martes, 24 de enero de 2012

LOS OTAMENDI EN QUILMES II - SEGUNDA RAMA FAMILIAR

Compilación e investigación Prof. Chalo Agnelli
De don Luis E. Otamendi “Una familia de arraigo en Quilmes”
 
Del árbol genealógico de los Otamendi, Juan Eusebio y su hermano José Martiniano fueron las dos ramas que dieron extensa y profusa descendencia a Quilmes y la zona sur de la Provincia de Buenos Aires. 
[3] JUAN EUSEBIO OTAMENDI Y VIDELA. 
Hijo de Juan Bautista y hermano de José Martiniano. Se casó con María Dominga Pereyra Aramburu hermana de Juana Francisca esposa de José Martiniano. Por esos años los casamiento entre primos y parientes eran muy comunes, debido, en primer lugar a que la población era reducida, segundo porque se establecían redes familiares que evitaban la dispersión de las fortunas, además en ese entonces muchas familias vivían en poblaciones distantes, a lo que se sumaba que los caminos o no existían o eran precarios de modo que los parientes se veían en acontecimientos extraordinarios como casamientos, bautizos o aniversarios.
Según el Registro Oficial del Gobierno de Buenos Aires (Nº 3, Libro 10, 9.9), Juan Eusebio fue nombrado en 1831, al frente de la Comisión de Reparto de Solares junto con propietarios del pueblo don José María Dupuy (degollado por la mazorca en 1842) y don Pedro Tobal. 

Un solar era un cuarto de manzana que tenían 100 varas de lado, o sea 86,9 m. Los beneficiados debían cercar la propiedad con que los beneficiaban, levantar vivienda y cavar pozo de agua. Caso contrario perdían esa merced.
En 1839, como presidente de dicha comisión Juan Eusebio elevó un informe al Departamento Topográfico de Buenos Aires denunciando que muchos de los favorecidos con lotes en el pueblo de Quilmes o chacras no cumplían con los requisitos preestablecidos. De este modo se anularon las concesiones y se reiteró el reparto de tierras a particulares más responsables.
El 8 de enero d 1839, la “Gaceta Mercantil” anuncia que algunos vecinos de Quilmes formaron una comisión para reunir fondos y pagar con ellos el sueldo al maestro, suspendido tras el decreto del gobernador don Juan Manuel de Rosas, del 27 de abril del año anterior. Juan Eusebio y José Martiniano estaban en esa comisión.
Juan Eusebio y su esposa María Dominga tuvieron 10 hijos nacidos en Quilmes. 1.- Dalmiro, muerto en al batalla de San Gregorio en 1853; 2.- Augusto Felipe, casado con Dolores Nadal; 3.- Máxima del Carmen (n. 1833), casada con José María Valentín de la Santísima Trinidad Rubio de Velasco Molina (n.1819 m. 1904);  4.- Juan Eusebio Victoriano, casado con María Luisa Letamendi; 5.- Fabio Agustín, (n. 1836 m. 1886), desposó sucesivamente a las hermanas Ana María (1840-1877) y Enriqueta Fowley Rubio, uniéndose luego con Mónica Jáuregui; 6.- Román José, casado con Josefa Migoya García; 7.- María Ana Elvira, casada con su primo Mariano Martiniano Otamendi; 8.-  María Dominga del Carmen (1836-?), casada con el coronel Julio Campos López Camelo (n. 1/7/1834, m. 26/7/1890); [1] otros dos hijos fallecieron en la infancia.
Juan Eusebio falleció en Buenos Aires el 26 de noviembre de 1851 a los 50 años. María Dominga, su esposa, después de Caseros, estableció su domicilio definitivo en Quilmes, alcanzando la dimensión de una de las primeras matronas locales. En ocasión de la epidemia de cólera - que brotó el 2 de abril de 1867 y cesa en febrero de 1968 -, tuvo una actitud altruista liderando la Comisión Humanitaria creada por el Dr. José Antonio Wilde para luchar contra el flagelo. El 26 de noviembre murió víctima de la enfermedad como también doña Claudia Campana de Kier, joven mujer de renombrada belleza, esposa del jurisconsulto Sabiniano Kier que poseía una hermosa casa quinta en la calle Libertad hasta Cevallos, entre Alem y Garibaldi.

