jueves, 31 de marzo de 2016

2 DE ABRIL - MALVINAS EN UNA INVESTIGACIÓN DEL DR. JOSÉ A. CRAVIOTTO.


La situación de apropiación de las Islas Malvinas por el imperio británico fue una preocupación que viene de lejos. Agudizada por la fatídica guerra que la dictadura cívico-militar, en 1982, terminó por ensanchar a una distancia similar a la que hay entre nuestras islas, y la corona inglesa. En la fecha del 2 de abril EL QUILMERO reproduce este texto, continuando con la recuperación de la múltiple obra del Dr. Craviotto, dispersa por diarios y revistas y folletos que el público actual difícilmente podría conseguir. En esa fecha las Fuerzas Armadas desembarcaron en las Islas Malvinas con el objetivo de recuperar ese territorio, arrebatado por fuerzas británicas en el año 1833. De modo que cada año se conmemora el “Día del Veterano y de los Caídos en Malvinas”. 
El Dr. Craviotto escribió el siguiente trabajo de investigación publicado en el periódico “El Plata” del 18 de junio de 1955 (Año XXXIII Nº 1538)  Chalo Agnelli 
SUELO MARÍTIMO CONTINENTAL 
Las Islas Malvinas son una dependencia geográfica y geológica del continen­tes; esta circunstancia - las de estar ligadas en esa forma con la Patagonia - se considera como el mejor título de propiedad, superior por sí solo y con su­ficiente valor jurídico para acreditarla en aquellas islas, tanto por España co­mo por la Argentina a partir de mayo de 1810.
La cuestión de derecho, es una situa­ción que es meramente cuestión de fuer­za, no debe dejarse de lado, ese es el objeto y el propósito de la “Semana de las Malvinas" en las escuelas y colegios: difundir y hacer saber todo lo relativo a las islas, sus antecedentes históricos, los derechos que asisten a la Argentina, las circunstancias en que fueron arrebata­das, etc. “Es el derecho que los estados han forjado a costa de tantos esfuerzos para regir sus relaciones; es una herencia demasiado preciosa para que sea corrompida con el fin de dis­frazar los designios imperialistas de nación alguna" di­jo Julius Goebel, profesor de Historia de la Universidad de Yale. El mismo autor se re­fiere ampliamente a las na­ciones imperialistas, en el caso de las Malvinas: “Parish (cónsul general británi­co en Buenos Aires) informó a Slacum (cónsul estadouni­dense en el mismo lugar), que las Provincias Unidas del Río de la Plata no tengan de­recho alguno sobre las islas y costas y que Gran Bretaña jamás había abandonado sus derechos a las mismas”. Esa información fue completada por Parish, agregando “que pensaban aprovecharse cuando llagase el momento oportuno”; así consta en notas de Slacum al Ministro de Relaciones Exteriores de los Estados Unidor. Edward Livingston, de 9 y 20 de diciembre de 1831, fechadas en Buenos Aires. 
CO­MANDANCIA MILITAR EN MALVI­NAS 
El momento oportuno llegó al producirse la agresión de la fragata Lexington de la ma­rina de guerra de los Estados Unidos, el 31 de diciembre de 1831. Previamente, en noviem­bre de 1829, el
encargado de negocios británico en Buenos Aires, Woodbine Parish, ha­bía protestado por el decreto del gobierno argentino de 10 de junio anterior firmado por el general Martín Rodríguez en ausencia momentánea del titular, general Lavalle, por el cual se establecía una co­mandancia militar en Malvi­nas. Después de su protesta de fecha noviembre de 1829, ya dicha, Parish en el curso del año 1830, “conseguía entrar en nuestro Archivo descubriendo manuscritos originales cuya ocultación podría interesar al gabinete de su patria, docu­mentación que se encuentra ahora conservada en el British Museum de Londres.” 
Fue así como en setiembre de 1832, el titulado encargado de negocios norteamericano Francis Baylies que “por su naturaleza no era apto para conducir una negociación tan delicada como lo era el asunto de las Malvinas” dice Goebel (frase que podría sinteti­zarse en “por compadrón”), pudo escribir a sus superiores que el representante británico en Buenos Aires le había ma­nifestado, acerca del viaje de la goleta de guerra Sarandí ordenado por el gobierno ar­gentino días antes, “que esta medida del gobierno argentino obligará a Gran Bretaña a proceder decisivamente. Si ahora renuncian a sus dere­chos soberanos hará lo que nunca ha hecho. Ella no puede ceder un derecho suyo de carácter tan alto y tan bien fundado a esa nación insignificante”. 
Y a su vez, el representan­te inglés escribió: “Encontré que el Encargado de Negocios Americano y su gobierno, es­taban ya enterados y preparados para reconocer los de­rechos Soberanos de Su Ma­jestad”.
Y en Londres a la reclamación que formuló el minis­tro argentino Dr. Manuel Mo­reno en mayo de 1833, con­testó el jefe de gabinete vizconde Palmerston, en deter­minado momento: “con una frase no exenta de humorismo, Mr. Baylies ha contestado ya por nosotros”. Por eso, a las actividades y a los nom­bres de Parish y de Slacum, se refirió así Paul Groussac: “...y la situación habría podi­do eternizarse si inesperada­mente no hubiera sobrevenido un tercer ladrón que provo­caba, dos años después (en 1833) una solución imprevis­ta”. Todo ello para que no sean disfrazados los designios imperialistas de nación algu­na, al decir de Goebel. 
¿AMÉRICA PARA LOS AMERICANOS…? 
Sin dejar de reconocer los enormes progresos, el adelan­to de la instrucción pública y de las bibliotecas y de los mil detalles que no escapaban a su ojo vigilante, Sarmiento advertía estas cosas, en los Estados Unidos: “Contra la violencia y la injusticia de los yankees
no hay apelación en la tierra”, decía en 1849, pues en 1865, en su libro sobre Lincoln, tomo XXVII de sus Obras Completas, pregun­ta si el principio “América para los americanos, no encierra un doble sentido, co­mo las respuestas del oráculo de Delfos”.
La vinculación geográfico-geológica, es decir, la continuidad de las islas al conti­nente hace que dependan de España o de sus sucesores le­gales. La dependencia origi­naria se debe a bulas y trata­dos por las que el Papa ad­judicó a España la propiedad de islas y tierras descubiertas o a descubrirse al oeste del meridiano geográfico conveni­do poco después del descubrimiento de América. Por entonces reinaba en Inglaterra el rey Enrique VII; “siendo un príncipe católico, no pudo dejar desobedecer la bula pa­pal que daba el nuevo conti­nente a España. A pesar de ello, sus súbditos hacían pescas muy lucrativas en las bru­mosas costas de Terranova y en 1502, algunos indígenas americanos fueron llevados a su presencia. Su sucesor, En­rique VIII fue, al principio, igualmente escrupuloso, pero cuando en 1533, se desembara­zó de su consorte Catalina de Aragón, quedó, libre de compromisos españoles y aspiró a hacer de Inglaterra una po­tencia naval dándole un poder marítimo y colonias”.
En realidad, ni la bula pa­pal ni el tratado de Tordesillas obligaban a Gran Breta­ña, por no ser parte en ellos. En 1580, la reina Elizabeth ad­virtió al embajador español que Inglaterra no reconocía la autoridad del Papa ni la validez de la Bula. Pero esa advertencia se formuló casi 100 años después de produci­das aquellas, y antes y luego de la protesta, de la reina de Inglaterra asintió o dio conformidad o respetó la coloni­zación española en las tierras que nos conciernen por actos de expreso reconocimiento, a lo largo de siglos hasta llagar al golpe de mano de 1833. 
LAS TIERRAS DE UN CONTINENTE 
