lunes, 28 de octubre de 2019

ESTUDIO EN LOS LIBROS DEL VIEJO TEMPLO PARROQUIAL (Textual)


Dedico este trabajo a don Luis E. Otamendi
Al Prof. Alejandro Re y a las hermanas Damore
Minucioso trabajo de ese señero historiador que fue don Luis E. Otamendi [1] para el número extraordinario del diario ‘El Sol’ de Quilmes realizado en agosto de 1966 con motivo de los 300 años de la llegada de quilmes ya acalianos a estas costas del Río de La Plata. Esta exhaustiva investigación la concretó en los viejos distintos libros parroquiales de los que también resultaron sus publicaciones “Origen de Quilmes” e “Historia de la Reducción”. [2] Un trabajo que pone en salvaguarda viejos documentos que por el desgaste del tiempo y la falta de cuidado se han deteriorado en forma alarmante sin que hubiera iniciativa alguna de microfilmarlos o digitalizarlos. (Chalo Agnelli)
El 20 de octubre de 1736 enterró con Cruz alta a María india, natural de Salta (quilme) y al mismo tiempo tres hijos suios y me dieron de derechos Quatro Bacas y una cabeza de Arado y serrojo y para qe conste lo firmo en esta Reducción de Santa Cruz de los Chilmes.” Dr. Franc° Xavier Navarra (1731- 1739) [3]
 “En 30 de Henero del dho mes y año (1736) enterró en esta Capilla a un alias esclavo del Sargto. Maior” (Cap. Francisco López Osornio)
Más delante el Pbro. Navarra documenta su queja contra los vecinos españoles del pago con la siguiente nota:
“Debo advertir que en el entierro que hice de un esclavo del Sargento Maior aunque pedí ocho pesos de derechos, no se me dieron más que … y la causa es qe como sus amos los remiten a la Iglesia con recado o papel al Cura diciendo qe pagarán los derechos y el resibo dividiendo lo legítimo, por ellos y respecto de que asienta la partida despues pagan lo qe quieren y para qe no se me aga cargo. Ago esta declaración y tambien declaro que en todo el tiempo qe he sido Cura de este Partido jamás se a enterrado en esta Capilla vesino alguno de dho pago, sino es solo la mujer de Ignacio Colares por ese motivo, no ay en esta capilla novenarios ni Misas de difuntos y solo pobres que no tienen forma en enterrarse en el Pueblo (Buenos Aires) vienen a esta Capilla y el segundo motivo es porque tienen por cosa de menor valer el enterrarse en Capilla de indios.” (Textual)
El Cura Párroco Dr. Juan Antonio de Espinosa (1739-1749) se hizo cargo del Curato el diciembre 15 de Noviembre de 1739 “al tiempo que el Dr. Franc° Arca de Esparza (cura interno) había reunido a la feligresía para oír misa […] “En el Pueblo de Sta. Cruz de los Quilmes en 20 días del mes de Mayo de 1740, yo el infrascrito Cura, enterré en esta iglesia de los Quilmes a Diego, Indio, peón del Cap. Giles con Cruz baxa, soletero qe según mostraba era rengo. Y pa qe consta lo firmé. Ut Supra (el mismo que el anterior)”
A fines de 1740 hay una nota que dice:
“Advertencia: Las siguientes partidas son de los que mataron los Indios Serranos en este Pago de la Magdalena el día 26 de Novbre deste año.”
