COMBATE NAVAL EN QUILMES
Colaboración de don Martín Cristoforetti
In memoriam
Durante la  guerra contra Brasil,  Quilmes volvió a tener connotación histórica  frente a su Ribera.
En 
 la noche del 29 de julio de l826,  la escuadra  argentina, con barcos 
de poco calado,  al mando de un gran conocedor de las mareas del Río de la Plata, el Almirante Guillermo Brown, atacó a la flota enemiga fondeada en una  línea entre Wilde y Quilmes
 en forma sorpresiva y con tal violencia que obligo a las naves largar 
por ojo sus anclas  abandonándolas, y aligerándolas de lastre lo más 
posible, a fin de poder alejarse  rápidamente del lugar, buscando aguas 
más profundas para maniobrar.  
En
 la mañana del día siguiente, se inició el combate más sangriento de la 
historia naval argentina, donde Brown, embarcado en la fragata “25 de Mayo”,
 derrochó coraje y audacia sin límites al atacar con  ocho buques a los 
veintitrés enemigos. En instantes previos al combate, Brown  había 
comunicado a los suyos “Es preferible irse a  pique antes de rendir el pabellón”.  El
 encarnizado combate se desarrolló en plena navegación, con viento 
norte,  entre Bernal y la desembocadura del arroyo Conchitas, y gran 
parte del mismo  lo sostuvieron la fragata “25 de Mayo” al mando de su comandante, Coronel de Marina Tomás Espora, la que soportó un intenso cañoneo y la goleta  Río de la Plata  al mando de su comandante, Coronel de Marina Leonardo Rosales.    
 Al
  atardecer del día 30, pese a la superioridad numérica, la escuadra 
brasileña, totalmente vencida, y ante la amenaza  de quedar las naves 
restantes encalladas, se retiró.  Esta  acción pasó a la historia naval Argentina como “Combate de Quilmes”.
El parte de Brown decía: "Provocado a salir hemos batido pero no 
rendido al enemigo: permita V.E. le diga que los de la nación están 
libres. Me es sensible asegurar que son muchos los muertos y heridos y 
entre los últimos, mi bravo capitán Espora. La 25 de Mayo está 
completamente destrozada".
Las bajas propias fueron 18 muertos y 35 heridos graves, sin conocerse las del Brasil.
Como
 consecuencia del combate la fragata “25 de Mayo”, quedó seriamente 
averiada, por lo que,  ya imposibilitada de navegar por sus propios 
medios, por tener su velamen destrozado, fue atoada hasta el puerto, 
frente a Buenos Aires, donde se  la empleó como depósito naval; aunque, 
el 10 de agosto de 1828, contribuyó  con su artillería a rechazar un 
ataque enemigo. El
 22 de febrero de 1827, la  escuadra argentina que volvía victoriosa del
 combate de Juncal con diez barcos  conquistados, se encontró frente a 
Quilmes con una división brasileña, comandada por el contralmirante 
Pritz, la que fue atacada el día 24.   Durante el combate, a unos 1500 metros de la costa, casi frente al Club Náutico Quilmes, 
se incendió la goleta brasileña Dous Dezembro, la que, al  llegarle el 
fuego a su santabárbara, con una tremenda explosión, voló en pedazos.  
Según
 asegura una muy vieja tradición local, los restos de este buque son los
 que se exhiben  en el Museo Almirante Brown en Bernal.
El 17 de febrero de 1828 un convoy mercante que conducía un regimiento de caballería a la Banda Oriental,
  así como víveres y pertrechos para el ejército en operaciones, era 
escoltado  por una escuadrilla compuesta por seis buques y cinco 
cañoneras con  veintiséis cañones, al mando del Coronel de Marina Erézcano; al llegar a la altura de la Ribera quilmeña se cruzó con  el bergantín  mercante Sicily  
que era perseguido por nueve buques de la escuadra enemiga con setenta y
 siete cañones, las  naves argentinas les hizo frente y los dispersó, 
pero lamentablemente el Sicily encalló frente a Quilmes, de tal manera que debió ser incendiado.
Colaboración de don Martín Cristoforetti / 2010
De “RECOPILACIÓN DE H I S T O R I A S  QUILMEÑAS”
Compilación Prof. Chalo Agnelli
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario