jueves, 31 de diciembre de 2015

EL ANCLA DE LA RIBERA – UN MISTERIO PARA RESOLVER



Por Chalo Agnelli 
“Un cronista debe disociar lo contingente de lo esencial  
antes de asentar una nota.
En 1978 - entre grupos de tareas y mundial de fútbol - se realizó en Quilmes el Congreso Nacional de Historia Sanmartiniano – Moreniano. Fue entre el 24 y el 31 de julio. Un acontecimiento que tuvo tal trascendencia y ribetes de extraordinaria repercusión en la vida cultural de la Región. Se conmemoraba el Bicentenario del nacimiento de dos Próceres, el Gral. José F. de San Martín y el Dr.
Mariano Moreno. El Libertador que había afirmado: “La patria no hace al soldado para que la deshonre con sus crímenes, ni le da armas para que cometa la bajeza de abusar de estas ventajas ofendiendo a los ciudadanos con cutos sacrificios se sostiene”. [1] 
Y el revolucionario pensamiento moreniano que sostenía en sus máximas: “El pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes y el honor de estos se interesa en que todos conozcan la execración con que miran aquellas reservas y misterios inventados por el poder para cubrir sus delitos. El pueblo no debe contentarse con que sus jefes obren bien, debe aspirara a que nunca puedan obrar mal."
 Era intendente - comisionado el comodoro (R.) Osvaldo Gally,
secretario de gobierno y cultura el Prof. Agustín L. J. Bottaro y director de cultura el Prof. Armando B. González. Hubo una comisión ejecutiva, una mesa directiva del congreso, comisión de publicación y dos comisiones del congreso; con un reglamento, objetivos y un abundante programa de actos que comenzaron el lunes 24 a las 18 con la recepción de congresistas y concluyeron el lunes 31 de julio a las 21 con una cena en la Cámara de Comercio Zona Sur. 
Todo figura en un completísimo libro de 495 hojas editado tras la ocasión por la Municipalidad de Quilmes con una tirada de 1000 ejemplares, en octubre de 1980, [2] siendo intendente comisionado el Dr. Julio E. Cassanello y secretario de gobierno y cultura el Dr. Eduardo E. Malvar. El comodoro Gally, ya había fallecido. 
CONTEXTUALIZANDO 
Era un año triunfante para la dictadura, pues en 1978, el plafón de Videla había ascendido dentro de las FFAA que detentaban ilegalmente el poder. El mundial de fútbol con la gran propaganda mediática - sobre todo Clarín y La Prensa - a nivel internacional que acompañaron la dictadura y convenientemente taparon las fallas a nivel económico social y la violación a los Derechos Humanos que ya había advertido la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (que llegará a la Argentina el año siguiente)
Emilio Eduardo Massera, ambicionando la presidencia, había empezado a competir con él y estaba por dejar su cargo por el contralmirante Armando Lambruschini. Luego de tres años en el poder de facto el dictador Videla será reemplazado por el general Viola el 29 de marzo de 1981, a causa de las tensiones en el seno de la cúpula militar, insatisfecha con la incapacidad de Videla para estabilizar la situación económica y la intranquilidad civil. 
HOMENAJE