Este fue un gran Malón que invadió la parte norte del pago, desde el río Matanza y en las Conchas se desplazó hacia el este con un fren­te desde San Vicente al arroyo del Gato (La Plata), al mando del cacique Cangapol,[4] murieron muchos españoles, vecinos y pobladores de las estancias y llevaron cautivos a mujeres y niños, arrearon de 20.000 vacunos y gran cantidad do yeguarizos. En los libros parroquiales hasta siete meses después, fi­guran partidas de entie­rros de muertos en este malón, mencionaremos al­gunas (textual):
27 Novbre 1740 Cap. Pedro Márquez, soltero, vecino del pago; Cap. Ignacio Rodríguez un hi­jo suio, Féliz, español soltero que vino en una Fragata del Rey; Atanasio Bogado, espl, casado; Francisco Ximenes, espl, solt. Pe­dro Moreira, espl, solt; Santiago, indio misionero, muerto en la Calera de Dn Juan Soria (La Ca­lera de Soria estaba situada. al norte de la estancia del Rincón del Sa­lado o Rincón de López); Pedro Indio misionero; Lázaro Leguizamón y su muger María Biráz mestizos; Juan, el puntano indio viudo; Juan Maciel y su muger Cecilia Cabanello y un hijo de am­bos Pedro, españoles. El 28, Juan José Moreno, espl, casado; Miguel Alvarado, espl, casado; Lo­renzo, español de los Reinos de España; Santos Maydana espl, casado; Lázaro, indio casado. El 1° de Diciembre, Gabriel Theodoro Barragán y su hijo Ignacio. El día 2, Pedro Christaldo, esp, ca­sado. El 12, Martín Gómez de Saravia, espl, solt. El 14 Miguel Gilés, pardo, viudo y libre. El 16, los huesos de María Marga­rita Álvarez, muger de Valerio González indio. El 18, los huesos de Gregorio ~: Giles, espl, casado; los huesos de Luis, Ponze y su muger María y tres hijos suios, Miguel, Raphael y Luis. El 20 Luis Díaz, espl, casado. El 29 de Marzo los huesos de un indio peón del Cap. Xavier Giles; los huesos de un indio correntino, los huesos de Francisco otro indio correntino. El 30 los huesos del Cap. Pedro Frías. El 12 de Mayo de 1741 los huesos de un indio juntamente a los de un párvulo que se hallaron dentro de una laguna, se ignora cuio hijo sea de una cautivas, aunque se a asegurado es hijo del Cap. Francisco López de cuia orden se trajeron (Ver “Don Clemente López- Vida del abuelo de Ro­sas de Mario A. López Ósornio) El 16 de Junio los huesos de Lucas Sán­chez, espl, casado: el 21 de Junio, los huesos de Roque Ximenes, pardo, casado, cuia muger e hi­jos llevaron cautivos.
El cura párroco Dn. Juan Isidro Illescas (sustituto del Pbro. Dr. Juan Antonio Espinoza) [5]en 1745, puntualiza los detalles:
 “4 Octubre de 1745 1 7 45di sepultura al cuerpo de un hombre vie­jo qe me envió el Cap. Dn Franc° López, se lla­maba Joseph y era natu­ral de los Reinos de Es­paña.
“…un indio santiagueño llamado Francisco qe mataron de una puñalada en la estancia de Dn Do­mingo Pelliza…”
“22 Enero 1746... di sepultura con Cruz alta a un cuerpo qe salió en es­te partido aogado con se­ñales de cristiano, se lla­maba Francisco, soltero, hijo legítimo del primer matrimonio de una seño­ra llamada María la Cordovesa, que vive en la es­quina de la Residencia, en el alto…”
“25 Enero 1746di sepultura a Domingo Va­rela, natural del Reino de Portugal, que salió aoga­do a la Rivera de este Partido y se conoció evidentemte ser el dho por varias señales que cono­cieron sus parientes y su muger, era casado en la Ciudad con Da. Josepha...”
El Dr. Dn León de Pessoa y Figueroa (1750-1753), [6] en algu­nas partidas es parco, pe­ro en otras se explaya un poco más:
“29 Abril 1751...en­terré un adulto ahogado que apareció en las inmediaciones de este Pue­blo, el qual no se conoció quien era.”
“17 Agosto 1751...con entierro maior y posas a Gregorio Rivero Díaz Cavallero y se le dijeron por su alma mu­chas misas resadas…
“10 Octubre 1751...con entierro maior a Mi­guel indio Santiagueño y qe falleció repentinamen­te de una puñalada.
“8 Novbra 1751… con entierro maior un adulto ahogado qe arrojó el mar en las inmediaciones de esta Iglesia, el qe no se conosió quien fuese por lo orrible Y espantoso de dho cuerpo...”
Los indios, pampas o se­rranos hacían sus corre­rías esporádicas, que sin llegar a ser malones de importancia, dejaban algunas víctimas entre el vecindario del Pago de La Magdalena, según testifi­ca en sus partidas el pa­dre Joseph Ignacio Valla­dares (1754-1763):
“2 Junio 1755… en­terré a un Paraguay lla­mado Juan qe mataron los Pampas en el pago de la Ensenada, cuio apellido no supieron los con­ductores del cuerpo…
“3 Septbre 1755… en­terré a un mulato llama­do Bartholomé, con en­tierro menor y de limos­na que mataron los pampas…”
"19 Agosto 1755...enterré a Juan quien llamaban el Maturrango de resultas de una puñalada que le dio un inglés es­tancias adentro...”
