sábado, 28 de enero de 2012

LOS CORSOS Y EL CARNAVAL 1876 - 1940

   
Investigación Prof. Chalo Agnelli
Desde 1876 los corsos de carnaval se realizaban en la calle Rivadavia, en el tramo desde Brown hasta Sarmiento y alrededor de la plaza Mayor. La municipalidad actuaba directamente en la organización de estos festejos y reglaba el desarrollo de los mismos.
Transcurrían en los tres días establecidos desde la antigüedad: lunes, martes de carnaval y miércoles de ceniza. Luego se ampliaron al fin de semana anterior y el fin de semana posterior.
El 30 de enero de 1895, la Comisión de Fiestas, una entidad privada que estimulaba los encuentros sociales, integrada por: Roberto Clark, presidente, Luis Caparelli, vicepresidente y Rodolfo Labourt, secretario, solicitaron al municipio autorización para organizar un corso en la calle Mitre desde Rivadavia hasta 25 de Mayo, los días 24; 25 y 26 de febrero. Moción que fue rechazada por el intendente Bernardo Lassalle. Recordemos que esa arteria por esos años aún se llamaba calle del Comercio, pues era el centro comercial del pueblo.
Nota de Roberto Nadel Clark del 30 de enero de 1895, en su carácter de presidente de la Comisión de Fiestas, dirigida al intendente Bernardo Lassalle,  solicitando autorización para hacer un corso en la calle Mitre desde Rivadavia hasta 25 de Mayo los días domingo 24, lunes 25, martes 26 y el "entierro" (de Momo) el domingo 2 de marzo.
 La municipalidad por ordenanza del 1 de marzo de 1905 autorizó el juego de carnaval en el partido, así como la organización de corsos. En el artículo 2° dicha ordenanza establece. “Autorízase a la Intendencia para reglamentar el juego de carnaval y organización de corsos autorizados, como así mismo para establecer en la resolución reglamentaria penas pecuniarias o corporales que no exceden de $10.- en el primer concepto y 8 días de arresto en el segundo.”
Los vecinos de La Colonia plantearon realizar un corso en el barrio, sobre la calle 12 de Octubre, pero la municipalidad arguyó que sería una competencia negativa con el que ella auspiciaba y lo prohibió.
Pero la espontaneidad popular organizaba pequeñas murgas de niños y adolescentes en la zona, como la comparsa de los hijos de Santiago Valerga que alcanzó gran celebridad bajo el nombre “Los locos de la Colonia”. La integraban más de 200 vecinos, entre jóvenes y niños, y obtuvo varios premios en los concursos oficiales.
Finalmente gracias a la iniciativa de tres vecinos, lo señores Blanco, del Campo y Llense, se obtuvo el acuerdo de las autoridades y a partir de la década del 40, concretaron los corsos barriales sobre la calle 12 de Octubre. El éxito fue tal que durante varios años opacaron los de Rivadavia. Se hacían desde la calle Vicente López hasta Andrés Baranda y, un año, llegó a extenderse hasta Urquiza.
Dice el diario El Sol de 1944: “Un triunfo de la zona de Quilmes Oeste”: el Corso de 1943. ‘El Sol’ defendió su realización en la calle 12 de Octubre: "No podemos olvidar, en este número destinado a reseñar los grandes momentos de la vida de la calle 12 de Octubre, el triunfo que significó el éxito logrado por el corso realizado en 1943 sobre esa importante arteria. Contra la opinión de muchos, las fiestas se cumplieron ese año en Quilmes Oeste, logrando revivir el espíritu popular y sin que una sola nota discordante que empañara su brillo. Se demostró así hasta qué punto el entusiasmo y la cultura sabían marchar del brazo en esa simpática y popular barriada de nuestro Quilmes.”
Confeccionando máscaras
 
Eran muy concurridos. Gente de todo el vasto partido venía con sus disfraces, comparsas, carrozas y murgas. La numerosa documentación fotográfica da testimonio de esto.
La fiesta seguía en los bailes y concursos de disfraces de los clubes. Los del Club Alsina, eran los más prestigiosos, le seguían el 12 de Octubre, el Club Unión, a partir del año 1940 y luego el Tucumán, el 21 de Julio y el Villa Elsa.
Los juegos con agua se realizaban después de medianoche. De modo que los que no querían participar huían cual Cenicientas minutos antes. Se hacía un primer anuncio por parlantes, media hora antes de medianoche, que se repetía un cuarto de hora en segundo lugar y cinco minutos antes era la última advertencia. Los que tentaban al destino resolvían marcharse después del último aviso.
Había competencias de disfraces en las categorías niños y adultos. Cada club realizaba la suya y luego se definían el mejor disfraz del distrito. Del mismo modo se elegía la Reina del Carnaval. Los periódicos de la zona como "La Verdad", "El Plata", "El Sol", etc. mostraban los disfraces característicos en páginas enteras y a las afortunadas reinas.
Los premios eran productos donados por los comercios de la zona, alguna copa. Los había de alto costo como una radio o un corte de encaje hasta una canasta repleta de golosinas del almacén de los Gago.
Por supuesto que la prensa católica se hacía cruces por esas pecaminosas fiestas carnestolendas y así lo manifestaba en la revista “Vida Católica”; donde se invitaba a la comunidad a oraciones de desagravio, mientras los parlantes de todos los clubes, de las arterias comprendidas en los festejos, atronaban durante toda la semana.
Banda cómica tipo las actuales murgas uruguayas (El Plata).

1940. Las chicas se preparan para el corso (izq.  a der.) Nélida Ruesta (luego de Gesteira), Inés Ruesta (luego de Andragnez), Haydeé Yori Bazterrica (luego de Agnelli), Zulema Ruesta (luego de Pressón). Debajo la niña Nidia Pressón. (Foto archivo del autor)
Prof. Chalo Agnelli
de "La Colonia de Valerga - historia social del segundo barrio de Quilmes"
Ed. Tiempo Sur. Quilmes, 2011
Colaboración: Mora Camarero Deprati

viernes, 27 de enero de 2012

INSTITUTO SUPERIOR DE FORMACIÓN DOCENTE Nº 24 “BERNARDO HOUSSAY”