El sábado 29 de julio de 1978, se inauguró en la Ribera el paseo ribereño que se bautizó “Combate Naval de Quilmes” en conmemoración del enfrentamiento naval más sangriento de la historia argentina, librado contra fuerzas imperiales del Brasil que tuvo lugar frente a las costas de Quilmes, entre el 29 y el 30 de julio de 1826, combate que tuvo al mando al Almirante Guillermo Brown con su nave capitana, la fragata "Veinticinco de Mayo"; como parte del homenaje, además, se descubrió un monumento donado por la Armada Nacional que constaba de un ancla, ubicada aproximadamente en el punto en el que, siguiendo en línea recta aguas adentro una distancia de 400 metros, se desarrolló el combate. [3] 
La inauguración de la alegoría tuvo como protagonistas al mismo Intendente, quien abrió el acto en presencia del comandante en jefe
de la Armada, el infame almirante Emilio E. Massera, que llegó a las 10:30 en helicóptero, del gobernador de la Provincia general Manuel Ibérico Saint Jean - de triste memoria -, del jefe del departamento Histórico Naval contralmirante Laurio Destefani y otras autoridades que protagonizaban la dictadura cívico-militar que había usurpado la República en 1976. Armando Lambruschini quien a pesar que estaba anunciado no asistió al acto. También estaba invitado el ex vicepresidente de facto Isaac Rojas quien tampoco asistió. [4] 
EL ANCLA 
El ancla traída de la ESMA y colocada allí por el carpintero naval don Tomás Diana a cargo del área de Obras Públicas de la Municipalidad, es del tipo Danforth, especial para fondos de arena,
lodo o fango. En la vara tiene las iniciales A.R.A. (Armada República Argentina) y en las “uñas”, el extremo de esos brazos que en términos náuticos llaman “mapa”, tienen dos curiosidades; en uno en el centro en sobre relieve una cruz svástica entre las palabras “RELIANCE”, dependencia de, en un extremo y en el otro una palabra de la que solo se distinguen las letras “… BCHOR…” y la otra uña la svástica en el centro, una palabra ininteligible en un extremo y en el otro extremo, “SUNDERLAND” (¿?). 
El Sunderland fue un barco pirata inglés de 1885, de casi 40 metros
de largo construido enteramente de madera, que hasta agosto del 2013, en que se hundió, se hallaba como nave de turismo en Cabo San Lucas, México. Pero este tipo de ancla, suponemos, no pudo por sus dimensiones pertenecer a esa nave. 
Sunderland es una ciudad en Tyne y Wear al noreste de Inglaterra, que incluso tiene un famoso equipo de fútbol con ese nombre fundado en 1879. También hay unos astilleros que llevan ese nombre Sunderland en South Dock, el mayor puerto de deportes náuticos de Londres.
La cruz svástica con el nombre inglés no tienen clara conexión, pero todo es posible. Dice en su página web la periodista Andrea Frade: [5]Contrasentido que sin embargo, podría halla explicaciones históricas precisas. En plena segunda guerra mundial, el régimen nazi lanzaba a las aguas del combate, embarcaciones camufladas, cuya misión, según indican algunos estudiosos consultados por este medio, era cañonear barcos de combate aliado, de los que solían llevarse elementos a los que grababan su insignia.  Sin poder asegurar que tal vez este sea el origen del ancla emplazada en la ribera local, podría ser esta la explicación a la convivencia de la simbología nazi con las palabras que luce grabadas en ingles…” 
De lo que no hay duda es que la svástica está relacionada con el nazismo, dado que por la forma no puede ser un ancla antigua, que permita suponer que tiene otro significado. 
CONEXIONES 
Para dilucidar el origen del ancla recurrimos a varias fuentes, finalmente nos recomendaron dirigirnos al Museo Naval de La Nación de la localidad de Tigre pues allí está toda la documentación
de la Armada Nacional. El museólogo Lic. Pablo Pereyra nos respondió que Indudablemente es un ancla de un buque de la armada activo entre fines de siglo XIX y siglo XX.” No puede “determinar a qué buque perteneció ni si existe documentación puntual de la donación efectuada. Por reglamento institucional de la Armada, el Museo Naval de Nación no tiene potestad para realizar donaciones.” Pero podemos suponer que si bien el Museo no puede hacer donaciones, el ancla puede haber llegado directamente de la ESMA o de otra dependencia de la Armada que en esos años pasaba por un período irregular en manos de Massera y sus esbirros. 
REFLEXIÓN FINAL 
¡Qué ironía que ese gigantesco hecho histórico argentino que
enaltece la figura del Almirante Guillermo Brown y de varios hombres que dejaron en las aguas del Plata sus vidas luchando por la dignidad nacional, tenga entre sus símbolos una supuesta cruz nazi; símbolo de la más cruenta opresión ¿Quizá porque, como la historia lo ha demostrado con creces, siempre hubo un sector de argentinos inclinados al pensamiento que subyace detrás de la svástica?
¿Cómo llegó esa ancla a Argentina? ¿Cómo llegó a adquirirla la Armada Nacional y traerla a Quilmes? son datos que continuaremos dilucidando.
NUEVOS APORTES
La historia no es patrimonio de los historiadores, se efectiviza, se incrementa con comentarios, aportes de aquellos que se interesan en su transcurrir.

Las preguntas antepuestas en el “Post Blogger” provocaron en Facebook a través de fotografías de “Pol Paz” en "Recuerdos quilmeños";  los siguientes argumentos que vale tener en cuenta para dilucidar definitivamente la historia del ancla de la Ribera, que, personalmente, considero que no deban quitarla de allí pues ya superó todo argumento 'ideo-político' y es un patrimonio local de un momentos histórico de 37 años atrás. 
No tiene nada que ver con el Acorazado Admiral Graf Spee, que se conoce por la batalla del Río de la Plata. Tres cruceros británicos lo atacaron y por los daños fue al puerto de Montevideo de donde tuvo que volver a zarpar por que ponía a Uruguay en riesgo de guerra. Lo terminaron hundiendo y el comandante del crucero, Hans Langsdorff así como la tripulación terminaron en Buenos Aire, Argentina, donde más tarde el comandante Hans langsdorff se quito la vida.
Estaba averiado y se metió en el Río de la Plata... pero tenía fecha límite para estar amarrado. Fuera del estuario lo estaban esperando unos cuantos barcos enemigos. Vencido el plazo, la tripulación quedó en el puerto, el capitán lo hizo navegar fuera del puerto y después lo hizo "volar" para que no quede en manos enemigas. Muchos de los tripulantes se quedaron a vivir en Argentina y en Uruguay.


Pierino Valmontone y Eduardo Alberto Iturre ¡Yo tenía la misma inquietud! Esto me llevó a investigar sobre este tema. ¿Sabían que hasta hubo mociones políticas para removerla? Aparte de argumentar que había sido donada por un gobierno de facto, aducían el "símbolo nazi" como una provocación adrede. Suerte que no se llegó a semejante burrada.