La dependencia geográfica queda anotada muchas veces; en somera revista: en 1711 y 1717, en atlas publicados en Londres en la parte referente a nuestra Patagonia actual se dice, refiriéndose a la costa comprendida entré Cabo Vírgenes y Puerto Deseado que “volvimos desde allí a las islas que se unen a la costa este de la Patagonia y comien­zan en la llamada Beauchesne, descubierta por un marino francés así llamado en 1701”; se trata de la isla Malvina oeste.
En 1748, ante un amago in­glés a las islas, la contigüidad al
continente fue suficiente ra­zón para detenerlo. El pedido de explicaciones español sobre el objeto de la expedición in­glesa y la suspensión de la misma, aun con el pretexto inglés de ‘estudios hidrográfi­cos’ que se admiten siempre, indican tanto la propiedad es­pañola como el reconocimiento inglés de esa propiedad cuya custodia, en la oportunidad, España encomendé a las autoridades de Buenos Aires. La contigüidad territorial sirvió nuevamente frente a la ocupación francesa de 1763. En 1764, dirá el diplomático español Magallón: “… las tierras adyacentes a un continente no pueden ocuparse sin el previo consentimiento del dueño del continente”. En 1765, es Francia quien queda convencida ante los evidentes derechos de España., “derivados de las Bulas y Tratados y reconstituidos por la apropia­ción secular del Continente vecino del que las islas dependen”. 
España sostuvo – y le fue reconocido el derecho - que esos títulos dependientes de la contigüidad al continente eran anteriores a todos; “no hay descubrimientos que hacer en mis dominios", pudo decir y con esa base desalo­jó a Francia de su asiento en Puerto Luis, sin negarle por ello la prioridad de la ocupa­ción efectiva, pero en territo­rio español. 
POSESIÓN SOBERANA 
En 1820, la fragata ‘Heroína’ de la marina de guerra ar­gentina, ejerció actos de soberanía y tomó posesión de las islas en presencia de numero­sos buques extranjeros; entre ellos el bergantín estadounidense ‘General Knox’. Al año siguiente el periódico ‘The Salem’s Gazette,’ de Sa­lem, estado de Massachussets, lugar de matrícula del ber­gantín, dio noticias del acto. Se encontraba también el bergantín del servicio hidro­gráfico inglés ‘Jane’, al mando del capitán James Wedell, cé­lebre explorador y comandan­te en la marina real; quien no ma­nifestó reservas ni hizo ninguna objeción al acto.
En 1823, los Estados Unidos reconocieron la independencia argentina con la asignación territorial que correspondía al antiguo virreinato, de acuerdo a datos y mapas remitidos a aquel gobierno por los comisionados estadounidenses en­viados al efecto. Ni aquella nación ni Inglaterra objetaron nada acerca de Malvinas. En diciembre de ese año, al leer su mensaje a la Legislatura, decía Bernardino Rivadavia que había enviado un ministro argentino a Washington, el general Alvear, quien “va en­cargado de insinuar al gobier­no de aquella República que ninguno de los gobiernos nuevos de este continente mude por violencia sus límites reconocidos al tiempo de la eman­cipación” y agregaba; “ha llegado el momento de oponer  los principios a la espada”, dignó corolario a la doctrina Monroe; con la sagacidad propia de su pensamiento pa­recía estar viendo v palpando cosas que otros ni aun colum­braban confusamente.
En 1829, por decreto del 10 de junio, el gobierno del general Lavalle, al designar un co­mandante político y militar en Malvinas lo hace “por el derecho de primer ocupante, por el consentimiento
de las principales potencias maríti­mas de Europa y por la adyacencia de estas islas al continente que formaba el virreinato de Buenos Aires de cuyo gobierno dependían”. El ministro argentino Manuel Moreno al protestar ante el gobierno inglés por la agre­sión de 1833 decía: “conside­rando a las Malvinas como puntos accesorios al Continen­te y de consideración inme­diata a su seguridad, porque en ella España (la propieta­ria anterior) era más razona­ble adjudicarse los puntos ad­yacentes a sus costas ameri­canas que en otro poder separado por tres mil lenguas de mar”. Antes del arribo de la representación oficial argen­tina ante el gobierno de Estados Unidos, para efectuar la consiguiente reclamación, el diplomático estadounidense en Madrid consultó si el archipié­lago de Malvinas estaba o no comprendido en la jurisdicción del virreinato de Buenos Ai­res, el historiador Navarrete le informó asegurándole la dependencia que había existido. En 1868, invocó la misma tesis Carlos Calvo, internacionalista argentino de renombre mundial: “La reclamación es­pañola ante Francia, por la posesión de Malvinas, se efec­tuó porque las consideraba como dependencia del Continente de la América”. Desde el punto, de vista geográfica, pues, las islas Malvinas fueron reconocidas como dependencia natural de la Pa­tagonia, territorio argentino desde 1810, por lo que es racional que dichas islas perte­nezcan al país de donde geo­gráficamente dependen. 
LA PLATAFORMA CONTINENTAL 
El territorio argentino se extiende, por debajo del Atlántico con una profundidad que alcanza a 250 metros aproximadamente, formando la llamada plataforma submarina o continental. “Esa región del
océano - decía el entonces capitán de fragata Segundo Storni - tiene caracteres físicos que permiten considerarla anexa a la tierra firme, fue llamada por algunos geógrafos extranjeros, mar argentino”. Esto se anunciaba en 1916. Esa plataforma esta­ría determinada, con aproximación muy relativa, por una línea que se extienda desde unos 200 km al este de Maldonado, en la costa oriental, y llegara a 300 km. al este de la isla Soledad, en el archipié­lago de las Malvinas. Su existencia no es únicamente de comprobación argentina, lo dice también, la Enciclopedia Británica, como se verá más adelante.
En la actualidad (1955) luego de modernos estudios geológicos, se ha dicho que “la platafor­ma submarina participa en forma general del relieve, y composición geológica del continente adyacente, siendo éste un argumento decisivo que favorece nuestras recla­maciones por la posesión, desde que en el mar que la cu­bre emergen las Malvinas; tiene capital importancia eco­nómica ya que la estructura geológica de las tierras emergidas se continúan en las tie­rras sumergidas y si aque­llas poseen petróleo éstas también lo pueden tener” (publi­caciones de 1951)
Reemplazando petróleo con carbón, el año 1951, por el de 1866, y el autor transcripto por Domingo F. Sarmiento, tenemos el siguiente párrafo – equivalente - de una nota del entonces Ministro Argen­tino en los Estados Unidos al Ministro del Interior de la Argentina, del 22 de diciembre de aquel año: “El descubrimiento hecho por los ingleses de carbón de piedra en las Islas Malvinas, hace suponer que lo haya en el Continente, dando por sentado que aquel grupo de islas pertenece a la misma formación geológica.” 
Posteriormente, y no ya en documentación oficial, esa similitud se menciona en. el tomo XIX de la Nouvelle Geographie Universelle de J. J. E. Reclús, publicada entre 1875, y 1894, año en que apareció el citado tomo XIX. De allí tomaron información Louis Ch. Delavaud para su articulo Malouines (Malvinas) en la Grande Enciclopedia con datos hasta el año 1894, y también el autor del artículo Falkland Islands en el tomo 9, página 51, edición. Chicago 1944 de la Enciclopedia Británica.
José Alcides Craviotto