 [3.2] AUGUSTO FELIPE OTAMENDI. 
Nació en Buenos Aires el 23 de agosto de 1832. Fueron sus padres Juan Eusebio Otamendi y María Dominga del Carmen Pereyra.
Augusto estudió en la Academia Porteña Federal, dirigida por el maestro Florentino García.
Cuando terminó sus estudios acompañaba a su padre en los trabajos rurales en campos que tenía en Balcarce, “La Ballenera”, en Tandil y en la zona de chacras en Quilmes (Av. La Plata, R. López, M. Rodríguez y Rep. Del Líbano), en copropiedad con dos de sus hermanos.
La temprana muerte de su padre en 1851 y la de su hermano mayor en 1853, lo ponen al frente de la empresa agroganadera que fue flaqueando poco a poco, hasta que se deshace totalmente en 1857, de modo que a los 24 años debe afrontar el sostenimiento de su madre, de sus ocho hermanos menores y de su esposa Dolores Nadal y Granada (1832 – m.12 de noviembre de 1909), con quien se casó en San Isidro el 3 de julio de 1857.
Inmediatamente, Augusto Felipe, con toda su familia, se radica en Quilmes para reducir gastos y estar cerca de sus propiedades.
En 1857 había sido Juez de Paz sustituto en la parroquia de Monserrat. Al año siguiente, ya en Quilmes, adquiere una chacra en la cañada de Gaete y en 1959 compra en remate público tierras fiscales para ampliarla. En 1963 por invitación de Andrés Baranda forma parte de la comisión pro nuevo templo.
Participa activamente en la vida política del pueblo. El 30 de octubre de 1864 integró el primer lugar en la terna para Juez de Paz correspondiente al año siguiente - en segundo término estaba Baranda y tercero Daniel Rosende, hijo del primer maestro que tuvo Quilmes -.  En 1865 forma parte de la corporación municipal junto con el Dr. Sabiniano Kier y Alejandro Lassalle, ocupándose de puentes y caminos. En el mes de marzo de ese mismo año propone sanear mediante desagote la cañada de Gaete construyendo un canal hacia el arroyo Santo Domingo, convirtiendo ese pantano en tierras de labranza (¡Cuántas inundaciones se hubieran evitado los solaneneses de concretarse esta obra!) Ya el Dr. Wilde había presentado una idea similar, que proponía abrir un canal desde la Cañada hasta la orilla del Río de la Plata.
En 1866 fue Juez de Paz y Presidente del municipio y reelecto para el ejercicio anual siguiente. En este período concluye las obras de reconstrucción de la iglesia parroquial, con la dirección de Santiago Laurnaga y los ladrillos de los hornos de Celestino Risso (que tenía en el actual barrio de La Colonia) Además concreta una obra de vital importancia para el pequeño pueblo que crecía a la vera de un río al que no podía acceder sin correr el riesgo de hundirse en algún bañado o ser atacado por víboras y otras alimañas que traían los camalotes desde el Paraná; hace abrir el camino a La Ribera. La actual avenida Augusto Otamendi. A falta de mano de obra los trabajos los hacen peones de su chacra y para costear los gastos crea un impuesto por los animales que sus dueños llevaban a apacentar en el bañado municipal.
 Si se piensa lo que significó La Ribera en la historia quilmeña durante 100 años: la rambla con la pantalla de cine, las piletas, los recreos, el tranvía a caballos de Yonguer, a partir de 1873 y el de los Fiorito luego, el Pejerrey Club, el Náutico, la confitería y restaurante Bristol, el boulevard de la Av. Cervantes, los sauces... Todo resultante de esa senda que Augusto Otamendi supo abrir.
Pero eso no fue todo, en pos de un mejor desplazamiento por las calles del pueblo, dio un plazo de cuatro meses a los dueños de solares para que construyan veredas de ladrillos y coloquen cercos que limiten los terrenos.
Durante su gestión se consideró la necesidad de comprar una chacra, propiedad de Juan Clark (en el sitio donde hoy se halla) para instalar el cementerio, pues el existente en la Barranca, estaba colmado. Se terminó el puente sobre el arroyo La Piedras que unió Quilmes con Monte Chingolo.
En el primer semestre de su gestión los gastos eran de $ 109.997, pero en el segundo semestre dio un superavit de $ 149.788, concluyendo su mandato con un saldo acreedor de $ 137.559.
Dice el historiador Luis Otamendi en su historia familiar: [2] “Administró la cosa pública como si fueran sus bienes propios, haciendo economías en lo superfluo, e invirtiendo en obras necesarias para el bien de la comunidad; como Juez de Paz su labor fue intensa, tanto como no había memoria que lo fuera antes en ninguna otra administración, tuvo iniciativas audaces, raro en aquellos tiempos, tratándose de hombres fuertemente apegados a la rutina, en que parecían anquilosados, se sorprendían ante las resoluciones drásticas que Don Augusto Otamendi emanaba con justeza y rectitud.”
En 1867 su hermano Fabio Agustín fue electo juez de paz y presidente municipal del nuevo partido de Lobería (ya lo había sido su tío José Martiniano antes que separaran a Lobería de Balcarce y Mar Chiquita) Allí, don Augusto adquiere una estancia próxima a las de su primo Fernando Julián. Y alterna los trabajos del campo con la militancia dentro del partido que contaba con más adherentes en Quilmes, el Autonomista, liderado por Andrés Baranda y acompañado por los Risso, Udaeta, Amoedo, Matienzo, Ithuralde.
Escribió de don Augusto, José Andrés López: “No era don Augusto Otamendi un admirador de don Andrés Baranda, porque no era inferior a este en fortuna, y para su fuero interno se creía superior en muchas cosas. Profesor en artes manuales y con nociones generales en otros conocimientos; era su propio carpintero, su herrero, su talabartero, mayordomo de su estancia y chacras, médico y abogado de sí mismo y también de los otros.”
Augusto y Dolores Nadal tuvieron 8 hijos varones: 1.- José Augusto Inocencio que luego sería intendente y se casó con María Luisa Pereyra, prima segunda; 2.- Juan Eduardo, casado con Elena Campero; 3.- Pedro Ricardo, casado con Julia Pereyra, hermana de María Luisa; 4.- Samuel Florencio, casado con María Villafañe; 5.- Luis Octavio casado con Ana Clementina Nadal, su prima (padres del historiador don Luis Eduardo Otamendi. Ver
en este blog "LUIS EDUARDO OTAMENDI - LA TRADICIÓN Y EL ARTE", nota del domingo 13 de noviembre de 2011); Dalmiro, Arturo y Horacio, fallecidos en la juventud.
Retirado de la cosa pública se afincó en Buenos Aires en un casa de la calle Salta, pero los veranos los transcurría en Quilmes. También volvía algunos fines de semana o cuando lo convocaban acontecimientos familiares y sociales. Murió en su casa porteña el 26 de junio de 1888, a los 56 años.
 