Reseñar la historia de esta Institución es imprescindible considerando que su surgimiento en el Distrito cobró la importancia que en 1912 tuvo la Escuela Normal, que este año cumple 100 años, es decir, la formación de educadores a un nivel de excelencia, con las debidas distancias del tiempo superador.
Hasta la década del 60´, los profesores que ejercían en las escuelas secundarias de Quilmes adquirían sus títulos en Institutos Nacionales, en las Universidades de La Plata o la de Buenos Aires; por ejemplo, los títulos del Instituto de Enseñanza Superior Nº 2 "Mariano Acosta" eran muy requeridos. 
En abril de 1967 se hace cargo del Ministerio de Educación (de la provincia de Buenos Aires) el profesor Alfredo Tagliabúe, quien convoca para la subsecretaría al Profesor Benicio Carlos Alberto Villarreal. […] El nivel de educación primario estaba bajo la dirección del profesor Ocon. Consideran que su gestión es positiva y lo confirman en el cargo. El nivel de educación secundario es numéricamente poco importante y no lo juzgan prioritario para la gestión. El nivel superior por su parte, resultaba clave pues era el encargado de la formación de recursos humanos para los otros niveles por lo que se proponen centralizar esfuerzos sobre él. Es convocado entonces para la organización de la Dirección de la Rama el Profesor Oscar Darío Guazzaroni, el que se hace cargo de la aún inexistente Dirección de Educación Superior (DES), en Junio de 1967[1]
Este nuevo diseño respondía a tres situaciones: “…Una importante expansión de la cobertura del nivel medio que generaba una objetiva necesidad de nuevos docentes; una política educativa provincial con claros objetivos de expandir y diversificar el nivel superior; la demanda realizada por una comunidad y un grupo de docentes secundarios de una salida educativa de tercer nivel.” [2]
COMIENZA EL  HOUSSAY
Siguiendo estos parámetros en 1968 un grupo de docentes de Bernal y Don Bosco concretaron un proyecto que venían pergeñando en salas de profesores y crearon el Instituto Superior de Formación Docente Nº 24. El primero en su tipo en la provincia de Buenos Aires y, por ende, en el distrito de Quilmes. 
El 29 de abril de 1968, el Instituto abrió sus puertas en el edificio de la escuela Nº 42 de Don Bosco. Se cursaban cuatro carreras de 5 años (el plan de cinco años sólo duró unos meses) Se dictaban los profesorados de Matemática, Ciencias Naturales, Físico - Química e Inglés. La provisión de elementos de trabajo era escasa, en su mayoría los costeaban los mismos docentes. El Ministerio de Educación enviaba mensualmente un exiguo cheque que con el tiempo fue espaciándose hasta desaparecer. Así se creo entre los docentes y alumnos una cooperadora para sustentar económicamente al establecimiento.
El radio de acceso de la matrícula fue enorme: Avellaneda, Berazategui, Florencio Varela y otras localidades cercanas.
Los que se distinguieron en la desmedida tarea inaugural, fueron el Dr. Faustino Beltrán, director fundador, José Fernández Martínez, Ernesto Delfino, Amalia Marvaldi, Adriana Del Barco, Cristina Ghiglione, Silvia Simonetti, Aurelio Pernas, Silvia Morales, Mirta Pla, Horacio Fasce, Atilio Gamerro, Esteban Camera, Livio Devicenti, Marta Frenkel, Élida Bussi, Vicente Cosentino, Luisa Rayze, Delia Vilas, Hugo Francisco Bauza [3], Jael Oropeza de Pérez, Federico May, Elba Martínez, Sonia Estela Durand, Marta Mac Donald y los auxiliares Elba Zarza y Ilario Vilches.
Esc. Nº 18
En 1970 el Prof. Beltrán fue reemplazado por el Prof. Burton Meis que debió renunciar en 1973, ocupando su cargo el Prof. Vicente Cosentino.
En 1977 la dirección fue asumida por Ernesto Delfino, profesor de filosofía. Durante su ejercicio el Instituto se trasladó a la escuela Nº 18 de la calle Avellaneda y Lavalle de Bernal, en horario vespertino.
En 1981, asumió la dirección el Prof. Aníbal Gordillo, notorio docente, artista y escritor.
El intendente Eduardo Vides acordando una solución edilicia para el Instituto con el profesor Gordillo (de lentes), delegados estudiantiles y otros docentes del establecimiento
EL EDIFICIO PROPIO
En 1983, la cantidad de alumnos superaba las instalaciones de la escuela Nº 18, que resultaban insuficientes. Lejana la posibilidad de obtener un edificio propio se resolvió solicitar aulas en la escuela más cercana. Se hicieron reclamos, marchas y cese de jornadas. Así se obtuvo en 1984, después de un encontronazo con la Universidad Católica de la Plata que usufructuaba como sede en Bernal la escuela pública Nº 6, los espacios de esa institución donde se dictaron, a partir de 1985, los cursos correspondientes a las carreras del magisterio y el profesorado de inglés. 
Fue de gran apoyo la interacción del por ese entonces intendente de Quilmes, Dr. Eduardo Vides.
Jubilado en 1986, el Prof. Gordillo fue sustituido en el cargo por el Prof. Camilo Díaz Aguerre quien durante los últimos años de su gestión le tocó coordinar el traslado a la sede definitiva en las antiguas instalaciones de la vieja fábrica Fabril Financiera de Bernal, de principios de siglo XX, sobre las calles Sáenz Peña y O´Gorman, hoy Cramer bis. Parte de la misma ya había sido ocupada por la Universidad Nacional de Quilmes.
En 1989 fue designada secretaria de la Institución la docente Silvia Simonetti, que había ingresado con los pioneros, el 29 de abril de 1968, y tras 41 años de fervorosa labor en el establecimiento se retiró en el año 2009, la última en tiempo de permanencia de entre aquellos primeros fundadores; su trayectoria descolló por su profesionalismo y compromiso.

Esc. Nº 6
El profesor Díaz Aguerre se retiró de la institución en 2010. 
Hoy el Instituto Superior del profesorado “Bernardo Houssey”, tiene un impecable edificio propio donde se dictan todas las carreras del profesorado. Entre sus muchos docentes hay nombres referentes, como: Adriana Amadei, Ana Heredia de Iturregui, Mirta Andrada, Juan J. Andrade, Víctor Andreoli, Horacio Belinco, Graciela Bellorifondo, Claudia Boschiglia, Zulema Bruno, Norberto Cabezas, Mabel Castagnini, Zunilda Costas, Ampelio Dalla Vía, Raúl Fernández, Matilde Ferraro, Mirta Ferro, Juana Fregosi, Raquel Gail, María Albina García, Graciela Grado, Consuelo Gorría, Vicente Ierullo, Angélica Lacunza, Ana Lagarde, Susana Lagger, Elvira Lamanna, Ángela Mangiola, María Rosa Maríani, Nicolas Marinkev, Dora Mascaró, Carlos Matteucci, Carlos Melone, Roberto Prefumo, Rosario Ordóñez, Walter Ormazábal, Eithel Orbit Negri, Celia Pardo, Pedro Pauni, Matilde Robustelli, Juan José Rossi, Marían Salaberry, Rosario Senone, Ana María Steiman, Susana Sorokin, Nilza Spinelli, Dalmiro Suárez, María Cristina Tabeni, Leopoldo Varela, Lidia Zangara, Eugenio Gosatti, Alejandra Deriard, Elisa Scarinci, Mónica Martino, Alicia Da Val, Fernando Agnelli…
La Institución sigue creciendo en un ámbito más apropiado para sus objetivos sobre el Pasaje Crámer bis (ex O´Gorman) Nº 923.
Compilación Prof. Chalo Agnelli
de "Maestros y Escuelas de Quilmes" 2º edición.
BIBLIOGRAFÍA
Cuadernillo elaborado por profesores y alumnos para el 25º aniversario de la Institución.
NOTAS