 Compilación Chalo Agnelli
Dir. del Blog EL QUILMERO
Se publicó en el periódico "Perspectiva Sur" el lunes 4 de abril de 2016
"Aportes a la Historia"

lunes, 28 de marzo de 2016

BANDERAS Y EMBLEMAS DE NUESTROS PUEBLOS ORIGINARIOS



LA BANDERA DE LAS COMUNIDADES INDÍGENAS DE LA PROVINCIA DEL CHUBUT


Escribía Julio Anteco a sus hermanos mapuches el 12 de mayo de 1987, que soñó que debía plantar una caña y pensó que eso significaba que debía preparar una bandera; la hizo con los colores de la enseña histórica: azul (el cielo, huenú, blanca ( la nieve, piran) y amarillo ( el sol, antu), con una punta de flecha negra ( queupú), instrumento de caza tradicional para los indígenas. El 9 de noviembre de 1997, se hizo por primera vez en todas las escuelas de la provincia, porque en 1995, la ley número 4072 sancionó el reconocimiento de esta bandera como símbolo y emblema de las comunidades aborígenes de la provincia del Chubut, mapuches y tehuelches.
 LA BANDERA DE LA NACIÓN MAPUCHE


Esta bandera surgió como respuesta a una convocatoria hecha desde Chile a la nación mapuche en el año 1991. Un año después comenzó a ser utilizada en los encuentros de la comunidad y una de estas banderas fue obsequiada al rey de España cuando visitó nuestro país con motivo de los 500 años de la llegada de colón al continente. En la guarda negra y blanca se reproduce el ‘Ngimiñ’, que simboliza la ciencia, la artesanía mapuche; el color azul simboliza las aguas; el verde la tierra fértil, la naturaleza, la medicina; el rojo la memoria histórica, la sangre derramada en las luchas por la defensa del territorio. El motivo central es el ‘Kultrun’, que simboliza la cosmovisión mapuche, es la forma de la tierra con los cuatro puntos cardinales.
LA WIPHALA
EMBLEMA DE LA CONFEDERACIÓN DEL TAWANTINSUYO
La confederación del Tawantinsuyo fue la estructura administrativa del imperio incaico, que absorbió características de los pueblos que iba anexando en su expansión. La Wiphala expresa, en su contorno cuadrilongo, el respeto entre las naciones del Tawantinsuyo y sus miembros, con el mismo equilibrio con que se mantienen los cuatro lados del cuadrado. Los siete colores reflejan la cosmología, a través del arco iris.
EL EMBLEMA DEL AWYAYALA
El Awyayala es el continente sur, por el cual se extendió la Confederación del Tawantinsuyo, en seis países actuales. Este emblema es la Wiphala del saber y el conocimiento, expresa el calendario fijando las fiestas que se le asocian a cada equinoccio; también hay otras fiestas entre cada uno.
2.- Equinoccio de Otoño: del 21 al 24 de marzo
1.- Inti Raimi: fiesta del sol, del 21 al 24 de junio
4.- Equinoccio de Primavera: del 21 al 24 de setiembre
3.- Capaj Inti Raimi Killa: solsticio de verano, del 21 al 24 de diciembre
 "Capaj Inti Raimi Killa" de Goma Poman
Cada trazo grueso de línea marca el momento de las fiestas, el 23 de junio señala el día más corto, la noche más larga, es el comienzo del año, la tierra inicia un nuevo giro alrededor del sol; de manera equivalente, del 23 al 24 de diciembre se registra el día más largo y la noche más corta.
La Wiphala como identidad cultural de estos pueblos, tiene una antigüedad de 5519 años antes del presente. 
La palabra aymara «wiphala» –compuesta por dos palabras: "wiphai" una expresión de triunfo, y "lapks-lapks", algo así como una onomatopeya del viento; cuya conjunción y contracción podría significar: "triunfo flameante".
Chalo Agnelli
Director del blog
FUENTE
Folleto de "Banderas y emblemas de pueblos originarios de la República Argentina" Dir. de Ornamentación, CABA, 2006
http://arellanojuan.com/
 

domingo, 27 de marzo de 2016

CARLOS ÁNGEL MARIO EUSEBI, UNA IDENTIDAD UN HOMBRE DE LA INMIGRACIÓN - 1928//2016

Carlos Angel Mario Eusebi nació un 24 de setiembre de 1928. Llegó a Quilmes y entró en el Área Material Quilmes a los 22 años como operario por $ 2 la hora, pero por su preparación lo ubicaron

pronto en las oficinas. Allí permaneció 42 años, entró como ayudante chapista y salió jubilado como Asesor Jurídico: alcanzando la categoría máxima a la cual podía aspirar el personal civil de la Fuerza Área (Personal Civil Superior, Clase I, categoría 30)

Impulsado por ese afán de progreso económico y social que germinaba en el espíritu de todos los inmigrantes, a partir del momento que comenzaban a imaginar un proyecto de vida fuera de su tierra natal, Carlos, que tenía cursada parte de la escuela secundaria en Italia (el Gimnasio: 5 años de Latín, 2 de griego y 4 de francés entre otras materias) rindió veintiuna equivalencias entre diciembre y marzo del año 1954; y en dos años obtuvo el título de bachiller en el Colegio Martín Güemes de Bernal, que en ese entonces se llamaba “Los Derechos del Trabajador”. Ingresó en la Facultad de Derecho recibiéndose de Abogado en la Universidad de Buenos Aires y luego obtuvo el título de “Especialista” en el “Instituto de Derecho Aeronáutico y
Feria del Libro en la Soc. Italiana con la Prof. Colubret e Iris Gardelliano
Espacial
” de la Fuerza Áerea  Argentina.

