RUPTURA DE UN PARADIGMA
Nuevamente la Asociación Amigos de las Artes de Quilmes, agudizó la excelencia de sus actividades y el jueves 25 próximo pasado, en el Club Social, organizó una conferencia con soporte visual, sobre: "LA GRAN PIRÁMIDE DE KEOPS ¿ENIGMA O DILEMA?”, donde se devela una estruendosa teoría sobre la construcción de la pirámide de Keops y las demás pirámides, mastabas y esfinges de Egipto. La “ruptura de paradigmas” estuvo a cargo de la licenciada Amalia Frontini.
Esta nueva hipótesis, que dejó a la numerosa asistencia con la “boca abierta”, rostro de haber descubierto el fuego y totalmente convencidos de sus postulados, es una extensa y profunda investigación del Dr. Edmundo Ashkar y de la disertante Prof. Lic. Amalia Frontini que, en su papel de conferencista y de científica, absolutamente convencida de su propuesta, expuso con una soltura didáctica y pedagógica, otro factor que ayudó a que los asistentes no atináramos a movernos ni a hacer el menor ruido – salvo los malhadados celulares de algunos descorteses - durante las casi 3 horas.
Amalia Frontini, la co-autora de la teoría postula que la Gran Pirámide fue esculpida directamente en la roca caliza de la meseta de Guiza, Los autores de esta teoría, proponen – y fundamentan con imágenes, ilustraciones, maquetas, etc - que los antiguos egipcios, habilidosos talladores de la piedra, practicaron al extremo el oficio de cortar, pulir y acarrear bloques.
En la página del “Instituto de Estudios del Antiguo Egipto”
(www.institutoestudiosantiguoegipto.com), se explica que “Hasta el momento, investigadores de renombre apoyan cuatro teorías posibles, todas ellas basadas en el corte, pulido y transporte de bloques de entre 2 y 7 toneladas, sobre trineos o rodillos de madera, y luego elevados, escalón por escalón hasta alcanzar 210 hiladas, (137 metros). Sin embargo, ninguna de esas teorías pudo ser llevada a la práctica y no existen evidencias arqueológicas ni documentación alguna sobre los materiales necesarios para semejante tarea: miles de árboles que no existen en Egipto, miles de metros de soga, largas rampas de no más de 5° de inclinación y miles de litros de algún lubricante. Partiendo desde cero en el aprendizaje del comportamiento de la luz y de la sombra, los autores llegaron a la conclusión de que la Gran Pirámide de Kheops, no pudo haberse hecho desde abajo y hacia arriba por superposición de bloques, sino desde arriba y hacia abajo, tallando de una formación de piedra caliza ya existente, siguiendo la sombra proyectada por el escalón anterior sobre la roca. El aspecto externo de bloques lo ocasionó el tiempo –4.640 años–, la amplitud térmica típica de los desiertos de arena, los movimientos sísmicos, la proximidad del agua en cada inundación, que modificaba la composición química de los estratos más bajos de la Meseta de Ghiza y la continua erosión de los vientos con arena que desde siempre soplan en la zona […] Los investigadores (Asckar y Frontini) han realizado decenas de veces la construcción de pirámides en escala idéntica a la de Kheops, con el método propuesto y no vislumbran dificultad alguna en dirigir una obra similar sobre auténtica piedra caliza.”
Amalia Frontini es licenciada en Museología; fue creadora, fundadora y Supervisor en Jefe del Museo Houssay de Ciencia y Tecnología, referente de la Embajada de Egipto para la divulgación de los temas del Egipto Faraónico; traductora de jeroglíficos egipcios y otras, tan importantes o más, acciones y capacitaciones profesionales de carácter científico.
Su colega investigador, el Dr. Edmundo Ashkar es Doctor en Medicina, Profesor Titular Consulto de la Universidad de Buenos Aires, miembro de la Royal Society of Medicine y de varias instituciones científicas internacionales.
Nos fuimos del Social "de perfil" (como los antiguos egipcios mandan) y absolutamente esclarecidos, convencidos de los postulados de la Lic. Frontini, ávidos de más información que en casa extrajimos de nuestras bibliotecas y de algunas páginas web. También rondamos a los que refutan a estos dos investigadores argentinos y nos dimos cuenta que sus anatemas no alcanzan para destruir el nuevo paradigma.