Esa cruz es pre-nazi. Antes del nazismo, y retratada de forma horizontal y no en diagonal, era un símbolo de ‘bienaventuranza’. El ancla es británica.
“La esvástica tiene una larga historia. Se usaba al menos 5.000 años antes de que Adolf Hitler diseñara la bandera nazi." "A principios del siglo XX, la esvástica se usaba mucho en Europa. Tenía numerosos significados. El más común era un símbolo de buena suerte y augurios." Por eso las forjaban en las anclas producidas hasta en Gran Bretaña.
Como dice en http://www.searlecanada.org/sunderland/sunderland212.html la svástica era la marca registrada de W.L. BYERS & Co Ltd.







Ancla fabricada por Byers, de Sunderland UK. http://www.searlecanada.org/sunderland/sunderland212.html
La esvástica es al revés, no es la ideada por Hitler, la de la imagen esta presente en diferentes culturas, la vasca, la budista, etc...



Antahkarana.
Miguel Angel Morelli Hace algo más de una década el periódico "Los Indios Kilmes", dirigido por Dardo Abbattista, publicó una muy interesante investigación sobre la historias de estas esvásticas.
Ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Esv%C3%A1stica/

Investigación y fotos: Chalo Agnelli 
Colaboración: Ana Aispurú y Néstor Monea 
Museo Naval de La Nación
NOTAS Y FUENTE

[1] Capdevila, Arturo. “El pensamiento vivo de San Martín” Pág. 47. Ed. Losada 3ª edición, Buenos Aires 1982.
[2] https://books.google.com.ar/
[3] El Ancla http://www.eldiariodequilmes.com.ar Dirección periodística: Andrea Frade  
[4] Diario “El Sol” de Quilmes: 28; 19; 30 y 31 de julio de 1978.
[5] Ibídem ant.

miércoles, 30 de diciembre de 2015

PRIMER LIBRO DE ACTAS DEL DEPARTAMENTO DE APLICACIÓN DE LA ESCUELA NORMAL DE QUILMES (COLABORACIÓN)

SOBRE EL FIN DEL CICLO LECTIVO
Publicado por Raquel Gail
Nuestro archivo dispone, afortunadamente, del Primer Libro de Actas del Departamento de Aplicación de la Escuela Normal de Quilmes en excelente estado de conservación. Este documento nos informa sobre el marco pedagógico y normativo del funcionamiento de la institución.
Hemos revisado las últimas actas de cada año (1912-1920) en busca de directivas bajo las cuales se daba por concluido el ciclo lectivo. Sin embargo casi no hay indicaciones al respecto. Por lo regular, las clases terminaban el 30 de noviembre, pero en varios años la última acta está fechada en octubre.
En 1912 la escuela comenzó a funcionar el 23 de octubre, por lo tanto las primeras reuniones sólo contienen instrucciones de carácter general relativas a la organización de las clases y deberes de los maestros.
En 1913 ya vemos una breve referencia en el Acta Nº 16, del 11 de noviembre (Folio 48), donde se lee: "Reunidos nuevamente el día 12 la señora Regente hizo las indicaciones necesarias para el informe final que debe presentar cada profesor de su grado respectivo."
Seguidamente, las Actas de 1914 terminan en agosto y luego hay un salto abrupto a febrero de 1915.  Las últimas dos reuniones de noviembre de 1915 están dedicadas al análisis de los programas confeccionados por la profesora de 4º grado, Srta. Gorleri. Pero en la anterior, fechada el  día 6 (Folio 141) se dan instrucciones destinadas al cierre del curso escolar; así también, se establecen normas para la consideración del desempeño de las alumnas practicantes: "El informe de los alumnos practicantes se harán [sic] considerando a la alumna practicante como factor moral y disciplinario y sólo se hará de aquellas niñas muy buenas y de las malas que por su mala preparación científica y por sus condiciones morales lo requieran. 
La Señora Regente entregó a los señores Profesores la copia de los cuadros estadísticos y son los que indico a continuación haciendo la siguiente indicación que en el cuatro [sic] estadístico pertinente al Aprovechamiento de la enseñanza debían indicarse el promedio de las clasificaciones de cada alumno en cada uno de los meses de modo de poderse dar cuenta del adelanto o atraso que ha sufrido el alumno en el ciclo escolar, que las clases públicas [*] tendrán lugar el día sábado 13 y lunes quince del mes. Se dictarán las clases en dichos días según el horario. Los cuadros estadísticos deberán estar en la Regencia lo mismo que los boletines el día sábado veinte para ser entregados á [sic] los alumnos el lunes 22 á [sic] la una de la tarde. Los registros se harán el mismo día 15 y los informes se presentarán el 30 de Noviembre."
El siguiente extracto corresponde al Acta Nº 19 y última del año 1916, de la reunión celebrada el 11 de octubre (Folios 189 y 190). Dice así: "El día 30 de noviembre, presentarán las profesoras a la Sra. Regente, un informe general del grado, indicando su estado en las distintas materias y condiciones en que van en cada una de las asigntauras, especialización de algún alumno en una de ellas y al pié [sic] del informe, la característica que pueda presentar algún niño estudiado intelectual (moral) y psicológicamente.
A la Sta. [sic] Subregente para la misma fecha, débensele entregar las planillas y resúmenes de deberes."

