sábado, 20 de febrero de 2010

LAS ESCUELAS EN LOCALES INAPROPIADOS - 1940

Con alguna frecuencia suele comentarse, y hasta se formulan indicaciones, con respecto a los locales poco apropiados o carentes de comodidades necesarias que exigen las circunstancias y donde funcionan escuelas del Estado. Las inclemencias del tiempo, sea durante los días lluviosos cuando la columna mercurial desciende en forma sensible, ponen de relieve con carácter más destacados estas deficiencias. Existen establecimientos carentes de reparos para los días de lluvia debiendo los niños permanecer inactivos durante el recreo para no exponerse a las consecuencias de una mojadura. Igual cosa ocurre cuando avanza el invierno. En muchos casos las cooperadoras formadas por los padres de los alumnos han tratado de hallar una solución a este problema, pero es necesario que sean las autoridades las que se preocupen de resolverlo definitivamente. Con un plan medido y dentro de lo que el buen sentido y la lógica aconsejan. Podrían subsanarse a tiempo las deficiencias que mencionamos y que lamentablemente salen a relucir cuando se presenta los inconvenientes, pudiendo muy bien aprovecharse la temporada de vacaciones para efectuar las reparaciones necesarias. Tal vez los trabajos signifiquen una erogación especial, pero es necesario efectuarlos por el bien de los niños, que se hallan expuestos a las consecuencias de lo que nos permitimos suponer se trate de pequeños inconvenientes de trámite administrativo, pero no de despreocupación de las autoridades"
UN PARALELISMO HISTÓRICO CON EL PRESENTE.
El día 6 de julio de 1941, se reunió en el local de la Intendencia Municipal la comisión popular contra en analfabetismo, bajo la presidencia del doctor Adolfo Bazán y con la presencia de los señores. Doctor V. Gachassin, Dr. Héctor Jutorán, Bernardo Meyer y Roberto J. Bombassei faltando con aviso los señores doctor Oscar Echelini y Antonio R. Barrera Nicholson, habiendo tomado conocimiento al censo que se hará tomando como base el padrón electoral del distrito, realizado por los señores Meyer y Barrera Nicholson y que arrojó 707 analfabetos, lo que resulta un porcentaje inferior al 5%.
Se consideró también sobre la base del trabajo censal mencionado, que la cantidad de semianalfabetos empadronados, debe ascender a un 10% aproximadamente, lo cual significa que en nuestro partido existen unos 2000 argentinos iletrados.
La medida más importante adoptada por la comisión, consiste en la creación de subcomisiones en Plátanos, Hudson, Berazategui, Villa España, Ranelagh, Ezpeleta, Quilmes Centro, Quilmes Sur, Quilmes Norte, Bernal Centro, Villa Crámer, Bernal Oeste y Don Bosco.
Se ha resulto invitar vecinos caracterizados de los distintos puntos de nuestro partido, para la sesión que realizará la comisión el domingo próximo, día 13 del corriente, a las 19 hs en la Intendencia Municipal de Quilmes.

NORMAS SOCIALES EN 1940


EL LUTO EN 1940

El luto es una exteriorización del pesar causado por la pérdida de un ser querido. Las normas que rigen al respecto, impuestas por la costumbre y por el sentimiento, se limitan a fijar su duración de acuerdo con los diferentes grados de parentesco considerados en general.
   En estos últimos tiempos el luto sufrió ligeras modificaciones. Se ha tendido a aligerarlo, a hacerlo menos entristecedor y a admitir dentro de una sobriedad digna una mayor intromisión de la moda en lo que conviene a hechura de los vestidos, tipos de adorno, accesorios, etc. También vemos con frecuencia como por resolución voluntaria se abrevia, con elasticidad, pero al detallar la tabla de los lutos dará los tiempos que el uso ha generalizado y que están incluidos en los códigos sociales.
   El luto correcto por fallecimiento de padre es de dos años, dividido en un año riguroso, seis meses menos aliviado y seis meses medio luto. Transcurrido este tiempo se emplieza paulatinamente a vestir de color.
   Por esposos, siendo jóvenes, el luto dura dos años con idéntica división que la expresada para el de padre, aun cuando individuamente hay quienes prolongan este tiempo. Los viudos de cierta edad optan generalmente por llevarlo toda la vida.
   Por hijos corresponde llevar luto dos años: uno riguroso y otro aliviado, tratándose de mayores; seis meses si fueran de corta edad.
   Por abuelos, hermanos y suegros el luto dura un año; seis meses riguroso, tres aliviado y tres medio luto.
   Por tíos, tíos abuelos y primos, es luto es de seis meses, pudiendo aliviarse a partir de la mitad de este tiempo.

LUTO RIGUROSO. Durante el luto riguroso se deben llevar telas de superficie mate, como las lanillas, paños sin brillo, terciopelo de lana, “crépe mat”, etc. El luto aliviado exige esas mismas telas con detalles de cierto brillo, pero siempre negros. En el medio luto las telas pueden ser algo brillosos, negro y blanco, negro y gris, gris oscuro, tonos discretos de heliotropo, violeta, ciclamen, estando excluidos los claros.

   Con el luto riguroso corresponden accesorios opacos: carteras, cinturones, calzado de gamuza, sombrero de fieltro mate, con cola de crépe Georgette para luto por esposos, padres y hermanos, no siendo necesario que ostenten borde de crespón; es suficiente un bode vainillado. La cola puede eliminarse después del año en los lutos pesados y transcurridos seis meses en los demás.
   En el luto aliviado puede llevarse accesorios brillantes y vistosos; los guantes no es necesario que sean de gamuza, pues se admiten los de cabritilla o seda opaca.
   Pare el medio luto se incluyen detalles grises y blancos.
   En verano, los sombreros de paja opaca también están considerados dentro del luto riguroso, pudiendo usarse con la cola de rigor.
   En general los sombreros de fieltro sin adornos o con algunos muy sobrios de gros-grain son indicados para el luto riguroso.
   Las alhajas brillantes o de pedrería no deben llevarse durante el luto; las perlas tampoco se usarán en el período riguroso, pero sí en el aliviado.
   Los brazales de crespón que se estilaban en los trajes masculinos se han reducido a un vivo en la solapa de la chaqueta.
Durante el luto riguroso no se hace vida social: las visitas transcurrido un tiempo prudencial, podrán ser la única actividad circunscribiéndolas a parientes y amistades íntimas. No se concurre a ninguna ceremonia y en caso de ser forzoso, un casamiento, etc., sólo se va al templo, aliviándose el luto como excepción.[1]


[1] Revista “Vida Católica” 13 de abril de 1940 - Año 1; N° 15