lunes, 4 de julio de 2011

CELIAR RENE CELLA “QUENITO”



UNA VIDA CON PASIÓN Y ALTRUISMO
Prof. Chalo Agnelli
La docencia quilmeña dio a la historia local de la educación una cantidad de figuras de variado nivel en capacidad humana e intelectual. Figuras excesivas, polémicas, ejecutivas, apasionadas, sensibles, amadas, olvidadas, educadores sin pretensiones, grandes maestros. Entre estos ¡tantos!, un docente que por su afabilidad, su trato franco, su responsabilidad ante el alumno, más que ante las puras formas, por su calidad de hombre de bien, cobró relevancia, fue el profesor Celiar René Cella, que transitó una vida brillante.
Quizá doña Silvia y don Ángel tomaron ese nombre característico de la leyenda americana romántica en variedad de metros, “Celiar” del poeta uruguayo Alejandro Magariños Cervantes (1825-1893), libro editado por el establecimiento tipográfico de D.F. de P. Mellado de Madrid, España, en 1852. 
LOS CELLA
Don Ángel Cella

Como tantos quilmeños que luego se destacaron por el apego a estas costas rioplatenses, no nació en Quilmes, sino en la localidad de Rivadavia, vieja estación América, en la provincia de Buenos Aires y límite con La Pampa,  un patrio 9 de julio de 1921, en el hogar de Silvia Elvira Cristy y Ángel Ernesto Cella. Era el tercer varón de cuatro hermanos, la menor, mujer, María Silvia y, los mayores, Ernesto y Orlando Dardo, el inolvidable “Chichín”.Por esos años de la segunda década del siglo XX, Europa se despegaba los pingajos que le había dejado la “gran guerra”. En la política nacional Yrigoyen se debatía con la oposición desmedida de la oligarquía que desde la ley Sáenz Peña había perdido varios tramos de poder y hacía de la obstrucción una ideología. Para afianzar los lazos con España se inaugura en Buenos Aires el monumento a Cristóbal Colón. “Acto al que asiste el pueblo en masa”, dice el diario “La Razón” (aún no había surgido la historia negra del descubrimiento) En Bernal, en la quinta de Agustín Pedemonte, había una estatua del genovés desde 1889, el primero en América. Otra inauguración con más futuro se produce en la Capital, la Escuela Superior de Bellas Artes “Ernesto de la Cárcova”, anexa a la Academia Nacional de Bellas Artes. Y en cuanto a innovaciones en el arte dramático Pirandello presentaba su tesis dramática “Seis personajes en busca de autor” que en lo local tuvo una puesta a cargo del elenco de Dora Barrera Nicholson. El boom del año era el cubano Capablanca, que se hizo del título mundial de ajedrez imponiendo ese juego-ciencia en todos los rincones del planeta y Quilmes tampoco quedó afuera. Todos los deportes adquieren cada día mayores adeptos en el país, sobre todo el boxeo con las figuras emblemáticas de Jack Dempsey y nuestro Campolo. Así avanzaba la historia en el país y el mundo cuando nació Celiar Cella. 
EN QUILMES
Inició la escuela primaria en Intendente Alvear, provincia de La Pampa, y luego su familia por cuestiones laborales de don Ángel, que era martillero, se trasladaron a Quilmes, donde se afincarán definitiva y favorablemente para los quilmeños, pues los Cella llegaron a ser referentes en la comunidad. Don Ángel era en ese entonces el segundo martillero que tenía Quilmes. Silvia Elvira Cristy, madre del profesor Celiar Cella, Ida Cristi de Badano y María Luisa Cristi de Moodie, madre del Dr. Juan Carlos Moodie, eran hermanas; estas tres mujeres dejaron una prolífica descendencia en la historia social quilmeña y berazateguense. 