El Acta del 17 de octubre de 1918 (Folios 281 y 282) alude a la crítica de las Prácticas de 3er. y 4º años, comenta las colecciones de deberes e instruye sobre el orden de formación y recreos de los alumnos. Aquí es interesante tomar en cuenta que habla  de "planta alta y planta baja", lo cual nos da a entender que los cursos del Departamento de Aplicación funcionaban aún en la sede de la Escuela Nº 1, en la calle Rivadavia (dado que el edificio de Mitre es de una sola planta)
Las últimas actas del año 1919 no contienen ninguna alusión al fin de curso escolar.
[*] Sobre las clases públicas:
"Invitación general a los padres para presenciar las clases públicas de fin de curso. Es conveniente hacer programa de la fiesta y repartirlo entre los padres junto con la invitación de presenciarla siquiera parcialmente. El conocido objeto de esta fiesta reglamentaria es despertar y mantener vivo el interés del vecindario por la educación. Reuniones privadas con los padres de familia cada fin de mes, en las que se les da a conocer las conducta y aplicación de sus hijos". (Escuela de Niñas, Cerro Corá, 1908).
Fuentes
 Libro de Actas del Departamento de Aplicación, Archivo Histórico "Silvia Manuela Gorleri"
Jáuregui, Juan F. Pelusita. Libro de Lectura para Segundo Grado. Buenos Aires, Kapelusz, 1932. Cuarta Edición.
http://www.bnm.me.gov.ar/e-recursos/medar/historia_investigacion/archivos/doc_1/img/documento.pdf
 Publicado por Raquel Gail para Archivo Histórico de la Escuela Normal de Quilmes "Silvia Manuela Gorleri" el 12/24/2015 01:28:00 a. m.

EL CONTRABANDO EN LAS COSTAS DE QUILMES A COMIENZOS DEL SIGLO XVII POR DR. JOSÉ A. CRAVIOTTO


Este afán de EL QUILMERO de recuperar la microhistoria local, a sus historiadores y las obras que nos legaron, reproducimos esta investigación que hizo el Dr. José Alcides Craviotto [1] para la revista “Marina”, publicada por segunda vez en el diario “El Sol” el sábado 13 de mayo de 1944, hace 70 años. Es un trabajo que dilucida muchas confusiones sobre los diferentes derroteros que tomaban las embarcaciones en el Río de La Plata durante los siglos XVI y XVII. Y demuestra, a pesar de la escasez de oportunidades y medios de la época y la geografía, cómo ciertos propietarios llegaron a hacer notables fortunas. La obra de Craviotto, según aseveramos en otras notas, es gigantesca, lamentablemente, la mayor parte de ella fue publicada en diarios, revistas o apartados de publicaciones históricas de diferentes instituciones. [2] 
Tras varios días y largas horas nos atrevimos a realizar una transcripción no exacta al original pues encontramos errores tipográficos, deterioro del papel y datos que su autor da por sobreentendidos para la época y que hoy no son cercanos al común.
 (Chalo Agnelli)
EL CONTRABANDO EN LA COSTA A COMIENZOS DEL SIGLO XVII

Por Dr. José A. Craviotto

“Los hombres de la conquista y la colonización
deben ser juzgados de acuerdo a la época en que vivie­ron,
en lo que pensaban, sentían y obraban
de acuerdo a las necesida­des de entonces y no a las de hoy.”
PUERTO COLARES 
Durante la primera centuria de la ciudad de Buenos Aires, fundada por don Juan de Garay en 1580, su campaña se extendía prácticamente a lo largo de la costa del Río de la Plata, desde el Riachuelo hasta cerca de Punta Piedras, en el extremo norte de la ensenada de Samborombón corriendo hacia el interior con un ancho
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de pocas leguas. En la costa que indicamos - prescindiendo de aquella situada al norte de la ciudad -; se desarrolló activamente el contrabando, como consecuencia de la férrea política prohíbicionista de aquella época. 
En casi todo el siglo XVII permanecieron desconocidos los puertos de la ensenada de Barragán y el que determinaba la Atalaya en la Magdalena, por lo cual el lugar era cómodo para efectuar operaciones de carga y descarga en los buques que contrabandeaban; lo fue el antiguo puerto Colares, en la desembocadura del arroyo Conchitas, lejos de la vigilancia a que estaban sujetas - o debían estarlo - las embarcaciones que fondeaban en el surgidero frente a la ciudad de Buenos Aires. 
“SILVEREN WERELT"
 El 22 de julio de 1590, penetraba en las aguas del Río de la Plata el buque holandés “Silveren Werelt” (Mundo de Plata) Su piloto, Enrique Ottsen escribió una narración del viaje. De su relato, se
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hizo una publicación en la Biblioteca Oficial de Marina, de donde tomamos los datos que se darán a continuación. El buque holandés al navegar por el río, siguió una derrota distinta de la acostumbrada en aquella época y reconoció los bancos principales “cuya verdadera extensión y forma eran desconocidas por los españoles radicados en la Colonia”. Era general, a fines del siglo XVI, que los buques españoles siguieran en su navegación, la costa del Uruguay hasta cerca de la isla del San Ga­briel, poniendo luego proa a Buenos Aires, evitando así el Banco Inglés. Año después, "con el aumentó de calado de los buques - dice la publicación antes señalada - fue necesario explorar el estuario en busca de una línea de mayor pro­fundidad, eligiéndose una ruta, que con pocas variantes, es la actual.”

