento mayor Jerónimo del Pozo Silva y del Peso, también nacido en Chile, donde en 1643, lo encontramos como Canciller de la Real Audiencia, y su madre la sanjuanina Constanza de Toledo y Lemos en 1622, nativa de San Juan de Cuyo, hija de Fernando Álvarez de Toledo y Toledo y de Jerónima de Lemos y Gil, provenientes ambos del condado de Lemos, Galicia. Don Juan era el segundo de siete hijos que tuvieron estos gallegos inmigrantes; sí, porque si bien aún estas provincias eran parte del mismo reino, ellos fueron la primera migración española al “nuevo mundo”.
La situación acomodada de su padre y el origen noble de su madre, emparentada con los Lemos, los Osorio y los Trastamara (estirpe real), le permitió gozar de una crianza acomodada y una formación sólida que lo ubicó destacadamente en aquel Buenos Aires colonial.
Muy joven aún se estableció en Mendoza luego residió en Córdoba, donde dejó un gran prestigio. Finalmente se estableció en Buenos Aires definitivamente.
MATRIMONIO
En Buenos Aires conoció a quien sería su mujer, doña Ana María de Garro y Arechaga Silva quien pertenecía a su misma clase de funcionarios de la Corona; su padre era el licenciado en cirugía don Alonso de Garro y Arechaga recibido de protomédico en Madrid y su madre doña María de Silva, quienes se habían establecido en Buenos Aires en 1630. El 15 de marzo de 1655, presentó la declaración de soltería imprescindible para pedir la mano de su futura esposa. El 21 de marzo de 1656, se casaron en el templo de La Merced, el tenía 25 años. Fueron testigos de la ceremonia el maestro Lucas de Sosa, canónigo de la iglesia Catedral, el capitán Tomás de Rojas y Acevedo, y el canónigo Melchor Agustín de Mesa.
CARGA PÚBLICA
Del Pozo fue designado Alcalde Provincial de la Santa Hermandad [13] el 3 de diciembre de 1664, por el gobernador José Martínez de Zalazar. Sus funciones eran celar y administrar justicia en la campaña, excepto contra indígenas, a quienes sólo podían perseguir por el delito de abigeato. Los cargos públicos se compraban y se vendían, el que obtiene del Pozo fue rematado públicamente por $ 1.300 el siguiente año de su designación, de modo que este lo adquiere y el 30 de setiembre de 1670, el rey lo confirma el mismo año.
Luego obtiene otros cargos militares. Alférez, Capitán de Infantería, Sargento Mayor de Presidio, Procurador General de la Ciudad, Alférez Real, Fiel Ejecutor y en 1664, Alcalde Ordinario. El fiel ejecutor desempeñaba dentro del cabildo un papel de inspección y fiscalización en la actividad económica haciendo salvaguardar las ordenanzas y lo estatuido por los cabildos.
Es de destacar que casi todos estos puestos públicos eran “ad honorem”, si bien aportaban prestigio y ciertas prebendas; por esa causa la mayoría de esta “clase de funcionarios de la Corona”, la conformaban súbditos que poseían cierto nivel de fortuna propia o heredada.
Pero no son todas estas funciones, seguramente ejercidas con constancia y firmeza, fueron las que le permitieron formar una de las fortunas más sólidas del Buenos Aires colonial del siglo XVII. 

UNA SOCIEDAD EN COMANDITA

En 1676 fue elegido el cuarto obispo de Buenos Aires, el navarro, Antonio de Azcona Imberto* y el primero que provenía del clero secular. Le tocó la difícil tarea de remodelar la Catedral Metropolitana ya que pese a haberse inaugurado cinco años antes, en 1671, tenía serios problemas de filtraciones y rajaduras causadas por el temporal estival de 1682, que hizo caer la torre. Las obras se iniciaron en octubre de 1682, con más de 30 indígenas tupí-guaraníes y otros tantos provenientes de la Reducción de Santa Cruz de los Quilmes. En 1693 los nativos, bajo la dirección del obispo, concluyeron "las tres naves del cuerpo principal levantada sobre arcos de cal y ladrillo y cubierta de tejas".

Durante su administración tuvo serias diferencias con el gobernador Agustín de Robles Lorenzana desde 1691 hasta 1700, entre otras muchas, la verdadera enemistad se fundó en una comisión de orden civil que el Prelado recibió de la Corona por Real Cédula del 7 de mayo de 1677, relacionada sobre la conducta con que Robles manejaba la cosa pública. El Obispo comprobó la existencia de una ‘sociedad en comandita’ encabezada por Robles con la participación de sus sobrinos y de los vecinos de Buenos Aires: Juan de Pozo y Silva y el sanguinario Amador de Rojas y Acevedo, quienes ejercían una actividad comercial promoviendo el contrabando en las costas sur del Río de la Plata. El Obispo puso en evidencia que estos funcionarios ejercían una verdadera “sociedad en comandita”.