[1] Documento de Serra, Juan Carlos. “Formación de profesores para la enseñanza media en la Pcia. de Bs. As. Un estudio de sus orígenes.” Mayo de 1997. Pag. 55 y siguiente.
Para una mayor concepción de la época vale recordar que después del 28 de junio de 1966 las fuerzas armadas destituyeron al presidente constitucional Dr. Arturo Illia y se pone al frente de la dictadura al general Onganía (que pretendía permanecer en el gobierno 43 años, según sus palabras) Si bien durante su gobierno desarrolló la teoría de reparar primero en lo económico por sobre lo social y lo político, le dio a la cultura y a la educación un carácter nacionalista católico. Puso al frente del Ministerio de Cultura y Educación a José María Astigueta, representante del sector privado confesional más conservador que promovió la ley orgánica de Educación Nº 994/68 fundamentada en los principios de la tradición occidental y cristiana. Era gobernador de facto en al provincia  de Buenos Aires, Francisco Imaz que puso en el ministerio de educación al Prof. Alfredo Tagliabué. En la Dirección de la Rama Primaria permaneció Jorge Ocon y el Prof. Oscar D. Guazzaroni se hizo cargo de la Rama Superior. Todos con la misma orientación que imponía el gobierno de la dictadura. Comienza aquí la sistemática destrucción de la educación pública que llega a su máxima devastación con la ley  Federal de Educación Nº 24.195/93. Ver: “Dictaduras y utopías en la historia reciente de la educación argentina (1955-1983)”de Martha Amuchástegui y Adriana Puiggrós Pp. 53 a 52.
[2] Id. Ant. Pág. 89
[3] Hugo Francisco Bauzá, profesor en la Universidad de Buenos Aires. Especialista en la figura de Virgilio y la literatura clásica; autor de numerosos trabajos, entre los que destacan: "El imaginario clásico: edad de oro, utopía y Arcadia" (1993), "Voces y visiones. Poesía y representación en el mundo antiguo" (1997), "El mito del héroe. Morfología y semántica de la figura heroica" (1998) y "Qué es un mito. Una aproximación a la mitología clásica" (2005)."Virgilio y su tiempo" (historia) Ed. Akal - Colección Universitaria (2008)
 

martes, 24 de enero de 2012

LA JOHNSON ACERO - LAS INDUSTRIAS PERDIDAS


Colaboración Guillermo Ñañez

Comenzando la década del 60´ el extraordinario campo industrial que tenía Quilmes, el más importante de la zona sur, comenzó a ser socavado, paulatinamente, sin pudor y sin vergüenza por las sucesivas dictaduras de militares cipayos y las democracias neoliberales que tuvimos. Sólo basta girar la cabeza y seguramente cualquier quilmeño podrá decir, “allí había una fábrica”: Platex, Intela, Fabril Financiera, Citatti.
Nos cuenta el profesor Guillermo Ñañez: [1]En Avda. Calchaquí casi Rodolfo López se encontraba la Johnson Acero que cerró con el nefasto neoliberalismo de los noventa. La torre de dicha fábrica la realizó Neftalí Ñáñez...un viejo anarco... albañil… que sabía como trabar esos ladrillos. Luego instalaron la firma mayorista “Amigazo” y últimamente la multinacional Easy que derribó esa hermosa construcción, para hacer un...galpón!!! Hoy abandonado!!!"
UN POCO DE HISTORIA
La JOHNSON ACERO S.A. una multinacional sueca, dedicada a la fabricación de piletas y mesadas de acero inoxidable se instaló en la Argentina en 1948. Las sucesivas crisis económicas que se fueron dando a partir de 1960 con la apertura de los mercados extranjeros obligaron a bajar el nivel de producción.
En 1985 el paquete accionario lo adquirió una empresa similar propiedad de Leopoldo Senger y Antonio Caramagna de Entre Ríos. En 90 días se trasladó toda la fábrica de Quilmes a la ciudad de Paraná, perdiendo la localidad una importante fuente de trabajo.
40.000 m2 cubiertos de planta industrial en Paraná, Provincia de Entre Ríos

[1] Guillermo Ñañez es Director de Derechos Humanos de la Municipalidad de Florencio Varela y profesor en Historia en la Cárcel de Varela, el CENS 452 y en el ISFD Nº 50

LOS OTAMENDI EN QUILMES II - SEGUNDA RAMA FAMILIAR

Compilación e investigación Prof. Chalo Agnelli
De don Luis E. Otamendi “Una familia de arraigo en Quilmes”
 
Del árbol genealógico de los Otamendi, Juan Eusebio y su hermano José Martiniano fueron las dos ramas que dieron extensa y profusa descendencia a Quilmes y la zona sur de la Provincia de Buenos Aires. 
[3] JUAN EUSEBIO OTAMENDI Y VIDELA. 
Hijo de Juan Bautista y hermano de José Martiniano. Se casó con María Dominga Pereyra Aramburu hermana de Juana Francisca esposa de José Martiniano. Por esos años los casamiento entre primos y parientes eran muy comunes, debido, en primer lugar a que la población era reducida, segundo porque se establecían redes familiares que evitaban la dispersión de las fortunas, además en ese entonces muchas familias vivían en poblaciones distantes, a lo que se sumaba que los caminos o no existían o eran precarios de modo que los parientes se veían en acontecimientos extraordinarios como casamientos, bautizos o aniversarios.
Según el Registro Oficial del Gobierno de Buenos Aires (Nº 3, Libro 10, 9.9), Juan Eusebio fue nombrado en 1831, al frente de la Comisión de Reparto de Solares junto con propietarios del pueblo don José María Dupuy (degollado por la mazorca en 1842) y don Pedro Tobal. 

Un solar era un cuarto de manzana que tenían 100 varas de lado, o sea 86,9 m. Los beneficiados debían cercar la propiedad con que los beneficiaban, levantar vivienda y cavar pozo de agua. Caso contrario perdían esa merced.
En 1839, como presidente de dicha comisión Juan Eusebio elevó un informe al Departamento Topográfico de Buenos Aires denunciando que muchos de los favorecidos con lotes en el pueblo de Quilmes o chacras no cumplían con los requisitos preestablecidos. De este modo se anularon las concesiones y se reiteró el reparto de tierras a particulares más responsables.
El 8 de enero d 1839, la “Gaceta Mercantil” anuncia que algunos vecinos de Quilmes formaron una comisión para reunir fondos y pagar con ellos el sueldo al maestro, suspendido tras el decreto del gobernador don Juan Manuel de Rosas, del 27 de abril del año anterior. Juan Eusebio y José Martiniano estaban en esa comisión.
Juan Eusebio y su esposa María Dominga tuvieron 10 hijos nacidos en Quilmes. 1.- Dalmiro, muerto en al batalla de San Gregorio en 1853; 2.- Augusto Felipe, casado con Dolores Nadal; 3.- Máxima del Carmen (n. 1833), casada con José María Valentín de la Santísima Trinidad Rubio de Velasco Molina (n.1819 m. 1904);  4.- Juan Eusebio Victoriano, casado con María Luisa Letamendi; 5.- Fabio Agustín, (n. 1836 m. 1886), desposó sucesivamente a las hermanas Ana María (1840-1877) y Enriqueta Fowley Rubio, uniéndose luego con Mónica Jáuregui; 6.- Román José, casado con Josefa Migoya García; 7.- María Ana Elvira, casada con su primo Mariano Martiniano Otamendi; 8.-  María Dominga del Carmen (1836-?), casada con el coronel Julio Campos López Camelo (n. 1/7/1834, m. 26/7/1890); [1] otros dos hijos fallecieron en la infancia.
Juan Eusebio falleció en Buenos Aires el 26 de noviembre de 1851 a los 50 años. María Dominga, su esposa, después de Caseros, estableció su domicilio definitivo en Quilmes, alcanzando la dimensión de una de las primeras matronas locales. En ocasión de la epidemia de cólera - que brotó el 2 de abril de 1867 y cesa en febrero de 1968 -, tuvo una actitud altruista liderando la Comisión Humanitaria creada por el Dr. José Antonio Wilde para luchar contra el flagelo. El 26 de noviembre murió víctima de la enfermedad como también doña Claudia Campana de Kier, joven mujer de renombrada belleza, esposa del jurisconsulto Sabiniano Kier que poseía una hermosa casa quinta en la calle Libertad hasta Cevallos, entre Alem y Garibaldi.

