miércoles, 12 de agosto de 2020

CÉSAR CARRIZO, EDUCADOR Y ESCRITOR


Por Chalo Agnelli

Hubo en la Escuela Normal de Quilmes, entre el plantel de sus primeros profesores, uno que se destacó por el nivel de sus clases de Literatura y la materia que en esas épocas se conocía como “Castellano”. El profesor César Carrizo – de quien nos estamos ocupando -  nunca hizo gala de que era autor de una notable producción literaria, tarde se conoció esa

cualidad suya, a pesar de que participó activamente en la vida cultural quilmeña, destacándose como ameno y carismático conferencista.

En 1926, en oportunidad de cumplirse el 10º aniversario de la sanción de la ley de la Legislatura de la Provincia por la cual se reconoce en el ca­rácter de Ciudad, a la que fuera el antiguo pueblo de Quilmes, el Centro de Egresados de la Escuela Normal – algunos de los cuales también cumplían 10 años de egresados - organizó un homenaje aniversario en el que disertó el Prof. Carrizo sobre “Los valores estéticos e históricos de los bailes argentinos”.[1] El 17 de agosto de 1946, invitado por la Junta de estudios Históricos, en el Salón Amarillo de la Municipalidad de Quilmes, dio una conferencia sobre La Gesta de los Andes a través de los poetas”.

César Carrizo nació en La Rioja en 1889, a lo largo de su vida se destacó como escritor, como docente y como periodista. Estudió en su ciudad natal y en Catamarca donde se recibió de Maestro Normal y donde conoció a quien sería el primer director de la Escuela Normal de Quilmes desde 1912 hasta 1932, José Domingo Sosa el Valle.[2]

En el año del Centenario, con 21 años, se radicó en Buenos Aires. Donde se desempeñó como profesor de Castellano y Literatura en el Colegio Nacional Mariano Moreno, en la Escuela Normal Nº 4 y a partir de 1912 en la Escuela Normal de Quilmes.


NOVELISTA

Desarrolló una larga y fecunda labor, incursionando en casi todos los campos de la literatura: poesía, cuento, novela, ensayo, artículos periodísticos, crónica viajera, teatro. Su obra fue copiosa y variada. “Cuando Rubén Darío dirigía en París su famosa revista Mundial - dice Federico Carlos Sáinz de Robles - Carrizo remitió a ella un cuento denominado ‘La huerta’, recibiendo no sólo la satisfacción de verlo publicado, sino el espaldarazo consagratorio”.

LA NOVELA SEMANAL

Fue uno de los autores que más trabajos presentó en “La Novela Semanal”,[3] una revista dirigida a un público masivo que se proponía crear, en palabras de los editores, “un medio para la nacionalización de la literatura”, haciendo conocer a los nuevos escritores argentinos y estableciendo “una tribuna fácil y accesible para aquellos autores capaces de producir y carentes de facilidades para la divulgación de sus novelas”. El primer número salió el lunes 17 de noviembre de 1917, y a lo largo de 10 años, hasta su desaparición, César Carrizo fue uno de los autores más asiduos junto con Enrique Larreta,  Manuel Gálvez, Ricardo Rojas, José  Ingenieros,  Horacio Quiroga, Benito Lynch, con quienes mantuvo un trato fraterno. Entre sus títulos más destacados se recuerdan: “Holocausto”, “El dolor de Buenos Aires”, “Llama viva”, “Perfume de mujer”, “Santificada sea”, “El domador”, “Imagen y jerarquía de Rosario”, “Un lancero de Facundo”, “Una vida ejemplar”, “Imágenes del país”, “Rapsodia viajera”, “Viento de la altipampa”, “Caminos argentino”, “El rastro de los conquistadores”, “La risa del diablo” y “Los hombres de piedra”. [4]


Según juicio del escritor Ariel Ferraro,[5] era un hombre: “Medularmente romántico y apegado a los temas nacionales, Carrizo fue un escritor de gran oficio, que en su época conquistó muchos lectores mediante la fórmula fácil de una construcción dramática de tipo directo, sin complicaciones innovadoras de ninguna naturaleza.”

Era un hombre afable, de trato franco. Su probidad era genuina para colegas y alumnos. Sumamente esmerado en el vestir sin ser atildado. La vida en la Capital Federal le había hecho perder su provincialismo natal, aporteñándose en todo sentido. Falleció en la ciudad de Buenos Aires en 1950.

“UN LANCERO DE FACUNDO” es una novela histórica, género poco abordado por los escritores de La Rioja. Desde el primer capítulo, sorprende porque encontramos en César Carrizo a un buen escritor. La narración cautiva desde la primera hasta la última página. Describe con maestría el paisaje agreste de Los Llanos riojanos, el transcurrir de la vida de los hombres y mujeres de la época de Facundo Quiroga, cuando la Patria estaba naciendo. Consigna: nombres propios, lugares, batallas, fechas, detalles que evidencian un profundo conocimiento de la historia, la geografía, los usos y costumbres de la primera mitad del siglo XIX y el espíritu humano en su amplia diversidad y hondura. Un lancero de Facundo relata la vida del capitán Santiago Felipe Peralta, el “Chico Peralta” como lo llamó Quiroga al incorporarlo a su escolta, en vísperas de la batalla de La Tablada.

"Un Lancero De Facundo - Vida De Chico Peralta" - Cesar Carrizo (1941) Novela, Gauchesco - Macagno, Carrasco y Landa, Bs As - Ornamentado por A Dell'Acqua - Rústica - 20 x 14 cm - 354 Pág.

Compilación Prof. Chalo Agnelli/2019

FUENTES

Aportes del profesor Celia R. Cella

Ferraro, Ariel. “Poetas y escritores riojanos”  http://bibliotecamarianomoreno.org

Ver en el Blog Archivo Histórico de la Escuela Normal de Quilmes "Silvia Susana Gorleri" del 25/11/2014 Relato de la Profesora Alicia Clerbout de Cano - Haciendo Memoria coordinadora (ad honorem) Prof. Raquel Gail http://archivo104.blogspot.com

 

NOTAS



[1] Periódico El Plata, julio 15, de 1926

[2] Ver en el Blog EL QUILMERO domingo, 26 de agosto de 2012José Domingo Sosa Del Valle, primer director de la Escuela Normal”

[3] “Hace cien años nacía en Buenos Aires La Novela Semanal” Por Margarita Pierini – Universidad Nacional de Quilmes.

[4] Varios de estos números pueden hallarse en el Museo Bibliográfico Documental “Bibliotecario Carlos Córdoba” de la Biblioteca Popular Pedro Goyena.

[5] Nacido en los Llanos riojanos el 20 de septiembre de 1925, José Humberto Pereyra, conocido por el seudónimo Ariel Ferraro, fue durante largos años una figura central en el quehacer cultural riojano. Murió el 4 de noviembre de 1985.