De modo que no solo los cargos públicos y los cueros fueron origen de su fortuna sino que el contrabando, donde se incluía la “mercadería semoviente” es decir esclavos; prospero negocio que varias décadas antes, en las costas próximas a la Reducción de los Quilmes,  don Pedro Izarra en su estancia “El Corbatón” (Ezpeleta) y luego sus descendientes los Gaete.

 ACCIONERO DE GANADO CIMARRÓN
 En 1672, en las nuevas tierras que se le conceden a cambio de las que cedió para crear la Reducción, se lo nombra “accionero del ganado cimarrón” o sea que tenía el derecho consuetudinario de "vaquear", caza de ganado salvaje en la campaña en las proximidades del río Salado. Actividad que había iniciado el portugués Melchor Maciel en 1608 desde la margen sur del Riachuelo. Dos años después del Pozo creó una organización de caza que llegó a exportar hasta 500 cueros curados al año.
DESCEDENCIA
Fueron sus hijos Juan del Pozo Silva (n. 1657) quien se casa con Tomasa Ruiz de Ocaña de la Rosa; Alonso del Pozo Silva Garro Arechaga (n.1660) quien se casa con la belga Elena de Witte Solier Van Eguen y Antonia del Pozo Silva Garro Arechaga [14] casada con el granadino don Francisco de la Palma Lobatón. Una hija de estos últimos se casará con un Gaete y tendrán tierras en el Pago de la Magdalena.
Don Juan del Pozo y Silva murió en Buenos Aires el 6 de agosto de 1697 a los 73 años, dejando además de una gran fortuna una extensa descendencia; fue su bisnieto el brigadier general Cornelio Judas Tadeo Saavedra Rodríguez. [15] No se halló documentación que informe de algún ínfimo gesto de ayuda o apoyo al pueblo desarraigado que instaló en las que fueron sus tierras, donde sólo encontraron el exterminio que se prolongó durante 146 años, hasta 1812 en que se decretó extinta la Reducción.

* EL OBISPO AZCONA poseía un importante patrimonio personal heredado de sus padres, el cual dedicó a obras de caridad en la sede de su diócesis, lo que le valió a su muerte que el Cabildo Eclesiástico dijera de él que despreciaba «las cosas del siglo...» 31. El resto de sus bienes fue empleado en la construcción de la Catedral y del palacio episcopal; al final de su vida otorgó la libertad a nueve de sus trece esclavos.

 Brune, ob. cit. T. III, p. 182. - A.G.N. IX 48-8-6 f. 17-24 Cayetano Bruno, Historia de la Iglesia en la Argentina, Buenos Aires, Ed. Don Bosco, T. Ill, p. 202-3. [5] 6


Compilación y argumentación Chalo Agnelli
Quilmes, 1987/2015
FUENTES
Agnelli Ch. y otros. “Quilmes, 346 años y un Bicentenario – 10 autores para un homenaje”. Ed. Buenos Aires Books, Buenos Aires, 2012.
Craviotto, J. A. “Quilmes a través de los años”. Municipalidad de Quilmes, 1° edición, agosto de 1966. Quilmes.

Frías Susana R. Presencia navarra en Buenos Aires: 1580-1713

Frías, Susana Frías y Baetucci, Viviana (2015) “Indios, negros y españoles-Confirmaciones en Buenos Aires: 1685-1699”.  Dirección General de Estadística y Censo -Ministerio de Hacienda

Luna GabrielLa Otra Historia de Buenos Aires” -  2° Libro Parte XXII www.periodicovas.com

Gammalsson, Hialmar Edmundo. “Los pobladores de Buenos Aires y su descendencia”. Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, Secretaría de Cultura, Edición en homenaje al cuarto centenario de la fundación de la ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, 1980.
González Lebrero, Rodolfo. “La pequeña aldea. Sociedad y economía en Buenos Aires (1580-1640), Ed. Biblios, Buenos Aires, 2002
Ibarguren Aguirre, Carlos Federico “Los Antepasados a lo largo y más allá de la Historia Argentina” (Trabajo inédito), Tomo VII, Los Gaete
Otamendi, Luis E. “Historia de la Reducción 1666 – 1812”. Actualidad Quilmeña - año III - N27 - "301 años de Quilmes". Agosto de 1967.
Sors, Guillermina. “Quilmes Colonial”. Publicación el Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires “Dr. Ricardo Levene”. Contribución a la historia de los pueblos de la provincia de Buenos Aires. La Plata, 1937.
Los Pozo y Silva, Pico, José María, (Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas, Nº32, Buenos Aires, Argentina http://www.genealogiafamiliar.net/
http://www.genealogiafamiliar.net
www.genealogiafamiliar.ne
 