LA EDUCACIÓN
El 2º grado, Celiar, lo hizo en la escuela Nº 9 que por esos años estaba en la esquina de Hipólito Yrigoyen y Brandsen cercana a la casa paterna, ahí en la calle Moreno 880, y los siguientes años en la escuela Normal donde su madre fue, durante varios años, una de las más activas y productivas presidentas de la Cooperadora “Atanasio Lanz”. Tuvo maestras emblemáticas, como: Norma Galeano, Ana Luther, Eugenia Gorleri, entre otras.
Concluida la primaria, Quenito, cálido apodo con que se lo reconoce,  continuó en esa Escuela, egresando como Maestro Normal Nacional. Era director del establecimiento el noble maestro Juan Manuel Cotta y fueron algunos de sus profesores: Juan Domingo Pozzo, César Carrizo, Antonio Colombo, Raquel P. de Kilnick, Zulema Pujadas. En 2º año, su curso, motivado por la Dra. María Manuela Job Ramírez de Francis, plantó en la esquina NE (Lavalle y Conesa) de la actual plaza del Bicentenario, la araucaria que tras 75 años aún persiste.  Egresó como Maestro Normal Nacional en 1938. 

LA DOCENCIA
En 1939, comenzó a ejercer el magisterio como maestro de grado suplente en la Escuela Nº 9 “Pedro de Mendoza” del Consejo Escolar IV de la Capital Federal, en el barrio de La Boca. Una institución educativa creada por Quinquela Martín, donde tenía su estudio, su museo y su vivienda; y donde también ejercía su hermano Orlando que llegó a ser director del establecimiento.
Simultáneamente continuó sus estudios en la Universidad de La Plata para realizar el profesorado de Historia y Geografía, título con el que egresó en 1945. Uno de sus más notables docentes fue el Dr. Ricardo Levene.
Como en un primer momento se interesó por el comercio, egresó de la Escuela Normal y adquirió una librería llamada “Palas Athenea” en la calle Rivadavia casi H. Yrigoyen (donde hoy está la heladería El Piave), pero no contó con el beneplácito de su madre atenta a sus insoslayables dotes docentes.
En 1945, la inducción materna estuvo acompañada por la Dra. Job, su profesora en el magisterio, proponiéndole hacerse cargo de 11 horas en el Colegio Nacional de la ciudad de Colón en Entre Ríos, que había sido creado dos años antes. La librería la vendió a la familia Della Valle 2 y viajó a esa ciudad entrerriana. Cobraba $ 50 la hora-cátedra.
Colón recostada sobre el río Uruguay lo sedujo con su apacible bonanza y paz solariega. Fue a partir de ese año que el profesor Cella creció en una meritoria carrera docente.
El 28 de Noviembre de 1948, remplazó al primer rector de la institución Prof. Santiago Mario Ramón Aldao, como rector provisorio, con $300 de aumento, hasta el 20 de Julio de 1949. De modo que fue profesor y rector de ese establecimiento colonense.
Simultáneamente ejerció en la Escuela Profesional Nº 2 de esa misma ciudad entrerriana, de la cual su esposa María Isabel Liboa, quilmeña, con quien se casó el 6 de abril de 1950, año del Libertador General San Martín, fue directora. Años después criaron a sus sobrinos Gerardo y Eduardo Prieto Liboa, que habían perdido a su madre, muy pequeños.
En 1957 volvió a la provincia de Buenos Aires y a los sauces quilmeños. Ingresó  en las Escuelas Normales Nº 2 “Dardo Rocha” y Nº 3 “Almafuerte”, ambas de La Plata; a su vez, tomó horas en el Colegio Nacional de Quilmes. Permaneció en las escuelas platenses hasta 1967 y en el Nacional hasta 1986. Surcó las aulas de varias instituciones: el Instituto Nazareth, desde 1958 hasta 1966 en que asumió como rector del mismo hasta 1971; el Instituto Mons. Esandi de Bernal (1971-1975); la Escuela de Enseñanza Media Nº 3 “Francisco J. Salustio” (1971-1986)
Tuvo participación activa en el gremialismo docente como presidente de la Asociación Docentes Platenses (1963-1967) que nucleaba a los profesores, maestros y preceptores de los establecimientos dependientes del Ministerio de Educación y Justicia de la Nación, ubicados en La Plata, Berisso y Ensenada. Durante su gestión se alcanzaron importantes reivindicaciones laborales. La comisión que presidía el profesor Cella había prometido a la docencia centralizar sus esfuerzos para lograr la presencia en La Plata de los integrantes del Comité  Unificador de Acción Gremial (CUDAG) que conducía la difícil lucha gremial para el logro de mejoras salarios y del cumplimento del estatuto del Docente. El encuentro se concretó  el 15 de noviembre de 1964 en el salón de actos de la Escuela Industrial Albert Thomas. 3