 [3.2] AUGUSTO FELIPE OTAMENDI. 
Nació en Buenos Aires el 23 de agosto de 1832. Fueron sus padres Juan Eusebio Otamendi y María Dominga del Carmen Pereyra.
Augusto estudió en la Academia Porteña Federal, dirigida por el maestro Florentino García.
Cuando terminó sus estudios acompañaba a su padre en los trabajos rurales en campos que tenía en Balcarce, “La Ballenera”, en Tandil y en la zona de chacras en Quilmes (Av. La Plata, R. López, M. Rodríguez y Rep. Del Líbano), en copropiedad con dos de sus hermanos.
La temprana muerte de su padre en 1851 y la de su hermano mayor en 1853, lo ponen al frente de la empresa agroganadera que fue flaqueando poco a poco, hasta que se deshace totalmente en 1857, de modo que a los 24 años debe afrontar el sostenimiento de su madre, de sus ocho hermanos menores y de su esposa Dolores Nadal y Granada (1832 – m.12 de noviembre de 1909), con quien se casó en San Isidro el 3 de julio de 1857.
Inmediatamente, Augusto Felipe, con toda su familia, se radica en Quilmes para reducir gastos y estar cerca de sus propiedades.
En 1857 había sido Juez de Paz sustituto en la parroquia de Monserrat. Al año siguiente, ya en Quilmes, adquiere una chacra en la cañada de Gaete y en 1959 compra en remate público tierras fiscales para ampliarla. En 1963 por invitación de Andrés Baranda forma parte de la comisión pro nuevo templo.
Participa activamente en la vida política del pueblo. El 30 de octubre de 1864 integró el primer lugar en la terna para Juez de Paz correspondiente al año siguiente - en segundo término estaba Baranda y tercero Daniel Rosende, hijo del primer maestro que tuvo Quilmes -.  En 1865 forma parte de la corporación municipal junto con el Dr. Sabiniano Kier y Alejandro Lassalle, ocupándose de puentes y caminos. En el mes de marzo de ese mismo año propone sanear mediante desagote la cañada de Gaete construyendo un canal hacia el arroyo Santo Domingo, convirtiendo ese pantano en tierras de labranza (¡Cuántas inundaciones se hubieran evitado los solaneneses de concretarse esta obra!) Ya el Dr. Wilde había presentado una idea similar, que proponía abrir un canal desde la Cañada hasta la orilla del Río de la Plata.
En 1866 fue Juez de Paz y Presidente del municipio y reelecto para el ejercicio anual siguiente. En este período concluye las obras de reconstrucción de la iglesia parroquial, con la dirección de Santiago Laurnaga y los ladrillos de los hornos de Celestino Risso (que tenía en el actual barrio de La Colonia) Además concreta una obra de vital importancia para el pequeño pueblo que crecía a la vera de un río al que no podía acceder sin correr el riesgo de hundirse en algún bañado o ser atacado por víboras y otras alimañas que traían los camalotes desde el Paraná; hace abrir el camino a La Ribera. La actual avenida Augusto Otamendi. A falta de mano de obra los trabajos los hacen peones de su chacra y para costear los gastos crea un impuesto por los animales que sus dueños llevaban a apacentar en el bañado municipal.
 Si se piensa lo que significó La Ribera en la historia quilmeña durante 100 años: la rambla con la pantalla de cine, las piletas, los recreos, el tranvía a caballos de Yonguer, a partir de 1873 y el de los Fiorito luego, el Pejerrey Club, el Náutico, la confitería y restaurante Bristol, el boulevard de la Av. Cervantes, los sauces... Todo resultante de esa senda que Augusto Otamendi supo abrir.
Pero eso no fue todo, en pos de un mejor desplazamiento por las calles del pueblo, dio un plazo de cuatro meses a los dueños de solares para que construyan veredas de ladrillos y coloquen cercos que limiten los terrenos.
Durante su gestión se consideró la necesidad de comprar una chacra, propiedad de Juan Clark (en el sitio donde hoy se halla) para instalar el cementerio, pues el existente en la Barranca, estaba colmado. Se terminó el puente sobre el arroyo La Piedras que unió Quilmes con Monte Chingolo.
En el primer semestre de su gestión los gastos eran de $ 109.997, pero en el segundo semestre dio un superavit de $ 149.788, concluyendo su mandato con un saldo acreedor de $ 137.559.
Dice el historiador Luis Otamendi en su historia familiar: [2] “Administró la cosa pública como si fueran sus bienes propios, haciendo economías en lo superfluo, e invirtiendo en obras necesarias para el bien de la comunidad; como Juez de Paz su labor fue intensa, tanto como no había memoria que lo fuera antes en ninguna otra administración, tuvo iniciativas audaces, raro en aquellos tiempos, tratándose de hombres fuertemente apegados a la rutina, en que parecían anquilosados, se sorprendían ante las resoluciones drásticas que Don Augusto Otamendi emanaba con justeza y rectitud.”
En 1867 su hermano Fabio Agustín fue electo juez de paz y presidente municipal del nuevo partido de Lobería (ya lo había sido su tío José Martiniano antes que separaran a Lobería de Balcarce y Mar Chiquita) Allí, don Augusto adquiere una estancia próxima a las de su primo Fernando Julián. Y alterna los trabajos del campo con la militancia dentro del partido que contaba con más adherentes en Quilmes, el Autonomista, liderado por Andrés Baranda y acompañado por los Risso, Udaeta, Amoedo, Matienzo, Ithuralde.
Escribió de don Augusto, José Andrés López: “No era don Augusto Otamendi un admirador de don Andrés Baranda, porque no era inferior a este en fortuna, y para su fuero interno se creía superior en muchas cosas. Profesor en artes manuales y con nociones generales en otros conocimientos; era su propio carpintero, su herrero, su talabartero, mayordomo de su estancia y chacras, médico y abogado de sí mismo y también de los otros.”
Augusto y Dolores Nadal tuvieron 8 hijos varones: 1.- José Augusto Inocencio que luego sería intendente y se casó con María Luisa Pereyra, prima segunda; 2.- Juan Eduardo, casado con Elena Campero; 3.- Pedro Ricardo, casado con Julia Pereyra, hermana de María Luisa; 4.- Samuel Florencio, casado con María Villafañe; 5.- Luis Octavio casado con Ana Clementina Nadal, su prima (padres del historiador don Luis Eduardo Otamendi. Ver
en este blog "LUIS EDUARDO OTAMENDI - LA TRADICIÓN Y EL ARTE", nota del domingo 13 de noviembre de 2011); Dalmiro, Arturo y Horacio, fallecidos en la juventud.
Retirado de la cosa pública se afincó en Buenos Aires en un casa de la calle Salta, pero los veranos los transcurría en Quilmes. También volvía algunos fines de semana o cuando lo convocaban acontecimientos familiares y sociales. Murió en su casa porteña el 26 de junio de 1888, a los 56 años.
 