Es su esposa Selma M. A. Polich, hija única de Antonia Buschor y Vendel Polich, inmigrantes de lo que era la zona alemana de Hungría. Don Vendel fue profesor universitario de matemática en Hungría y en la Argentina trabajó en la empresa Tamet. Fue conocido mundialmente por ser el co-autor del Sistema Topocéntrico de Casas, libro sobre Astrología

Científica de consulta obligada en todo el mundo. 
La querida Selma, en su juventud fue concertista de piano, actuando en la recordada Orquesta de Leonardo J. Gay. Hizo la licenciatura de filosofía en la facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires; habla varios idiomas; dirigió el coro de la Facultad de Derecho y fue profesora de latín, filosofía, lógica, etc, en el Colegio Nacional y en la Escuela Normal Alte. Guillermo Brown.
Selma y Carlos Eusebi tienen tres hijos: Alejandra (1962), secretaria del departamento de alemán del Colegio Eduardo Holmberg; casada con Néstor Campos, tienen tres hijos: Candela Iara (1994), Wanda (1995) y Ian (2001). El segundo es Marcos Esteban (1966),
abogado, recibido en la Facultad de Derecho de la Universidad de Bs. As., músico y director de los coros del Instituto Cristóforo Colombo, del Colegio de Farmacéuticos y del Colegio Manuel Estrada de Berazategui y fue representante legal del Inst. Cristoforo Colombo; casado con la abogada Claudia Viviana Sandoval. Y el menor, Ricardo (1971), es licenciado en física en la UBA, ganó una beca de la Universidad de Rochester (USA), y se halla en estos momentos en la Universidad de Chicago, en el Laboratorio de Partículas Cósmicas Enrico Fermi, trabajando en su tesis para el doctorado en física. Está casado con Cristina Caballero, licenciada en Biología (UBA), que también ha ganado una beca en
la Universidad de Illinois, donde prepara su doctorado.

Los Eusebi pertenecen a dos de los períodos inmigratorios que tuvo la Argentina, el de fines del siglo XIX hasta las postrimerías de la primera guerra mundial y al último, de 1945 a 1955; y dentro de este, a un grupo calificado de inmigrantes.

Don Carlos M. Eusebi, a poco de afincarse en Quilmes, inició una incesante y persistente tarea social y cultural en instituciones italianas. Luego, definitivamente, por poco más de 45 años, en la “Cristóforo Colombo” (la entidad más antigua de la provincia, fundada en 1878) Desde allí se proyecta a cuanto acto o actividad oficial o privada, se realizó en el partido de
Lic. Ricardo Eusebi
Quilmes y alrededores; siendo uno de los referentes eficaces y necesarios no sólo de la colectividad italiana; desde la que trascendió notablemente, sino de toda la comunidad quilmeña. Son sus principales virtudes, además de la calidad humana y don de gentes, la constancia, perseverancia y continuidad que imprimió a su accionar, para la difusión de la cultura italiana; inteligentemente amalgamada en lo nacional y lo internacional.
 
Esa tarea comienza en 1951, cuando se fundó la Leonardo Da
El Dr. Eusebi en un homenaje a la Prof. Ana I. Manzo de Torrico, fundadora de la Biblioteca Goyena, ex rectora de la Escuela Normal de Quilmes.
Vinci. “Entredichos y desavenencias entre un grupo de socios y la comisión directiva de la Asociación Cultural Italiana Quilmes (creada en 1940) produjeron una escisión y algunos miembros fundaron en 1950 el Círculo Italo – Argentino Quilmes, que pasó a integrar a fines de 1952 la Asociación Cultural Italiana Leonardo Da Vinci.”[4] 

Además de Eusebi, entre otros apellidos, formaban parte de esa entidad: Fleres, Zino, Ghinassi, Rinaldi, Molluso, Favaro, Vidoto, Ramondetti, Fiorini, Ferrante, Leocata, Perugia, Andreotti, Nardi, Lazzarini, Cenci, Coletta, etc... La institución realizaba originalmente los bailes dominicales en la Sociedad Española cuyo presidente era don José Goldar (padre). La secretaría se hallaba en una casa ubicada en Carlos Pellegrini 361, entre Vte. López y Sáenz Peña, pero por lo reducido del espacio, en 1954 se establecieron en C.I.B.A.S.A. Andrés Baranda y República del Líbano (antes Santiago. del Estero) La institución hacía representaciones teatrales, ópera, esgrima con el Prof. Rosso; poseían un coro y un equipo de fútbol. De todas estas actividades participó el Dr. Eusebi.

En 1958, la Leonardo Da Vinci presidida por Achille Ghinassi se fusionó con la Sdad. Italiana Cristóforo Colombo, poniéndole a la Biblioteca de esta última el nombre de la entidad incorporada.

Carlos Eusebi fue parte de los cuadros directivos de ambas instituciones y luego, hasta hoy, en la Comisión de Cultura de la Cristóforo Colombo, donde fue presidente durante 22 años (1976-1980 y 1986-2002) Ocupó ese cargo cuando la Sociedad cumplió 100 años en 1978. Actualmente es presidente honorario y vicepresidente primero. Fue durante su intervención ejecutiva que se fundaron dos escuelas, el Ausonia, el 20 de marzo de 1960, y en 1990, el Instituto Cristóforo Colombo, el tercer establecimiento educativo de la historia de la Sociedad, sobre un proyecto del Prof. Romano Eusebi, inaugurado oficialmente el 12 de octubre de ese año del que el Dr. Carlos Eusebi sería representante legal. En la docencia se destacó como profesor de historia antigua y medieval en la E.N.E.T. N° 4. En 1965, el gobierno italiano lo distinguió con la “Estrella de la Solidaridad” en el grado de Caballero, por estrechar los vínculos ítalo-argentinos. También fue fundador y primer presidente de la Federación de Instituciones Italianas de Quilmes, Berazategui y F. Varela (FEDISUR) Actualmente es presidente honorario y vicepresidente de la Cristóforo Colombo. Es un entusiasta estudioso e investigador de la Historia. Participó en congresos de esa ciencia, jornadas de museología, integró entre 1987 y 1988, el taller municipal de arqueología a cargo de la Prof. Irina Podgorny y fue miembro titular del IXº Congreso Nacional de Arqueología Argentina y de la Vª Jornada de Historia Regional Bonaerense. 
HISTORIA Y LITERATURA 
Fue autor de recopilaciones históricas. “La aviación en Quilmes” y “Un nombre para la historia de Quilmes”. A sus cualidades le suma la de escritor; autor de cuentos y novelas publicados: “El acento italiano” (1986), “Balada para una encomienda real” (2000), “Las fuentes peregrinas” (2001) Por su obra literaria obtuvo premios y reconocimientos. Con su esposa realizó viajes de estudio por todo el mundo investigando in situ las culturas: precolombina, helena, egipcia, itálica, seis veces visití la India, etc, etc. Como resultado de esas experiencias dictó numerosas conferencias audiovisuales en instituciones locales, capitalinas, de la provincia y del país; y sobre Culturas Precolombinas en la UNQUI.
Carlos Eusebi, falleció el 27 de marzo de 2016, dejando una marca honda de cultura y tradición; su don de gentes era proverbial y nos queda a los quilmeños una ausencia imposible de reconstituir.
 Árbol genealógico de los Eusebi que figura en el libro "Migraciones" de Chalo Agnelli, 2006.
Carlos Eusebi (derecha) con su esposa Selma en la presentación del libro "Historias de más acá" de Chalo Agnelli (centro), junto a don Héctor Tiscornia (izquierda) y su esposa Josefina H. Bazterrica-Yori de Tiscornia.
LA SOCIEDAD ITALIANA CRISTOFORO COLOMBO 

De entre la colectividad italiana don Carlos Eusebi fue uno de los referentes, que más significativamente, tomó la huella iniciada por los Pedemonte, Mazza, Cichero, Oliveri, Badaracco; Balestra, Lanatta, Taiana, Fossatti, Chinelli, etc. Que conformaron en Quilmes, a partir de 1870, una clase media dotada de espíritu latino e híbrida en su constitución humana. En el seguimiento de esta zaga familair se puede vislumbrar el accionar transformador que, en lo social y lo cultural produjo en la comunidad quilmeña la aluvión inmigratorio italiano. La persistencia con que conservaron al paso de las generaciones las tradiciones sociales, culturales e institucionales, sumadas a lo específicamente nuestro. 