“26 Septiembre 1755… a un viejo apellidado Es­pinosa, ciego de muchos años...”
“23 Marzo 1757… en­terré a Juan Troncoso, natural de Cádiz y de la dotación del navío nombrado Sta. Bárbara…”
“31 Agosto 1761…enterré dentro de la Igle­sia a un moso natural de Córdova, que en el juego que dicen del Pato cayó muerto de repente el día antes a la tarde, de condisión español y me die­ron catorze reales que en el concurso que en dho día avian juntado de li­mosna. Nota. Murió, sin confesión por el motivo ya dho en la partida”
* * *
Por esta partida nos enteramos que en Quilmes se jugaba al Pato por esos años; siendo nuestra gente de campo tan de a caballo, el jue­go del Pato se practicaba en toda la campaña de Buenos Aires y en otras regiones del País; se re­quería ser buen jinete hacer gala de fuerza y baquía [7] y destreza para jugar este viril y brutal deporte, que entre perso­nas incultas y otras que parecían no serlo gene­ralmente traía como con­secuencia natural acci­dentes fatales; tal es así, que en varias épocas fue declarado juego ilícito y su primera prohibición está consignada en las Actas Capitulares de Santiago del Estero con fe­cha 23 de febrero de 1739; luego en Córdoba en 1784 y 1790 decreta­do por el virrey  Sobremonte; des­pués en Luján en 1796.
En 1811 la Primera Junta impone 100 pesos de multa y pérdida del caballo y recado y para los esclavos negros y mulatos, azotes y multa a sus amos; y por último durante el gobierno de Martín Rodríguez refren­dado por Rivadavia el 21 de junio de 1822 prohibió el juego del Pato en todo el territorio de la provincia.
* * *
Otro cura que asienta las partidas con mayo­res pormenores es el Pa­dre Santiago Báez y Apoin (14 de marzo de 1763 interino) [8]
“En este Real Pueblo de Sta. Cruz de la Quil­mes y partido de la Mag­dalena, en 11 de Mayo de 1763, enterré con Cruz baxa de limosna a Mariano indio del Perú, solte­ro, peón que se avia con­chavado pa pasar por Mercenario de la Ciudad a este Pago y qe en es­tas inmediaciones enfermó tan de repente de muerte qe no alcanzó más qe la Santa Extremaunción, y pa lo qe lo recogí en esta Sala de Curas donde murió…”
‘‘9 Junio 1763… enterré dentro de la Iglesia caída el cadáver de Bartolomé Tárpi, indio del pueblo de Sn Francisco Xavier, del cargo de los RR PP Jesuitas, marido fue de María Josepha Buruyú, india del pueblo de Sn Francisco de Borja del mismo cargo; el qual murió sin confesión en la estancia de Dn Pasqual López distante algunas leguas de aquí, a mi no me llamaron, y aunqe llamaron al P. Fr. Jph Santos Lindes de Orn de Ntra. Sra. Virgen de Mercedes, i ya lo halló muerto quando llegó. Nota: Es relación qe me ha hecho el conductor del cadáver.”
“31 Julio 1763 enterré con entierro maior en esta Parroquia los huesos de Domingo García, hombre español, na­tural de San Martín de Moaña en el Reino de Santiago de Galicia, hijo legítimo de Pedro García y María Brullón, dfta., el que aora año y medio pe­reció en un naufragio, en esta costa de donde tras­ladó sus dhos huesos a esta referida, parroquia, Gerónimo Martínez pri­mo que fue del sobredi­cho dfto. y pa qe conste, doy fe.
Y así siguen casi to­das las partidas asentadas por el Padre Báez y Alpoin, pero sería muy dilatado consignar en es­ta nota y aunque no exen­tas de interés narrativo.