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Boungainville, en su obra “Viaje alrededor del mundo” (1766), inserta una carta del río con el derro­tero a seguir, que difiere poco del que conocemos ahora. [3] Explica el autor de la publicación que el buque holandés, luego de recalar en Punta Piedras, se recuesta sobre la actual costa argentina y la sigue, internándose en el Río de la Plata; determina un ba­jío que concuerda con la posición general del Banco Chico, que según cartas de principios del siglo XVIII, formaba parte integrante del Banco Ortiz, y concluye esta parte diciendo que el buque holandés siguió la línea de mayor fondo, que aún existe, entre el Banco Chico y la costa, lo que sorprendió a los españoles, quienes acostumbraban recostarse hacia la Banda Oriental.
El 29 navegamos al O.NO - escribió Ottsen - y varamos en un banco de arena, movediza a un cuar­to de legua de tierra y tres leguas al Sur de ‘Bonas Aeres’ (sic); desde allí para el Sur la tierra está cubierta de árboles”; continuaron al día si­guiente navegando en tres brazas y a legua y media de tierra y, des­pués de una legua de camino divi­saron la población de Buenos Aires, "que es un país sin árboles, llano y abierto, divisando también algunas casas”... 
El autor de la publicación (de la Biblioteca Oficial de Marina) expre­sa al respecto que, el diario de Ottsen, “nos habla de una derrota de entrada a Buenos Aires, de có­mo aparece éste a la distancia, e in­dica finalmente el fondeadero. Es un documento náutico en toda regla y la derrota que aconseja, cercana a la costa y a distancia deter­minada, no es otra que el canal de Punta Indio o Rada Exterior, al Oeste del Banco Chico”. 
PRIMEROS PROPIETARIOS 
La costa baja y cubierta de árboles, que se extendía de SE a NO, casi paralelamente a la de­rrota del buque holandés, en los años más inmediatos a la entrada de este buque al Río de la Plata, no tenía propietarios, excepto la parte comprendida entre el Ria­chuelo y un punto situado frente a la población de Wilde, que perte­necía al Adelantado Vera y Aragón, desde el año de la fundación de Buenos Aires.
El 24 de diciembre de 1635, el vecino de aquella ciudad, Gerónimo de Benavides, pidió y obtuvo merced del gobernador Pedro Esteban
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Dávila, de unas tierras en el “Pago de la Magdalena”. En su petición exponía que durante todo el tiem­po que había gobernado Francisco de Céspedes, antecesor de Dávila, “había rondado y vigilado la costa del Río de la Plata, hacia el S. E. del Riachuelo - la llamada entonces Banda del Sur - para descubrir los navíos que por este río entrasen” y dar aviso al gobernador. Y continuaba: “por tener V S. la misma satisfacción, me tiene encar­gado lo mismo, lo cual estoy conti­nuando con mucho trabajo de mi persona e hijos”. Decía después: “Por ser continuo el trabajo y por­que estoy pobre y no tengo más de una suerte de tierras en la barranca de este río, en el Pago de la Magdalena, y tengo dos hijas que remediar, [4] suplico a V. S. me haga merced, en nombre de S. M., de tres leguas de tierra de las sobras que caen en la barranca hasta el Río Grande,[5] que corren desde el puerto que llaman de Don Gaspar, hasta la estancia de don Antonio Gutiérrez Barragán, que es todo playa de este río, anegadizo, y tendrá de ancho por donde más, cuarto y medio de legua, desde la barranca, hasta topar con el Río Grande, por estar vacas [6] y despobladas, que en ello recibiré merced. (textual) El gobernador Dávila, con igual fecha, diciembre 24 de 1635, concedió a Benavides la merced de tierras que había solicitado. 
Tal extensión de tierras estaba comprendida en el bañado, en la parte que se extiende desde las ba­rrancas hasta la costa del río,
