sábado, 30 de agosto de 2014

29 DE AGOSTO, DÍA DEL ÁRBOL - ÁRBOLES QUILMEÑOS


 Cada comarca en la tierra / tiene un rasgo prominente: /
el Brasil su sol ardiente; / minas de plata el Perú; / Montevideo, su cerro,/ Buenos Aires, ¡Patria hermosa! / tiene la Pampa grandiosa, / 
la Pampa, tiene el ombú.
de Luis L. Domínguez en "América Poética"

LOS ÁRBOLES DEL PARQUE DE LA CERVECERÍA
por Chalo Agnelli
de "La Colonia de Valerga - Historia social
del segundo barrio de Quilmes" Cap. 5 
En cuanto al aspecto recreativo, ya en el pedido de tierras al municipio para levantar su empresa, Otto Sebastián Bemberg previó una amplia extensión junto a la misma para realizar un gran parque recreativo. Se adquirieron los 87.000 m2 de la chacra de Mauricio Pastor
Moreyra y Antonia Torre de Moreyra, [1] donde, en 1922, se inauguró el Parque Cervecero. Un campo de deportes con jardines e instalaciones deportivas: cancha de fútbol, tenis, básquetbol, pelota-paleta, pileta de natación, cancha de bochas y un gimnasio con todo tipo de aparatos. En un quincho se hacían almuerzos para las delegaciones que visitaban la fábrica. Los fines de semana y feriados la
concurrencia al lugar, que era libre, superaba las 3000 personas. Tanto en verano como en invierno, los aficionados al patinaje corrían por las veredas de Pórtland que rodeaban toda la extensión del parque.[2] También se realizaban torneos deportivos y, entre las décadas del 20 hasta el 60, se hacían bailes populares. Dentro de esa gran extensión verde se encontraba el chalecito
de los Bemberg, el lugar preferido por los hijos de Otto Sebastián Bemberg cuando visitaban la fábrica para realizar almuerzos y reuniones con empleados, familiares y amigos. Manuel Bautista que entró a trabajar a la Cervecería a los 14 años en 1921 y permaneció 40 años en la empresa, era bombero interno y se le encargaba hacer guardia en el parque y asistir a los Bemberg en ese chalet cuando era necesario. Fue, durante la mayor parte de su vida. el jardinero mayor y
superintendente del Parque, bajo la dirección directa de Federico Eduardo Bemberg, don Francisco Naranjo, nacido en las Islas Canarias, casado con Juana Almeida, también de origen canario, pero de antiguo arraigo en Quilmes. Allí vivieron en una vivienda que fue demolida en 1991 (circa) con sus 9 hijos: Brígida (luego de Castro) Juana, [3] María Elena (luego de de La Serna), Delia, Francisco (casado con
Margarita Guerrieri), María Inés, [4] Enrique, Jorge y Victorio. Todos los varones trabajaron en la Quilmes, en la sala de máquinas y las mujeres en la Tapa Corona, salvo Delia que era empleada en Ducilo y María Inés que ayudaba a su madre en las tareas domésticas que requería tan numerosa familia. Enrique Naranjo administró durante varios años el restaurante del Parque en sociedad con el señor Cali. María Inés Naranjo de Reynoso vivía en la casa de la Villa Nº 132.

(María Inés, pasados los 90 años, participó recientemente del Centenario de la escuela n° 30) Don Francisco Naranjo se paseaba uniformado por los paseos de la escasa vegetación que aún no había adquirido la suntuosa fronda que hoy adorna el lugar; era el encargado del mantenimiento de la pileta que estaba a disposición de todas las familias cerveceras. Allí trabajó hasta su muerte en 1977 pasados los 80 años.Federico Otto Bemberg, seleccionó los árboles que hasta hoy


se levantan en el parque, incluso plantó algunos, los que cuidaba personalmente con un mameluco azul y un sombrero de paja de alas anchas, con la dirección de un ingeniero japonés que murió trabajando y lo velaron en el mismo parque en su vivienda que estaba detrás del buffet.
Entre los árboles existentes los más curiosos son una acacia de Australia, un ciprés calvo, un ginkgo biloba de Siria, un pino Spruce y un roble de los pantanos traído de La Florida, EEUU. Entre ellos
se paseaban horondos y libres media docena de pavos reales y algunos faisanes, que eran la curiosidad de todo Quilmes. Cada árbol tenía a sus pies un taco de madera clavado en tierra con una placa de bronce que reseñaba el origen y familia vegetal a la que pertenecía cada árbol. Con los años quedaron sólo los tacos, próximos los festejos de los 120 años de existencia, la empresa volvió a colocar dichos mojones botánicos.
En 1953, al nacionalizarse la empresa, siendo director del
organismo liquidador de los bienes de los Bemberg el coronel González, se tomó posesión del parque para cederlo a los obreros cerveceros. De todos modos los obreros y empleados venían gozando de ese predio desde el primer día de su creación, de las canchas de fútbol, del frontón de paleta, los senderos para patín y caminatas, la piscina, donde aprendieron a nadar varias generaciones y el expendio de cerveza que se bebía fresquita tirada directamente de sus barriles originales y a muy bajo precio; todo sin ningún impedimento.
En 2010, la Empresa Quilmes, próximos los 120 años de su fundación, tuvo la feliz iniciativa de volver a señalizar cada una de las especies de árboles del Parque, que una vez estuvieron identificados con pequeñas placas de bronce y que los depredadores humanos se llevaron de recuerdo (mal les caiga a su memoria) EL QUILMERO las reproduce en esta página en homenaje al árbol y a esta tierra tan dispuesta a prolongar la vida de cuanta especie se trajera.
LA CERVECERÍA QUILMES PLANTÓ Y ESPECIES AUTÓCTONAS EN EL PARQUE POR EL DÍA DEL ÁRBOL 
El diario “Perspectiva Sur” informó el sábado 30 de agosto de 2014, que en el marco del Día del Árbol, Cervecería y Maltería Quilmes realizó una plantación de árboles de 5 especies autóctonas en el Parque de la

