por Chalo Agnelli
El jueves 28 de 2021, dejó los sonidos del bandoneón de este su Quilmes el Maestro Carlos Alberto Corrales, dejando un silencio más en la ciudad, en el país y en el mundo.La siguiente nota figura en el libro "La Colonia de Valerga" en el capítulo "Por aquí pasaron". Libro que se presentó en Casa de Arte Doña Rosa y en el Club Alsina el 24 de abril y el 21 de noviembre, respectivamente, de 2011, con la musicalización del Maestro Corrales.
Entre los más actuales sonidos rioplatenses, el que sale
del bandoneón de Carlos Alberto Corrales se dispersa por toda La Colonia, Quilmes, el país
y sale a compasar los humores del mundo.
Onelia Giachetta, nacida en Pehuajó, y Felipe Corrales
vivían en Bernal, allí, un 19 de abril de 1941 nació Carlos Alberto. Al año
siguiente Azucena Maizani grababa en el sello RCA Víctor el tango Malena, letra de Homero Manzi y música
de Lucio Demare.
A los pocos años la familia Corrales se muda a La Colonia, Corrientes y
Larrea, donde ya habitaba casi toda la parentela y donde Carlos Alberto se aúna
con el barrio y su gente. Desde los 9 años, inspirado por la afición que su
padre tenía por el bandoneón, se fue cubriendo de pasión por la música
rioplatense acompañado por el bandoneón de su tío Lorenzo “Zito” Corrales. Primero con la impaciencia propia de los niños
luego con curiosidad creciente, a medida que fue conociendo la extraña caja.
Estudió con un músico de Barracas, el maestro López, pero
fue en soledad que penetró en los vericuetos y escollos de ese difícil
instrumento, documento de identidad del tango.
Durante más de un año, todos los días desde la mañana a
la noche y a veces más allá, veranos, otoños, inviernos y primaveras, estuvo enredando
sus dedos y acompasando sus rodillas para despegar sonidos impecables; pasando
por todas las escuelas de la música, clásicos, románticos, ritmos populares y
por supuesto el tango. Y después como todos los profesionales el aprendizaje de
todos los días. Subió por primera vez a una escenario fue en el Club Unión a
los 10 años. Comenzó con la orquesta quilmeña de Alberto Moreno a los 14 años.
A los 19 tocó junto a Daniel Binelli, que tenía 15, en la orquesta Lorenzo
Barbero. Juntos viajaron a animar carnavales en el Chaco. La primera prueba la
hizo con Cacho Giambini, primer bandoneón de la orquesta de Miguel Caló.
En los años 60 un boom
musical foráneo y los aportes insustanciales promovidos por programas de
televisión como el Club del Clan arrumbaron al tango hasta casi, hacerlos
desaparecer de los programas de radio y de las pistas de baile. A Corrales lo
tomó en plena adolescencia y sintió decepción y desánimo, no por mucho tiempo;
otros grandes músicos no salieron indemnes de la coyuntura, sintieron que les
cortaban las manos, como: Armando Pontier, José Franchini, Héctor Varela, José
Basso.
En 1969 comienza con Osvaldo Piro llenándose de su caudal
interpretativo. Siguió una constante y prolífica carrera que no abandonó nunca.
ORQUESTA
NACIONAL DE MÚSICA ARGENTINA
Desde 1984 fue solista de la Orquesta Nacional de Música Argentina, durante
veinticuatro años, dirigida por Osvaldo Requena, José Luís Castiñeira de Dios,
Atilio Stamponi, Néstor Marconi, Horacio Salgán, con la que se presentó en el
Teatro Nacional Cervantes, en el Colón, y recorrió Chile, Paraguay, Brasil,
Suecia, Francia y Japón donde volvió en seis oportunidades con orquestas
distintas. Y la totalidad del país de norte a sur.
Su trayectoria estuvo fervorosamente consustanciada por
la arenosa vos de Roberto Goyeneche, las dramáticas interpretaciones de Susana
Rinaldi y relevantes figuras como Hugo del Carril, Libertad Lamarque, Eladia
Blázquez, Amelita Baltar, Floreal Ruiz, Guillermo Fernández y Julio Iglesias en
el disco “Tango” que realizó en EEUU,
y los giros de bailarines como Julio Boca y Eleonora Casano.
A Goyeneche lo
acompañó en “Michelangelo”, la “catedral del tango” y a la Rinaldi en “La
Bola Loca” y “Magoya”
de Mar del Plata; en “Caño 14” a José Basso; en “El Viejo Almacén” y el
“Café de los Angelitos” secundó a Nelly
Vázquez.