Además, como si lo dicho fuera poco, fue miembro titular de la Junta de Clasificaciones de Enseñanza Media (1975-1985) que funcionaba en la Escuela de Comercio de Temperley.
EL DEPORTE La dedicación a tan prolífica actividad docente no lo separó de su otra pasión el deporte.
Y quizá fue en esos encuentros de camaradería y sana competencia que solidificó su espíritu afable y el gran sentido de responsabilidad que lo caracteriza. Celiar Cella llegó al Club Quilmes por su tío Moodie, que el 6 de enero de 1931 le puso en los zapatos de Reyes el carnet de socio cadete. Era, en ese entonces, el socio Nº 6, hoy es el Nº 2. Integró el primer equipo de cadetes infantiles que tuvo el Club en 1932 para la Asociación Argentina de Basquetbol, recientemente fundada. Ya desde los años 30 el básquet nacional tuvo una activa participación en los certámenes sudamericanos, en los que obtuvo el primer lugar en las ediciones de 1930, 1935, 1941 y 1943.4 Quenito participó en los distintos equipos del Club hasta 1940.
Desde 1941 a 1945, jugó hockey sobre patines en el Quilmes Atlético Club y en 1942 practicó hockey sobre césped en la 2º “B” y 2 “A”. En 1944, resultó campeón de 1ª división y sub campeón al año siguiente. Presidió la sub comisión del Club Quilmes de este deporte (1957-1965) Y, con 54 años de edad, concluyó en 1967 con “los veteranos” en la 2º “B”, que eran que a la vez actuaban como árbitros en las otras categorías de la Asociación. Integró la 1ª división del Círculo Universitario de Quilmes - agrupación que tuvo a su hermano Orlando (1919-2008) 5 como uno de sus fundadores, el 3 de setiembre de 1938 – en 1946 y 1947 y entre 1968 y 1975. Jugó tennis en cadetes menores en torneos internos del Club Quilmes, ganó medallas en singles y dobles en pareja con “Chacho” Labourt y en Colón en equipos de 1ª división durante toda su permanencia en esa ciudad (1947-1957)
También el basquetbol lo tuvo como componente, destacándose en los equipos del Club Quilmes y del Círculo Universitario de Quilmes.
En 1949 integró el Seleccionado de Entre Ríos en el Campeonato Argentino que se realizó en la provincia de La Rioja; y jugó para el Seleccionado de Colón entre 1947 y 1956, es decir durante toda su permanencia en esa localidad entrerriana.
Los últimos años de su vida fue el socio Nº 1 del Club Quilmes.
LA CULTURA
La trayectoria cultural del profesor Cella siguió el sendero señalado y motivado por su familia. Como miembro de la comisión de fiestas del Club Quilmes participó en la organización de los entusiastas bailes de carnaval junto a Coco Rosso, Jorge Fernández y sus hermanos.
Fue socio fundador e integró la comisión directiva de la Asociación Amigos de las Artes de Colón (1950-1957). Los momentos libres, en el tranquilo pueblo entrerriano, los pasaba el la Biblioteca Popular “Fiat Lux”, donde, con sus alumnos de 3º año hizo el fichero por autor y por materia de todo el material bibliográfico.
De regreso en Quilmes acompañó a su hermano Orlando en la fundación de la Asociación Cultural Sanmartiniana de Quilmes, creada el 2 de julio de 1961. 6 Integró la Cámara de Comercio local (1986 y 1990) El 23 de marzo de 1968 ingresó en el Rotary Club de Quilmes, ocupó la presidencia en el período 1978/79, todos los cargos en Juntas, actuó en asambleas y conferencias y fue representante del Gobernador. Hasta hace tres años atrás en que se retiró por su edad, contaba con un 100% de asistencia a las reuniones de esa institución.
Desde 1986, formó parte de la Comisión Directiva del Automóvil Club Argentino. Es miembro honorario y vocal desde el 2007de la Junta de Estudios Históricos de Quilmes y del Instituto Cultural Argentino-Uruguayo. 