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entre dos puntos, situados: uno frente al ramal a Villa España del F. C. Sur (hoy Roca) y otro algo hacia el SE de la estación Villa Elisa del mismo ferrocarril; en la costa, su extensión estaba comprendida desde la actual Punta Lara hasta el accidente geográfico denominado hoy Punta Colorada, en la costa del partido de Quilmes, desembocadura del arroyo Conchitas. 
En planos antiguos, existentes en el Archivo de la Dirección de Geo­desia de la Provincia de Buenos Aires, el citado límite Norte de la merced hecha a Benavides, llegaba precisamente hasta, la desembocadu­ra del Conchitas, en el punto denominado Puerto Colares. En la carta náutica publicada por la Dirección Hidrográfica de Madrid en el año 1812, de acuerdo a los trabajos efectuados por el teniente de fragata Oyarvide se consigna también la llamada Punta Colares. De acuerdo a una información del Servicio Hidrográfico del Ministerio de Marina, "la actual Punta Colorada es la que antiguamente se llamaba de Colares, siendo sus coordenadas 34º 45’ 21’’; 58º 14’ 0’’.” 
PUERTO DE DON GASPAR 
Llama la atención la profundidad de las aguas en este punto; tanto en la carta de Oyarvide como en las actuales, se anotan profundidades mayores a corta distancia de la costa, que en otros
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puntos de la misma. En la “Carta del Río de la Plata, de Buenos Aires a Montevideo”, publicada por el Servicio Hidrográfico, 9ª edición de 1933, se anotan sondas de 17 y 20 pies, y la salida al fondo de 22 pies se hace sobre una mínima de 16 pies, rumbo NE partiendo de la citada Punta Colorada. Iguales datos se consignan en las planchetas 3928 a y 3928 b, edi­tadas por el Instituto Geográfico Militar. 
Vale decir que la vigía establecida por Benavides en años anterio­res al 1635 (Céspedes había comenzado su gobierno en 1624), controlaba la costa en un punto deno­minado '“puerto de don Gaspar”; que dicho "puerto” tenía aguas más profundas que todos los demás puntos de la costa conocidos en aquellos años, y que desde dicho “puerto” hasta el canal por el cual había navegado el “Silveren Werelt”, 36 años atrás, mediaba un corto trecho de aguas también profundas fácilmente navegables por los buques de porte mayor de aquellas época. 
LA ESCASEZ Y LAS VAQUERÍAS 
Los primeros años de la ciudad de Buenos Aires fueron penosos para sus pobladores, que no encontraban en aquellas fértiles tierras otros productos que los que proveían de una mísera caza y una difícil pesca. Coni, para el año 1585, calculó un rodeo vacuno de
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675 cabeza e indicó que en los años siguientes “son numerosos los docu­mentos que confirman la escasez del ganado vacuno en Buenos Aires, y su lento, aunque progresivo aumento”. 
El autor mencionado se refiere al rodeo de animales mansos. Dice más adelante: “debe tenerse en cuenta que al lado de ese rodeo manso debía existir otro alzado, que fue formándose desde el primer día de la fundación, con la huida constante de animales a la pampa y de cuya existencia sólo se dieron cuenta los pobladores muchos años después. Este rodeo cimarrón, que aumentaba mucho más rápidamente que el realengo, [7] por no sacar provecho de él, fue el que habría de constituir, andando el tiempo, las céle­bres vaquerías del Río de la Plata.” 
Durante dos siglos por lo menos, el rodeo cimarrón debió ser muy superior, en número al manso. 
MELCHOR MACIEL 
En 1608, vale decir, 28 años des­pués de la fundación de la ciudad, se, presentó al cabildo un interesado solicitando licencia para hacer matanza de ganado cimarrón. Era Melchor Maciel, futuro estanciero en la zona, del actual partido de Quilmes, y propietario de embarcaciones que llegaban con mercaderías hasta las costas atlánticas del sur del Brasil; la anotación correspondiente, en actas capitulares, constituye la primera mención que se conoce hoy sobre la existencia del vacuno cimarrón en cantidad apreciable. 
LA VAQUERÍA