Detrás: Carlos Eusebi con su esposa Selma charlando con Iris Gardelliano (Izquierda) la Prof. Bibi Colubret (de espaldas) y Norma Piccione de Ordoñez (derecha)
Primer plano don Carlos Eusebi, a su lado Selma, su esposa, detrás el dramaturgo Norberto Martín y su esposa Elvira Lamanna.
 Los 80 años de Carlos Eusebi, foto arriba con el actor Carlos Blassi Bruno y debajo con Blassi Bruno y la concertista Haydee Trinca de Eusebi. 
por Chalo Agnelli 

jueves, 24 de marzo de 2016

DESAPARECIDOS DE LA ESCUELA NORMAL DE QUILMES ¡PRESENTE!

Recibimos del Lic. Ariel Ghizzardi, presidente de EXANQUI la siguiente nota que como ex alumno de la Escuela Normal y contemporáneo de aquellos nuestros desaparecidos adherimos ampliamente y le damos lugar en nuestro QUILMERO, que es crónica de la memoria viva.
Quilmes, 24 de marzo de 2.016
Al cumplirse 40 años de la más sangrienta dictadura cívico-militar

que ha tenido que soportar nuestra República, EXANQUI, ONG Ex Alumnos de la Escuela Normal de Quilmes, desea manifestar en nombre de los ex alumnos salvajemente torturados y asesinados por este siniestro conjunto de empresarios y uniformados que, en lugar de servir a la Patria se pusieron al servicio de viles intereses económicos, su rotunda afirmación de que NUNCA
MÁS el pueblo argentino debe tolerar semejante atropello criminal de los más elementales derechos humanos.

Vayan los nombres de nuestros ex condiscípulos PRESENTES en esta Plaza, que aunque sean una ínfima minoría en el total de las víctimas de la dictadura cívico-militar, son una parte importante de nuestro dolor y nuestros afectos.
Los nuestros fueron:
Diana Iris García (promoción 1963)
Rosa Murno de Merediz (promoción 1964)
Elena Rinaldi Sarlo de Pocetti (promoción 1968)
Blanca Ortiz de Murúa (promoción 1969)
Diego Hernando Secaud Merlo (promoción 1969)
Graciela Marina González Marelli (promoción 1969)
Amelia Bárbara Miranda (de Lanouscou) (2º año 1968)
Dora Cristina Greco (promoción 1969)
María Cristina Lefteroff (promoción 1973)
Rodolfo Antonio Merediz (6º grado 1958)
Tarsicio Pisone (6º grado 1966)

Los ex alumnos de la Escuela Normal de Quilmes decimos junto con ustedes:
¡NUNCA MÁS! ¡JUICIO Y CASTIGO A LOS CULPABLES!
Ariel Ghizzardi
Presidente de la CD de EXANQUI

 Crónica Chalo Agnelli

miércoles, 23 de marzo de 2016

INSTITUTO POLITÉCNICO INDUSTRIAL DE BERAZATEGUI // 1966 - 50 Años - 2016



El 4 de noviembre de 1960, se sanciona la ley Nº 6.317; con ella, Berazategui obtiene su Autonomía. Este hecho llegó acompañado de un crecimiento demográfico, haciendo indispensable extender los centros de Educación; además las empresas de la zona estaban en expansión y reestructuración requiriendo para tal fin personal técnico capacitado.
Durante el año 1964, en un intercambio de opiniones entre el Obispo de Avellaneda Jerónimo Podesta - por entonces Berazategui pertenecía a esa diócesis -, el Padre Jesús Schiro, Párroco de Villa España y representantes de las empresas Rigolleau, Ducilo y Peugeot surgió una idea: crear un Instituto Técnico.
En los primeros meses de 1965, toma forma el proyecto y se realizan las primeras reuniones concretas. Posteriormente se hacen contactos con representantes de las empresas de la zona de influencia, Quilmes, Florencio Varela y Berazategui. Adhirieron a este proyecto 25 empresas.  Según se lee en documentación de la fecha, el objetivo fue: “Crear una Escuela Técnica para que desarrolle personas técnicas, teórico y prácticas capacitadas, que resuelvan las necesidades de personal técnico de las empresas y ratificar con esta obra la responsabilidad social de las empresas”.
El 3 de agosto de 1965, se lleva a cabo una reunión de máximo nivel con los representantes de las 25 empresas y el Obispado en los salones del Golf Club de Ranelagh. Ese día surgió una comisión compuesta por cinco representantes de las empresas y dos asesores representando al Obispado, a los efectos de elaborar los estatutos y normas que contemplen los aspectos legales y administrativos, de un Instituto Tecnológico Privado Empresarial también llamado por algunas empresas Instituto Tecnológico Industrial de Berazategui o Instituto Politécnico; sujeto a control educativo del CONET y la asistencia espiritual del Obispado de Avellaneda.
Desde el 1 y hasta el 14 de diciembre, se inscribieron 171 aspirantes. Se programó un examen de selección a desarrollarse el 17 de diciembre en la escuela Nº 5 ubicada frente a la estación del ferrocarril de Berazategui. Ingresaron 60 alumnos.
El 28 de marzo de 1966, se iniciaron las actividades del POLI, con tan solo 59 alumnos, siete docentes y una ordenanza.
La escuela empezó funcionando provisoriamente en el Ateneo Rigovisor, cedido por la Cristalería Rigolleau, ubicado en la calle Lisandro de la Torre y la Av. Rigolleau, donde hoy se encuentra la Plaza Rigolleau.
Los programas de estudio seguían los lineamientos establecidos por el Consejo Nacional de Educación Técnica, un organismo educativo nacional que definía las políticas de educación Técnica, desaparecido en la década del ´90. La Ley Nº 19.514 autorizaba a las empresas la desgravación de parte del Impuesto a la Educación Técnica para la creación y el sostenimiento de este tipo de propuestas educativas.
Este fue el origen de un establecimiento que, enriquecido por el aporte de padres, docentes y alumnos, se convirtió en una experiencia sin precedentes y superadora, muy valorada por la comunidad local y reconocida en otros ámbitos y por distintos organismos.
Su sistema educativo se fundamentaba en un concepto distinto de la relación profesor-alumno, se impartía una educación de tipo integral, tratando de conseguir el desarrollo armónico del joven, no sólo de sus habilidades técnicas. El lema fue y es: “El mejor técnico dentro del mejor hombre”.
Con el Golpe de Estado de Marzo de 1976, y la implementación de medidas económicas neoliberales, la producción en el país se ve seriamente afectada, esto impacta en la economía de las empresas y en consecuencia en el funcionamiento del POLI.
Comienzan a aparecer los primeros indicios de que el POLI corría peligro, este proceso se fue acrecentando hasta que en 1979, el Presidente del Consejo de Administración declara que el paso del Politécnico al CONET es irreversible. Las causas son contradictorias, entre otras políticas y económicas.
El año 1980 comienza con una gran incertidumbre, los profesores no cobran, las empresas deciden abandonar el Proyecto y el Politécnico pasa a depender directamente del CO.N.E.T. con el nombre de Escuela Nacional de Educación Técnica (ENET) Nº 1 de Berazategui.
Se produce un cambio radical en la actividad de la escuela, con mucha resistencia por parte de padres, profesores y alumnos. Aparecen los preceptores; el timbre; la asistencia a clase con corbata, zapatos y pelo corto; las amonestaciones, entre otras cosas desconocidas hasta el momento para la cultura del Politécnico, donde el diálogo, la reflexión y el compromiso eran parte de la convivencia.
Así la escuela sigue su vida, tratando de conservar los pilares educativos del Proyecto que la vio nacer.
En 1993 se sanciona la Ley Federal de Educación, que no contempla a la Educación Técnica y que transforma al secundario en el Polimodal con tres años de duración.
En 1994, y con la desaparición del CONET, otro duro golpe, las Escuelas Nacionales de Educación Técnica se transfieren a las provincias, el POLI pasa a la orbita de la Provincia de Buenos Aires y adopta una nueva denominación “Escuela de Educación Técnica (EET) Nº 3 de Berazategui”.
A partir de 1995, por un convenio firmado entre la Universidad Tecnológica Nacional y la Dirección General de Cultura y Educación, el Politécnico forma parte de una articulación pedagógica con la U.T.N. - Facultad Regional La Plata y adopta el nombre actual “Escuela Tecnológica Politécnico de Berazategui”
Nuevamente, en 1996 se avizora otra dificultad, la implementación de la Ley Federal hará desaparecer los primeros y segundos años primarizándolos bajo la denominación de octavo y noveno, como consecuencia las Escuelas Técnicas pierden los Talleres. Una dura lucha junto el resto de las escuelas técnicas, donde el Poli una vez más tuvo un papel destacado, da como resultado la posibilidad de generar articulaciones y tener taller en octavo y noveno, así nace a fines de 1996 la articulación pedagógica con la Escuela de EGB Nº 44.
Con la ley de Educación Técnico Profesional sancionada en el año 2005 las escuelas técnicas vuelven a resurgir nuevamente, con esta ley apareció el financiamiento para equipamiento e insumos, las Netbook, la nueva construcción, los aportes para reparaciones menores entre otros beneficios, hoy se denomina “Escuela de Educación Secundaria Técnica (EEST) Nº 3 de Berazategui” pero para todos los que transitaron y transitan sus aulas y pasillos es el POLI. Este año cumple 50 años.