NOTAS

[1] Otamendi, Origen de Quilmes, Pág. 27
[2] Craviotto, 2ª edición, 1969 Pág. 69
[3] Sors. G. Pág. 48 a 50.
[4] Cuando se hace referencia al pueblo nativo se coloca con “k”, cuando se menciona la localidad con “qu”. 
[5] Ver en EL QUILMERO del sábado, 3 de diciembre de 2011, LOS GOLDAR 
[6] Ver en EL QUILMERO del martes, 7 de septiembre de 2010, "DON MANUEL ALES, HISTORIADOR E INVESTIGADOR.
[7] Querandí significa “gente que come grasa”, eran pampas septentrionales; se desplazaban entre el cabo San Antonio y el sur de Córdoba transitando el litoral de los ríos de la Plata y Paraná hasta el río Carcarañá. Al río Arrecifes se lo llamó "de los Querandíes", por sus asentamientos en la región. DeLa pequeña aldea. Sociedad y economía
en Buenos Aires (1580-1640)
[8] La pequeña aldea. Sociedad y economía en Buenos Aires (1580-1640)
[9] A.G.N.
[10]iure dominii vel quasi” o el derecho de propiedad
[11] En este documento extraído y copiado tal cual de libro de Otamendi, antes mencionado, el gentilicio figura con “qu”
[12] Ver en EL QUILMERO del, “ENCOMENDEROS DE LOS QUILMES”
[13] La Santa Hermandad fue una institución permanente, creada por los Reyes Católicos en 1476 para Castilla, constituida por alcaldes y cuadrilleros, destinada a perseguir y castigar a quienes cometían delitos en despoblado.
[14] Antonia fue dotada el 22.7.1689 con unas casas situadas frente a la Plaza Mayor, descriptas así por el escribano: "Unas casas de vivienda, en la trasa desta ciudad, en la Plaza Mayor de ella adonde hace esquina frontera de la Santa Iglesia Catedral, que lindan por el Norte, calle real en medio, con sitio y casas de doña María de Mattos y Encinas, viuda, mujer que fue del capitán Pedro Guerrero de Escalona, y por la parte del Oeste con sitio y solar de doña Juana de Acevedo viuda del Capitán Lorenzo Flores de Santa Cruz, por el sur con sitio y casas que pertenecen al Deán que es y a los que en delante fueren de dicha Santa Iglesia Catedral, que se componen... de una sala enmaderada de empatillado, cubierta de teja con sus puertas y todo lo demás que está edificado de tapias en dicho sitio..." Antonia Recibió también una chacra en el Pago de los Montes Grandes (San Isidro) lindante con la chacra de Matías Cordobés y con una fracción de tierra similar que su padre entregó ese mismo día como dote a su otra hija, Francisca. Le fueron adjudicadas asimismo dos cuadras "de sitios para edificar en la trasa de esta ciudad hacia el camino que va al Fuerte de San Pedro". Juan agregó "marcos y monedas de Plata labrada de tomo y martillo", varias alhajas importantes -"una rosa de oro con ciento y once diamantes grandes y pequeños"-, imágenes sagradas, muebles, alfombras, una silla de manos, cinco esclavos etc. El novio, por su parte, recibió la facultad de recoger tierras realengas diez mil cabezas de ganado vacuno, de las que podía disponer su suegro en calidad de "accionero", y agregó mil quinientos pesos en arras por "la nobleza y virginidad de la dicha doña Francisca mi esposa e ijos que mediante la voluntad de Dios nuestro Señor espero tener en ella".
Antonia testó el 23.1.1695. Murió viuda dejando dos hijos de corta edad y nombrando por tutor de ellos a su padre, Juan del Pozo y Silva. Dispuso ser sepultada en el Convento de San Juan "donde están enterrados mis antepasados y tengo sepultura propia". Dispuso asimismo, la creación de una capellanía en el convento de San
[15] Brigadier General Cornelio Judas Tadeo Saavedra y Rodríguez  (n. 15/9/1759  Potosí, Bolivia 29/3/1829  Bs. As.) era hijo de María Teresa Rodríguez Güiraldes y de Santiago Felipe Saavedra de la Palma Lobato, quien a su vez era hijo de Bernardo de Saavedra Gutiérrez de Paz y de Ana de la Palma Lobatón del Pozo Silva, quien fue hija de Francisco de la Palma Lobatón y de Antonia del Pozo Silva Garro de Arechaga, (n. el 7 May 1671) bisabuela de Cornelio Saavedra e hija de Juan del Pozo Silva Toledo y de Ana Garro de Arechaga Silva tatarabuelos del  jefe del Regimiento de Patricios, intervino decisivamente en la Revolución de Mayo siendo el presidente de la Primera Junta de gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata así como también el primer presidente de la Junta Grande en la que se transformó.