[3.2.1] AUGUSTO JOSÉ INOCENCIO OTAMENDI NADAL (o José Augusto)
 Hijo del anterior, nació en Buenos Aires el 28 de diciembre de 1859. Sus estudios primarios los hizo en la escuelita que don Bernabé Giles, cuñado de Andrés Baranda, tenía en la esquina SE de Sarmiento y Alsina, donde también más adelante funcionó el comité de la Unión Cívica Radical. En 1877 se graduó de perito mercantil en la Capital. Siguiendo la vocación que heredaba de su familia se dedicó a las tareas rurales. Fue miembro de la Sociedad Rural Argentina.
Integró el alsinismo y tuvo una actuación trascendente en la Unión Cívica. Combatió desde esa agrupación el gobierno de Juárez Celman hasta su derrocamiento. Se abstuvo en la política de acuerdo que propuso el Dr. Mariano de Gainza de modo que en una reunión de correligionarios que coincidían en desaprobar el acuerdo entre Mitre y Roca y que se realizó en su domicilio de la calle Paz 430 se resolvió convocar a una asamblea para elegir una Comisión directiva de la que fue electo presidente quedando, en 1892, constituida en Quilmes la Unión Cívica Radical con local en Alsina y Paz. Ese año fue electo intendente, recibiendo el mando de Fernando Julián Otamendi, primo de su padre, que también ocupó el cargo ejecutivo en el Partido de Quilmes.
Terminado el período formó parte del HCD en 1893 y 1894. Luego fue diputando provincial por varios períodos. En 1897 fue cofundador del periódico “La República” con Pedro Diez Gómez.
En su libro genealógico sobre esta familia, don Luis Otamendi da la sucesión precisa de hechos que se desarrollaron en la política quilmeña de esta época de fines del siglo XIX y principios de XX.
En 1917 el presidente Yrigoyen  decreta la intervención de la provincia de Buenos Aires y José Augusto designado por el interventor Dr. Cantilo, vuelve a ocupar el ejecutivo como comisionado desde el 31 de julio de 1917 hasta el 30 de abril de 1918.
En 1920  volvió a la intendencia hasta el 9 de abril en que pasó a integrar por decreto del Poder Ejecutivo la Alta Comisión Financiera Internacional de la República Argentina. En marzo de ese mismo año fue diputado nacional.

 Integró comisiones en el Tiró Federal de Quilmes, el Club Social; fue cofundador del Hospital de Quilmes y del Banco Popular. Fue extraordinario el desarrolló de las actividades sociales, culturales y deportivas que realizó en Quilmes, acompañado siempre por su esposa María Luisa Pereyra y López Camelo con quien tuvo 6 hijos: Matilde Ambrosia, Augusto Luis, María Celia, María Luisa, Arturo y Susana Acacia.
Augusto José Otamendi falleció en Buenos Aires el 31 de mayo de 1929. Sus restos yacen en una bóveda familiar en la necrópolis de Ezpeleta. Una calle de Quilmes Oeste lleva su nombre.

 MATILDE AMBROSIA OTAMENDI DE SORIA
Matilde Ambrosia, la mayor de los hijos de José Augusto Otamendi, fue tenaz colaboradora de la Sociedad de Beneficencia que creó el Hospital de Quilmes y seguidora de la obra del Dr. Isidoro Iriarte, tanto en lo práctico, ocupando más de una vez la función de enfermera, como del economato; hizo donativos personales y organizó exitosos eventos con fines benéficos. José Goldar en su libro “Historia de la Sociedad Hospital de Quilmes ‘Dr. Isidoro G. Iriarte’ desde 1919 hasta 1972” le dedica un enjundioso párrafo. [3] Falleció el 10 de enero de 1948, sus restos yacen en la bóveda familiar. Dice la placa que las fuerzas vivas locales colocaron en su memoria: “Homenaje de todos los que de cerca o lejos, espiritual o materialmente fueron alcanzados por los beneficios de vuestro espíritu exquisito e ingénita bondad, síntesis de una vida dedicada al amor, a Dios y al prójimo”.
JUAN EDUARDO OTAMENDI NADAL 
Hermano de José Augusto, fue el segundo de los ocho varones que engendraron don Augusto Felipe y doña Dolores Nadal, nació en Buenos Aires en 1861. Hizo estudios de ingeniería, ejerció la docencia y también incursionó en la política. Fue diputado de la provincia de Buenos Aires por Quilmes. Llegó al rectorado del Colegio Nacional de Buenos Aires desde 1911 hasta 1915 y en 1918 fue electo presidente del Consejo Escolar de Quilmes. Estaba casado con Elena Campero de familia de largo arraigo en Quilmes desde fines del siglo XVIII.
Juan Eduardo falleció en 1922, durante el ejercicio de esas funciones dejando una tarea fecunda y trascendente, sobre todo para las escuelas rurales del extenso partido. Una calle de Bernal lleva su nombre.
 
PEDRO RICARDO OTAMENDI NADAL 
Pedro Ricardo nació en Buenos Aires el 27 de abril de 1864. Al igual que su padre y sus hermanos ocupó la función legislativa como senador provincial (29 - 4 -1922 / 7-7-1926) Estaba casado con Julia Pereyra. Falleció el 7 de julio de 1926.

Compilación Chalo Agnelli
BIBLIOGRAFÍA
Agnelli, Chalo, “Migraciones – Cuatro colectividades quilmeñas – Cinco familias para una historia social”. Ed. Jarmat. Quilmes. 2006.
Cutolo, Vicente. “Nuevo Diccionario Biográfico Argentino”. Ed Elche. Buenos Aires, 1978.
Otamendi, Luis. “Una familia de arraigo en Quilmes” Ed. de la Municipalidad de Quilmes. Biblioteca Domingo Faustino Sarmiento. Quilmes, 1966.
Santillán, Diego A. de. “Gran Enciclopedia Argentina” Tomo VI EDIAR, Buenos Aires, 1960.

NOTAS
1 Muerto en la Revolución del Parque en 1890 junto con el médico y plástico quilmeño Julio Fernández Villanueva.
2 Ver en bibliografía general del blog, de Otamendi, L. “Una familia de arraigo en Quilmes”
3 Pág.157. Editado por la Biblioteca Municipal D.F.Sarmiento. Nº 9 de la serie archivos y fuentes de documentación. Imprenta López, Solano 6/7/79

jueves, 19 de enero de 2012

LOS OTAMENDI DE QUILMES I - ORÍGENES Y PRIMERA RAMA FAMILIAR

Compilación e investigación Prof. Chalo Agnelli
De don Luis E. Otamendi “Una familia de arraigo en Quilmes”

El 13 de agosto de 1965 don Luis Eduardo Otamendi invitado por la Comisión de Cultura de la Municipalidad de Quilmes y la Filial Quilmes del Instituto Sarmiento de Sociología e Historia, brindó en la Biblioteca Pública Municipal “Domingo Faustino Sarmiento” una conferencia titulada “Una familia de arraigo en Quilmes” que al año siguiente fue publicada en la Serie Medallones Biográficos que dirigía el Prof. Carlos G. Maier, director de la Biblioteca.
Este libro presenta la saga de los Otamendi en la Historia Nacional y en la del Partido de Quilmes. Don Luis Otamendi realizó una aguda indagación y acopió documental que volcó en un árbol genealógico con cientos y cientos de nombres. [1]
Este es un extracto de ese trabajo genealógico tomando únicamente las personalidades de esta familia que mayor significación tuvieron para el partido de Quilmes.