La directora Prof. Patricia Denis nos envía las futuras actividades que desarrollará durante el año esta escuela emblemática de Berazategui, por la que pasaron más de 17.000 alumnos.
ACTIVIDADES DE FESTEJOS DEL PRESENTE AÑO
Ø      28 de marzo cumplimos 50 años del primer día de clases, haremos una enorme torta en un festejo íntimo para los alumnos que cursan actualmente.
Ø    24 de mayo acto protocolar del cincuentenario, con autoridades municipales y provinciales, ex profesores, ex alumnos, instituciones allegadas, empresas, alumnos y profesores; en este caso esperamos a todos los que se quieran acercar a la escuela a compartir el acto. El horario es a confirmar.
Ø      20 de setiembre jornada recreativa con alumnos, docentes y familia. Lugar y horario a confirmar.
Ø    22 o 29 de octubre multitudinaria cena de ex alumnos, profesores, ex profesores y autoridades en lugar a confirmar.
Ø      27 y 28 de octubre muestra anual educativa abierta a toda la comunidad de Berazategui.
Ø      7 de noviembre Fiesta de la Educación Física.
 Ver más en: http://www.politecnicobegui.edu.ar/
 

COMISIÓN ARQUEOLÓGICA QUILMES – 1935/2016



Por Chalo Agnelli
NUEVAS INCURSIONES ARQUEOLÓGICAS 
En el año 1995, un equipo de trabajo dirigido por la Lic. Zunilda Quatrín [1] y la co-dirección de la Lic. Mónica Cereda [2] se comenzó a realizar investigaciones arqueológicas en Quilmes. Se
excavaron numerosos sitios en la manzana histórica, lográndose recuperar una considerable cantidad de material arqueológico relacionado con la vida humana en la zona entre los siglos XVII y XIX.
Además de los trabajos de campo y de análisis de materiales realizados, el Proyecto Arqueológico Quilmes trabajó en actividades de extensión a la comunidad.
Lamentablemente tuvieron algunas dificultades oficiales y con algunas instituciones que no entendieron el valor histórico-social del arduo trabajo. El Proyecto se disolvió en el año 2002.
[3]
PROGRAMA ARQUEOLOGÍA HISTÓRICA
Hace algunos años se replanteó el Proyecto Arqueológico Quilmes (PAQ), dependiente de la Secretaría de Cultura y Educación del Municipio de Quilmes al frente del cual se hayan las licenciadas Florencia Vázquez y Verónica Martí, [4] quienes, con un equipo apasionado en el tema como Vicky Lombán, reiniciaron las excavaciones arqueológicas en la ciudad. El Programa de Arqueología Histórica (PAQ) se encarga específicamente del análisis de los restos materiales adscriptos a la época post-conquista. Considerando los nuevos hallazgos realizados en la zona costera. Se ha creado también el Programa de Arqueología Prehispánica, encargado del estudio de los restos arqueológicos adscriptos a momentos anteriores a la llegada de la colonización europea.
Varias décadas atrás ya se habían realizado improvisados trabajos arqueológicos, vale conocer su historia; antecedente del actual equipo de arqueológico entre las que se destacan.
URBANISMO 
En la década del `30 comenzaron en Quilmes a multiplicarse los loteos de las grandes quintas y chacras que abundaban en torno al casco de la ciudad. A su vez las compañías de servicios extendían sus redes y cavando y cavando aparecía el pasado de un Quilmes que se iba tapando placa a placa.
Esta documentación devela las leyendas de los supuestos cementerios que algunos ubican en distintos terrenos de Quilmes; como el que supuestamente hubo en la plaza Wilde, otro en la esquina de Garibaldi y Paz, donde estaba la residencia de la familia Pitré; de estos no hay ninguna documentación ni siquiera se mencionan en los libros de actas de las sesiones de los Municipales - lo que hoy es el Honorable Concejo Deliberante - ni en el Archivo de la Catedral de Quilmes.
Recientemente hemos hallado en el Archivo Juan Carlos Lombán documentación de una primera incursión arqueológica emprendida por alumnos del Colegio Nacional y la Escuela Normal.