Paralelamente a su tarea en la Orquesta Nacional
realizó otros trabajos: con la orquesta de Osvaldo Requena visitó Venezuela,
con Jorge Dragone, Colombia, Ecuador y Perú. Hizo grabaciones para televisión
en Alemania, Finlandia y varias en Japón. Durante la temporada teatral del
General San Martín fue solista en la obra “El
patio de la moracha”. Realizó el CD “Tributo
a Gardel” con Alberto Cortés, Armando Manzanero, Valeria Lynch, Patricia
Sosa, Alejandro Lerner y otros.
El Maestro Carlos Corrales en la presentación del libro "La Colonia de Valerga" en el Club Alsina (21/11/2011)
ORQUESTA DE
TANGO DE LA MUNICIPALIDAD DE QUILMES
En el 2002 por iniciativa y el espíritu entusiasta de
Gustavo Castignola, director propietario de Casa de Arte Doña Rosa se formó una
orquesta de tango. Advertido Castignola que no podía ser que Berazategui
tuviera su orquesta y Quilmes la hubiera perdido, ya que años atrás había
existido un sexteto dirigido por por la escasa visión de algunas administraciones de la Dirección de Cultura. Comenzaron a tocar en Casa de Arte Doña Rosa con
notable aceptación de un público ávido de este tipo de expresión musical en el
espacio quilmeño.
El 2005 el intendente Villordo incorporó esta orquesta al
municipio y Corrales, después de arduas preparaciones, pero con decidido
entusiasmo, formó la Orquesta de Tango de la Municipalidad de
Quilmes compuesta por dos bandoneones, dos violines (primero y segundo),
viola, chelo, piano, contrabajo, guitarra eléctrica y la vos de Emiliano
Castignola. Interpretan tango tradicional y el contemporáneo. Crear esta
orquesta fue uno de los logros más satisfactorios de su vida. Muchas son las
presentaciones que viene realizando este grupo instrumental. Otra de sus
grandes satisfacciones es realizar bailables para los centros de
jubilados.
Con el interprete Emiliano Castignola
Sus viajes no le quitaron el barniz popular de su barrio La Colonia, donde quiere
terminar sus días, dando clases, enseñando a los jóvenes para que desde su
experiencia puedan forjar la propia.
En 2009, la Subsecretaría de Cultura le realizó en el ámbito
de la Casa de la Cultura un reconocimiento
a su trayectoria.
Corrales es un maestro de la identidad a través del
bandoneón, ese sonido rioplatense que acompaña la cultura nacional. Corrió
todos los riesgos por la música, por el tango, por el bandoneón; contingencias
propias de la vida del artista, pero triunfó más allá de sus objetivos. Siente que
hizo con el bandoneón una familia, sus dos hijos, frutos de su matrimonio con
Rosa López, son músicos. Laura lo acompaña con su chelo en la Orquesta Municipal
y Carlos Alberto también es un eximio bandoneonista; nacido el 17 de febrero de
1972, comenzó su aprendizaje a los 7 años y a los 9 ya había ingresado al
Conjunto Juvenil de Tango. A los 14 integraba la orquesta de José Basso.
Recibió el premio “Kilme de Honor”
como artista quilmeño destacado en el mundo y el premio al mejor intérprete de
tango “a menor de 25 años “auspiciado
por el Banco Provincia de Buenos Aires. Y ya despunta visos de músico la cuarta
generación de Corrales, en su nieto Mariano, hijo de su hijo.
El tango, el bandoneón tuvo en Quilmes un sonido relevante marcó huella en muchos jóvenes de varias generaciones. Por la cantidad de músicos, de orquestas, interpretes, compositores, Quilmes es una ciudad de tango. Algunos de ellos adquirieron figuración nacional e internacional y pareciera que no fueron o son de Quilmes, pero este pueblo, esta ciudad, esta localidad del "gransurbonaerense" se hace nudo, se hace carne en cada uno que aquí nació, quienes aquí vivieron y viven, quienes por aquí pasaron...
El tango, el bandoneón tuvo en Quilmes un sonido relevante marcó huella en muchos jóvenes de varias generaciones. Por la cantidad de músicos, de orquestas, interpretes, compositores, Quilmes es una ciudad de tango. Algunos de ellos adquirieron figuración nacional e internacional y pareciera que no fueron o son de Quilmes, pero este pueblo, esta ciudad, esta localidad del "gransurbonaerense" se hace nudo, se hace carne en cada uno que aquí nació, quienes aquí vivieron y viven, quienes por aquí pasaron...