NOMENCLATURAS
Algunos topónimos tienen su origen en apellidos o nombres propios de personas. Cuando se dice ‘Otamendi’ varias pueden ser las referencias aludidas: 1º “Comandante Nicanor Otamendi”, localidad de la provincia de Buenos Aires; 2º “Estación Comandante Nicanor Otamendi”, situada en la misma localidad; 3º “Reserva Natural Otamendi”, área protegida de flora y fauna próxima a la ciudad de Campana, provincia de Buenos Aires; 4º “Estación Ingeniero Otamendi”, del Ferrocarril Mitre, cercana a la reserva anterior; 5º una referencia más actual es la del futbolista Nicolás Otamendi, del club Vélez Sarsfield, que todavía no es referencia geográfica, pero el fútbol tiene tanta incidencia social que podría serlo.
Y en el partido de Quilmes tres arterias llevan el nombre de personalidades con ese apellido; la “Avda. Augusto Otamendi”, camino a la Ribera; “Ing. Juan Eduardo Otamendi”, precisamente en Bernal, un pasaje junto a las vías que comienza en Lamadrid y concluye en la calle Boedo, apenas tres cuadras y “Fernando Otamendi” (c. 390) en San Francisco Solano a cuatro cuadras de la Avda. Mosconi, calle que nace en Lamadrid y termina en Lafinur.
Esta genealogía, en la Argentina y el Uruguay, de una manera u otra, están vinculados, ya que su fundador en el suelo nacional constituyó extensa descendencia. [2]
Las redes de familia son un documento historiográfico indispensable para construir la historia social de una comunidad con todas sus características culturales, económicas, políticas.

JUAN BAUTISTA DE OTAMENDI Y GOYCOECHEA – EL FUNDADOR - DE EUSKADI AL RÍO DE LA PLATA
En 1790 varios fueron los vascos que llegaron al Río de la Plata. Desde don Juan de Garay, fundador de Buenos Aires, los euskal herritarrak desempeñaron importantes roles en la conquista, colonización y desarrollo de la Gobernación primero; luego, a partir de 1776, del Virreynato; durante el siglo XIX en las Provincias Unidas del Río de la Plata y hoy de nuestra Argentina.
De todo el Euskadi y de Navarra arribaron a fines del siglo XVIII numerosos colonos, entre ellos don Juan Bautista Otamendi y Goycoechea [3] originario del valle de Araiz en el obispado de Pamplona donde, un 19 de agosto de 1767 nació este araiztarra. Fueron sus padres don José de Otamendi Muguerza (circa 1729) y María de Goycochea y Otermin; hija de Joseph de Goycoechea y Goycoechea y de Ana de Otermin y Martinmocoroa. Poseían los Otamendi el señorío de la Casa de Gorostiaga. Este enlace matrimonial se realizó el 27 de enero de 1754. Hay precisión en este dato pues se conserva documentación de las dispensas solicitadas ya que eran primos hermanos. Tuvieron 8 hijos vivos. Juan Bautista fue el 6º, de modo que el señorío, por ley de mayorazgo lo heredó el primogénito varón, su hermano José (16/101759)

LOS OTAMENDI EN EL VIRREINATO
Nicolás Antonio de Arredondo era virrey del Río de la Plata cuando Juan Bautista Otamendi y Goycoechea , desembarcó en 1790 en Buenos Aires. Se instaló con almacén y bazar en la calle “del Temor” actualmente Maipú. Seis años después se casó en la Catedral de Buenos Aires con María Josefa Isidora Videla y Pelliza, cuyana, que vivía con su familia en la casa y panadería que luego fue la “Jabonería de Vieytes”, [4] donde se reunieron los revolucionarios de Mayo, ubicada en la calle de San Bartolomé, en la vereda que miraba al Norte (luego Agüero y actualmente México), a mitad de cuadra entre las hoy calles Lima y Bernardo de Irigoyen.
En poco tiempo alcanzó un notable progreso y durante las invasiones inglesas (según consta en el Archivo General de la Nación) participó de la defensa de Buenos Aires como alférez de la IV Compañía del Batallón de Urbanos del Comercio, integrado por unos 1.200 comerciantes de la ciudad distribuidos en 6 compañías; era su jefe el teniente coronel Jaime Alsina y Verjés. Este batallón constituían la reserva, para ser alistados en caso de invasión, siendo su misión la de custodiar la ciudad.
Durante la Semana de Mayo participó en el Cabildo Abierto del día 22, retirándose de la reunión antes que se dispusiera la votación de manera que no quedó consignado su voto.
Juan Bautista y María Josefa tuvieron 7 hijos: 6 varones y una única mujer: 1.- Eladio José Pastor (1797), casado luego con María del Pilar Borches; 2.- José Martiniano (3/7/1798); 3.- Juan Eusebio (14/12/1799); 4.- Fernando (1801) casado con Zoila Pombo; 5.- Pedro José (1803), que radicado en la Banda Oriental fundó la familia de este apellido en el Uruguay; 6.- María Dominga de los Ángeles (1805) y 7.- Román José (1807)
Partida de bautismo de José Martiniano Otamendi (gentileza Agr. Analía H. Fariñas)
Partida de bautismo de Juan Eusebio Otamendi (Gentileza Agr. Analía H. Fariñas)
Juan Bautista Otamendi fue testigo del progreso de sus hijos y de la participación que tuvieron en la Historia Nacional y local; falleció en Quilmes, en la chacra de su hijo José Martiniano, el 28 de julio de 1846, tenía 80 años. Un retrato suyo que conserva un miembro de esta familia fue realizado por Carlos Morel entre 1838 y 1840.

1 ELADIO JOSÉ PASTOR OTAMENDI Y VIDELA
Casado con María del Pilar Borches, tuvieron 8 hijos de los cuales el mayor Adolfo se estableció en Quilmes y en 1844 se casó con María Indalecia Bernardina Dupuy, hija de José María (Sinforoso) Dupuy Patrón, descendiente de Juan de Garay por línea paterna, asesinado en Buenos Aires por la mazorca en 1842 y de Indalecia Morel y Dupuy, hermana del pintor Carlos Morel.
Adolfo enviudó en 1855 y vuelve a casarse con su cuñada María de las Nieves Dupuy, vuelve a enviudar en 1864 y contrae terceras nupcias con Josefa Rodríguez.
De sus sucesivos matrimonios tiene en total 9 hijos. Etelvina, María del Pilar, Elena y María Josefa del primero; del segundo nacen: Belisario, Manuel y Enrique Otamendi Dupuy y del tercero: María Josefa y Oscar Otamendi Rodríguez.
El vínculo con las Dupuy enlaza a la rama de Eladio Otamendi Borches con otras familias de Quilmes; Eduarda Dupuy se casó con Felipe Amoedo, Ana Dupuy con el boticario  Agustín Matienzo, Josefa Dupuy con Francisco Labourt y María de los Ángeles Dupuy con Juan Ithuralde, todas hermanas.
Luis José Vicente Dupuy Morel, hermano de las mencionadas, casado con Leonor Ayos, estanciero y juez de paz de Balcarce en 1868, fue el padre de José María Dupuy Ayos, uno de los fundadores de Miramar (1888), de la que fue juez de paz, presidente del Consejo Escolar, agrimensor de la municipalidad de esa ciudad y propietario de su primer hotel el "Hotel Argentino". Lo había acompañado en esa fundación Fortunato de La Plaza su cuñado, casado con su hermana Leonor Dupuy Ayos.
José María Dupuy Ayos se casó con Petrona Otramendi Monroy hija de Federico Otamendi Borches, hermano del Adolfo arriba mencionado.