COMISIÓN ARQUEOLÓGICA QUILMEÑA

El 30 de abril de 1935, los integrantes de la Comisión Arqueológica Quilmeña, formada por alumnos, docentes, profesionales e historiadores locales, entre otros: Alberto Otamendi, Hernán Badano, Hugo Persichini, Luis Lagresti y Celiar R. Cella enviaron a los rectores del Colegio Nacional y de la Escuela Normal Mixta de Quilmes, un informe de dicha Comisión que se acababa de ocupar  la extracción de huesos donde la compañía de Obras Sanitarias había excavado a la altura de las calles Pringles y Matienzo ("Quinta de Faramiñan", Ver Craviotto) dos pozo que presentaba, luego de profundizar algo más de un metro de tierra gredosa, una capa de ladrillos de un espesor de 0,50 m.; entre las paredes laterales había una distancia de 1,75 m; los ladrillos eran de 0,40 por 0,20 por 0,05 m. En él se encontraron dos hornos con huesos. La excavación, que estaba hacia el sur, la mayor, en su parte superior estaba a más de 2 m de profundidad respecto al nivel de la calle. Y la otro a 1,55 m debajo del mismo nivel. Los trabajos se realizaron entre los días 22 al 27 de abril.

Del primer pozo se extrajeron los huesos, que según examen del Dr. José U. Orengo, no eran humanos por su grandor y la convexidad de las costillas.
Del otro, se retiraron, entre otros fragmentos, un trozo de costilla que por su curvatura y tamaño bien podían considerarse humanos, siempre según la opinión de Dr. Orengo. De ese mismo pozo fue sacada una materia negra, granulosa y ligeramente grasosa que se puso al examen de la profesora de ciencias naturales de la Escuela Normal María Manuela Job. [5] 
Uno de los alumnos del Colegio Nacional, que colaboró con las excavaciones de apellido Castagna, entregó a la Comisión el día 26 otros fragmentos que él con sus compañeros halló el día 22 por la tarde.

Este fue el primer trabajo arqueológico y se podría decir antropológico que se realizó en Quilmes, si bien sin los elementos ni los conocimientos específicos.
Pudimos hallar en el Archivo del profesor Cella el informe de la Comisión que trataremos reproducir con las dificultades que el paso del tiempo y la calidad del papel lo permiten. Donde se colocó (¿?) se indica que la transcripción fue fortuita y se la sustituye por lo que el contexto hace suponer al compilador.

COMISION ARQUEOLÓGICA QUILMEÑA [6] 
Informe 2 – Quilmes agosto de 1935 (textual)
Sr. Rector del Colegio Nacional y Sr. Director de la Escuela Normal Mixta de Quilmes.

La Comisión que estudió los huesos hallados en la intersección de las calles Pringles y Matienzo, resolvió de acuerdo a los deseos del Sr. Director de la Escuela Normal, expresados en la nota Nº 144 aplicar sus fines y reapoyar estudios de carácter paleontológicos – arqueológicos en la zona que habitamos.
La Comisión Arqueológica Quilmeña quedó integrada de la siguiente manera:

Alumnos del Nacional: Sres. Alberto Otamendi, Hernán Badano y Arnaldo Romero.
Alumnos del Normal: Sres. Hugo Persichini, Luis Lagresti, Celiar R. Cella
Cuerpo Asesor: Dra. María M. Job - expresamos que nos honrará seguir contando con su designación -, Srta. Juliana Aguirre y Sr. Héctor Gachassin, químico.
Tal como lo presentamos en nuestro anterior informe, elevamos, ahora, este con carácter ampliatorio. 
EL HORNO DE LA VIRGEN (textual)
Primeramente nos es grato poner en su conocimiento la hipótesis de nuestro estimado compañero Alberto Otamendi. Ella dice así: “Aún la República Argentina se caracteriza por los grandes
latifundios, si bien el aumento de población ha hecho que muchos de estos se subdividieran. 
La civilización ha transformado ciudades y pueblos y asimismo donde ayer existían terrenos incultos hoy se alza alguna ciudad o se anuncia un pueblo en ciernes. (¿?) 
Quilmes no pudo ser una excepción y como tal tuvo (y tiene todavía) grandes extensiones de tierra de propiedad de un solo individuo.
Así a mediados del siglo pasado los campos próximos al hallazgo pertenecían a un anciano que era originario de la provincia de Santiago del Estero. La suerte es lo más seguro de esta vida y no excusa ni al pobre ni al rico.
Por eso, sintiendo su fin próximo este hombre, que según la tradición era muy piadoso, hizo venir a un párroco y a un notario. Luego de afirmar que no tenía herederos directos, ni siquiera personas de la familia (¿?) instituía como única y universal n estudios heredara a la Santísima Virgen. 
Muerto el testador, los bienes pasaron a ser propiedad de la parroquia de Quilmes dirigida en ese tiempo por el R. P. Pablo María Pardo (pues la muerte ocurrió después de 1864) [7] 
La existencia de unos hornos en esos terrenos y las palabras postreras del piadoso donante hizo que el pueblo lo llamara ‘campo y hornos de la Virgen’.
No he podido averiguar si en el corto lapso de tiempo que vino después y en los últimos años del santiagueño si esos hornos fueron utilizados. Yo por mi parte estoy en la creencia de que no. No he podido tampoco precisar con certeza el año del fallecimiento del mencionado señor. Pasando este paréntesis que trataré de quitar efectos posteriores sobre los días luctuosos de 1870 [Según Craviotto en Quilmes, las primeras dos muertes por este mal acontecieron el 6 de mayo de 1871], en que la fiebre amarilla causó tantas víctimas. Por esos años el Dr. José Antonio Wilde ejercía su humanitaria labor en la ciudad de Quilmes.  Con la urgencia del caso por consejo, tal vez, de este Doctor se cremaron los cadáveres en los hornos que el pueblo llamaba de la Virgen. [8] Me pregunto, ¿Por qué se cremaron allí y no en otro lugar? Y me contesto, porque esos hornos no se utilizaban. 
Este juicio es un poco atrevido por los pocos fundamentos que alego en su favor (¿?) 
Si los hornos habían estado inactivos durante cierto tiempo, el limo del río debiera haberlos cubierto en parte, no solo los alrededores, sino el mismo interior de estos. Y por los tanto hubiera tapado cualquier cosa dejada allí. Aún hoy se usan como combustible los huesos de animales y también todavía estos, hasta el momento de ser quemados son amontonados en el interior del horno. No sería, por los tanto, raro que los encontrados en el pozo se deban a esa razón.
Causas diversas hicieron que los hornos dejaran de utilizarse, el limo del río terminó por cubrir los huesos. Como estos no fueron quemados ni fueron objeto tampoco de golpes, presentarían las características de los hallados en el primer pozo. En cambio los cadáveres de las víctimas del 70 (sic) arrojados de los carros en que eran conducidos sufrieron la fractura de huesos y la acción del fuego (activado por razones de higiene pública para exterminio de los bacilos) dejó sus rastros. [9]  
[…] algunos vecinos por piedad o por temor que las cenizas tuvieran los terribles microbios, les echó unas carretilladas de tierra. La relación del hallazgo es del dominio público… (¿?)