LA VIDA EN EL NUEVO MILENIO
El Prof. Cella junto a su esposa la Sra. María Angélica Baldrich (a su izquierda), la Prof. Nélida Sanchini de Montorfano (ex rectora de la Escuela Normal a su derecha) y el Sr. Ingolotti
Con los nietos del Prof. Sosa del Valle primer director de la Escuela Normal
En la cotidianidad vertiginosa del nuevo milenio, con la accesibilidad y velocidad que adquirieron los medios de locomoción; con la cantidad de medios de comunicación que acortan tiempo y distancia; con la tecnología y la cybernética que permite acceder a fuentes documentales y de conocimiento que en otros épocas se encontraban en libro que resultaban inalcanzables para muchos; Con todos estos beneficios, así aún nos quejamos de que no disponemos del tiempo suficiente para variar en diversas actividades, enriquecernos con la vida de relación, ganar en salud con el deporte y participar como individuos socialmente activos. Esta realidad, que no se advierte a primera vista, cobra vislumbre recorriendo la vida de mujeres y hombres que nacieron y se formaron en la primera mitad del siglo XX, que no contaron con todas esas facilidades y, sin embargo, hicieron una vida rica, de crecimiento incesante, no sólo para favorecerse a sí mismos, sino para su comunidad.
Y también se advierte que habiendo hoy tantos factores de esparcimiento, no menguaron los sentimientos de tedio ni de soledad, por el contrario se incrementaron comparados con generaciones pasadas. Sin embargo el profesor Cella expendió sus días en múltiples y diversas actividades, tuvo y tiene la entereza de ánimo para que nada lo amilane y lo detenga.
Viudo de su primer matrimonio, en el año 2000 se casó con María Angélica de Baldrich, nieta del coronel Juan Amadeo Baldrich, militar, periodista, escritor e historiador, autor de “Historia de la Guerra del Brasil” y de “El Chaco Central Norte” y sobrina nieta del general Alonso Baldrich (San Nicolás, 1870 - Buenos Aires, 1956) militar, ingeniero, escritor y activista, que participó, junto con su amigo el general Enrique Mosconi, del desarrollo de YPF y de la lucha contra el imperialismo económico de la empresa estadounidense Standard Oil. La señora María Angélica, pertenece a la Asociación Damas Patricias Argentinas y es fundadora de dos Asociaciones Culturales Sanmartinianas de la Capital Federal.
Quenito falleció en el mediodía del jueves 7 de mayo del 2015, a poco de cumplir 94 años.
CONCLUSIÓN 
Quenito fue hasta los últimos días de su vida un hombre activo, su palabra era atendida en los ámbitos sanmartinianos y su presencia era reconocida en la vida social, cultural y deportiva de Quilmes. Mostraba como sus reconocimientos más valiosos cartas y diplomas que sus alumnos le habían tributado con entrañables mensajes de afecto. Caminaba por las veredas quilmeñas y no había cuadra donde alguien no se detenía a saludarlo; pues su existencia no pasó desapercibida.
Muy pocas son las personas que llevan con orgullo sus vidas como un blasón de triunfos. Su transcurrir no fue por un endeble deseo de figuración pues a cada cosa que emprendió le entregó la misma pasión y fuerza viril que a todos los emprendimientos materiales y espirituales, con incondicional dignidad y respeto por sus congéneres. 
 