Durante el Curato del Padre. Nicolás Fernández Escandón. (Entre 1764-1769. Tío carnal del Dr. Juan José Paso, el secretario de la Primera Junta) en 1766 otro ma­lón asoló la campaña del pago por los “indios in­fieles serranos”. Llegó hasta el Salado produciendo numerosas bajas:
23 de Julio 1766, dos cuerpos de hombres fo­rasteros; el 30 de agosto, Gerardo Martínez; el 6 Septiembre, Matheo Jor­ge, Miguel Galarza, An­drés Pabón e Isidora Cavrera; el 21, los guesos de Francisco Lencinas, de Juan José Lara, San­tiago capataz de Pedro Chavez, Joseph Antonio Quadra, Antonio Viera y Miguel Sapata; el 29 Juan Andrés Idalgo; muere también a manos de los infieles el Cap. Dn Fran­cisco López Osornio, no­nagenario bisabuelo de Rosas, fue enterrado en Buenos Aires
“10 Mayo 1767… di sepultura con Cruz alta y tres posas y misas de cuerpo presente a veinte y cinco cadáveres que trajo la gente-de la Guar­dia del Sanjón del campo donde finaron a manos de los indios, de los quales los más son forastero y miserables sin saberse de sus nombres a ecepción de los siguientes:
Blas Martínez mestizo na­tural de Salta, sus cortos vienes se sabe se apoderó de ellos un pardo llamado Francisco Sánches y hasta aora no se ha po­dido dar con su persona pa satisfacción de los dos: Ramón Benítez, natural de las Corrientes, casado; allí unos vienes me entregó Julián Santos, indio de este pueblo a mi invta (sic) qe fueron tres fanegas de trigo sembrado en el (mes de) Agosto se recibo y se iso pago dho indio Julián de las tres fanegas, dela semilla qe dixo averlas prestador al dfto (difunto) y queda­ron liquidas dies y seis fanegas y además cinco cavalos y seis pesos qe aun no se han cobrado qe se le deben…”
28 Mayo 1767… en­terré los huesos de siete cuerpos que murieron a manos de los indios el año próximo pasado, no se sabe quiénes son…”
El Padre Dn Bartholomé Márquez (1770-1772.- actuó durante la licencia del cura propietario) es moderado en la extensión de las partidas, pero compen­dioso:
En 20 de Henero de 1770 di sepultura a un adulto que el que lo tra­jo no dio más eñas que una bíbora lo había pica­do en la Hibernadas de Chapaco, [9] murió sin sacramentos por la distancia y violentamente.
En 30 de Abril de 1770 di sepultura a dos náufragos adultos, el uno vestía Chupa [10]de bayeta azul y calsado de chinelas y el otro con botas (…) y en el día 2 de Mayo del mismo año de 17 setenta a otros dos más.
El 30 de Julio de 1777 de nuevo los indios invaden la Magdalena otro gran malón que llegan hasta las márgenes del río Samborombón, siendo lanzeados si­guientes vecinos: Francisco Lizondo, Lorenzo de la Paz, Bartolo­mé Villareal, un hombre anciano que llamaban Maravilla, Matheo peón de Ramón Massias. Joseph tucumano, peón de Phelipe Arroyo, Juan Esteban Videla natural de Mendoza, un moso de 18 años blanco con una nube en un ojo, Lorenzo natural del Valle de Catamarca; el 25 de Diciembre de 1778 muere también por los indios Victoriano Varros, Pedro Ferreyra, Juan el Santiagueño y Theodoro Roxas, y el 13 de Diciembre de 1783 otra indiada mata al Capitán Dn Clemente López Osornio y a su hijo An­drés en su estancia El Rincón del Salado, fue el destinos que grandes po­bladores, tres generaciones, murieran en defensa de la civilización.”
El párroco Dn Phelipe Santiago de San Martín (1773-1803) [11] también hace pequeños comentarios en las parti­das de muertes violentas, entre las que se encuen­tran, de varios ahogados; un joben soltero muerto por un rayo; Francisco García, por las mordedu­ras de un tigre; Joseph Arrieta lo mató la rueda de una carret habiendo caido debajo de ella en el tiempo de baxarse a alguna diligencia; León Gómez, por la coz de un caballo.