[3.2.1] AUGUSTO JOSÉ INOCENCIO OTAMENDI NADAL (o José Augusto)
 Hijo del anterior, nació en Buenos Aires el 28 de diciembre de 1859. Sus estudios primarios los hizo en la escuelita que don Bernabé Giles, cuñado de Andrés Baranda, tenía en la esquina SE de Sarmiento y Alsina, donde también más adelante funcionó el comité de la Unión Cívica Radical. En 1877 se graduó de perito mercantil en la Capital. Siguiendo la vocación que heredaba de su familia se dedicó a las tareas rurales. Fue miembro de la Sociedad Rural Argentina.
Integró el alsinismo y tuvo una actuación trascendente en la Unión Cívica. Combatió desde esa agrupación el gobierno de Juárez Celman hasta su derrocamiento. Se abstuvo en la política de acuerdo que propuso el Dr. Mariano de Gainza de modo que en una reunión de correligionarios que coincidían en desaprobar el acuerdo entre Mitre y Roca y que se realizó en su domicilio de la calle Paz 430 se resolvió convocar a una asamblea para elegir una Comisión directiva de la que fue electo presidente quedando, en 1892, constituida en Quilmes la Unión Cívica Radical con local en Alsina y Paz. Ese año fue electo intendente, recibiendo el mando de Fernando Julián Otamendi, primo de su padre, que también ocupó el cargo ejecutivo en el Partido de Quilmes.
Terminado el período formó parte del HCD en 1893 y 1894. Luego fue diputando provincial por varios períodos. En 1897 fue cofundador del periódico “La República” con Pedro Diez Gómez.
En su libro genealógico sobre esta familia, don Luis Otamendi da la sucesión precisa de hechos que se desarrollaron en la política quilmeña de esta época de fines del siglo XIX y principios de XX.
En 1917 el presidente Yrigoyen  decreta la intervención de la provincia de Buenos Aires y José Augusto designado por el interventor Dr. Cantilo, vuelve a ocupar el ejecutivo como comisionado desde el 31 de julio de 1917 hasta el 30 de abril de 1918.
En 1920  volvió a la intendencia hasta el 9 de abril en que pasó a integrar por decreto del Poder Ejecutivo la Alta Comisión Financiera Internacional de la República Argentina. En marzo de ese mismo año fue diputado nacional.