***

“Nuestro compañero se ha basado en las opiniones recogidas y en las investigaciones realizadas al respecto. Nos creemos en el deber de presentaros nuevos datos para fundamentar su hipótesis.” (textual) 
DATOS CONSEGUIDOS (se clarificó el léxico y se completaron conceptos ilegibles)
Huesos humanos encontrados en el pozo del sur no presenta la acción del fuego ni de los golpes.
Huesos que pueden ser humanos, hallados en el otro pozo, estado fragmentario impide su reconocimiento, presentan la acción del fuego.
Opinión del Antropólogo del Museo de La Plata, anteriormente expresado por el Dr. José U Orengo.
Leyenda del santiagueño sobre “El campo y hornos de la Virgen”, como llaman a este sitio en los alrededores.
Opinión del Sr. Wilde, hijo del Dr. José Antonio Wilde
Allí son cremados los cadáveres de la epidemia de fiebre amarilla acaecida en Quilmes
Además el Dr. Moltedo manifiesta que sabe por narraciones de su padre que los cadáveres del 70 fueron cremados en los alrededores de Quilmes
Combustibles utilizados en los hornos, forma de guardarlos.
Observaciones del Sr. Alberto Otamendi. Opinión de muchas personas

DATOS A CONSEGUIRSE
DATO
LUGAR
Límites de la propiedad donde se ubica el Horno de la Virgen.
Archivo de los Tribunales de La Plata
Fecha del fallecimiento del santiagueño (y nombre)
Archivo de la Parroquia (Catedral)
Averiguar las disposiciones que tomó la Municipalidad en 1870 ante los embates de la fiebre amarilla
Archivo de la Municipalidad (ubicado en la Biblioteca Pública D. F. Sarmiento
Probar que los hornos han estado inactivos en las fechas que supone el Sr. A. Otamendi
Recoger el testimonio de personas de avanzada edad residentes próximos a la zona de excavación.
A lo largo de qué tiempo el limo cubrió el lugar y los huesos.
Excavar en los alrededores bajo la dirección de profesionales en la materia.
Quedamos a la espera de sus gratas órdenes y estamos agradecidos por sus útiles consejos y sus palabras de aliento. (Siguen las firmas de: Hernán Badano, Alberto Otamendi, Luis Lagresti, Hugo Persichini, Celiar R. Cella y Arnaldo Romero (Aquí concluye el documento)
EXCAVACIONES ALES-PANIER
 El profesor don Manuel Ales escuchó del ceramista y escultor Luciano Panier que próxima a la ribera quilmeña, hacia el arroyo Giménez, había un área donde existió un horno primario, probablemente del pueblo originario que pobló estas costas en 1666, y que, al parecer, aprovechaban la arcilla gris que hay debajo de la arena para hacer vasijas y cuencos. Ales movido por su naturaleza de investigador, con sus hijos y Panier recorrieron la zona y después de varias excavaciones encontraron este “parador” con restos de cacharros con algunos trazos y dibujos antropomórficos. Hecho confirmado por el historiador Luis E. Otamendi, en su libro “Historia de la Reducción – 1666/1812”; en base al análisis de los restos de alfarería encontrados. Si bien varios científicos atribuyen estos “paradores” a indios querandíes, Otamendi dice en su libro (Pág. 16) que las cerámicas halladas “son de origen diaguita, de los indios de esta reducción, de acuerdo al decorado y grabado de las piezas encontradas”.
 Fotos de Proyecto Arqueológico Quilmes, gentileza Verónica Martí.

ACTUALIDAD 
Durante los meses de enero y febrero de 2015, los integrantes del Proyecto se dedicaron a continuar las investigaciones arqueológicas en la zona de la ribera de Quilmes, donde se siguió recuperando material adscripto a momentos prehispánicos.
Investigación, compilación y argumentación Prof. Chalo Agnelli

Quilmes, 2009//2015
FUENTES
Archivo del Prof. Juan Carlos Lombán
Archivo de la Biblioteca Popular Pedro Goyena

Ver más en EL QUILMERO del martes, 22 de marzo de 2016 ¿Y NUESTROS ANCESTROS QUERANDÍES?

Ver más en EL QUILMERO del miércoles, 29 de enero de 2014 HALLARON PRUEBAS DE LA OCUPACIÓN PREHISPÁNICA EN QUILMES

http://elquilmero.blogspot.com.ar/2014/01/hallaron-pruebas-de-la-ocupacion_29.html

Ver Craviotto, José A. “Informe sobre los restos de una construcción en Quilmes”. (Quinta de Faramiñan) En expediente municipal 129-C-1935, con documentación y planimetría. Periódico La Verdad, 24/5/1935.
NOTAS

[1] Es ex alumna de la Escuela Normal de Quilmes y de la U.N. de La Plata. Fue docente del CEM 20 y del CEM 97. Actualmente vive en San Carlos de Bariloche.
[2] Mónica Cereda integró el Consejo Asesor Permanente de Bibliotecas Populares de Quilmes, quienes editaron un libro sobre la Historia de Quilmes. Actualmente es coordinadora del Centro de Acceso a la Justicia Quilmes y docente en el programa FINES.
[3] http://proyectoarqueologicoquilmes.blogspot.com.ar/
[4]  Ver blog Cit. Ant.
[5] La profesora María M. Job fue una de las primeras 22 egresadas de la Escuela Normal en 1916. Luego estudió el profesorado de Ciencias Naturales en La Plata y fue una apasionada, improvisada, antropóloga. Transitó toda su carrera docente en el partido de Quilmes.
[6] Esta transcripción no es textual pues en los originales hay palabras, frases y párrafos enteros que están en alto grado de deterioro, de modo que nos atuvimos a la interpretación que surge del contexto; a su vez la redacción contiene errores de sintaxis y gramaticales, que algunos modificamos, otros por conservar la originalidad del documento los mantuvimos.
[7] El Pbro. Pablo María Pardo fue párroco en Quilmes desde 1864 hasta 1870. Lo precedió Carlos Vadones que estuvo al frente de la parroquia desde 1856 a 1864.  Y suplió a Pardo, el Pbro. Bruno Berzara por sólo un año y Ángel Pueyo desde 1872 hasta 1875.
[8] Esto fue desechado por el Dr. Craviotto en investigaciones posteriores a este hallazgo, quien lo dejó fehacientemente documentado. Nunca se usaron esos hornos como crematorio de cadáveres humanos víctimas de la fiebre amarilla. Estos fueron sepultados en el cementerio de la Barranca que ya había empezado a utilizarse y se había abandonado el cementerio indio lindero con el templo parroquial. En Quilmes la epidemia se cobró 24 víctimas. Hay un trabajo del Dr. Craviotto sobre el “Horno de la Virgen” que aún no pudimos hallarlo.
[9] Ver “Quilmes a través de los años” Pag. 228