miércoles, 28 de abril de 2021

EL PARQUE DE LA CEVECERÍA - 1922-2022 - JUAN THORMÄHLEN


 APORTES RECREATIVOS

DE LA CERVECERÍA ARGENTINA QUILMES

por Chalo Agnelli 

En cuanto al aspecto recreativo, ya en el pedido de tierras al municipio para levantar su empresa, Otto Sebastián Bemberg previó una amplia extensión junto a la misma para realizar un gran parque recreativo.
 Se adquirieron los 87.000 m2 de la chacra de Mauricio Pastor Moreyra y Antonia Torre de Moreyra, [35] donde, en
1922, se inauguró el Parque Cervecero. Fue diseñado por don Juan Thormählen, ingeniero alemán de Hamburgo.
Un campo de deportes con jardines e instalaciones deportivas: cancha de fútbol, tenis, básquetbol, pelota-paleta, pileta de natación, cancha de bochas y un gimnasio con todo tipo de aparatos. En un quincho se hacían almuerzos para las delegaciones que visitaban la fábrica. Los fines de semana y feriados la concurrencia al lugar, que era libre, superaba las 3000 personas. Tanto en verano como en invierno, los aficionados al patinaje corrían por las veredas de Pórtland que rodeaban toda la extensión del parque.[36] También se realizaban torneos deportivos y, entre las décadas del 20 hasta el 60, se hacían bailes populares.
Dentro de esa gran extensión verde se encontraba el chalecito de los Bemberg, el lugar preferido por los hijos de
Otto S. Bemberg cuando visitaban la fábrica para realizar almuerzos y reuniones con empleados, familiares y amigos. Manuel Bautista que entró a trabajar a la Cervecería a los 14 años en 1921 y permaneció 40 años en la empresa, era bombero interno y se le encargaba hacer guardia en el parque y asistir a los Bemberg en ese chalet cuando era necesario.
Otto Eduardo Bemberg, seleccionó los árboles que hasta hoy se levantan en el parque, incluso plantó algunos, los que cuidaba personalmente en las oportunidades que visitaba el lugar, con un mameluco azul y un sombrero de paja de alas anchas. Entre los árboles existentes los más curiosos son
una acacia de Australia, un ciprés calvo, un ginkgo biloba de Siria, un pino Spruce y un roble de los pantanos traído de La Florida, EEUU. Entre ellos se paseaban orondos y libres media docena de pavos reales y algunos faisanes, que eran la curiosidad de todo Quilmes. Cada árbol tenía a sus pies un taco de madera clavado en tierra con una placa de bronce que reseñaba el origen y familia vegetal a la que pertenecía cada árbol. Con los años quedaron sólo los tacos, próximos los festejos de los 120 años de existencia, la empresa volvió a colocar dichos mojones botánicos.
En 1953, al nacionalizarse la empresa, siendo director del organismo liquidador de los bienes de los Bemberg el Cnel. González, se tomó posesión del parque para cederlo a los
obreros cerveceros. De todos modos los obreros y empleados venían gozando de ese predio desde el primer día de su creación, de las canchas de fútbol, del frontón de paleta, los senderos para patín y caminatas, la piscina, donde aprendieron a nadar varias generaciones y el expendio de cerveza que se bebía fresquita tirada directamente de sus barriles originales y a muy bajo precio; todo sin ningún impedimento. Por la Ordenanza N°11881/12 en la Sesión Ordinaria del día 15 de Agosto 2012, tanto el Parque como la Villa Argentina fueron declarados Patrimonio Histórico.
Chalo Agnelli/2012

Dr. José Antonio Wilde: médico, periodista y educador