 Integró comisiones en el Tiró Federal de Quilmes, el Club Social; fue cofundador del Hospital de Quilmes y del Banco Popular. Fue extraordinario el desarrolló de las actividades sociales, culturales y deportivas que realizó en Quilmes, acompañado siempre por su esposa María Luisa Pereyra y López Camelo con quien tuvo 6 hijos: Matilde Ambrosia, Augusto Luis, María Celia, María Luisa, Arturo y Susana Acacia.
Augusto José Otamendi falleció en Buenos Aires el 31 de mayo de 1929. Sus restos yacen en una bóveda familiar en la necrópolis de Ezpeleta. Una calle de Quilmes Oeste lleva su nombre.

 MATILDE AMBROSIA OTAMENDI DE SORIA
Matilde Ambrosia, la mayor de los hijos de José Augusto Otamendi, fue tenaz colaboradora de la Sociedad de Beneficencia que creó el Hospital de Quilmes y seguidora de la obra del Dr. Isidoro Iriarte, tanto en lo práctico, ocupando más de una vez la función de enfermera, como del economato; hizo donativos personales y organizó exitosos eventos con fines benéficos. José Goldar en su libro “Historia de la Sociedad Hospital de Quilmes ‘Dr. Isidoro G. Iriarte’ desde 1919 hasta 1972” le dedica un enjundioso párrafo. [3] Falleció el 10 de enero de 1948, sus restos yacen en la bóveda familiar. Dice la placa que las fuerzas vivas locales colocaron en su memoria: “Homenaje de todos los que de cerca o lejos, espiritual o materialmente fueron alcanzados por los beneficios de vuestro espíritu exquisito e ingénita bondad, síntesis de una vida dedicada al amor, a Dios y al prójimo”.
JUAN EDUARDO OTAMENDI NADAL 
Hermano de José Augusto, fue el segundo de los ocho varones que engendraron don Augusto Felipe y doña Dolores Nadal, nació en Buenos Aires en 1861. Hizo estudios de ingeniería, ejerció la docencia y también incursionó en la política. Fue diputado de la provincia de Buenos Aires por Quilmes. Llegó al rectorado del Colegio Nacional de Buenos Aires desde 1911 hasta 1915 y en 1918 fue electo presidente del Consejo Escolar de Quilmes. Estaba casado con Elena Campero de familia de largo arraigo en Quilmes desde fines del siglo XVIII.
Juan Eduardo falleció en 1922, durante el ejercicio de esas funciones dejando una tarea fecunda y trascendente, sobre todo para las escuelas rurales del extenso partido. Una calle de Bernal lleva su nombre.
 
PEDRO RICARDO OTAMENDI NADAL 
Pedro Ricardo nació en Buenos Aires el 27 de abril de 1864. Al igual que su padre y sus hermanos ocupó la función legislativa como senador provincial (29 - 4 -1922 / 7-7-1926) Estaba casado con Julia Pereyra. Falleció el 7 de julio de 1926.

Compilación Chalo Agnelli
BIBLIOGRAFÍA
Agnelli, Chalo, “Migraciones – Cuatro colectividades quilmeñas – Cinco familias para una historia social”. Ed. Jarmat. Quilmes. 2006.
Cutolo, Vicente. “Nuevo Diccionario Biográfico Argentino”. Ed Elche. Buenos Aires, 1978.
Otamendi, Luis. “Una familia de arraigo en Quilmes” Ed. de la Municipalidad de Quilmes. Biblioteca Domingo Faustino Sarmiento. Quilmes, 1966.
Santillán, Diego A. de. “Gran Enciclopedia Argentina” Tomo VI EDIAR, Buenos Aires, 1960.

NOTAS
1 Muerto en la Revolución del Parque en 1890 junto con el médico y plástico quilmeño Julio Fernández Villanueva.
2 Ver en bibliografía general del blog, de Otamendi, L. “Una familia de arraigo en Quilmes”
3 Pág.157. Editado por la Biblioteca Municipal D.F.Sarmiento. Nº 9 de la serie archivos y fuentes de documentación. Imprenta López, Solano 6/7/79

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