sábado, 3 de abril de 2021

¿¡HUDSON AGENTE INGLÉS!?... POR MARÍA ROSA MARIANI

SOLAMENTE ALGUIEN QUE DESCONOCE LA OBRA DE GUILLERMO ENRIQUE HUDSON PODRÍA DECIR QUE FUE UN AGENTE INGLÉS.

Los ingleses y las Islas Malvinas

Extraído de “La Tierra Purpúrea que Inglaterra perdió” 

Londres 1885

"Recuperar los dichos de Hudson para honrar a nuestros héroes"

"La pasión del naturalista me llevó a explorar en la otra orilla del Plata. Recorrí la República Oriental del Uruguay; una de las más hermosas moradas que Dios preparó para los hombres. La belleza de sus rápidos ríos, sierras de tonos azula­dos, desplegadas hasta perderse de vista en el nebuloso horizonte.

El lugar más llamativo de Montevideo, su Capital, situada a orillas del río color de león, o mar dulce (como muchos lo llaman por lo ancho), es el cerro. Las lade­ras cubiertas de flores silvestres lo transforman en un inmenso jardín. Corona­ban su cima las ruinas de una antigua fortaleza, 1885 y en sus torres alguna vez flameó, la bandera del poderoso Reino Británico, después de que sus bayonetas derramaran sangre criolla por las calles de la ciudad.

Durante ese viaje tuve la oportunidad de completar la imagen de las Invasiones Inglesas que me había formado en la infancia, después del relato de Nicandro. Nada de eso contaban los trescientos libros de la biblioteca que mi madre había traído de su país.

Más de cincuenta años después, los pobladores, todavía contaban lo sucedido con gran amargura.

Antes de la independencia, estas tierras que eran colonias de España; fueron una gran tentación para los ingleses. Por intereses económicos, intentaron apoderar­se del Virreinato del Río de la Plata, prometiendo traer su civilización a estas tie­rras, que para ellos eran territorio de barbarie.

Después de un fracaso en Buenos Aires el año anterior, allá por 1807, unos meses antes de desembarcar en Buenos Aires, cerca del Samborombón; una flota inglesa tomó Montevideo. Miles de soldados, avanzaron por las calles de la ciu­dad, sobre los cadáveres de los criollos que resistieron la invasión. ¡Cómo creer en sus promesas de respetar las leyes y la religión, después de semejante baño de sangre!

Quisieron convencer a los orientales de un futuro de tranquilidad, y que enton­ces la hierba sería más verde y las flores de colores más vivos.

¡Ellos, un grupo de miserables, que venían a brindarnos su protección, abando­naron esta ciudad que domina la entrada al río más grandioso del mundo en muy poco tiempo! Después del fracaso en la invasión a Buenos Aires, tan cobar­des, se desanimaron y canjearon el país al que habían conquistado con cruel­dad, por dos mil soldados británicos tomados como prisioneros las fuerzas de Liniers. Años más tarde, mostraron gran valentía al tomar para todos los habitan­tes de esa parte del mundo que aspiraran vivir bajo la protección británica, un solitario refugio de focas y pingüinos, que no podían defenderse. Las islas Mal­vinas.

Y mucho tiempo después, cuando ya la antigua gloria de Inglaterra se iba desvaneciendo, y el Imperio ya no podía brindar protección a ningún territorio; las Malvinas, seguían siendo colonia británica. No tuvieron la misma suerte que la Banda Oriental y Buenos Aires, donde había gauchos para defender la tierra."

De "La Tierra Purpúrea" de Guillermo Enrique Hudson

Compilación MG. María Rosa Mariani