Pero el que se lleva la palma entre los párrocos cronistas es el Padre Dn Juan Marcos de Cora, (1805 hasta diciembre de 1806) describe los hechos con tanto realismo que pare­ciera estuviéramos asis­tiendo a los acontecimien­tos consignados en las partidas, veamos algunas:
“3 de Junio de 1803… un hombre haogado que hechó el agua de este Río de la Plata a las márgenes de él cerca del arroyo de los Tapes y habiéndolos hecho reconocer con el Alcalde del Pueblo, dixo que parecía hombre blanco  como de quarenta años, cristiano por te­ner Rosario, de nación Paraguayo y marinero por el vestido que era una camiseta do vayeta azul y calzones largos de lienzo y también dixo que el dho haogado era de algunos días por estar el cadáver corrompido”
El 15 de Julio de 1804 se enterró en el Campo Santo el cadáver de Juan Martínez, alias de los Perros que me remitió en una carreta con un negro, Dn Martín José González, Estanquero [12] de la estancia grande de Predicadores de este Partido, con una esquela en la que me decía que dho finado había amanecido el día antes muerto repentinamente en la cocina de su casa en donde le tenía de limosna, que era natural de Cadix, que hacía muchos años vivía vago en (…) estos campos y soletero, pobre de solemnidad, que no tenía  absolutamente nada que me mandaba de limosna pa su entierro dos pesos y otro pa una Misa. No recibió Sacramento ninguno, al pare­cer sería de edad de se­tenta años poco más o menos.
"20 de Diciembre de 1804. Ayer enterré en el Campo Santo a los cuer­pos ahogados al parecer, que había arrojado el Rio a sus márgenes de esta Playa, y los encontró Juan de la Cruz Márquez, indio de este Pueblo, y habiéndomelo noticiado le mandé conducirlos en compañía de Gerónimo Cabral, y habiéndolo verifi­cado en el mismo día y héchose por el Alcalde de Hermandad el reconoci­miento de los cadáveres, que uno eran sólo los huesos; y el otro ahogado, qe se conocía por el vesti­do era Marinero por los calzones largos de Lienzo Brin; su estatura de dos varas y quarta; barba ru­bia y combado de pier­nas ...”
“30 de Mayo de 1805 Habiendo tenido noticias que &e hallaban en la pla­ya del Rio dos cuerpos ahogados, mandé sacarlos y conducirlos a la Igle­sia y échose el reconocimiento por el Alcalde de Hermandad del Partido y haberme informado no tener heridas ni golpes alguno, sino qe se reconocían se ahogados les di sepultura Eclesiástica, al día siguiente con Cruz baja y entierro menor rezado en la Iglesia, sin haber podido adquirir noticia de los nombres, y solo que el adulto, como de edad de 25 años era Portuguez, que venía de la Ensena­da para la Ciudad por la Playa, y el otro como de seis años de edad qe es­taba conchabado con unos Pescadores, que también se ahogaron con una cre­ciente extraordinaria que hubo dos días antes y qe tenía padre y madre en la ciudad, pero no supie­ron dar razón de sus nombres…”
“En 27 de Febrero de 1807, yo Dn Juan Marcos de Cora, Cura y Vicario excusador de la Santa Cruz de los Quilmes, ju­risdicción del Obispado del Río de la Plata;[13] di sepultura al cadáver de José Gito, que se halló muerto en la sanja de la quinta de Dn Francisco Antonio González Balverde, ayer a la madrugada, le depositó en su casa, y por los informes y dili­gencias que hize, averi­guó el nombre, la patria, estado y causa de su muerte; que se llamaba como queda referido: que era natural de Buenos Ayres, de estado soltero, de edad de 38 años, y vi­vía en uno de los quartos de alquiler de Dn Nicolás Suárez, que hacía como quatro o cinco meses que estaba en el Hospital enfermo, y en el mismo día de su salida determinó sa­lir al campo a convalecer a casa de Da Juana Bentura Gómez qe tiene su estancia y residencia en este Partido, qe le condu­cía en una carretilla tra­yendo un recao viejo y unas gergas (¿?) un negro lla­mado Francisco Medina, que habiendo llegado co­mo a las diez de la noche al lugar donde se halló muerto, le dijo al referi­do negro carretillero, que lo dejara allí con sus muebles, pa dormir bajo el Ombú, qe por la ma­ñana pediría un caballo para pasar a su destino, y qe el dho negro, por la sofocación qe le sintió en el pecho de resulta de una apostema [14] qe sabía tenía en el pecho, más de dos años, le instó a que lla­mase al dho Dn Francis­co, se resistió diciendo qe no quería incomodar, pues por el silencio conocía qe es­taban recogidos con 1a fa­milia, qe entonces se reti­ró a la Ciudad con la carretilla dejándole en el referido sitio; qe por el propio qe hizo el exponente a Dn Nicolás Suárez, este se apoderó de la llave del cuarto en que vivía el finado y se hizo cargo de los muebles y dos carretillas de caballo ke tenía contestándo­le qe le enterrasen de li­mosna, pues cuanto tenía no alcanzaba pa cubrirse de los alquileres venci­dos. De qe doy fe.- Juan Marcos de Cora”
Con lo expuesto hemos querido confirmar que a través de simples partidas en los libros parro­quiales se han reproduci­do en nuestra imagina­ción acontecimientos que en su tiempo tuvieron re­sonancia en la tranquila y apacible existencia del pequeño villorrio que era la reducción de la Exal­tación de la Santa Cruz de los Quilmes, y que pertenecen á la tradición quilmeña.