2 JOSE MARTINIANO OTAMENDI Y VIDELA
Hijo del anterior, nació en Buenos Aires el 3 de julio de 1798 y murió en la misma ciudad el 9 de noviembre de 1861. Él y su hermano Juan Eusebio estaban casados con dos hermanas: Juana Francisca y María Dominga Pereyra, hermanas de Leonardo Pereyra Aramburu, vecino de Quilmes, propietario de la estancia San Juan (hoy Parque Pereyra) y fundador de la familia Pereyra Iraola.
Según documentación existente en el Archivo General de la Nación, José Martiniano tenía chacra al oeste del pueblo entre las actuales calle Rodolfo López, Martín Rodríguez, República del Líbano y avenida La Plata. Chacra que debió comprar a don Francisco Zisneros (sic), descendiente de quilmes, pues en la distribución que hizo el agrimensor Francisco Mesura en 1818, figura este último como beneficiario. Parte de esta propiedad, Un solar en Rodolfo López y Av. La Plata, fue años después de Alberto Otamendi y allí entrenó durante en 1948 el equipo de hockey del Círculo Universitario para concurrir a las Olimpíadas en Londres [5]
José Martiniano, además, fue propietario del establecimiento de campo, conocido actualmente como “La Eufemia Vieja” para distinguirlo de la estancia “La Eufemia” situada en Mar del Sud.
Cuenta Máximo J. Gioffre [6] que en 1834 José Martiniano adquirió 12 leguas cuadradas al sur de la Sierra del Volcán, abarcando gran parte de lo que hoy es el partido de General Alvarado.  Este emprendimiento estaba a cargo de su hijo el teniente coronel Nicanor Otamendi (5/8/1823 – 13/9/1855) que participó en la batalla del “Puesto de San Gregorio” [7] el 23 de enero de 1853 contra las tropas federales de Pedro Rosas y Belgrano, juez de paz de Azul, en la que fueron muertos su hermano Eladio Belisario y su primo Dalmiro Otamendi.
Nicanor que había sido capturado por Rosas y Belgrano, comandante del Regimiento de Caballería Número 11, con sede en Azul y al ser liberado participó en la defensa para rechazar las incursiones indígenas en San Antonio, (actual partido de Benito Juárez)
El 13 de septiembre de 1855, cerca de 2200 indios al mando del cacique Yanquetruz atacaron el fortín donde estaba refugiado Nicanor Otamendi con 130 hombres, que tras larga lucha murieron todos en el combate. Nueva documentación pone en evidencia que ciertos maltratos cometidos por Nicanor con algunos naturales motivó el malón vindicatorio. [8]
Dice la leyenda familiar que varios indios abrieron el cadáver de Nicanor y comieron su corazón “para obtener así los valores de su valentía.” Y se sabe que cuando el cacique Yanquetruz murió en una riña en Bahía Blanca, vestía la chaqueta de Otamendi. [9]
José Martiniano fue juez de paz del partido de Lobería, ubicado sobre el Mar Argentino, a pocos kilómetros de Mar del Plata, creado en 1839, durante el gobierno del Coronel Narciso del Valle,
Aún siendo federal tibio, salvó a su hermano Fernando, “salvaje unitario acérrimo”, de caer víctima de la mazorca el 23 de septiembre de 1839; al día siguiente estalló la Revolución del Sur en la que Fernando participó como capitán, fue apresado, encarcelado y cuando recuperó la libertad por la intervención de José Martiniano, emigró a Montevideo hasta la caída de Rosas.
En esos años varias familias estuvieron divididas por “militar” directa o indirectamente en uno u otro bando. Algunas con resultados irreconciliables, otras como en este caso las diferencias fueron pasajeras. Los Otamendi que habían coincidido con Rosas, después de Caseros se establecieron definitivamente en Quilmes, donde se afincaron también, otras familias de pasado Federal. Así y todo, el tiempo que todo lo allana, permitió que miembros de familias de distinto origen político se unieran en matrimonio como fue el caso de los Otamendi con los Dupuy.
Fueron hijos de José Martiniano y Juana Francisca: 1.- Juan Bautista Cipriano, casado con María del Rosario de La Llosa; 2.- José Martiniano Lucas, casado con Ana Letamendi y Segurola; [10] 3.- Juana Francisca, casada con Miguel Smith; [11] 4.- Mariano Martiniano, [12] casado con su prima María Ana Elvira Otamendi; 5.- Fernando Julián, casado con María Eufemia Matallana; 6.- Nicanor; 7.- Eladio Belisario, 8.- María Josefa Isidora Ercilia [13] casada con José A. Pinto y 9.- María Josefa Isidora.

(2.4) MARIANO MARTINIANO OTAMENDI Y PEREYRA
Hijo del anterior, se casó con su “doble prima” María Ana Elvira, hija de su tío paterno Juan Eusebio y de María Dominga Pereyra Aramburu hermana de su madre.
Vivieron en Quilmes, donde nacieron sus tres hijos. Se dedicó al comercio. Fue propietario de la quinta “Los caracoles” y de la ferretería y corralón de madera ubicado en la calle Rivadavia y San Martín. Tuvo una activa participación en la tercera fundación de Quilmes. En 1873 integró como presidente la Comisión que fundó, a instancias del Dr. Wilde, la Biblioteca Pública Municipal.

