viernes, 20 de agosto de 2021

MIGUEL ÁNGEL MORELLI APÉNDICE DE DESPEDIDA PARA SIEMPRE

Chalo Agnelli

“Hoy es siempre todavía, toda la vida es ahora. Y ahora, ahora es el momento de cumplir las promesas que nos hicimos. Porque ayer no lo hicimos, porque mañana es tarde. Ahora ”.

Antonio Machado

El viernes 21 de agosto de este malhadado 2020, a la madrugada, en un sanatorio de La Colonia, Quilmes, murió Miguel Ángel Morelli, tenía 65 años. La peste globalizada, impune, se llevó a otra víctima. Genéticamente poeta: " escribo porque no me queda más remedio... la poesía me asalta". Editor, periodista, 'borgiano', librero, padre, esposo... todo bien amalgamado y sobrio, sin perder el gusto a las pequeñas cosas. El periodismo se le manifestaba en el sutil manejo de la ironía (abrevada en la fuente borgiana) Su ajustada y precisa visión de la realidad del país lo hacía imprescindible a la hora de entender el absurdo del transcurrir argentino.

¿Quién mejor que él para definirse? “Miro. Me espero. Me apoyo, por ejemplo, en la contemplación de un paisaje, para ayudarme a encontrar por escrito lo que todavía no conozco o no puedo estar conociéndolo como yo quisiera. Trato de no sacarle la pureza a lo que me interroga o insiste en mí, desde hace mucho. Soy lo que siento pensando, porque mientas pienso, puedo encontrarme mejor con lo que vuelvo a sentir…”

Nos reconocimos durante muchos años en diferentes circuitos: en la Sociedad Italiana y las Ferias del Libro que allí se realizaban, en la SADE filial Quilmes, en el Círculo de la Prensa, del que fue el último presidente, en recitales, presentaciones, la publicación de dos de mis libros, en el intento del “Grupo Sur”, autores en torno a su revista “Tiempo Sur” que fue un hito de su factura, en la entrevista que le hicieron Cristina Oller y Ricardo Debeljuh en el programa radial “Retratos en la Ciudad” que, transformado en libro, tuve el acierto de desgrabar y transformar en letra escrita.

Era un optimista concienzudo. Amaba la vida, los libros, la gente. Tenía una visión lúcida de las cosas. La poesía lo pierde, la obra lo gana. La librería, los libros se abrirán siempre con su nombre, de lunes a viernes de 9 a 20 y los sábados… salvo algún recreo en la Quintana que estaba en Mitre y Garibaldi. Ahora debe estar allí, en conciliábulo literario con otros imprescindibles que se nos fueron pronto: Liliana Guaragno, Néstor Telechea, Mac Gough, Oscar Tacho Soto…

Quilmes, la poesía, los bibliófilos perdimos, por las crueldades que nos marca para siempre la historia, una sustancial figura de nuestro Capital Social. 

(Chalo Agnelli / 21-8-2020)       

De izquierda a derecha: Iris Gardelliano, Bibi Colubret, Chalo Agnelli, Carlos Eusebi, Silvia Barreiro, Claudio Mangifesta, Miguel Ángel Morelli, Liliana Guaragno.