Quilmes, Agosto de 1966 LUIS E. OTAMENDI
Compilación, tipeado y notas argumentales Prof. Chalo Agnelli

 

Ver en EL QUILMERO del lunes, 5 de agosto de 2019 Curas Párrocos de la Inmaculada Concepción e Iglesia Catedral 1666 – 2009”

NOTA

[1] Ver biografía en EL QUILMERO del domingo, 13 de noviembre de 2011 “Luis Eduardo Otamendi - La tradición y el arte”

[2] * Otamendi, Luis E. “Historia de la Reducción. 1666-1812” Serie Archivos y… Dirigida por don Carlos G. Maier. Municipalidad de Quilmes. 1970.
* Otamendi, Luis Eduardo. "Historia de la Reducción 1666 - 1812". Actualidad Quilmeña - año III - N° 27 - "301 años de Quilmes". Agosto de 1967.
* Otamendi, Luis E. “Origen de Quilmes: La Reducción de la Exaltación de la Santa Cruz”. Serie Archivos y Fuentes de Información. Municipalidad de Quilmes. 1978.
[3] Francisco Javier Navarra había sido designado en 1730, cura propietario se hace cargo del mismo el año siguiente; ya había sido interino en 1727. Permanece en el mismo hasta 1739; le sucedió el Dr. Juan Antonio Espinoza entre 1739-1749.

[4] Ver en EL QUILMERO del lunes, 22 de julio de 2019, “Cangapol”

[5] Dr. Juan Antonio Espinoza, cura propietario desde el 15 de noviembre de 1739, quien permanece hasta mediados de 1749. Durante su administración fue sustituido transitoriamente por Pbro. Sebastián Cordovés, suplente en 1944 (G. Sors no lo nombra, si lo hace don Luis Otamendi) Juan Isidoro Illescas, en 1745 y en 1749 y también en esta última fecha: Fray Pedro Llerías y Fray Martín González
[6] Dr. León Tomás de Pessoa y Figueroa recibe de Illescas la posesión del cargo de cura propietario el 1 de marzo de 1750, quien actuó hasta fines de 1753. Venía del departamento correntino de Lagunas Saladas, en la provincia de Corrientes donde, en 1730, se había creado un curato en la iglesia que en 1721 había comenzado a construir el vecino Gutiérrez de Valladares. El 19 de noviembre de 1731, inició sus funciones al frente de ese curato como primer párroco. Sus familiares, los Maciel y los Home de Pessoa, poseía estancia y un oratorio en el Pago de La Magdalena.
[7] Conocimiento del terreno
[8]  Estuvo un solo año desde el 14 de marzo de 1763, Santiago Báez (o Vaz) de Alpoim, era interino. Lo sustituye también interinamente Vicente Chaparro, teniente cura, probablemente el primero en este cargo; hasta que asume el Dr. Nicolás Fernández Escandón y Astudillo, párroco propietario desde el 4 de marzo hasta 1769.
[9] Pastar el ganado en campos apropiados durante la época de engorde.
[10] Prenda de vestir que cubre el tronco del cuerpo, a veces con faldones en la cintura y con las mangas ajustadas; era una prenda que se llevaba debajo de una casaca o directamente como chaqueta.
[11] Dr. Santiago Phelipe de San Martín y Cabral, nombrado interino el 7 de noviembre de 1773 y propietario el 2 de mayo de 1774, actúa como tal hasta su muerte en 1803.
[12] procede de estanco, tienda en que se vende aguardiente.
[13] El vicario excusador es quien apoya al párroco de una parroquia, bajo la autoridad del obispo, encargado de cobrar un impuesto consistía en que los diezmos que a dicha hacienda le correspondería ceder a la Iglesia eran pagados al Rey, con lo cual el hacendado quedaba excusado, en este caso la Reducción, de hacerlo a la Iglesia. Por extensión, se daba también el nombre de excusado al parroquiano tributario de este impuesto
[14] Absceso de pus que supura.