Cervecería. La plantación se realizó en conjunto con la Municipalidad de Quilmes y contó por parte de la Cervecería con la participación de Luciano Beccarini, gerente de Planta y Juan José Ferrer, geren­te de Medio Ambiente. Por parte del Muni­cipio de Quilmes, participó Inés Anghileri, directora Operativa de Relaciones Institucionales de la
Secretaria de Medio Ambiente, Higiene Urbana y Turismo, y el ingeniero forestal Alberto Gattei, director de la Escuela de Jardinería de Quilmes. Con el objetivo de poner en valor el espacio y reposicionar las especies, se plantaron 50 árboles autóctonos, como el álamo plateado, ceibo, jacarandá, ciprés y quebracho colorado.“Este acto simbólico implica tanto una celebración por el Día del Árbol, como la continuidad de un trabajo que la compañía viene desarrollando permanentemente con el Municipio en lo que respecta al cuidado y conservación del medioambiente” destacó Luciano Baccarini


DÍA DEL ÁRBOL 
Se trata de una fecha que nos recuerda la importancia de proteger las superficies arboladas y se celebra en diferentes fechas, según el país se elige un día que sea propicio para que los árboles, arraiguen, según sus condiciones naturales.

En la Argentina se celebró por primera vez el 29 de agosto de 1901, luego de que el Consejo Nacional de Educación la establecie­ra el 29 de agosto del año anterior, gracias a la inicia­tiva del Dr. Estanislao Zeballos. El principal impulsor de la actividad forestal en nuestro país fue Domingo  Faustino Sarmiento que en un discurso subrayó: “El cultivo de los árboles, conviene a un país pastoril como el nuestro, porque no solo la arboricultura se une perfectamente a la ganadería, sino que debe considerarse un complemento indispensable. […] La Pampa es como nuestra República, tala rasa. Es la tela en la que ha de bordarse una Nación. Es necesario escribir sobre ella ¡Árboles! ¡Planten árboles!  
EN QUILMES 
La figura el gran impulsor de la forestación fue don Andrés Baranda. Era tal su fanatismo que el pueblo lo apodó “El árbol de la buena sombra”.  Él recibió semillas de eucaliptos de manos de
Sarmiento y las hizo germinar en la quinta que tenía en los fondos de su casa que estaba en la esquina de Paz y Rivadavia, donde luego el Dr. Torre levantó su suntuosa casa que hoy es un centro comercial. Luego Baranda plantó almácigos en la plaza San Martín, cuando aún se llamaba “25 de Mayo”, en su chacra junto al arroyo La Piedras y en su estancia en San Vicente. También los jueces de paz: Pedro Giráldez, Felipe Amoedo y Augusto Otamendi fueron imprescindibles forestadores en el Partido y me olvido de otros. Y desde hace unos años tenemos en Quilmes una figura que ha plantado incalculable cantidad de árboles en todos los rincones del país, el folklorista y cantautor Oscar Tacho Soto con su organización "Árboles por la Vida" difundió en escuelas la valoración y el cuidado de los árboles, entregando entre otras cosas semillas de diversas especies autóctonas para sembrar.




EL PARQUE DE LA CERVECERÍA 
El Parque de la Cervecería, fue diseñado por don Juan Thormählen en un predio de 87.000 m2 inaugurado en 1922 y abierto a la comunidad desde entonces, funciona como campo de deportes y recreación y cuenta con canchas de fútbol, tenis, básquetbol, pelota paleta, bochas, pileta de natación, gimnasio y juegos para niños. Testigo de diferentes generaciones quilmeñas, en la actualidad cuenta con un restaurante. La primera etapa del barrio parquizado Villa Argentina se inauguró en 1925. 
EZPELETA 
En diciembre De 2014, el Municipio de Quilmes, a través de la Secretaría de Medio Ambiente, realizó un operativo de limpieza en avenida Mitre, Varela y Esquel de Ezpeleta, en conjunto con las labores que los vecinos han realizado para cuidar de los 74 jacarandás que existen en la zona, como contribución a la salubridad que brindan los árboles y el embellecimiento de la ciudad. 
Por Prof. Chalo Agnelli
Pte. Asociación Los Quilmeros
Miembro de la Junta de Estudios Históricos y de
la C.A. de la Bibl. Popular Pedro Goyena
Fotos Prof. Agnelli y Museo Fotográfico Quilmes
Quilmes, 29/8/2001/2014/2015

REFERENCIAS


[1] Ver foto en “El Sol” del 27/3/53 Año 26 – Nº 6677 
[2] Periódico “El Plata” del 31 de junio de 1927. Bibl. Sarmiento. 
[3] Casada con el desaparecido Fermín Jeanneret, que perteneció al comando L113 que acompañó al levantamiento del General Juan José Valle de junio de 1956. Jeanneret fue torturado, pero sobrevivió. Luego fue desaparecido durante la dictadura de 1976/83. Juana Naranjo en el año 2012 contaba 102 años.
 [4] María Inés Naranjo, luego de Reynoso, nació en ese parque el 4 de noviembre de 1917, en 2012 tenía 95 años. Tuvo dos hijos varones Godofredo Omar y Juan Carlos y cinco nietos. Integró el equipo de basket femenino del Club de los Obreros Cerveceros, entre las que también figuraron Eglantina y María Victoria Agnelli Morino. El entrenador era don Ángel Biotti y las hacía competir con el equipo del Club Quilmes.