(2.5) FERNANDO JULIÁN OTAMENDI Y PEREYRA.
Hermano del anterior, nació en la chacra que su padre tenía en Quilmes el 5 de abril de 1843. Se casó con María Eufemia Matallana Benítez de vieja familia quilmeña de origen castellano, que había sido novia de Nicanor Otamendi muerto en la batalla de San Gregorio. [14]
Don Fernando había iniciado estudios en la facultad de Derecho, pero el 23 de octubre de 1859, a los 16 años, con la misión de resguardar el vapor “Guardia Nacional” se sumó a las fuerzas de Alsina contra el Gral. Urquiza, durante la batalla de Cepeda el 23 de octubre de 1859. En 1861 volvió a las armas participando de la batalla de Pavón.
Lograda la organización nacional se dedicó a las tareas rurales en la estancia de su padre en Lobería y la chacra en Quilmes, donde instala su hogar. Luego adquirió tierras y creó las estancias. “La Eufemia” en Gral. Alvarado – que luego legó a su hija Eufemia Carolina -, “Los Eucaliptus”, “Los Cerros” y “La Anita” en Lobería, donde su padre había sido Juez de Paz. La estancia La Eufemia está ubicada en el actual Partido de General Alvarado, camino a Centinela del Mar, a 8 km de la entrada de Mar del Sud.
En 1866, por renuncia de Andrés Baranda se lo elige municipal suplente. Fue el segundo Otamendi que ocupa esta función, el primer había sido su primo Augusto Felipe y el tercero sería un hijo de este, José Augusto.
Reelecto al año siguiente, se debió excusar pues las exigencias de sus estancias que le imponían viajes frecuentes a distancia considerable, no le permitían dedicarse a la tarea pública con total entrega y en acuerdo con Andrés Baranda hicieron que el sustituto fuera José Berasategui, importante propietario del cuartel 4º de Quilmes (la mayor parte de las tierras de la localidad que hoy lleva su apellido). De todos modos Fernando Julián se comprometió en brindarle “… su concurso, colaboración y asesoramiento para el manejo de la cosa pública.”
Fue presidente de la Unión Cívica de Quilmes, agrupación que había participado de la caída del presidente Juárez Celman. En su libro “Quilmes de antaño” don José Andrés López dedica un capítulo completo al desarrollo de los acontecimientos que se dieron en Quilmes durante la revolución de 1890 y el papel protagónico que tuvo en ella don Fernando. [15]
El 1891 Fernando Julián fue electo Intendente, terminado el período entregó el cargo a su sobrino-primo José Augusto.
En 1907 fue cofundador del Banco Popular de Quilmes y el primer presidente del directorio. Integró numerosas comisiones de bien público.
Fernando y María Eufemia vivieron en Quilmes en una casa quinta en la esquina de Lavalle y Videla, con sus doce hijos: Hersilia Josefa, casada con Eduardo Giráldez (hijo de Tomás Giráldez que fuera juez de paz en Quilmes en 1870); Fernando Víctor, casado con María Massa; [16] Ernesto Lucio casado con Zulema Labourt; Eufemia Carolina (que tomaría lo hábitos religiosos, heredera de la estancia La Eufemia); Abraham, casado con Natividad Enrique [17]; Eugenio, casado con Ana Cernadas; Elina Isidora, casado con Oscar Risso; [18] Adriana Natividad, casada con su primo Diego Toribio Otamendi, hijo de Fabio Agustín) Ruth Fermina, casada con su primo Alberto Damián Otamendi y de La Llosa; María Eufemia y Diego, muertos jóvenes.
De entre estos los que permanecieron en Quilmes, Ernesto Lucio y Zulema Labourt tuvieron diez hijos (ocho mujeres y dos varones): Zulema casada con Carlos Piñero, Cora casada con Pedro Piñero, Hebe casada con Mauricio Correa, Ernestina casada con el Dr. Emilio Torre, [19] Graciela casada con Juan Badaracco, Georgina casada con Juan Gregorio Chavarri, Ernesto Olegario casado con Nani de Brelaz, [20] Alcira casada con Luis Filgueira, Hialmar casado con Celia Monclá y Mábel casada con Norberto Chavarri
Fernando Julián Otamendi llegó a reunir una considerable fortuna. Falleció el 27 de julio de 1923 a los 80 años.
Compilación e investigación Chalo Agnelli
Agradezco la colaboración de Alicia Otamendi Etchevertz, Alicia Silva Rey, 
Araceli Otamendi, Cora Otamendi y Sonia Otamendi.

NOTAS
1 Biblioteca Pública Municipal Domingo Faustino Sarmiento.
2 Compilación de “Una familia de arraigo en Quilmes” del historiador don Luis E. Otamendi. Publicado por la Municipalidad de Quilmes a través del Prof. Carlos G. Maier en 1966.
3 Se conserva el “don”, siglas que aluden a “De Origen Noble”, con las que se destacaba a quienes demostraban “pureza de sangre” para emigrar a las colonias o acceder a un cargo cualquiera ya fuera civil o eclesiástico; este prefijo se generalizó y se “plebeyó” con los años democráticos, pero siempre antepuestos al nombre de personas respetadas de las comunidades.
4 Archivo General de la Nación.
5 Ver en este blog. “Una Página Deportiva Del Profesor Celiar Cella” – “De Cómo Nació El Hockey Sobre Césped En El Círculo Universitario” del lunes 4 de julio de 2011
6 www.maximagenes.com.ar
7 Lahourcade, Alicia, San Gregorio, una batalla olvidada, Revista Todo es Historia, Nº 126.
8 En el “Diario de Río Negro” su director, el Dr. Julio Rajneri escribió en siguiente párrafo: “En abril de 1855, Mitre quiere efectuar un golpe de mano sorpresivo sobre los indios en Sierra Chica, al sudeste de Bahía Blanca. El resultado fue un fracaso y el día 30 en las primeras horas de la noche Mitre emprende el regreso hacia Azul, marchando toda la columna a pie.
Fue también en ese año, en setiembre, que ocurrió la muerte en manos de los indios del comandante Nicolás Otamendi. Destacado para reprimir una incursión hecha en la estancia de San Antonio de Iraola, donde el cacique Yanquetruz había robado de seis a ocho mil cabezas de ganado. Otamendi estaqueó a un indio emisario de dicho cacique, por lo que los indios lo atacaron enfurecidos, obligándolo a defenderse con su tropa en un corral, donde fue muerto, sobreviviendo solamente dos de los ciento veintiocho hombres que componían el escuadrón.” De la nota “Roca y los mapuches”. http://www.rionegro.com.ar El Dr. Julio Rajneri fue ministro de Educación y Justicia en la presidencia de Raúl Alfonsín. En julio de 2011 presentó un recurso de amparo contra el gobierno nacional por considerar que un decreto que prohibía la publicidad de oferta sexual en periódicos lesionaba la libertad de expresión.
9 Miramar, “Cien años de anecdotario histórico” por Segundo Acha http://es.scribd.com
10 Sobrina del canónigo Saturnino Segurola primer director de la Biblioteca Nacional, cuando se creó en 1810
11 Propietarios del almacén “ de la Figura” ubicado en Rivadavia esquina Lavalle
12 Dueño de la quinta “Los Caracoles” y de la ferretería y corralón maderero de la esquina NE de Rivadavia y San Martín, luego de la familia Elesgaray
13 Pintada por Prilidiano Pueyrredón.
14 Pérez, Daniel Eduardo. “Nicanor Otamendi, el héroe del combate de San Antonio de Iraola.” http://historicus-daniel.blogspot.com
15 Próximamente se publicará en este blog un extracto de ese capítulo que también figura completo en el blog de Guillermo Daniel Ñañez: http://viacuco.blogspot.com
16 Hija del napolitano Giovanni Mazza que tenía carnicería y domicilio en Alvear y Alem casa en la que se realizó la reunión que designo la primera Comisión Directiva de la Sdad Italiana el domingo 5 de mayo de 1878.
17 En algunos documentos figura Enríquez, pero confirma su bisnieta la escritora Araceli Otamendi que es “Enrique” el apellido auténtico. Araceli Isabel Otamendi, escritora, periodista, directora y editora de “Archivos del Sur” http://revistaarchivosdelsur.blogspot.com
18 Hijo de Celestino dueño de la chacra y hornos de Risso en La Colonia, donde hoy se halla la iglesia parroquial Sagrado Corazón. Vivían en la casa llamada “Maimará” en Alsina entre Paz  y Sarmiento, vereda sur.
19 Ver en este blog “El Nombre De Tu Calle – Dr. Emilio Torre” del jueves 28 de julio de 2011
20 Padres de la escritora y artista plástica Sonia Otamendi directora de la Agenda Cultural del Sur, info@agendelsur.com.ar // www.agendadelsur.com.ar