La araucaria de la plaza del Bicentenario, plantada por el grupo de alumnos de la Escuela Normal entre los que estaba Quenito Cella
NOTAS 1 Esta institución se orígenes en el año 1943. Las clases comenzaron en marzo de 1944. El gobierno nacional por Decreto N° 24.632/47 de fecha 19 de Agosto oficializó al incorporado colonense como “Colegio Nacional de Colón”. El profesor Enrique P. Simonini ejerció la dirección del “Incorporado” hasta su oficialización el día 6 de Octubre de 1947 en que tomó posición de su cargo el primer Rector, profesor Santiago Mario Ramón Aldao, quien permaneció hasta el 28 de Noviembre de 1948, siendo remplazado provisoriamente por el profesor Cella hasta el 20 de Julio de 1949, fecha en que asume el nuevo Rector, Dr. Eduardo J. Vauthay quien conducirá a la institución hasta el 20 de Abril de 1953. El establecimiento funcionó con dos divisiones por cada curso del ciclo básico a medida que la matricula lo requería y una división de 4° y 5° año del bachillerato hasta 1959. En los últimos años de la década de 1950 se fue gestando la idea de crear en la ciudad de Colón de un Ciclo del Magisterio. El 2 de Octubre de 1958 el Colegio recibe el nombre de “Republica oriental del Uruguay”. La ley N° 14.533/58 creó el Ciclo del Magisterio con los cursos de 4° y 5° con una división cada una e inicio sus actividades el 22 de Marzo de 1959 y por Decreto del Poder Ejecutivo Nacional N° 4152/59, el Colegio Nacional de Colón (ER) se transformó en Escuela Normal Nacional Mixta. (http://enscolon.ers.infd.edu.ar)
2 La familia Della Valle fueron propietarios de la librería Sarmiento de Rivadavia casi Mitre, luego adquirida por el señor Hernán Barrera Nicholson.
3 Periódico “El Argentino” de La Plata, 15/11/1965.-
4 www.argentina.gov.ar
5 Ver: “Círculo Universitario de Quilmes”. 1938 – 1988. 50º Aniversario. Ed del Círculo. 1º/10/1988
6 Ver: Blog “EL QUILMERO”. Etiqueta: “La Historia Reciente”. “Jornada del 50º aniversarios de la Asociación Sanmartiniana de Quilmes”. 25/6/2011 y Etiqueta: “Instituciones” – “Creación de la Asociación Cultural Sanmartiniana Sable de Gloria”. 4/5/2011


13 comentarios:

Eduardo Ares Cella dijo...

Querido Tio tu sobrino Eduardo te da una sentida despedida ,nos dejas pero siempre estaras en nuestros corazones y recuerdos te quiero Queno

Monica Cella dijo...

Querido Queno, fuiste el tío querido y cómplice. Te despedimos con mucho dolor. Te vamos a extrañar.

Monica Cella dijo...

Gracias Chalo por tu recuerdo

Anónimo dijo...

QUE , LINDA PERSONA,QUE PERDIDA PARA QUILMES, QUE CABALLERO ..LA RECOMPENSA DE LOS GRANDES HOMBRES , AUNQUE PASE EL TIEMPO Y MUCHO TIEMPO DES PUES DE MUERTO , NO SE TIENE LA ENTERA SEGURIDAD DE QUE HALLAN MUERTO ................. NUESTROS SENTIMIENTOS MAS PROFUNDOS A LA FAMILIA , LUDOVICO PEREZ Y Norma Cistaro

Anónimo dijo...

Patricia Diletto: HASTA SIEMPRE PROFE, QEPD

Anónimo dijo...

Marcia Marta Neira: Un Señor, así con mayúsculas! Un hombre distinguido, y tan agradable en su trato. Lamento mucho su partida.

Anónimo dijo...

Chalo; No lo conocí, pero a través de tus palabras comprendo por qué dices que es una gran pérdida. QEPD! Te envío mis condolencias y se ser posible, con el ruego de que se las transmitas a su familia. Un abrazo Marga Mangione

Anónimo dijo...

Cistina Oller También enseñaba GEOGRAFÍA en el COLEGIO NACIONAL de QUILMES. En 1972, lo tuve (en primer año)

Anónimo dijo...

Lucia Rosso: Muy buen artículo Chalo. Tengo lindos recuerdos de Quenito que nos acompañaba y nos dirigía cuando jugábamos al hockey en el QAC y luego en el Círculo Universitario de Quilmes. También gracias por el recuerdo de Chicha Lombàn Casado tía bisabuela de mis hijos Lucas y Juan Agustín Fernández Casado. Una oración al Señor por el descanso en paz de Quenito. Un abrazo. Lucia Rosso

Anónimo dijo...

Cristian Secco: El precio de la permanencia son los adioses, gracias por plasmar en letras lo que siento, un abrazo. Cristina S.

Anónimo dijo...

Julio Lacarra: ¡Gracias Chalo! Es una pena realmente. Pero nos regaló su modo de ser. Eso que contagia a imitar y hacer saber cómo sentir la vida. Una figura irreemplazable de nuestra comunidad.

Anónimo dijo...

Ana María de Mena. Una merecida semblanza... y qué hermosa la última foto con vos, Chalo! Cariños AM

Anónimo dijo...

Alejandro Agnelli Falleció nuestro profe de Geografía del Nacional y profe de otras materias y otros colegios. Mi buen recuerdo