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Pocos años después, de 1612 a 1620, el vacuno cimarrón se extiende lentamente por la pampa, estando ya próximo el momento en que aparecerá en cantidad tal que asombrará a los propios pobladores; así lo expresa Coni, quien agrega: "en 1621, el gobernador Diego de Góngora dice: ‘el vacuno (cimarrón) no es en tanta cantidad, aunque la hay para poder sustentarse mayor población que ésta, y sacarse cada año hasta ochenta mil cueros sin que haga falta, este (el ganado) resulta del doméstico que se ha alzado de la estancia poblada y se ha hecho cimarrón’...” Ya en esos años, las salidas a ‘vaquear’ que había iniciado Maciel en 1608, representaban un trabajo de varios días y muchos hombres, hasta avistar la hacienda, llevarla a recostar contra un monte, laguna o riacho, rodearla y trabajar hasta masacrarla, o disponer un arreo a otro destino. Llamose a esta faena establecer “vaquería”, donde se hacían, dice un autor: “las matanzas desordenadas, para la extracción del cuero y carne para las necesidades locales; y algo de cuero y carne que se exportaba a España, o entraba en la vía del contrabando”. Un dato de la situación de las estancias de los años inmediatos al 1635, muestra que muchas de ellas se encontraban en la zona paralela a la costa, desde el actual Quilmes hasta el río Samborombón y tanto más agrupadas - dentro de su corto número - en las tierras cercanas a la Atalaya, Ensenada de Barragán y en parte, Puerto Colares.
Las grandes necesidades de la primitiva Buenos Aires, en las décadas siguientes, el 1580, provocaron iniciativas tendientes, a lograr el tráfico de mercaderías y artículos de importación de imprescindible importancia, en trueque o en pago de los frutos de exportación de la tarea rural. Pero las iniciativas que no faltaron en repetidas oportunidades hallaron las trabas del prohíbicionismo de la época; algunas concesiones especiales y muchas violaciones de las leyes permitieron el desarrollo de un comercio incipiente, en el cual, los cueros desempeñaron un importante papel en la exportación. 
EL CONTRABANDO 
El contrabando nació, pues, como una necesidad destinada a permitir la exportación de frutos codiciados en Europa y la llegada a la Colonia, de artículos de imprescindi­ble necesidad: “los colonos Españoles del litoral atlántico - ha dicho un autor - entraban en tratos con portugueses, holandeses, franceses e ingleses, sin
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importarles que fue­sen piratas o bandidos, buscando siempre obtener mercaderías europeas baratas y dar salida a sus fru­tos”. 
En el contrabando quedaron complicados hasta varios gobernadores de Buenos Aires, pero pese a las leyes y a la vigilancia más o menos tolerante que ejercía, buques extranjeros: “abandonaban pasajeros en las costas, que luego se escondían en las chacras o en las mismas casas del poblado donde les proporcionaba caballos, alimen­tos, etc. El contrabando rompía todas las barreras. La vida misma lo imponía. Era una fuerza progresista en la estrechez y miseria del Buenos Aires colonial”. [8] 
Antes del descubrimiento de la Ensenada de Barragán como puerto de ultramar, en 1727, el único punto de la costa del Río de la Plata cu­ya profundidad - como hemos di­cho - permitía a los buques
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acercarse a ella a cortas distancias, era la zona que hemos indicado como de pasajeros en las costas que luego se llamó puerto Colares y, primitivamente, en 1635, puerto de Don Gaspar. Un singular antecedente que estimamos muy poco conocido, nos hace creer que el puerto Don Gaspar recibió su nombre del propietario de las tierras altas sobre la barranca casi frente al mismo punto, general Gaspar de Gaete. 
LOS IZARRA-GAETE 
Las tierras repartidas por Garay en 1580, al Sudeste del Riachuelo sobre la barranca, en la parte más próxima al antiguo Puerto Colares pertenecían a sus propietarios Pedro de Izarra, Antón Roverto y Alonso Gómez. Consta documentalmente que Izarra el 22 de julio de 1602, compró a su lindero Antón Roverto la estancia “que llaman del Corbatón” - agregamos que cada una de las
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propiedades entregadas por Garay para estancias, medían media legua de frente por la barranca, por legua y media de fondo hacia el SO rumbo verdadero, aunque en la práctica, no se conservaron los rumbos ni las medidas. 
Muerto Izarra en 1622, sus bienes, entre otros la estancia del Corbatón, [9] pasaron a ser propiedad de su hija Polonia, casada con el Ge­neral Gaspar de Gaete. [10] Cabría aquí suponer que el cita­do "puerto de don Gaspar” conocido como tal en los años en los cuales el contrabando hizo necesaria una vigilancia adecuada, servía de punto de embarque cómodo para los curso obtenidos en las vaquerías iniciadas pocos años antes y quizás, a los que provenían de la estancia del Corbatón, situada en sus inmediaciones. El puerto de don Gaspar, situado en un punto de fácil acceso, requirió en años anteriores al 1635, una guardia destinada a vigilar el paso de buques. Años después, la guardia continuaba y, por muchos años, fue un punto en donde la actividad ilícita del contrabando se ejerció con relativa frecuencia. 
CONCLUSIÓN 
Los hombres de la conquista y la colonización deben ser juzgados
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de acuerdo a la época en que vivie­ron, en lo que pensaban, sentían y obraban de acuerdo a las necesida­des de entonces y no a las de hoy. El contrabando de aquellos años de prohibiciones comerciales, estaba prohibido por las leyes, pero era tolerado por los gobernadores, admitido por los cabildos y favorecido por la población al advertir sus proficuos resultados. “Era un contrabando nacional que se llevaba a cabo a puerto abierto y velas desplegadas… y gracias al cual una sociedad incipiente vivía, trabajaba y progresaba.”

Dr. José Alcides Craviotto, de la Junta de Estudios Históricos de Quilmes
“El Sol”, sábado 13 de mayo de 1944
Compilación, transcripción, argumentación y compaginación Chalo Agnelli
Quilmes, 2014
BIBLIOGRAFÍA 
Artesano E. “Contenido social de la Revolución de Mayo”. Buenos Aires 1941, tomo 1.
Azarola Gil L. H. “Los Maciel en la historia del Plata”. Buenos Aires, 1940.

Coni E. A. “Agricultura, comercio e industrias coloniales”. Buenos Aires 1941. “Historia de las vaquerías de Río de la Plata”. Madrid. 1930.
Puiggros R. “De la Colonia a la Re­volución”. B. Aires, 1940
Savon M. (Tte. de navío) “Descu­brimientos y exploraciones en la costa sur, durante el siglo XVI”, tomo VIII de la Biblioteca del Ofi­cial de Marina, B. Aires, 1929.
Sors de Tricerri G. "El puerto de la Ensenada de Barragán”, La Pla­ta, 1933.
Trelles M. R. “Registro Estadís­tico de Buenos Aires, 1860”. Tomo I, B. Aires, 1861.
Craviotto J. A. y Barrera Nicholson O. “Algunos aspectos de la vida rural en el antiguo pago de la Magdalena”. “La Verdad”, Quilmes, julio 9/1943.
Archivo de la Dirección de Geo­desia de la Provincia de Buenos Aires
Biblioteca Oficial de Marina
Biblioteca Popula Pedro Goyena
Biblioteca Pública Municipal Domingo Faustino Sarmiento
Instituto Geográfico Militar 
FOTOS 
1.- Plano del puerto de la ensenada de Barragán, realizado a pedido del consulado de Buenos Aires por Pedro Cerviño y Juan de Indarte. 1789.
2.- Estuario del Río de La Plata con ambas costas, ya figura Quilmes. 1780
3.- Copia del Viaje alrededor del Mundo de Bougainville en el Museo Malvinas e Islas del Atlático Sur de Buenos Aires 
4.- Río de La Plata, Kitchin 1772. Están marcados los bancos de arena.
5.- Mapa de la Rivera del Plata en la América Meridional 1776. Publicado por pirmera vez en el diario El Sol, en noviembre de 1945, por Juan Carlos Buceta Basigalup; publicado por el sacerdote jesuita Chalevoix. Lleva la leyenda en francés: “Carte de la Riviere de la Plata dans l’ Amerique meridionale par Mr. Bellin Ingr. De la marine 1756” Ver en EL QUILMERO del jueves, 28 de enero de 2010, QUILMES EN UN MAPA DEL AÑO 1756 - JUAN CARLOS BUCETA BASIGALUP http://elquilmero.blogspot.com.ar/2010/01/quilmes-en-un-mapa-del-ano-1756-buceta.html/
6.- Plano copiado por el Dr. Craviotto en el Archivo de la Dirección de Geo­desia de la Provincia de Buenos Aires, donde figura la Cañada de Gaete.
7.- El Partido de Magdalena separado del resto del Pago de la Magdalena, Partido de Quilmes.
8.- "Arreando ganado" Óleo de Jorge Pizzanelli.
9.- Arroyo del Náutico.
10.- La Ribera, foto de Silvia Marmori de su libro "Fotos de la Ribera"
11.-  Idem ant.
12.- El Río de La Plata según el viaje de la 'Silveren Werelt'. En la publicación Craviotto coloca la imagen invertida a propósito.  
NOTAS

[1] Ver en EL QUILMERO del domingo, 24 de noviembre de 2013, DR. JOSE ALCIDES CRAVIOTTO - LAS PUERTAS DE NUESTRA HISTORIA http://elquilmero.blogspot.com.ar/2013/11/dr-jose-alcides-craviotto-las-puertas.html/ 

[2] Craviotto, María Cesira – Maier, Carlos Guillermo. “Dr. José A. Craviotto el historiador de Quilmes”. Bibl. Pública Municipal Domingo F. Sarmiento. Serie Bio-bibliográfica. Nº 1. Quilmes, 1966.

Ver en EL QUILMERO del miércoles, 15 de junio de 2011. “DOCUMENTOS HISTÓRICOS DEL DR. JOSÉ ALCIDES CRAVIOTTO” http://elquilmero.blogspot.com.ar/2011/06/documentos-de-investigacion-historica.html/ 

[3] Agregamos nosotros que en la “Delineación de la boca del Río de la Plata” por el capellán Juan Ramón, mapa publicado en el año 1863 ya se indican claramente dos rutas una que parte de Montevideo y corre paralela a la costa oriental hasta la Colonia actual y otra que cruza el río desde Montevideo hasta la costa argentina con rumbo aproximad S.SO y desde allí paralelamente a la costa, sigue el rumbo del “Silveren Werelt”. 

[4] Proveer de dote para casarlas convenientemente.


[5] Río de La Plata 
[6] Vacantes, sin propietario. 
[7] Esta palabra hace referencia a las tierras de propiedad del rey y por extensión se adjudica al ganado existente en esas tierras. 
[8] De esta manera también hacía entrar a los esclavos. 
[9] Ver en EL QUILMERO del sábado, 1 de noviembre de 2014, LOS GAETE Y LOS IZARRA - A LO LARGO Y MÁS ALLÁ DE LA HISTORIA QUILMEÑA http://elquilmero.blogspot.com.ar/2014/11/los-gaete-y-los-izarra-lo-largo-y-mas.html/ 
[10] Ver en EL QUILMERO del viernes, 3 de febrero de 2012, POLONIA IZARRA http://elquilmero.blogspot.com.ar/2012/02/polonia-izarra.html/